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Categoría: Ciberculturas

De la reticulación a las piscifactorías. Los links no son interacciones. Eppur… Facebook se mueve


Quien no es programador, es un analfabeto digital

Estos días estamos viendo violentas e interesantes confrontaciones acerca de los usos sociales de las redes. Que oscilan entre el fanatismo y la ingenuidad de quienes las poseen o las usan, para vender fruta de distinta calidad, hasta quienes las ven como un reencarnación del panóptico bemthaniano/foucaultiano. Y en el medio una gama de usos mas o menos libertarios o meros espejismos, al mejor postor.

En la última reunión de cátedra con Mario hablábamos del gran déficit que padecemos como internautas o internetólogos. Dado que vivir en red es básicamente padecer (u ofrecer) arquitecturas, quien no tiene habilidades de programación (es mi caso y el de la mayoría de los cientistas sociales, filósofos, humanistas, investigadores de todo tipo, pontificadores y vendedores de combustibles espirituales o de aceites curalotodo a excepción es claro de Carlos Reynoso), es un analfabeto digital de nuevo cuño.

Etnografías de Facebook. Irreduciendo el software social. Cuando la arquitectura es la retórica de la red


Modalizar no es moralizar

Bruno Latour nos enseñó tantas cosas, que es difícil agradecerle todas y bien. Pero una de las mas duraderas ha sido la noción de modalizacion de los discursos. Importa tanto lo qué se dice acerca de qué, como cómo se dice acerca de, quién dice qué, cómo se instalan los temas y los tropos, quiénes los definen y bautizan, quiénes los explican y los rearticulan. Y esto vale tanto acerca del mundo real como del virtual. Y muy especialmente del virtual. Donde las operaciones de marketing, visibilización, esponsorización y de puesta en circulación requieren de figuras, de promotores, de usuarios.

La modalización tiene sus riesgos cuando se presenta como academización. Tuvimos un excelente ejemplo cuando nos enfrascamos en la lectura de Ciberculturas Juveniles coordinada por Marcelo Urresti de la UBA, donde fenómenos que son vibrantes, confusos, e desinstitucionalizantes, fueron barridos por la mirada ubamarxista, pasteurizados por las viejas dicotomías y distinciones de siempre, y en definitiva englobados bajo una mirada ideologizante previas a cualquier lectura y que se impone mecánicamente llevando a conclusiones sabidas de antemano independientemente de que objeto se analiza.

Polialfabetismos. La Tercera Etapa del Taller de Procesamiento de Datos. El devenir proyecto de la Cátedra.


La prehistoria de la catedra

Creada en 1986 con el inicio del único curriculum que la Facultad logró alguna vez consensuar (bah imponer en ese entonces), reinventada en 1996 con la división de la cátedra en dos (Crom en ese entonces -a partir del 2009 Becerra- y Piscitelli a partir de entonces), nuestra materia hoy ya añosa de 12 pirulos, sufrió cambios y transformaciones de todo tipo (temáticas, organizacionales, tecnológicas, institucionales).

Acunada al ritmo de Internet, con una importante rotación de ayudantes, habiendo tenido cuatrimestres masivos, y otros muchos mas chicos ahora (como que la matrícula de la carrera pasó de 2.400 alumnos anuales a 700), nuestro plan de enseñanza se ha ido modificando a la luz de distintos incentivos, motivaciones, demandas y fundamentalmente, a partir de nuestro propio crecimiento y mutaciones varias.

Empezamos concentrándonos en temas formales y abstractos como las máquinas, los algoritmos, los sistemas formales. A lo largo del tiempo nos fuimos sociologizando y epistemologizando, pero sobretodo internetizándonos. Perdimos docentes y aliados en el camino, pero también ganamos reconocimientos, fuimos pioneros en el uso de los weblogs y el destilado de ayudantes y coayudantes que tenemos hoy es de lujo. Durante mucho tiempo no pudimos sobrepasar el nivel periodístico informativo en temas cibercultiurales, y recién en los últimos 3 o 4 cuatrimestres a través de un uso intensivo de las herramientas, pero sobretodo habiendo cambiado la dieta cognitiva de nuestros alumnos creímos que estábamos entrando finalmente a la tierra de los nativos digitales.

La Era Digital y la Reinvención de la Humano

El presente texto es una transcripción editada y complementada de la conferencia inaugural que dicté en el Congreso Comunicación y Transmisión Digital, realizado en Costa Rica en Mayo de 2008. Para ilustración de varios de los elementos descritos aquí, una presentación previa en PowerPoint se encuentra disponible en http://www.slideshare.net/apiscite/convergencia-cultural/. Este texto editado formará parte de un libro que aparecerá a la brevedad en Centroamérica. Habiendo dictado cerca de 25 conferencias similares en los últimos 6 meses, esta es hasta ahora una de las transcripciones mas fieles y detalladas de dichos contenidos. En mi próximno libro sobre Nativos Digitales que saldrá probablemente en abril del 2009, irán acumulándose estos temas y otros en curso de pensamiento y acción.

Introducción

Deliberadamente no titulé esta charla como «convergencia digital» porque la convergencia digital, en realidad, es un sub-capítulo de algo mucho más importante y más complejo: la convergencia cultural.

En 1959, un destacado intelectual británico, C.P. Snow, hacía referencia al conflicto de las dos culturas, insistiendo en la dificultad para sostener conversaciones por parte de dos grupos humanos, que nos atraviesan a todos los que estamos en esta sala: por un lado, los científicos de las ciencias básicas y duras; por otro lado, los humanistas, los filósofos, la gente de las ciencias blandas (1).

Ese enfrentamiento, tras casi 50 años, en algunos casos se sintetizó y dio lugar a esta convergencia cultural; pero en otros no, y ha generado un ensanchamiento de la brecha entre científicos y humanistas vinculada a la naturaleza tan distinta de las actividades de cada uno.

Otra vez entreverado con periodistas, sin quererla ni beberla

Otra vez los desafios del periodismo en la era digital

El despiste es una de mis especialidades. Bastante seguido recibo invitaciones a reuniones y o bien no las anoto, o se me pasan (hace poco fue el colmo, me confundí por una semana una reunión en Mendoza, y perdí la audiencia y la paga), o no se muy bien donde quedan, quien las organiza, y hasta a veces no está demasiado claro cual es el tema.

Por suerte los organizadores me mandan mails, me insisten con los detalles prácticos, tratan de que no se me pase el día y el lugar, y me halagan lo suficiente como para que finalmente contrarreste mi molicie y aparezca en el lugar indicado a la hora justa.

Fue el caso esta semana del III Congreso Nacional e Internacional de Fopea. “Los Desafíos del periodismo en la era digital” que por suerte tenia lugar a pocas cuadras de mi casa. Así que con el menor de los esfuerzos posibles, me allegué al auditorio que tiene la Universidad de Palermo en el Piso 6to -en el que había estado hace dos años atrás abriendo una reunión de bloggers- y traté de aparecer una rato antes de mi mesa porque me interesaba escuchar al keynote speaker de la jornada que seria Jean François Fogel (Consultor, creador de lemonde.fr) quien dio una interesante charla acerca de “El impacto de la audiencia en el trabajo periodístico en Internet”.

Matt Mullenweg. Un emprendedor de 24 años que tiene mucho para enseñarnos

Segundo WordCamp argentino

El año pasado a instancias de la la labor organizativa de Mariano Amartino tuvo lugar en Buenos Aires el primero de los WordCamp a nivel internacional. El sábado anterior en la cómoda sala que posee Microsoft en la calle Bouchard, y ante un auditorio prácticamente colmado, volvió Matt Mullenweg a la Argentina y nos conmovió con su claridad, capacidad de síntesis y sobretodo amenidad y habilidad para mostrar lo que hace, mostrar en vivo y en directo como es un auténtico emprendedor, y como es eso de que «no» existen los nativos digitales.

Entre su anterior viaje y este Matt asistió a cerca de 20 wordcamps internacionales, aprendió a decir “Buenos Dias”,» Gracias» y algunos otros monosílabos castellanos, y adquirió una destreza como presentador llamativa. Igual -y a diferencia de tanto sanatero local- si bien admiró la osadía de que se hiciera la primera reunión internacional aquí, la que mas le gustó hasta ahora fue una que tuvo lugar en un pueblito filipino, donde entre él y la audiencia había una separación de una pileta y muchos murciélagos de por medio.

El periodismo, al borde del colapso como genéro


¿Noticiable dos años mas tarde? Uhmmm

La nota ocupó una página entera del benemérito matutino Clarin. La red de redes ya tiene quien la estudie: nace la Ciencia de la Web. La Periodista es al menos sincera y reconoce que el colectivo del que va a hablar nació hace 2 años. También reconoce que fue la nota publicada originalmente en el New York Times la que sirvió e base a la suya, y su aporte mas interesante son dos párrafos que supuestamente le arrancó telefónicamente a James Hendler profesor en el Rensselaer Polytechnic Institute.

El único problemita es que la nota original de Steve Lohr Group of University Researchers to Make Web Science a Field of Study, apareció nada mas y nada menos que el 2 de Noviembre del 2006, hace un poquito mas de dos años atrás. Y anunciaba la creación del grupo de estudio, que en el interín debe haber hecho bastante mas de que lo que aquí se anunciaba.

Cuantas cosas se dicen en nombre de las competencias digitales. ¿Algún día llegaremos al e-awareness?

Lo que hice y lo que deje de hacer

La casualidad opera permanentemente, a veces a favor, otras en contra. Dudo mucho de que si no hubiese estado en México, como desprendimiento de mi participación en el XXIV SOMECE Simposio Internacional de Computación en la Educación. Inteligencia colectiva en la era digital en Xalapa, hubiese participado, ya sea virtual o presencialmente en el seminario de e-competencias que está teniendo lugar en este momento en el Aula Central Roberto Zavaleta de FLACSO México. Lugar donde curiosamente, por mas que vengo al menos una vez por año al DF desde hac e tres décadas, y tengo «n» conocidos, que han sido alumnos y sobretodo profesores aquí, jamás había pisado previamente.

Y al revés, de haber sabido que la semana próxima el Instituto Tecnológico de Monterrey del Estado de México estaría celebrando, convocado por el promisorio jovencito Arturo Caro, su Techevent2008 , seguramente me hubiese quedado el fin de semana en el DF, y hubiese participado mas que entusiastamente en dicho evento, que recién empieza el próximo miércoles.

Un Congreso Panamericano en medio del quiebre tecnológico

1. Muchos congresos pasados y futuros

No sabía adonde habían tenido lugar los tres congresos panamericanos de comunicación previos, ni cuales habían sido sus respectivos leit-motivs. Google mediante ahora sabemos que el primero fue Industrias culturales y diálogo entre civilizaciones en las Américas, llevado a cabo en Montreal en 2002, el segundo en Zacatecas en 2003 y el tercero «Integración comercial o diálogo cultural ante el desafío de la Sociedad de la Información» tuvo lugar en Buenos Aires en 2005.

Tampoco el lema de este cuarto congreso «Industrias de la creatividad. Creatividad, Industrias Culturales y Desafíos para los Comunicadores fue lo que me decidió a asitir. A veces se tejen lazos de amistad con gente, que si son persistentes y benevolentes, consiguen que uno les diga que si, para traspasar la cordillera, estar allí menos de 24 horas, y volver al terruño, no sin antes haber armado alguna escenita o haber disparado algún terremoto epistemológico.

Ya había estado en la Universidad Mayor en su sede Huechuraba hace dos años, cuando Argentina perdió por penales su partido de semifinales con Alemania en el Mundial de Fútbol jugado en ese país. Esta vez no hubo fútbol pero también hubo un partido en el que me tocó perder. Fue el intento de conectar la computadora al cañón.

Cuando los museos están mucho mas cerca de lo que creíamos

¿Otro loco de los Museos?

Siempre me gustaron los museos, aunque muchas veces deploré las versiones exageradamente minimalistas y hasta casi paupérrimas que caracterizan a los nuestros.

Mas de una vez fuí al Museo de la Plata, y también en un par de ocasiones fui al Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia en Parque Centenario, incluso en una variante extravagante una noche, cuando las huestes multimediales de la Universidad Maimónides lo convirtieron en una plataforma de experimentación, combinando el supuesto poder exploardor de las nuevas tencologías utilizando la dimensión histórica del Museo como pantalla, aunque bien podría haber sido al revés.

Hay excepciones a la pobreza museística local y en un lugar destacado esta el Museo Paleontológico Egidio Feruglio en Trelew, que me deslumbró en el 2000 y que revisitado en el 2008 seguia preservando su encanto y calidad de entonces.