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Furtwangler y el indescifrable fenomeno de la nazificacion

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Horror y Memoria

Dos cuestiones concentran hoy el debate en torno a la Segunda Guerra Mundial: sus horrores, hasta entonces sin precedentes, y su memoria, aún en trabajoso proceso de construcción. Ambas se entrelazan: los horrores afectaron a la población civil tanto o más que a los combatientes; dilucidar su memoria y tomar posición acerca de las responsabilidades constituye aún hoy una pesada hipoteca.

No pasa día que alguien no trate de explicar como fue posible el horror del nazismo y que se multipliquen las interpretaciones y los puntos de vista.


¿Por qué hombres comunes se convierten en asesinos?

A caballo de una oleada de revisionistas que no solo desconocen el Holocausto sino que insiste en que nada especial sucedió en Alemania nazi, incluyendo la nefasta posición de David Goldhagen, autor de Los verdugos voluntarios de Hitler (que a pesar de que su postura de carácter extremo y generalizador, ampliamente rechazado por el ámbito historiográfico, sin embargo es rescatada por algunos ensayistas al no dejar de reconocer que, al haber tratado el tema de ese modo, mantiene viva la memoria de lo ocurrido en la Shoá) La ética y el antisemitismo: una reflexión desde dos aportes historiográficos por Marcela Viviana Santillán, la pregunta de fondo es una e invariable ¿Por qué hombres comunes se convierten en asesinos? Según Goldhagen todos los alemanes eran antisemitas y potenciales exterminadores, Hitler sólo les dio la oportunidad para realizar lo que siempre quisieron hacer.

Christopher R. Browning autor de Aquellos hombres grises (Edhasa)- ha afinado mucho mas la puntería y, se ha ocupado de los victimarios, los ejecutores directos de las grandes matanzas. Browning investigó un caso excepcionalmente documentado: el de un batallón de la policía alemana. No fueron las SS sino un grupo de hombres relativamente comunes, reserva militar no enviada al frente de combate, sin entrenamiento ni formación ideológica especial, los designados para ejecutar una parte espantosa de la matanza: recorrer en 1942 las aldeas campesinas polacas, separar a los judíos, fusilarlos en el sitio o embarcarlos en los trenes que los llevarían a los campos de exterminio.

A diferencia de Goldhagen, que combino el best-sellerismo con una curiosa teoría reduccionista , Browning (que lo detesta personalmente) es un historiador, experto en complejidades y en zonas grises. Señala que el antisemitismo, lejos de ser el dominante, fue un componente más de la cultura política alemana, que Hitler y los nazis potenciaron, arrastrando por ese camino a los alemanes. Diez años de persecuciones contribuyeron a deshumanizar a sus ojos a los judíos y a convertirlos en un otro extraño, antes de que en 1942 se lanzara la Solución Final.

Todo ello preparó el terreno para que seres comunes se transformaran en asesinos, salvo un grupo de ellos -quizá una quinta parte- que se negó a sumarse a las matanzas y que pudo hacerlo sin por ello ser sancionado. Aquí Browning toca un punto esencial: más allá de todos los condicionantes y explicaciones generales, que los historiadores pueden explicar, hubo siempre una elección, una decisión. Negarse era posible: la responsabilidad, finalmente, fue una cuestión estrictamente personal -tal como insiste Luis Alberto Romero en su reseña de la obra de Browning

Estos elementos contextuales nos llevan al tema que nos fascina cual es revisar no los extremos, sino los medios, no ya los asesinatos comunes sino los no asesinos excepcionales. Como fue del caso de unos cuantos distinguidos alemanes (desde Heidegger a Furtwangler) que, o bien simpatizaron (por un tiempo) directamente con los alemanes, o en todo caso no rompieron jamas con el régimen, abriendo la puerta a controversias sin fin y a castigos de desnazificacion que muchos de ellos no compartieron, ni pudieron entender jamas.

El caso Wilhelm Furtwängler

EL caso de Wilhelm Furtwängler es sintomático al respecto (no menos llamativo es el de Oppenheimer tal como examinamos hace un tiempo en Copenhagen

El 7 de Octubre de 1944 en Berlín mientras los soldados morían, los civiles sufrían y los judíos eran asesinados, estaba por empezar un concierto extraordinario. Ante una inmensa sala vacía la Orquesta Filarmónica de Berlín (junto con la de Viena las dos mejores del mundo entonces y ahora) esperaba la señal de ataque que daría un segundo mas tarde Wilhelm Furtwängler. Un instante después se empezaba a grabar la Novena Sinfonía de Anton Bruckner -que por otra parte seria irradiaba a los pocos minutos de conocerse el suicidio del Fuhrer en abril de 1945.

Se trata de una de las versiones mas apasionadas y aclamadas jamas grabadas de esa obra, debido precisamente a la intensidad, la angustia y el remordimiento con que Furtwängler vivió sus años de autoexilio en la propia Alemania. Hostigado a mas no poder por los nazis, no cedió enteramente empero a esas presiones, y pudo transmitir durante esos terribles años de la guerra una sensibilidad y un amor por la música que sus compatriotas siempre le agradecieron, los Nazis explotaron y los occidentales le cobrarían acusándolo de cómplice antes que de mártir.

Si la saga de Furtwangler es tan fascinante es porque en su caso se ve mejor que en ningún otro la tensión (insoluble) que existe entre arte, sociedad y moralidad

Como corresponde a los verdaderos cazadores de tendencias, estados de animo, turbulencias del espíritu y visiones irreconciliables de la realidad, fue la perspicacia del autor sudafricano nacido en 1934, Ronald Harwood convertir toda esta tensión dramática en la obra de teatro Taking Sides (filmada en el 2001 por István Szabó).

Taking Sides

El Juicio de Nuremberg llevo a la horca o al suicidio a la veintena de genocidas que perdieron la guerra. Pero ¿que hacer con personalidades como el gran director de orquesta Wilhelm Furtwängler? ¿Haber permanecido en territorio alemán, y haber tocado para los nazis lo contagiaaba de la misma escoria que sirvió para condenar a los otros acusados?

En la película se le da a un mayor del ejercito norteamericano el archivo de Furtwangler, con las instrucciones de construir toda la evidencia posible para enjuiciarlo. El mayor se mete obtusamente en un mundo que desconoce, y aunque los propios miembros de la orquesta lo defienden y testimonian acerca del modo como Furtwangler salvó al menos a 80 judíos de la muerte (incluyendo a la esposa de su propio concertino) el norteamericano esta convencido de lo contrario.

Su principal argumento para el pedido de condena es la evidencia de que el director mas conocido y apreciado del mundo, -después de Toscanini, que por otro lado le hizo la vida imposible y contribuyo a que no pudiera viajar a USA antes de la guerra para hacerse cargo de las mejores orquestas yanquis- toco para Hitler. Pero hasta ese hecho aparentemente indisputable es cuestionable

La escena crucial de la obra de teatro/película es el interrogatorio en si mismo, en donde el actor que personifica a Furtwangler exhibe sin solución de continuidad orgullo. confusión, estar a la defensiva e incluso duda, de que había hecho realmente y de quien era el mismo.

Cuando Furtwangler toco en el cumpleaños de Hitler ¿lo hizo movido por la indiferencia o por una infernal presión? ¿O nadie le aviso y lo trampearon alevosamente? Esa escena documental insertada, que se ve al final de la película, cuando Furtwangler se seca las manos que acaban de saludar a Hitler ¿es un truco de montaje -como dijo algún critico- o es el testimonio mas evidente de que Furtwangler detestaba a Hitler al punto tal de enjugarse la manos ante su solo contacto?

Gestos evanescentes

¿Que significa ese gesto?, ¿Tuvo lugar ese gesto? No lo sabremos nunca, pero en todo caso lo que si sabemos es que muerto Hitler lo que empezó fue la guerra acerca de Hitler. ¿Quien era realmente?, ¿como nació su maldad única? Medio siglo después sabemos que Hitler no escapo de su bunker berlinés pero que se las había arreglado para escapar de la explicación (bueno eso hasta que Ron Rosenbaum escribió su denso y fascinante Explicar a Hitler. Los orígenes de su maldad (Siglo XXI, 1999).

Pero entrar en esas derivas explicativas llevaría mucho tiempo y sesera así que por ahora lo postergamos. Y ademas despues de examinar mas de 20 teorias acerca de Hitler (desde Trevor-Roper a George Steiner, desde Claude Lanzamann a David Irving), estamos en mejor condiciones que antes de saber porque Alemania, porque Hitler, porque el Horror?

Mas testimonios para alimentar teorias de las zonas grises

La secretaria de Hitler que vivió para contarlo y para arrepentirse

Traudl Junge, que acompañó a Adolfo Hitler hasta su suicidio en el bunker de la Cancillería en 1945 y fue una fuente muy rica para los historiadores, murió a los 82 años. Poco antes del fin dijo: Ahora he contado la historia de mi vida y estoy lista para morir.

Una película sobre Hitler divide a los alemanes

El film El hundimiento, de Oliver Hirschbiegel, genera revuelo en Alemania, donde 100 mil personas asistieron a su estreno y la crítica se reparte a favor y en contra. Relata los últimos días del régimen nazi y ofrece una mirada “humanizada” del genocida. El ex canciller alemán Helmut Kohl tomó partido: Espero que la vea mucha gente.

Publicado enVida Cotidiana

4 comentarios

  1. Anónimo Anónimo

    Si quieren estudiar mas el proceso no pierdan de vista Venezuela. Aqui el proceso esta en desarrollo, sin muchas muertes fisicas pero con bastantes muertes legales y morales. Los parias sociales son la exclase media, los mas de 20mil excelentes profesionales de la industria petrolera despedidos y perseguidos, sacados de sus casas a media noche bajo bombas lacrimogenas, confiscados sus ahorros y execrados de toda posibilidad de trabajo dentro y hasta fuera del pais.
    Nos dividieron y sembraron una supuesta «conciencia de clases» segun la cual los que llegamos a ser clase media lo hicimos ignorando a los de abajo y ahora debemos pagar. Sin embargo, quienes votaron una y otra vez por los malos gobernantes q nos llevaron a este punto del caudillo necesario? ….
    Saludos

    Aurora Nannini

  2. Himmler Himmler

    No es bueno encasillar, ni estigmatizar en base a fundamentos de los, hasta el momento poco leales a su nación y a los problemas de la gente común, llamados «Social-demócratas». En vista de lo anterior, quizá uno de los mayores errores de Hitler no fue haber exterminado a los judíos, sino a todos los socialdmocratas. Furtwangler, y su genialidad jamás serán reemplazados, menos aún por Von karajan. Estudien y conozcan la historia de la música alemana antes de desprestigiar. Gracias.

  3. Anónimo Anónimo

    TODOS SON BUENOS CHAU ADIOS HASTA LUEGO LOCUERA GAMBER SED

  4. cristian cristian

    quizas convenga recordar que cuando todo transcurre bajo un regimen de opresion y censura, el poder de dicernimiento del comun (y no tan común) de la gente se torna una quimera. he vivido la Argentina del regimen dictatorial y no era muy sencillo enterarse de los acontecimientos, y tener una idea clara de lo que sucedía

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