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El Paréntesis de Gutenberg un libro hijo de Twitter y de la Cátedra de datos

Somos los tweets que comemos y somos los tweets que nos comen

Ludwig Andreas Feuerbach (1804-1872) -según la Wikipedia padre del ateísmo contemporáneo- dijo en sus sugerentes Manifiestos Filosóficos hace mas de siglo y media atrás «somos lo que comemos» (Man ist, was man isst). Le hemos dado una pequeña torsión a la observación y la hemos convertido en «pensamos los pensamientos que comemos». En un caso y en otro -mutatis mutandis- queda clara la ecología de las acciones e interacciones que convierte ocasionalmente a alguien en autor, o le llevan a jugar un papel protagónico -como acaba de sucederle a Wael Ghonim, el gerente de Marketing de Google en Egipto, quien a partir de la página de Facebook «Todos somos Jaled Said«, está siendo visto como parte responsable en las movilizaciones por la democracia que se apoderaron del país-. Aunque por detrás y subyaciendo el «toquecito» (nudge) individual, hay siempre rizomas, espacios lisos, colectivos y grupos operando y gestando cambios -cuando las condiciones están maduras o se las ayuda a madurar.

En el caso de nuestro inmineNte libro «El Paréntesis de Gutenberg» mas alla de las filiaciones intelectuales, descontando alumnos y asistentes a las decenas de cursos y conferencias que damos anualmente, la deuda mas profunda es para con dos colectivos

El primero son mis conocidos y seguidos (followed) de Twitter que llegan a la centena y media, pero de los cuales los mas cercanos están en la treintena. Cada día durante un año y muy especialmente a traves de una plataforma exquisita como ha sido Tweetdeck, mis colegas de Twitter: @amartino, @sandopen, @eraser, @yaquesita, @arttesano, @sindolafuente, @mancini, @rguareschi, @schuschny, @christilcara, @jgallo1, @jlori, @martinvars, @cscolari, @lmuia,@contrapunto, @pvil, @CariMagu,@marabales, @Hugo_pardo, @cshirky, @dreig, @frascafrasca, @Grant27, @gsiemens, @henryjenkins, @hrheingold, @ictologist, @ivanis, @jfreire, @jlcastilloch, @jonahlehrer, @kevglobal, @morrisey, @pvil, @qadmon, @tiscar y muchos mas son mi fuente diaria de ingesta, navegación, consulta, sorpresa y recomendaciones sin fin.

Mucho mas que cualquier libro anterior, aunque no se haya visto reflejado en citas y tweets, este libro es hijo de Twitter y de las redes de conocimiento y de interacción que esta aplicación aparentemente sencilla y descerebrada según críticos ídem, ha logrado hacer, cambiando de cuajo la ecología de la comunicación, aun académica poro sobretodo post-universitaria.

Casi todo lo que aprendemos nos lo enseñan los demás

El segundo agradecimiento va para mis ayudantes y coayudantes de la cátedra de datos que aumentaron en forma exponencial en los últimos dos años abriendo la posibilidad a nuevas formas de trabajo y de diseño colaborativo, hecho posible gracias a la energía, audacia y voluntad de alumnos, ex alumnos y colegas que día a día reinventan la cátedra y hacen posible nuevos formatos de aprendizaje inesperados y altamente exitosos.

Este año la cátedra cumple 15 años. Revisando los primeros programas nos encontramos con los ayudantes inciales e iniciáticos que fueron María Ortiz, Laura Losada, Gustavo Navarro y Bettina Levy.

En el interin ha habido una enorme rotación de ex-alumnos y colegas que debe estar en el orden de las 50 personas o mas (estamos rastreando el listado completo) y hemos atravesado una serie de programas y vericuetos intelectuales realmente fascinante harto variado.

La materia se ha visto atravesada por la liberación de la red, su devenir comercial y hemos acompañado nuestra deriva memetica a partir de las sucesivas mediamorfosis hechas posibles por la Red, que han cambiado en forma dramática desde las propias categorías del saber, hasta la forma de producir, distribuir conocimiento y finalmente de innovar e inventar.

Inesperadamente nuestros alumnos devenidos ayudantes, son parte de las primeras generaciones digitales. Nacidos en la década del 80 muchos fueron acunados por videojuegos y computadoras personales, y algunos coexistieron con internet desde la escuela primaria. Todo esto afectaría cada vez mas nuestros criterios de distinción, el privilegio de temas y cuestiones a tratar y finalmente la forma de abordarlas pasando progresivamente de la enunciación pura a la intervención cada vez mas interesada.

El arco trigeneracional

Cuando entre a la cátedra tenia 46 años y el promedio de edad de los ayudantes estaba en los 25/30 años. Hoy somos solo 3 los que tenemos mas de 55 años, los líderes de proyectos orillan unos los 40 y otros los 30 y son mayoría absoluta los coayudantes sub-25.

Cada día nos parecemos mas a un alfajor Rogel de múltiples capas etarias, lo que ha enriquecido y complejizado las dinámicas intergeneracionales y está permitiendo una conversación a múltiples voces no solo etaria o generacional, sino también temática y organizacional que no tuvimos nunca antes.

El equipo se ha diversificado enormemente y crece en forma constante. La calidad de las incorporaciones es enorme y la plataforma que armamos entre todos desde los abuelos a los nietos está generando procesos y productos excepcionales

En ese listado cabe incluir a: Iván Adaime, Sophie Alamo, Julito Alonso, Ariana Atala, Matías Barreto, Jeremías Barthe, Inés Binder, Yazmin Blanco, Sara Borda Green, Giselle Bordoy, Camila Cabral, Gino Cingolani, Clara Ciuffoli, Lucas Delgado, Daniela Escobar, Marina Federman, Rodrigo García, Ariel Glazer, Eugenia González Ocampo, Carolina Gruffat; Andrea Guisen, Estela Halpern, Sofía Jauregui, Mario Kiektik, Mariano Legnane, Camila Longo, Guadalupe López, Rocío Luengo, Martina Neumark, Luz Pearson, Heloisa Primavera, Agostina Riganti, Lilén Rodriguez, Martín Rodriguez Kedikián. Cecilia Sabatino Arias, Roberto Schimkus, Gabriela Sued, Ignacio Uman, Carolina Venesio, Sol Venesio, y a varios mas que habiendo transitado la catedra están cerca nuestro aporntando, sugiriendo, incidiendo.

En rigor no se trata solo de ayudantes de cátedra. Algunos son amigos, otros han trabajado en diversos proyectos e intervenciones. Hay una decena profundamente comprometidos con nuestros nuevos proyecto en el Colegio Sarmiento y en iniciativas siempre nuevas y atractivas.

Muchos de ellos han redactado numerosos capítulos de los dos libros que la cátedra ha publicado con la Fundación Telefónica (el segundo estará disponible en Abril), muchos han participado de congresos y reuniones, varios están haciendo estudios superiores de Maestría y Doctorado. El conjunto conforma una poderosa plataforma de reflexión y acción que esta demostrando que otra educación es posible, que otro periodismo es posible, que otra forma de concebir el trabajo editorial es posible, que otra publicidad es posible y necesaria.

Gracias de corazón a todos ellos sin los cuales cada nueva iniciativa no habría salido jamas de la etapa del sopor y la somnolencia.

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