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La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de las pedagogías de la retención a las pedagogías de la participación. Primera Parte

Momento de bifurcación, hay que cambiar la isla de Lost de lugar

Ha llegado el momento. Durante décadas lo hemos estado entreviendo, primero como hipótesis de trabajo, después como saturación ante el estado decepcionante de la cosas educativa, finalmente como punto de bifurcación. En América Latina tenemos muchos y mejores antecedentes que en el Norte, porque las condiciones siempre fueron mas difíciles, el modelo de conciliación -entre conocimiento para la contemplación y conocimiento para la acción- de allá arriba nunca fructificó colectivamente (salvo en pocos instantes históricos convertidos ahora en añoranza y epopeya), desde la Pedagogìa del Oprimido de Paulo Freire a la Pedagogía del aburrido de Ignacio Lewcowickz) y ahora la crisis suena a terminal o casi.

Nos referimos a la inviabilidad de los sistemas de transmisión actuales como forma de preservar (vivo) el pasado, de entender el presente y de diseñar el futuro, especialmente tal como existen hoy y son defendidos a rajatabla por sus cultores de los formatos mas convencionales de la educación formal.

Nos referimos asimismo a los indicios, llamados de atención y a veces fuegos de artificio, que insisten en atraer la atención de los jóvenes, que se autopresentan o insinúan ser congruentes con sus intereses y dietas cognitivas, y que amenazan con una fuerza jamás vista previamente, a la escuela en sus funciones mas inveteradas y que le dan identidad.

Curiosamente la contumacia de la escuela en cuanto a seguir fiel a sus ideales del siglo XIX y XX, y el desinterés de la industria o de los factores de poder tecnológicos de tomarse en serio el desafío actual en pos de una educación personalizada y significativa, lleva a la peor combinación posible.

La introducción masiva de tecnología obsoleta en su concepción epistemológica -porque se basa en modelos de broadcast, de Web 1.0, de refuerzo de la cultura unilateral top-down del mundo de libro y de contenidos de calidad -fijos e inamovibles- producidos exclusivamente por adultos y expertos-, termina logrando exactamente lo que dice querer evitar.

Se produce una coincidencia entre los sectores mas conservadores del establishment educativo y los sectores mas conservadores del mundo de la tecnología y de los negocios, convirtiendo lo que podría haber sido una aventura del espíritu y una plataforma de equidad y calidad, en una chabacana repetición de lo preexistente amplificado por las potencias tecnológicas.

Insuficiencia de formatos y soportes heterodoxos

Tratando de evitar este abrazo del oso hemos propuesto en numerosas ocasiones nuevos dispositivos o constructos que permitan otro tipo de aprendizaje -de allí nuestra defensa contumaz de Sugar y de las aplicaciones originales interactivas (actividades) de la XO como Scratch, Tam Tam, y eToys ….-. Asi abogamos reiteradamente por incluir dentro del dispositivo de la clase juegos, simulaciones u otras montajes materiales que hicieran cortocicuito con el modelo de broadcast, denunciamos la supuesta asimetría presupuesta por el monopolio del saber a manos del docente, y cuestionamos la neutralización de los intentos de convertir al aula en laboratorio.

El problema de estrategias como las abogadas anteriormente es que dichas «interrupciones» solo actúan a nivel del aprendizaje puntual o episódico. Por ello urge complementar estas intervenciones con la creación de un contexto que permita apropiarse de esos episodios de aprendizaje a partir de una conversación intensa de los alumnos entre si. Solo que un pleno aprovechamiento de estas instancias presenciales necesita de una dimensión virtual de cursos en línea y de un desarrollo de software -creando Entornos Personalizados de Aprendizaje (EPA), capaces de articular todas las dimensiones y anclajes del aprendizaje anteriores.

Obviamente estas estrategias apuntan a la creación de redes de soporte de dichos cursos, los que de ahora en mas se convertirán en un modelo de aprendizaje de curriculum hiperabierto (especialmente a nivel universitario, pero tambièn crecientemente en la escuela secundaria), capaces no solo de ensamblar episodios de un curso sino también crearlos. Obviamente este modelo es impracticable sin una pedagogía de la participación ortogonal con una pedagogía de la retención, yendo en dirección, a su vez, hacia formas de evaluación y de control del aprendizaje distribuidas y locales.

Que hoy no contemos con el software capaz de procesar estas modalidades de enseñanza no significa que a esta altura, después de 5 años de web 2.0, de usos espontáneos cada vez mas interesantes de los sistemas operativos sociales, (como Facebook) y del trabajo de un conjunto de pioneros insuficientemente reconocidos, pero que han sentado definitivamente las bases de una pedagogía Digital 2.0 (incluyendo a webactores como Stephen Downes, Juan Freire, Dolores Reig, Tiscar Lara, Cristobal Cobo, Diego Leal) no tengan mucho para ofrecer en el aqui y ahora.

De episodios aislados y únicos (por mas fascinantes que sean) no se aprende al andar

Aunque las plataformas de educación virtual que tenemos en Iberoamérica no se hagan cargo (herederas casi todas ellas del mundo web 1.0), en USA la mayoría ya incluye a los juegos y las simulaciones como su dieta básica, lo que de por si es atractivo para los nativos digitales hastiados de la solo-lectura, de los puntos de vista monocordes, de una enseñanza predigerida y de la repetición tautológica de consignas y diccionarios de saberes.

Lo propio de los Juegos & Simulaciones (Ver capítulo 3 de Nativos Digitales) es que no son formatos de instrucción sino entornos en donde los alumnos se sumergen para participar. Como son entornos procesan relaciones complejas entre variables que resultan en una experiencia impredecible y prácticamente irrepetible -a años luz de los resultados equifinales supuestos por la educación tradicional.

Curiosamente esos videojuegos en el contexto educativo (un ejemplo actual muy concreto es Perfil de Riesgo de la AFIP), deben respetar una línea argumental, deben programarse en las secuencias de aprendizaje y al final termina convirtiéndose en objetivos y estrategias pedagógicas estáticas, con lo cual nuevamente se separan de la vida del aquí y ahora de los estudiantes, y son neutralizados en su naturaleza supuestamente interactiva e inmersiva. Evidentemente este es un camino equivocado y si queremos integrar lo nuevo con lo viejo en la experiencia educativa debe generarse un nuevo marco de referencia para poder elegir eventos de aprendizaje episódicos, como parte de una secuencia mucho mas intrincada y larga.

No queremos enlatados ni en los textos, ni en los videojuegos y mucho menos en la cabeza de los docentes

Esta opción debe imponerse sobre las propuestas enlatadas por una razón pedagógica clave. Porque en la mayoría de los casos -especialmente a nivel universitario y mucho mas a nivel de postgrado como dicen Caine & Caine- no sabemos que es lo que queremos enseñarle al estudiante .

Como bien ironizó (queriéndolo o no Stephen Downes en New Technology Supporting Informal Learning, que sirve de trasfondo a toda esta discusión), un día Plutón es un planeta y al siguiente no, un día Checoslovaquia o Yugoeslavia son un país y al día siguiente no, un día el capitalismo es la panacea a todos lo males econòmicos del mundo, y al día siguiente de la caída de Wall Street es la escoria de los modelos económico. Sin poner el énfasis en lo que ocurre en América Latina frente a personajes, acontecimientos y totems de hoy, que son los patitos feos de mañana, que un día nos fascinan y al siguiente se convierten van al cielo del olvido (¿Facebook será el próximo gigante con pies de barro?).

No solo los objetos de conocimiento son fluidos y mutantes. Lo mismo ocurre con los estudiantes, que aunque mas de uno sospeche que los nativos digitales son solo un argumento marketinero para vender desde software hasta libros (ver en particular las referencias de Mark Bullen), no pueden negar la modificación brutal de la ecología atencional de los jóvenes

Aunque la naturaleza humana no fuese modificada (biológicamente) por la cultura (algo bastante dudoso como el ejemplo de los hipocampos de los taxistas londinenses -reseñados por Javier Candeira-, o los trabajos de Antonio Damasio y Gary Small ilustran), lo que si queda claro (como nos lo enseñó con una detalle inaudito David Olson en El mundo sobre papel, es que somos masajeados cultural y educativamente por los medios con una fuerza incontrolada y que vemos al mundo a través de los medios que nos ven.

Descentralizando, invirtiendo roles, generando el conocimiento de abajo hacia arriba

Organizacionalmente la única forma de lidear con el aumento exponencial de la complejidad es bajar el nivel de las decisiones al campo, ya que solo quienes están mas cercanos a la decisión (vendedores en la calle que deciden las estrategias de marketing, soldados en el frente que deciden la viabilidad de las operaciones convirtiéndose asi en generales al vesre, capataces en la obra que definen la estructura fina de las viviendas), pueden «saber de que se trata«. En el caso educativo se entiende mal esta descentralización si se supone que el último nivel de decisión personalizado está en el docente.

En la educación formal sucede justamente al contrario. Porque si seguimos a rajatabla las analogías anteriores quienes deberían tomar las decisiones de aprendizaje, y de hecho todos los modelos y estrategias de aprendizaje informal han llevado esta descentralización al máximo, son los último orejones del tarro (pero también los mas importantes de todos), a saber son los estudiantes.

Sin embargo todo lo anterior, o bien es sabido o bien sentido, pero las propuestas de instalación de nuevos formatos de aprendizaje necesitan de otros planos y agenciamientos materiales aún no contemplados. Las conversaciones y las interacciones presenciales son indispensables pero no alcanzan. De lo que se trata no es de simplemente (con lo difícil que ello puede llegar a ser) crear una red en donde situar el aprendizaje puntual (o episódico), sino de crear una red (viviente) que aprenda, se adapte, se autorrediseñe e integre esas conversaciones e interacciones -de algún modo Facebook por fuerza de la cantidad y de la calidad de la gente que la integra, está llegando a ser dicha red, aunque sus fines no sean educativos formalmente, pero si informalmente. Y por ello El Proyecto Facebook es un laboratorio de interacciones y aprendizaje ideal.

Alumnos sobjetos. Haciéndonos cargo de que no sabemos lo que queremos enseñar

Los alumnos no son simplemente objetos de aprendizaje (repositorios para reforzar nuestro narcisismo de supuestos supuestos saber, oh ominosa sombra lacaniana), sino fuente de aprendizaje -pero no declamada sino efectivamente-, como lo vemos semana a semana en El proyecto Facebook siendo un ejemplo mas que llamativo el de Sara Borda Green Facebook y Emprendedores, posteado ayer en la comisiòn de Participación.

Si la experiencia del Proyecto Facebook actualmente en curso es tan fascinante, es porque muestra en estado práctico lo que muchas veces entrevimos, rara vez aceptamos y mucho menos quisimos reconocer, o sea que NO sabemos lo que queremos enseñar.

Y ello por infinitos motivos, siendo uno de los mas importantes el hecho de que «cómo aprender» cambia constantemente y no puede ser enseñado tout court. Le pasa a los músicos y a los médicos (como Dr. House nos lo enseña magistralmente cada semana), su aprendizaje varía enormemente en el camino que los conduce de ser novicios a expertos.

Si nos tomamos en serio estos señalamientos (en vez de alarmarnos o de edulcorarlos) buscando aprehender al sistema educativo como un sistema adaptativo, es allí donde deberemos dar la madre de todas las batallas. Modelos como los de Company Command en donde los instructores son los aprendices y los instruidos los docentes señalan un camino por el atajo mas inesperado: la enseñanza militar. No es casual que el modelo de enseñanza de los militares haya sido tomado de Drupal una herramienta que genera y administra comunidades en línea.

Continuará

Referencias

Caine, R. N., & Caine, G. (1997). Understanding Why Education Must Change.
Downes, S. (2004, November 10). Theory of Learning Networks.
Downes, S. (2008, August 1). Tools.
Downes, S. (20089) New Technology Supporting Informal Learning

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11 comentarios

  1. Y yo que me sentía culpable por estar pérdido como turco en la neblina en esta bandada que estamos tratando de formar. Misery loves company, dicen.

  2. Muuuuuuuy estimulante este post, como siempre. Y sí, absolutamente de acuerdo con que (por ahora, hasta que los medios rediseñen mi cableado interno) somos masajeados cultural y educativamente por los medios con una fuerza incontrolada y que vemos al mundo a través de los medios que nos ven. Gracias Pisci. Besos.

  3. Elocuente y más que pertinente post promediando la mitad del cuatrimestre. «No sabemos lo que queremos enseñar», estamos en la búsqueda constante, codo a codo con los » alumnos» diseñando nuevas formas de investigar, construir y producir conocimiento … desafiando formas, formatos y roles establecidos … diseñando una nueva pedagogía que patea el tablero y hace trastabillar a más de uno … Go on!

  4. Roberto Iván Roberto Iván

    Y todo a pesar de la grna controversia existente en relación al espionaje manipulado por la empresa Facebook, se ha convertido en una herramienta vital para los nativos transmigrantes digitales de esta primer década del siglo XXI, todo se comercia y se interconecta irremisiblemente hacia una tendencia de que tienes la libertad de compartir o no tus datos personales y socio culturales con las demás cibercomunidades, lo importante es sostener a costa de los incautos consumidores una pedagogia del consumo que entrena a las nuevas masas-redes del cognitariado procelitista.

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  7. Pepe Pepe

    Recientemente vapuleado, en lo mas hondo, por lo espuesto en las jornadas de este 24 pasado en Oviedo. Busco ayuda entre la maraña de conocimientos y … ya no me pregunto qué es lo que quiero enseñar. Quiero… necesito saber que es lo que quieren aprender.

  8. […] “La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de …, y “El docente como mediador tecnológico/la tecnología como mediación docente. ¿masa o musa?” Ambos de Alejandro Gustavo Piscitelli […]

  9. Es absolutamente exacto; esta es una crisis terminal para el modelo educativo que se corresponde a un paradigma por fin superado. Los conocimientos avanzaron lo suficiente como para arrasar con los presupuestos que nos sustentaban. Que incertidumbre podemos tener cuando sabemos exactamente hacia donde tenemos que ir. De nuestras convicciones dependera la salud del Planeta y la supervivencia. La metodologia, la forma y la disposicion son lo auxiliar; lo «madre» son los nuevos contenidos y el maravilloso nuevo fundamento filosofico, a cambio de aquel, perimido y obsoleto.

  10. El Prof. Piscitelli se refiere a tecnicas de aprendizaje participativas, no al contundente y rotundo cambio en los fundamentos filosoficos de la Educacion, tal y como lo requiere el Nuevo Paradigma ya vigente, a pesar de los pataleos estertoricos de los rezagados.

  11. Durante siglos se estuvo confundiendo machaque de argumentacion con construccion de conocimientos, y quienes la hacian suya, bien. Pero ya no hay tiempo para eculubrar respecto de estas cosas. Se termino la relevancia de lo mundano; ahora solo cuenta entender que estamos en una pequeña nave espacial (que nos resulta aun basicamente desconocida), desplazandose a gran velocidad por el cosmos; que cada uno nace con talentos y posibilidades prodigiosas y -creemos que- imprescindibles para la supervivencia de la Biosfera.

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