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Prelados cromófilos y cromófobos. Por una antropología simbólica de los colores

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Breve historia de los colores
Michel Pastoureau en conversación con Dominique Simonnet
Editorial Paidós 126 páginas $ 43

Hay un ranking de los colores aunque usted no lo crea

Desde 1890, época de cuando datan las primeras encuestas de opinión, el azul ocupa el primer puesto de aceptación en términos de color en todo Occidente, tanto entre los hombres como entre las mujeres con prescindencia de su clase social. Hoy toda la civilización occidental le da preeminencia al azul. Los sorprendente no es esto sino su novedad.

Durante muchisimos siglos, sino milenios, el azul fue un color kelper. Por mas que sea omnipresente en la naturaleza y especialmente en el Mediterráneo, era muy difícil de fabricar y por esa razón en parte no tuvo ningún papel en la vida social, religiosa o simbólica ni de Grecia ni de Roma al punto tal que la ausencia del azul en los textos antiguos intrigó tanto a algunos filólogos del siglo XIX que llegaron a creer que los ojos de los griegos no los percibían.


En la Biblia a excepción del zafiro, no hay espacio para el azul. La situación perduró hasta la Alta Edad Media, los colores litúrgicos de la era carolingia aún lo ignoraban, pero… algo pasó en los siglos XII y XIII y de pronto el azul que era un paria en la paleta de colores fue rehabilitado al punto tal que de muchos siglos mas tarde se convertiría en el mas amado y oficial de todos los colores.

Técnicas, poder de los símbolos y oepraciones retóricas

Ello no se debió a como algún tecno-reduccionista imagina facilistamente a que de un día a otro se dominaran las técnicas de la fabricación del color azul, sino a una resimbolización profunda del color en función de las creencia religiosas. Porque en esa época el Dios de los cristianos se convirtió precisamente en un dios de luz. Y la luz se volvió… azul! Por primera vez en Occidente empezaron a pintarse los cielos de azul.

Aunque hoy nos cueste imaginarlo hasta ese momento los cielos eran negros, rojos, blancos o dorados. En esta inversión cromático valorativa jugó también un rol adicional el frenesí por la clasificación buscando establecer jerarquías de individuos, atribuyéndoles señas de identidad a ls distitnos estamentos del orden social. No casualmente es la época cuando aparecen los apellidos y los escudos de armas. Para tanta variedad y ansias clasificatorias no alcanzaba con los tres colores tradicionales (negro, blanco, rojo), por ello se incorporaron a la paleta el amarillo, el verde y el azul.

Mientras tanto el azul se convirtió en el contrario del rojo. Las iglesias se llenaron de azul. Asistimos así a batallas culturales inéditas como la guerra entre los prelados cromófilos como Suger que creía que el color era luz, una manifestación divina y por ello lo utilizaba por doquier mientas que en el otro extremo nos encontramos con San Bernardo, Abad de Clairvaux que consideraba que el color era materia y por lo tanto vil y execrable.

Las tabas de la historia

Varios siglos mas tarde el azul se ha convertido en un color consensual tanto para la personas físicas como para las morales. Reina omnipresente en los organismos internacionales, la Unesco, el Consejo de Europa, la Unión Europea. Todos han elegido el azul. Hemos regresado así a una situación próxima a la de Antigüedad, de tan omnipresente y consensuado el azul volvió a ser un color discreto, el mas razonable de todos los colores.

Esta historia del azul es apenas un capítulo, combinado con la de los otros cinco colores principales, desplegada por el heraldista medievalista Michel Pastoureau quien con el formato amable de la conversación va aportando curiosos datos de sus descubrimientos que proceden y derivan de una certeza: nada es tan natural como parece y los colores no son ingenuos ni casuales.

Esta no es una obra como las que abundan que proponen divertidas (o no) pero seguramente esótericas historias del color. Lo que seguimos en la excursión del autor no son meras anécdotas. Pastoureau ocupa una cátedra de Historia de la simbólica occidental, es autor de más de treinta libros dedicados a la historia de los colores, de los animales y de los símbolos y miembro de la Academia Internacional de Heráldica y de la Sociedad Francesa de Heráldica.

Publicado enMemetica

3 comentarios

  1. Inma Inma

    Hola:

    Me ha parecido muy curiosa tu página elegida ya que el tema es interesante y desconocido.

    Nos vemos!!!

  2. karina karina

    me gusto muchó su indagacion pero me gustaria obtener más información sobre antropología simbólica, como lo indica su título..por favor envíenme algo a mi mail en la mayor brevedad posible. gracias

  3. maria laura de barruel saint pons maria laura de barruel saint pons

    Me compré el libro, agotado por cierto, via Amazon. La Antropología de los sentidos es mi debilidad con su diosa «mirada». Me provocan profundo interés las sinestesias actuales como el «touch screen» y «ver» la forma en se van desdibujando y desplazando las sensaciones de un sentido a otro; y vamos construyendo semi-sentidos; pasando de la biología a la poesía sin escalas. Vivas otra vez a Fernando Pessoa!
    Buenísimo esto, leído a destiempo por lo que veo años más tarde.

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