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El padrino que nunca duerme. Rumbo a quien sabe donde

Bueyes que no dejan de darse cornadas entre sí

Hace un tiempo, que para la Argentina es inmemorial, Eduardo Duhalde dijo sentirse un extraterrestre por haber abierto un registro de los políticos retirados, siendo que el único que se había inscripto en él (dando vuelta la sentencia de Groucho Marx) había sido él mismo.

En una entrevista sin desperdicios (que lástima que se la perdió el entrevistador profundo que es Jorge Fontevecchia), Duhalde resucitó de entre los muertos (igual que Domingo Cavallo entrevistado por Mariano Grondona anoche), y aprovechó la tribuna que le regaló -nada inocentemente- La Nación del día de ayer, para hablar pestes de su ungido de entonces, se atribuyó la victoria de de Narváez, a quien bendijo como próximo gobernador -justo en el momento en que Scioli paga su error histórico de haberse lanzado al abismo testimonial con Mr.K, y decidió replegarse al bastión bonaerense), y abrió la boca para escupir todo tipo de maldiciones y pestes sobre el universo K.

Para ello se valió de frases contundentes mas propias de un periodista que de un político, como que «Este gobierno tiene fecha de vencimiento«, mesiánicamente sugirió/ordenó que el PJ y la UCR firmen un pacto de gobernabilidad, afirmó muy suelto de cuerpo que Kirchner es «un necio con poder«, y sostuvo que Reutemann es el mejor candidato para 2011, pero que «debe definirse lo antes posible». (Todo ello gentileza de la Entrevista de Ricardo Carpena

Analista, manipulador, manipulado ¿algo mas?

La primera lectura de la entrevista es sorprendente si uno había comprado (craso error de intelectuales y analistas supuestamente críticos) una visión ingenua, ramplona de político de cabotaje de Duhalde. Porque sus dichos no lo son en lo mas mínimo, porque su lectura de la cuasi derrota de Macri en la ciudad de Buenos Aires, coronada con la afirmación de que si las elecciones hubieran tenido lugar semanas mas tarde, Solanas las habría ganado en la Capital, merecen mayor respeto..

Sólo que Duhalde está a años luz de ser un político campechano y hasta corto de miras sin ninguna prosapia internacional. Y el mejor registro del tipo de personaje que es, no está en la entrevista (que lo reinventa como Maquiavelo o como ciudadano interesado en el bien común) sino en ese registro audiovisual imperdible que hicieran Mariano Cohn & Gaston Duprat en Yo Presidente, donde Duhalde, aparte de una incapacidad autocrítica increíble, demuestra su frialdad y desaprensiòn al contar como pesca (¿caza?) tiburones a tiro limpio (el video ut supra justo registra ese minuto inolvidable).

Duhalde habla desde el resentimiento y paladea su tiempo de revancha. Admite explícitamente que hizo campaña y negoció alianzas para destronar a su delfín impúdico, y al hacerlo (como sucede con Paula Robles acusada probablemente en forma injusta de estar coqueteando con Juan Darthes para alivianar a Tinelli de darle su media mitad de patrimonio), mella la autonomía y credibilidad de de Narváez, o Scioli, y hasta del propio Das Neves autoerigiéndose como el gran elector del próximo presidente de los argentinos.

Estadistas Nescafé, un invento tan argentino como el dulce de leche, la birome y el colectivo

La derrota de Kirchner no solo lo alegra y envanece personalmente, sino que le hace imaginar que han desaparecido los grandes liderazgos que, generalmente en países que tienen una democracia poco sólida, desarrollan algunos rasgos hegemónicos e impiden los consensos.

Para un político sin glamour ni carisma, incapaz de enfervorizar a las masas y habiendo llegado a presidente por entronización de la propia clase política, que en el momento de regalarsela al mismo tiempo era escarnecida por la casi totalidad de la población argentina («que se vayan todos» empezando por el propio Duhalde), la (supuesta) muerte de los caudillos es vivida como una restauración personal.

Resulta sorprendente escucharlo bendiciéndonos a los argentinos con la perdida de las hegemonias que habria signado (y destruido) la gobernalidad de personajes como Alfonsín Menem, y el propio Kirchner. Duhalde apoya a Cobos y casi que lo prefiere a sus candidatos por indecisos o por incomprables.

Mostrando la hilacha insiste en la necesidad de rodear al empresario de prestigio social. Al estilo K hace lecturas macroeconómicas, insiste en que el producto bruto brasileño, como el europeo, hoy está incrementado por las remesas que las empresas radicadas en el exterior envían a sus países. Y cree muy fácil separar al sector de la producción de una economía financiera, especulativa, rentística, usurera, que le hizo un daño enorme a la Argentina. Y con al que el seguramente parece no tener nada que ver. Si este no es un estadista Nescafé ¿quién si lo es?

Cuando la conducción tóxica es siempre la de los demás

Algunas expresiones suyas son lírico/mágicas, como cuando habla de K como una conducción tóxica. Y no puede dejar de generarnos una mezcla de muesca y sarcasmo, cuando insiste en que que el aparato del PJ bonaerense era un mito, o que no sabe si el enriquecimiento (¿inexplicable, debido a una contabilidad creativa?) de los K si es un delito, pero que no se puede hacer y proclama un idílico ranking de honestidad política sosteniendo que en 1973, el 80% de los que entraban en la política (como el mismo) lo hacían para cambiar y el 20 lo hacía para figurar o para salvarse personalmente. Y que con el tiempo -seguramente porque él no siguió cuidando la hacienda pública- se trastocaron los porcentajes: el 20 o 30% que llega hoy con ánimo de cambiar es absorbido por el sistema.

También no sabemos qué esperar cuando nos anoticia de sus próximos pergeños intelectuales «De Santo Tomás a la renta básica universal» , y «Los políticos y la droga, 20 años después«, y también de su alta dedicación a la autoformación política e intelectual comentando que esta leyendo temas sociales, que le gustan las novelas, pero no las modernas, y que admira la obra de Zbigniew Brzezinski, asesor de Jimmy Carter. Lo que se dice un autor que se quedó en los 70

Según La Nación debemos seguir escuchándolo por estar atornillado a 1- El poder permanente. Pueden ganarle o desplazarlo, pero siempre está; 2- Porque es el que ayuda y decide y esta fascinado con convertirse en el eje a partir del cual el PJ resolverá la sucesión de los Kirchner. 3- Piel curtida, aquí y afuera Lo han vinculado con la droga y con los peores vicios de la política. Sabe que aquí no tiene una gran imagen pública.

Visto desde el lugar del ciudadano de a pie los motivos que aduce La Nacion, que de paso le hace propaganda para combatir a los K y en cualquier momento lo vuelven socio numerario de la agrupación Aurora-, no resisten el menor análisis y menos aún síntesis.

Este si que es un país de infinitas sorpresas, de zombies resucitados, de promesas inacabadas y de medios y entrevistados que se creen que nosotros, los lectores de a pié, no tenemos ni memoria, ni discernimiento, ni criterio, ni perspicacia. Cuantos supuestos descabellados.

Publicado enDiseñoIrreduccionismoLenguaracesPapelonesPolíticaVida Cotidiana

Un comentario

  1. No lo tenía como analista político, me encantó. Lo que me dio un miedito fue el video

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