Saltar al contenido

Una tarde en el MALBA. Diálogo vibrante entre Jacobo Siruela y Rafael Cippolini

(Casi) nunca ir a charlas públicas

Desde que me vine a vivir a Tigre, pero probablemente desde mucho antes, casi nunca voy a reuniones y encuentros, no asisto a presentaciones de libros, no veo películas u obras de teatro (salvo ocasionalmente en Nordelta) y es mas que raro que me desplace, especialmente al centro para un encuentro cultural.

Pero cuando el domingo vi un aviso en la contratapa de la Revista Ñ comentando que al lunes siguiente en el MALBA Rafael Cippolini iba a dialogar con el mitico fundador de la editorial Siruela, Jacobo, me pareció que el evento y la convocatoria mas que lo ameritaban, y que valía la pena romper con tendencia sy asistir al evento

La charla fue corta, duro justo una hora, sirvió como telonera para la pelea de fondo que veria a Ophran Panuk en el mismo podio, y a través de las buenas disgresiones de Rafael me enteré de muchas intimidades, gustos, delectaciones y pasiones, que después complementaria con referencias tanto de la Wikipedia como a una excelente entrevista El lujo de trabajar y vivir libre que le hizo el diario El Pais hace ya 6 años atrás a Jacobo Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, conde de Siruela e hijo de la Duquesa de Alba, porque de el se trataba y el balance fue mas que positivo cuando en general no es así.

A falta de una, fundador de dos editoriales

Aún párvulo porque recién había pasado la treintena Jacobo Fitz-James Stuart creó la editorial Siruela, y la presentó con una colección de libros medievales dedicados a al rey Arturo. Veinte años después, con éxitos de venta y calidad, decidió venderla. Ahora, cumplidos los 50, presentó en Buenos Aires a Atalanta, una editorial que mezcla lo rural con lo cibernético con ya seis rubicundos años de vida.
 
Actualmente vive en una masia que es su casa, templo, lugar maravilloso de descanso y oficina en un espléndido paraje del alto Ampurdán junto a Inka Martí, su segunda mujer a quien saludamos ayer a la salida.

La charla y la preguntas del final le sirvieron a Jacobo para reconstruir su historia. Haber fundado una editorial porque le gustaba leer, más tarde vender la empresa, en parte, porque ya no podía leer todo lo que yo quería y de la manera como quería.

Había logrado tener una empresa que llegó a facturar 15 millones de euros al año, pero, en el fondo, yo no encajaba en este esquema. Tras la venta total pactó con el nuevo propietario de la compañía, Germán Sánchez Ruipérez, la posibilidad de trabajar, la mayoría del tiempo, desde la casa que acababa de comprarse en el Ampurdán.

Cuando Siruela ganó el Premio Nacional de Edición, en noviembre de 2003, decidió que ése era el mejor momento para cerrar una etapa de sui vida y empezar otra.

Referentes, amigos, compañeros de viaje

La charla se llenó con anécdotas y comentarios con referencia a Borges y a Calvino, con alusiones a un curso sobre literatura fantástica que organizó con Carlos Maier para la Universidad Menéndez Pelayo de Sevilla, en 1983.

Ayer no contó empero que estuvo un tiempo en Tánger, entre otros sitios, donde conoció inevitablemente a gente interesantísima como Paul Bowles. Pero lo que mas me llamó la atención fue su cabeza llena de nombres de autores y de textos, su diálogo con Rafael Cippolini era lo mas erudito y concienzudo que uno puede imaginar, y habría llenado de alegría a Nicholas Carr, autor de Superficiales, quien estaría mas que fascinado porque diálogos como éstos seguramente sólo se pueden tener solo entre bibliómanos y bilbiofrenicos de este carácter

Por eso no es de extrañar que haya decido volver a empezar de nuevo a los 50 años sin secretarias ni una empresa asentada a tus espaldas. Para él dar este nuevo salto lo hizo rejuvenecer como loco abandonando a sus autores (centenares a los que había amado tanto)

Si quería empezar algo nuevo no podía hacer una Siruela 2. Resultaría un poco aburrido. Por eso pensó en hacer una editorial que inaugurara un nuevo proyecto, totalmente independiente y alejado del mundanal ruido; un proyecto basado en la investigación cultural y no en una lucha ajetreada por meter en el saco a cualquier autor de venta. De manera que empezaría por hacer pocos libros, no más de 10 al año; pero, eso sí, muy cuidados.

Es curioso comprobar su proclividad hacia los textos antiguos. Siruela la inicia con una colección de libros artúricos, y Atalanta la presenta con un texto chino del siglo XI y una evidente reivindicación de la mitología griega. Habla de la memoria y la imaginación.

Atalanta marca un nuevo paso

En su diálogo con Cippolini hicieron referencia a uno de los primeros libros de Atalanta (hoy ya va por la sesentena) es de Patrick Harpur, un autor inglés, sumamente inteligente y culto, que ha escrito una increíble y provocadora historia de la imaginación, en la cual, además de dar cuenta de todo lo imaginable en este campo desde la antigüedad hasta hoy, al final nos hace dudar de nuestro esquema racionalista del mundo.

Su horizonte de selección de textos son los ultimos 25 siglos y Atalanta al día de hoy esta armada sobre la base de tres colecciones: Ars Brevis (obras breves de textos literarios de todas las épocas con prólogos largos de especialistas en el autor; El copartícipe secreto, de Joseph Conrad, y Sin mañana, de Vivant Denon), Memoria Mundi (recuperación de la memoria del mundo, grandes libros asiáticos, civilizaciones perdidas o pequeñas joyas olvidadas de los últimos 25 siglos de la humanidad; inaugurada con una de sus grandes apuestas: La historia de Genji, de Murasaki Shikibu) e Imaginatio Vera (una nueva perspectiva sobre una larga y continuada cadena de obras espirituales: mitos, antiguas experiencias metafísicas y experiencias visionarias; iniciada por la obra ya citada de Patrick Harpur).

Durante la charla se habló de un proyecto de revista increíble que hizo en Siruela cual fue El Paseante (1985-1998) donde por primera vez se publico en 1987 a Oliver Sacks en castellano. Tambien de la publicación pionera en 1996 de Velocidad de Escape de Mark Dery una obra maravilloso que atesoro en mi biblioteca

Jacobo tiene una visión instrumental de Internet y como conde y bon vivant que es, atesora en altísima estima a la alta cultura que según el no será engullida por la cultura de masas gracias a la existencia de dos mundos antitéticos: por un lado, los buenos libreros que seleccionan y mantienen la calidad de la oferta editorial, y por otro lado, Internet, que permite a cada usuario informarse adecuadamente desde su casa de los libros que le apetece comprar.

Para él lo novedoso de Internet es que todos los libros, desde Píndaro hasta Zafón, se encuentran en el mismo nivel. No hay mesas de novedades, y cualquiera de estos dos libros tienen la misma facilidad o dificultad para encontrarse. Amazon, Abebooks, Chapitre son hoy día las mejores librerías del mundo, y esto da que pensar. Las pequeñas editoriales independientes necesitan tanto de los libreros, de los buenos libreros, como de Internet para su supervivencia.

Por eso, la página web es fundamental. Espera recibir muchas visitas, entre otras cosas porque, aunque es una editorial completamente campestre, también es profundamente cibernética.

Hubo mas detalles en la charla, en un momento Jacobo quedó en estado alfa, tampoco entendió demasiado bien preguntas no demasiado interesantes, y negó enfáticamente tener como referentes a otras colecciones de editoriales insistiendo en el camino propio.

E hizo una referencia muy especial a la Condesa Sangrienta Erzébet Báthory asesina de 630 jóvenes y vírgenes de quien Valentine Penrose hizo una biografía muy peculia. Conto Jacobo que cuando joven iba a publicar este titulo Octavo Paz le recomendó no hacerlo. Soberbio y buscador de emociones fuertes, Jacobo no le hizo caso, fascinado en ese entonces por la sacralidad del mal. Hoy el mal le parece banal y lo que le llama la atención no es santo la crueldad humana cuanto la bondad. Tamaño cambio

Obra propia

Finalmente Jacobo describió someramente el primero de los tres tomos El mundo bajo los párpados que acaba de publicar en Atalante, al que definió como una fenomenología de los sueños en contraposición a una hermeneútica al estilo freudiano. Este libro no trata sobre la interpretación de los sueños, explora los diferentes significados que tiene el verbo soñar en relación con la historia, lo sagrado, las dimensiones interiores de la conciencia, las paradojas y complejidades del tiempo y el punzante enigma de la muerte.

En el primer capítulo, ciertos sueños (de Aníbal, Von Bismarck, Lincoln, Perpetua o Descartes, entre otros) demandan una nueva categoría histórica: la onírica. El segundo capítulo trata de explicar en qué consistía la incubación de sueños en los antiguos templos de sanación. El tercero es una breve historia del sueño lúcido. El cuarto se adentra en los laberintos del tiempo onírico, dando especial énfasis a los sueños paradójicos que hacen presente el porvenir. El último es una indagación en la metáfora del sueño y su correspondencia con la muerte, en el onirismo de los moribundos y en las visiones científicas y místicas de la otredad.

Ya están en preparación dos tomos mas y aquí nuevamente Jacbobo síntetiza gran parte de sus obsesiones, búsquedas y anhelos como buen editor que es

Efectivamente se trata de una persona de un background muy exquisito y con dos éxitos editoriales a cuestas que justifican no una sino varias vidas. Fue lindo estar el lunes en el MALBA y conocer en persona a este editor singular.

Publicado enComprando librosConvergencia CulturalCrónicasEntrevistasEventosFundadoresIrreduccionismoLenguaracesMemeticaParéntesis de GutenbergPionerosVida Cotidiana

Un comentario

  1. ALEJANDRA ALEJANDRA

    que maravilloso su blog!muchas gracias!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *