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It takes two to tango. Coreografia del amor

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La coreografia del tango

Según The New Dictionary of Cultural Literacy, Third Edition It takes two to tango remite a ciertas actividades que no se pueden hacer solas. Por ejemplo pelearse (aunque sea con uno mismo) hacer el amor, (aunque sea con una muñeca de goma), o bailar el tango, aunque sea con un palo de escoba. Ironías nada al margen Susana Balán, que nació en el Chaco en 1941, que pertenece a la primera camada de psicólogas argentinas (como su ex primer marido Jorge que también fue uno de los primeros sociólogos argentinos) insiste en que las mujeres se equivocan. Porque dicen que no hay hombres, pero en realidad, lo que sucede es que no saben cómo buscarlos.


En un libro de factura compleja, lleno de testimonios, y que según ella exigió cien reescrituras y le creemos, insiste en que el el desafío de hoy es descubrir las nuevas formas de entenderse y se aventura a decir que el amor es como el compás del tango.

Aunque por lo que vimos la semana pasada en el libro de Remi Hess El Vals, un romanticismo revolucionario (Paidos, 2005) a lo mejor la metáfora tiene sus peligros porque según Hess el vals presento a la pareja como algo universal, de carácter positivo y digno de gran entusiasmo, mientras que el tango es la critica de la pareja (¿habría que pedirnos entonces que bailemos valses?), hay algo que queda clarisimo escuchándola paciente y delicadamente a la autora. Que este libro merece ser leído y que todos debemos hacernos el autotest Balan de historias de abrazos, tangos y sincretismos.

En estos días Umberto Eco cuenta algo parecido en su extraña La misteriosa llama de la reina Loana (Lumen) que no es -a pesar de su inapresable titulo- otra cosa que la autobiografía sentimental de Umberto Eco revestida (apenas) con los ropajes de la ficción.

Sin embargo lo de Balan es muy distinto, porque escapa del narcisismo y la enumeración vacía, combina con precisas alusiones a versos de Chico Buarque su propia metamorfosis amorosa anclada en testimonios personales, desde el modelo de la abuela Rosa que llego a los 14 años de Rusia en 1904 a la Argentina escapando de la persecución antijudia hasta la empatia con los cuatro novios de su hija Natasha (hoy de 30 años) que finalmente no se caso con ninguno de ellos. Así nos muestra que en esto de la gimnasia sentimental hay mucho para aprender y que ella es una buena guía.

Las de treinte, exitosas e infelices

Haciéndole eco a la Carrie de The Sex and The City -no casualmente Balan vive en Nueva York desde 1998-, Balan detecta a mujeres que apenas pisan los 30, que tienen un dominio llamativo del trabajo, amistad, vida social, viajes y dominio del cuerpo, que han invertido gran parte de su existencia en ganar la libertad y la autonomía en ámbitos prohibidos para sus abuelas, y de difícil acceso para sus madres, pero que se encuentran con una barrera casi infranqueable a la hora de hallar un compañero con quien recorrer juntos una misma senda.

No necesitan un hombre más fuerte que ellas; se saben capaces de sostenerse a sí mismas. No quieren un hombre más bueno que ellas; se saben capaces de contener al otro. No se conforman con lo que el mercado masculino les ofrece, lo quieren todo en un mismo envase. Y entonces, les sucede algo que jamás soñaron: la soledad no querida. No nos ven, ni nosotros las vemos a ellas. Se alienta así la paradoja de nuestro tiempo: en la era de las comunicaciones, la soledad reina.

De esto trata precisamente esta antropología del amor que según Balan tiene su raíz en los legados de los diferentes modelos femeninos. Hubo un modelo de mujeres cuyo mundo era el de su marido, sin voz ni voto, sin otros deseos que los de su esposo, mujeres que no eran por sí mismas sino por el hombre que tenían al lado y su reino estaba en la intimidad del hogar.

Las hijas de este modelo vivieron un mundo dividido: el masculino y el femenino y salieron al afuera a conquistar el mundo que les estaba vedado, entrando al mercado laboral. Este modelo femenino tuvo acceso a la toma de decisiones y pregonó la igualdad entre sexos en todos los igualdad entre sexos en todos los ámbitos. El resultado: parejas igualitarias instaladas en la competencia y en las peleas.

Cuando todo se discute, cuando todo se negocia, donde el mas mínimo detalle es una excelente oportunidad para espadachinear y ver quien gana en lo micro, no hay muchas posibilidades de tener una macrorrelacion armónica y duradera

Como Balan lo comenta en una reciente entrevista con Verónica Podestá en la Revista Nueva -y lo deja en claro pagina tras pagina en el libro- las hijas de este modelo de pareja, mamaron las luchas de poder entre sus padres. Cada uno quería demostrar que su voz era tan o más importante. Crecieron con el legado de sus madres y los consejos grabados a fuego: tenés que ser independiente, fuerte y autoabastecida para no necesitar a nadie.

Al mejor estilo de Sandra Bullock y Sylvester Stallone en El demoledor, donde el intercambio de fluidos es «disgusting» y el placer se consigue con cascos de realidad virtual, este tipo de mujeres ganadoras de la guerra de los sexos gracias a la inseminación artificial hoy pueden ser madres sin el contacto con un hombre. No necesitan un complemento porque pueden todo, son eficientes en varios aspectos, son más completas que las mujeres que las precedieron. (continuara mañana)

Todo estaría muy bien sino fuera porque aunque las mujeres de 30 exitosas e independientes aprendieron que querer es poder, que hay que tener y llegar, no saben qué quieren, ni a dónde hay que llegar ni quiénes son, en realidad.

Querer es poder, ¿pero poder que?

Balan es psicóloga pero vivió en varias culturas, Río es su segundo hogar, Nueva York el tercero, el multiculturalismo y la interculturalidad son su maná de cada día, y tiene mucho de antropóloga bisagra. Por eso detecto con habilidad que la mujer cuasi completa lo que necesita no es tanto un padre, un compañero, un proveedor, un frutihorticultor o lo que fuera sino un otro para que las ayuden a traducirse a sí mismas.

Las mujeres, y esto es salgo que venimos detectando los hombres hace décadas, pero recién terminamos de entenderlo mas o menos bien en la ultima, son seres raros que no terminan de explicarse a sí mismas ni al otro la complejidad de su ser, de sus múltiples yos.

Por eso necesitan de compañeros que las ayuden a comprender esa palabra precisa, ya no desde el juicio sino desde el diálogo y la comprensión. Balan denomina a esta instancia de saciedad del hambre de afecto abrazo preciso, que quizás es una de las demandas mas extendidas en la sociedad y también la mas difícil de satisfacer por parte de nosotros, los picapiedras hombres.

Es el abrazo que calma las angustias existenciales de cada persona en particular; el que hace sentir acompañado a quien sabe, inequívocamente, que todos somos solos. Y, por sobre todo, es el que no teme a los sentimientos paradójicos, los personajes multifacéticos o los complejos deseos que componen el mundo de estas mujeres fuertes y buenas que están aprendiendo a traducir sus lenguajes a los del mundo exterior.

El abrazo preciso es aquel que, al saber de la belleza encerrada en ellos, las ayuda a desenredar, entender y conjugar en forma inteligible sus crípticos deseos.

En su clínica permanente Balan sabe que lo que predominó hasta ahora fue el abrazo impreciso, el abrazo inconveniente y la epidemia de desconfianza amorosa. Pero al cerrar su obra da un testimonio y sugerente, si bien muchas de estas intuiciones se plasmaron en textos y en teoría recién en los últimos años, y 2 o 3 son apenas la simiente para relaciones que, de funcionar podrían durar décadas, el hecho de que muchas de sus consultantes no volvieran a la terapia podía indicar un final mas o menos feliz,

Cuando las personas complejas pueden saborear la felicidad de percibirse a si mismas y percibir a los demás sin temor, lo hacen con completa dedicación a la (absorbente pero también gratificante) tarea y por ello no les queda tiempo para el testimonio.

Para Susana Balán el modelo de amor compartido, que desean muchas mujeres, es comparable con la coreografía del tango: Bien danzada, la coreografía amorosa termina bien: los bailarines no se matan entre sí. Al contrario: los miembros de una buena pareja, cada uno de ellos toro y torero, se miran, se acarician y se calman mutuamente allí donde más les duele, donde fueron lastimados por toreros o toros anteriores, demasiado torpes o demasiado sanguinarios en sus afanes amorosos.

Aunque nada dista mas en esta obra de la autoayuda ramplona y de las descripciones binarias al estilo Para Ti, hay también taxonomía y enumeración, pasos necesarios para alcanzar una nueva mirada.

Lecciones de sincretismo amoroso

Por ello Balan busca definir al sincretismo amoroso entendido como el camino que lleva al abrazo preciso. Sincrético, se refiere al resultado de armonizar elementos de orígenes diferentes. Las mujeres sincréticas afectivas comparten estas características: Para ellas el amor consiste en entenderse y ser entendidas tal cual son. No buscan entregarse al gran cazador ni convertirse en el predador. Buscan danzar una coreografía amorosa basada en el respeto y la confianza, no en la idealización. Entre la dependencia y la independencia, descubren la autonomía afectiva.

También encuentran espacios no binarios de selección y habitación. Entre la fusión y la individualización, apuestan al diálogo. Entre lo previsible y lo imprevisto exudan creatividad. Entre la cortesía y la franqueza generan respeto. Entre la relajación y la exaltación, valoran la ansiedad por aprender. Entre la atención a los demás y la atención a sí mismas, eligen la justicia. Entre el pragmatismo y el idealismo, insisten en la lucidez.

Mas de uno supondrá que este temario es demasiado empalagoso y que la puesta en practica de una terceridad tan equilibrada esta mas cerca de la utopía que de la instrumentación, y que en definitiva lo que Balan ausculto, diagnosticó y convirtió en proyectos de vida no es mas que una enésima versión de algún feminismo pasteurizado, y de una edulcoracion de los extremos porque es preferible la paz abollada la guerra sin fin.

Aunque a veces mi maldad masculina me lleva por ese lado, porque al final si no criticamos como respiramos, también creo que desde una honestidad indeclinable, con el bagaje de seis décadas de vida (que parecerían ser casi necesarias para mirar estereoscopicamente cualquier problema complejo y este es uno de los mas complejos imaginables) los aportes de Susana son exquisitos, y la lectura pausada, reflexiva, comparada y sobretodo traducida a la secuencia de abrazos precisos/imprecisos en que todos estamos metidos, muestra que leer libros, todavía, vale la pena.

También que las narraciones, cuando encapsulan experiencias vidas propia y ajenas, son tan convulsionantes y revulsivas como los videojuegos que tanto ensalzamos últimamente y que, la narración y el juego unidos jamas serán vencidos… ni vencedores.

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6 comentarios

  1. Beatriz Montes Beatriz Montes

    interesante comentario sobre la obra de Susana Balan,pues sin olvidar nuestra evolucion historica en la relacion hombre -mujer ,la necesidad del dialogo y el acompañarse cobran mucha fuerza en una actualidad tan intensa

  2. Llegué aquí buscando imágenes de «two to tango» y me encontré este escrito tuyo que me cae como anillo al dedo para terminar de envolver una serie de reflexiones con respecto a este tema. Creo que tanto la perspectiva de la escritora como la tuya están muy acercadas a la realidad y entiendo perfectamente el punto de vista de las mujeres, tal como lo planean ustedes. Es más, tengo que dar las gracias porque tradujeron a palabras una serie de sentimientos y de pensamientos todavía algo confusos que habitaban en mi cabeza.

    Quisiera hacer una breve entrada en mi página citando parte de este texto, obviamente incluyendo un enlace a tu página y dándote el crédito. Ojalá que me lo permitas, me quedo en espera de tu respuesta.

    Gracias de nuevo, felicidades por las fechas y ¡mucho gusto!

  3. ¡Hola!

    Vi tu dirección en mis estadísticas, no sé si tú volviste a darle un vistazo a mi espacio o fue alguna otra persona que pasaba por aquí. El caso es que me asombra cuánto tiempo ha pasado y yo todavía con la idea de escribir acerca de esto y acerca de muchas cosas más. Te cuento: el semestre anterior estuvo realmente peliagudo y ahora que estuve de vacaciones tuve una situación personal que no me permitió mucho enfoque. Y como dicen que el camino del infierno está plagado de buenas intenciones, jajaa, mejor no te digo: pero ahora sí!! Aunque ésa es toda mi intención.

    Recibe un abrazo y envíale otro de mi parte a Susana, si me haces favor. No los olvido, aunque nuestro contacto haya sido tan breve.

    Iliana.

  4. montes beatriz montes beatriz

    quisiera una dirección de E-mail donde comunicarme con Susana BALAN

  5. maria elena pruden maria elena pruden

    Conozco a Susana Balan desde Bs. As. Necesito su dirección y TE en N Y, para dárselos a una ex paciente mía, que ahora se doctoro ahí y vive en N Y. Gracias m elena

  6. maria elena pruden maria elena pruden

    Susana soy m elena pruden. Necesito tu dirección y teléfono de N Y, para dárselos a la nieta de Pichon Riviere a quien atendí antes de su partida para hacer un doctorado en N Y. Beso m elena

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