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El backstage del Seminario El Paréntesis de Gutenberg

Curando un evento impar

Cuando junto a Carolina Gruffat imaginamos como curar el evento El Paréntesis de Gutenberg en el CCGSM todo estaba abierto a las posibilidades mas diversas, pero también al fracaso mas estentóreo: ¿cuántas mesas habría?, ¿qué tipo de exposición primaría?, ¿cuál sería la duración de las charlas? y sobretodo ¿cómo se concretaría la articulación y la selección de los invitados?

Porque varios vendrían por compromisos previos, otros habían sido solicitados por alguna institución sponsor, a la mayoría los conocíamos de vidas pasadas, pero a algunos tuvimos que googlearlos. Queríamos combinar algunos consagrados con otros noveles, queríamos darle el mismo espacio a la práctica y a la teoría, queríamos tener intervenciones cortas y vibrantes, sin por ello perder densidad y relevancia.

Como siempre sucede nuestras intuiciones y expectativas se cumplieron en algunos casos y fallaron en otros. Cada persona es un mundo, cada mañana anuncia nubarrones o días felices sin anticipación posible, así que la lotería es mejor predictor del éxito  fracaso de un orador que cualquier algoritmo bien afiatado.

Y así como hubo alguna decepción circunstancial, también hubo un par de sorpresas extraordinarias, Entre estos tapados figuró la expositora número 33 (con la ausencia de último momento de dos oradores a ella le tocaria ser la penúltima) una directora de colegio secundario que arrancaría aplausos y empatía a granel, y que se convertiría a mi gusto en una de las mejores expositoras del evento. ¿Cómo y qué ocurrió?

El insòlito colegio Sarmiento y lo para-institucional

Lo que mas nos sorprendió en la primer visita que hicimos con Carolina a la escuela Sarmiento fue la habilidad desplegada por la directora para inventar una escuela dentro de la escuela. Aqui hay un excelente racconto de la experiencia Roxana Levinsky Proyectos para la escuela media: “Agenda cultural” y “Fortalecimiento de los primeros años”.

No era la primera vez que veíamos como el mejor antídoto que existe para lo institutional paralizante es la creación de un contrainstitucional libertario. Ya hace muchas décadas que transitamos instituciones de diverso tipo. Pero de alguna manera hemos tenido alguna suerte especial en cuanto a no dejarnos fijar a las estructuras dominantes. Ya sea porque nuestra primera experiencia laboral fue en una PYME familiar y alli no rigen demasiado las leyes de las organizaciones egoistas, o al menos al punto de negar flagrantemente la propia subjetividad.

Pasaron los años y las décadas, emergieron en el horizonte las empresas virtuales, salimos y entramos varias veces de ONG´s, empresas con fines de lucro o aparatos estatales, y la constatación se fue haciendo cada vez mas fuerte.

Si bien lo propio de las organizaciones productivas es su dimensión egoísta y consiguientemente la enajenación de la dimensión individual en aras de la organización, no lo es menos que existen innumerables formatos y posibilidades de resistencia al yugo organizacional.

El egoísmo organizacional y de como trascenderlo

Solo que la mayoría de ellos son reactivos o pasivos. La persona logra no mimetizarse con el ethos (muchas veces perverso) de la organización, pero no va mucho mas alla. La resistencia es interna o reservada, se busca contrarrestar el poder del atractor organizacional, pero generalmente se lo hace solo en términos de boicot o indiferencia, La verdadera vida pasa por fuera de la organización, y el tiempo que se esta en ella se vive como condena, presión o indiferencia.

Son muy pocos los que trabajan en organizaciones que potencian sus deseos y valores, que comparten experiencias y expectativa son sus compañeros, y que sienten que la que la vida esm a intensa y rica en la organización que fuera de ella.

Fue el caso de Apple en sus inicios, alguna vez Microsoft fue objeto de deseo de una generación de techies o geeks, y muy especialmente a fines de los años 90 su centro de investigación corporativo- y mas recientemente ha sido el caso de Google paraíso laboral por excelencia, caracterizado entre otras idiosincrasias por regalarle al empleado el 20% de su tiempo semanal.

On cherche son bien ou que on le trouve

Porque una cosa es trabajar por la libre y chercher le bien ou que on le trouve y otra muy distinta es darle cuerpo y alma a la organización que siempre se las ingenia para torcer nuestro deseo al suyo. A menos que… uno se encuentre con una persona como Roxana Levinsky.

Que como ella misma lo dice no es Lewinksy como la ladera fiel del añorado Bill. Nuestra Roxana no se chupa ninguna mandarina y mandada a bailar con la mas fea hizo lo que pocos se animan, a saber, en vez de dejar que la organización terminara con ella, ella se dispuso a reinventar la organización desde dentro,

Sin falsas declamaciones, sin sesudos estudios, sin inversiones mastodonticas, sin diagnósticos rimbombantes sin nada de todo eso para a lo que los organismos internacionales son tan afectos, y los ministerios locales operan como fieles amanuenses.

Roxana tuvo el tupe de reconocer que la organización solo se cambia desde dentro. Que lo que hay que hacer es empezar construyendo un organismo paralelo, que hay que diseñar acudiendo a gente desde afuera, a alternativas revigorizantes y que hay que permitir que convivan lo viejo con lo nuevo, lo disruptivo con lo adocenado, lo innovador con lo reterativo en dosis variadas.

La polìtica de los toquecitos

Claro para que lo nuevo no sea arrasado por lo viejo, para que lo institutido no corroa a lo instituyente es necesario hacer equilibrios varios y sobretodo ser una maestra, como es su caso, en la politica de los toquecitos (nudges como los llaman Richard Thaler & Cass SunsteinNudge: Improving Decisions About Health, Wealth, and Happiness). Es decir cada vez que la disrupcion amenaza con ser devaluada y reinstucionalizada se debe aplicar alguna ley de Kelly, se debe invocar algun ejemplo o maxima de las mejores organizaciones resilientes, se debe darle curso a algun arrebato inspirador y trastrocar y de ese modo mantener viva la llama del cambio, al mismo tiempoo que se cosecha la construcción de cada día.

El Ministerio de educación edito hace poco tiempo un libro donde se reseñan las 13 experiencias mas innovadoras de cambio educativo en la Argentina y nada casualmente en el figura en un lugar destacado como ejemplo de inclusión social la escuela Sarmiento de Libertad y Arenales dirigida por Roxana.

Remitimos a ese capitulo para conocer en detalle la experiencia, pero no podíamos dejar pasar por alto que el cambio organizacional es posible cuando personas como ella y el equipo que conformo para armar la escuela dentro de la escuela se amalgaman con el plomo existente y en mágica (pero analítica) alquimia convierten en oro lo que tocan.

Mientras tanto aquí en Sevilla

En el avión nos maravillábamos de las políticas llevadas a cabo por Roxana. Pero en el horizonte teníamos en vista a la mas grande reunión de blogeros de España. Habían sido 1500 en el 2009 y este año llegaron a los 2.000 de los cuales unos 800 habrán estado en la charla de clausura que di esta mañana.

Como siempre hubo algun problema técnico, el auditorio era inmenso y las expectativas muy variadas y contradictorias. Salió relativamente bien pero seguramente hubiese salido mejor de haber recuperado un poco mas el estilo y la habilidad de Roxana para transformar las instituciones desde dentro. En este caso la blogosfera a la que le hace falta a esta altura mucha reinvencion.

Publicado en#Redisenar2010Cátedra DatosCiberculturasCrónicasDiseñoEducaciónInfo-TecnologíasInteligencia ColectivaIrreduccionismoPolialfabetismos

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