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Primeros tímidos pasos para el rediseño de un aula en el Colegio Sarmiento

De Mayo a Noviembre es como si hubièsemos vivido seis años, no seis mes

Cuando a principios de Mayo del 2010 presentamos nuestro libro colectivo el Proyecto de Facebook en la Feria del Libro, teníamos la grata sensación de una tarea bien cumplida, pero al mismo tiempo ya nos habíamos enrededado en la continuación/profundización del PFB a través de los primeros escarceos en El proyecto Rediseñar.

Expusimos tales sensaciones/evaluaciones con bastante detalle en Has recorrido un largo camino Catedra de Procesamiento de Datos ¿Quo vadis Hic et Nunc?. Pasar de un proyecto al otro era mas de o mismo, pero en realidad era mucho mas diferente que parecido, mucho mas intenso que extenso, mucho mas complejo que tranquilizador.

Respecto del proyecto anterior habían cambiado básicamente dos cosas. Por un lado los trabajos de los no-alumnos habían superado con creces nuestras expectativas demostrando que estábamos muy por detrás de nuestras criaturas en términos de conceptos, metodología y formatos. Por lo que, lo que en el año 2009 habían sido unas extravagancias (un par de proyectos de persuasión) se convertirían a lo largo de todo el año 2010 en le default y en un commodity. Ya no se trataría de un techo sino de un piso. Y todos los problemas y complicaciones que habíamos tenido en el 2009 para reconvertir a la cátedra en un taller y en laboratorio seguramente crecerían exponencialmente.

Pero el elemento mucho mas distintivo que cambiaría en forma irreversible la cursada del año 2010 respecto de la anterior, y que profundizaría en todas nuestras tesis y afinamientos de la educación edupunk fue el ingreso masivo de ayudantes egresados de El Proyecto Facebook convertidos mas antes que después primero en un comando videopunk, y finalmente en un comando edupunk a ultranza.

Wo es war soll ich werden (Donde estaba el ello debe advenir el yo Freud) (¿Seguro?)

Ya lo dijimos varias veces y lo cumplimos a rajatabla. Esta es una cátedra que gusta reclutar no-alumnos, para ir mas lejos con ellos, pero nunca lo hicimos tan masivamente como en el período 2009/10. Además la diferencia fundamental es que en los 15 años anteriores, a quienes reclutábamos eran pichones de profesores universitarios (críticos) -como bien ironiza Ken Robinson en su célebre video TED Las escuelas matan la creatividad– para convertirlos en otros profesores universitarios (críticos).

La gran diferencia en estos dos últimos años respecto de los anteriores, es que la base del criterio de reclutamiento cambió en forma abismal. Ya no buscamos -y obtenemos- protoprofesores universitarios críticos (aunque todos los recién ingresantes lo son), sino que incubamos diseñadores proyectuales críticos, cada vez mas competentes en las artes y las habilidades digitales.

Como somos los símbolos que consumimos y producimos, era claro que los resultados a partir de El Proyecto Facebook, serian totalmente distintos a los que convocamos durante los tres lustros previos. Lo que no nos imaginábamos era que al cambiar la base de reclutamiento y pasar de la fase de análisis de El PFB a la de síntesis de El Proyecto Rediseñar, los logros a obtener, las modalidades de trabajo a implementar, y el impacto de lo que estábamos y estamos haciendo dentro y fuera de la cátedra, tendrían una dimensión, un impacto y un alcance impredecibles y fantástico.

Algo imaginábamos, peor mucho menos de lo que finalmente ocurrió

Algo de eso entrevimos en La conversión digital como Proceso Civilizatorio, y tuvo su origen en nuestra intuición de lo que estábamos haciendo no era simplemente cuestionar un modo de dar clases, ni poner en entredicho a la profesión de los profesores, como una de las varias «P» bajo asedio epistemologico a partir de la digitalizaciòn. Aunque tambièn lo era.

Lo que estaba en juego en nuestros retorcijones pedagógicos era algo mas profundo y complejo. Por eso nos atrevimos a sostener que Post-Gutenberg es Pre-Gutenberg. Quinientos años de textualidad son suficientes. Y por ello lo que hace 6 meses era una intuición en status nascendi, fue ocupando cada vez mas espacio en nuestras reflexiones e intervenciones.

Todo eso lo percibíamos ya a mitad del 2010 en Crónica de una semana agitada. Un seminario intensivo en tecnología educativa edupunkeana

Nos costó muchísimo arrancar el primer cuatrimestre del 2010. Tuvimos muchas resistencias, a veces provenientes del campo docente, pero también del estudiantil, y nuestras dudas del momento fueron retomadas (póstumamente, ya que a esa altura había terminado el primer cuatrimestre) en ¿El psicoanálisis es un complejo? ¿El edupunkismo tambíen? .

Antes habíamos pasado por una experiencia traumática fantástica cuales fueron las primeras jornadas edupunk (a las que @anitaclarita rebautizó como segundas Las Segundas Jornadas Intercátedras Edupunk en Rosario Julio 2010 porque tomó como primeras al curso que dictamos juntos a mediados del 2009 en la UNR en Rosario)

Pero a la vez que entonces muchas veces nos preguntábamos acerca de cuan desfasados estábamos respecto de certidumbres y tranquilidades epistemologicas, también reconocimos que lo que estábamos haciendo iba mucho mas alla de lo edupunk en el sentido a veces un poco empirista y conductista, tal como fue formulado inicialmente por los no-maestros Jim Groom & Brian Lamb, yendo en direcciones de una riqueza conceptual y de una voluntad de cuestionamiento epistémico no tan claros en esos bocetos.

El mes de Julio fue una bisagra

Produjimos muchas intervenciones postpedagógicas este cuatrimestre. No se si mas o menos que en otros años, pero en todo caso con una intensidad y un desplazamiento geográfico (7 viajes a Europa, 5 a USA, varios a otros países de AL) que como cantidad incidieron seguramente en la calidad, como mostrábamos en «Diciéndole que no al «comecocos» pedagógico en todos los gustos sabores y colores.

Hubo intervalos como a principios de agosto, donde sedimentamos la primera cursada del año, tomamos momentum con las Jornadas Edupunk de Rosario, avanzamos en disñeo edupubk en la UIA en Baeza, y nos preparamos para el salto del segundo cuatrimestre donde la energía fluiría con una velocidad encomiable, que a veces extrañamos hoy.

A medida que trabajábamos consecuentemente quedaba claro que las tesis edupunk no eran un mero enunciado, lo que hubiese llevado a que se las deglutiese o neutralizase mas o menos fácilmente. Al contrario las tesis edupunk son la teorización de una práctica. La que nos llevó a diseñar un aula 2.0 en la Universidad de Buenos Aires, y a dejar definitivamente atrás los formatos convencionales de la universidad academicista y autocrática mayoritariamente existente.

Porque si bien sería fácil refutar conceptualmente las tesis edupubk, no es tan fácil desconocer lo que estuvimos re/des-instituyendo cada martes en nuestras aulas de la UBA. Si bien los corporativistas de siempre insisten en que los docentes son eternos e indispensables, ver que las tesis de El maestro Ignorante son no solo propedéuticas, sino especialmente heurísticas, deja de a pie a mas de uno de nuestros críticos escépticos.

La enorme efervescencia que la introducción de diez nuevos coayudantes en la Cátedra de Datos a fines de Julio, surgidos todos del seno de El Proyecto Rediseñar logrando desestabilizar el aula a partir de experiencias de diseño grupales, muestra que estamos en el buen camino. Señala asimismo que la Tesis del Paréntesis de Gutenberg no es un señuelo, sino una propuesta operacional que querríamos ver replicada y amplificada en los territorios del post-periodismo, la post-publicidad, la post-imprenta con igual o mas virulencia de lo que estamos experimentando nosotros en la post-educación.

¿Cierre o apertura?

Mientras empezábamos a meditar qué novedades conceptuales, metodológicas y operativa nos había traído el año 2010, desde cuando nos embarcamos en nuestra cruzada edupunk en sus inicios, un tweet respondiendo al meme que había cerrado la primer parte de esta nota según el cual, todo lo que habíamos hecho en los dos últimos años había culminado en la introducción a una pedagogía participativa audiovisual que ofrecimos con Cara y Julito, acompañados por Sara y Gino en el Colegio Sarmiento, tensó la cuerda. Porque el inmediato retruco de Gino fue que no cerrábamos nada sino que abríamos todo con la intervención en el Sarmiento.

Mas allá de que la puntuación es siempre potestad del observador, y de que lo que para algunos es cierre para otros es apertura, procesos ambos en recursividad indefinida, el tweet de Gino vino bien, porque se sitúa en el punto de bifurcación en el que nos hallamos actualmente, totalmente alejado de nuestra propuesta inicial cuando lanzamos El Proyecto Facebook.

Cuan imposible hubiese sido para nosotros en ese momento suponer que algún día llevaríamos nuestras propuestas/provocaciones a un colegio secundario de la Capital Federal, y que el encuentro con los alumnos de ese colegiod, aparte de bien sucedido, se convertiría en la mejor oportunidad que hemos tenido en mucho tiempo para testear nuestras hipótesis. Y de confirmar que todo lo que venimos si(hac)endo, en vez de ser mucho ha sido poco, que el tamaño de nuestras intervenciones en vez de aflojar deberia ser todavía mas intenso, y que nuestra apropiación de herramientas, pero sobretodo nuestras apuestas por el pensamiento con imágenes, en vez de ser coronadas por algún techo mas o menos tranquilizador, recién empiezan y deben profundizarse cada día mas y mas.

¿Cómo validar las propuestas?

Hace muchas décadas cuando recién empezábamos a coquetear con la epistemología circular y constructivista de Varela y Maturana mucho nos sorprendió la definición que daba Maturana del método científico al que sintetizaba en poco pasos, diciendo aparentemente lo mismo que cualquier otro metodólogo, cuando en realidad decía algo muy distinto.

De acuerdo a Maturana, una explicación científica consiste en la proposición de un mecanismo o proceso generativo que, si se le deja operar, dará origen en el dominio de las experiencias del observador a la experiencia que él o ella quiere explicar en una manera que satisface lo que Maturana llama el criterio de validación de las explicaciones científicas. Este criterio de validación consiste en la satisfacción de las cuatro condiciones siguientes:

i. Descripción de lo que un observador tiene que hacer para vivir la experiencia a explicar.
ii. Proposición de un mecanismo generativo que si se le deja operar genera en el observador la experiencia a explicar.
iii. Deducción de todas las coherencias operacionales implicadas en (ii), o de otras experiencias posibles, y de lo que el observador tiene que hacer para vivirlas.
iv. Realización de lo deducido en (iii), y si pasa, entonces, el punto (ii), se convierte en una explicación científica.

Lo mas rico no era la definicion en si sino su naturaleza. Porque la definición de método científico de Maturana remitía al carácter generativo del protocolo científico. Contrariando cualquier reduccioinismo conductista, recordando -como decia Hanson y como nosotros nunca podemos dejar de repetir- que «toda observación esta cargada de teoría«, para Maturana una buena explicación científica es aquella que es capaz de generar los resultados de los que dice dar cuenta.

La aplicación del criterio de validación de las explicaciones científicas tiene dos consecuencias claras:

1. La experiencia del fenómeno a ser experienciado y el mecanismo generativo pertenecen a dos dominios fenoménicos no intersectables; y
2. Las explicaciones científicas no constituyen una reducción fenoménica y son constitutivamente no reduccionistas.

Ello tienen consecuencias pedagógicas de mucho alcance.

Maturiananismo pedagógico

El caso aplica mas que ninguno a la propuesta pedagógicas. No se trata de llenarse la boca de geniales ideas y teorías provenientes de la lectura de talentos y practicantes de calidad educativa como pueden ser Kieran Egan, o David Perkins, Edith Litwin, o Emilia Ferreiro, Gavriel Solomon o Elliot W. Eisner, Philip W. Jackson o Seymour B. Sarason (para ctar solo a algunos recientes de mucha valía), sino de desarrollar una práctica que en su ejecución logre los efectos y resultados proclamados por esos talentos, pero que difícilmente son llevados a la práctica por sus supuestos defensores y seguidores.

Lo pudimos comprobar mil y una vez a lo largo de El Proyecto Facebook, pero mucho mas llamativamente aun en el recientemente fenecido Proyecto Rediseñar. Y ahora tenemos una oportunidad mas que maravillosa de ponerlo a prueba con la experiencia de El Colegio Sarmiento.

Y por lo que vimos en el primer encuentro con el Turno Tarde (que ojalá se revalide este próximo viernes cuando nos toque encontrarnos con los Turnos Mañana pero sobretodo con el Turno Noche), vamos bien encaminados aunque está todo por hacerse. Y aunque es imposible comparar el punto de partida y la posible evolución de un trabajo realizado en un caso sobre jóvenes de clase media y en el otro sobre chicos de clase media baja y baja, porque el capital simbólico es el punto de partida y allí no hay tu tía, creemos que lo que salió bien el viernes tiene su origen en algunos presupuestos y conceptos que venimos manejando desde hace mucho tiempo, aunque solo recientemente lo llevamos al testeo masivo y generalizado.

No hay punto de llegada (que valga la pena) sin punto de partida (que valga la pena)

Cuando hace 2 años, tomando como principio de ejecución el PFB, o hace 5 años, tomando como principio de conceptualización a la ontologia del rediseño personal, partimos de excursión para reiventar el aula universitaria no lo hicimos desde cero.

Teniamos en nuestras faltriqueras varios elementos a favor:

- Una larguísima carrera docente en la Universidad de Buenos Aires, no solo la mas famosa y beligerante del país, sino también la mas reacia a la inyección de tecnología y componentes audiovisuales que queríamos convertir en nuestro default

– Veníamos de experimentar con mucha precaución y en forma evolutiva la introducción de tecnología digital en nuestras practicas extrauniversitarias en general, y parcialmente en el aula

– Teníamos una especial sensibilidad hacia la emergencia de nuevas ideas (hoy las bautizamos memes y todo el mundo sabe de que estamos hablando) y veníamos de dedicar mucho tiempo y casuística a la historia de la ciencia y la tecnología, pero mas ampliamente de la innovación en general

– Habíamos hecho una experiencia de diseño organizacional durante nuestro paso por educ.ar con interesantes repercusiones, demostrando hasta donde era posible transformar una organización como resultado de apuestas conceptuales (mas que tecnológicas)

Pero el elemento crucial no era ninguno de estos sino dos constataciones en registros muy distintos, pero cuya combinación, de animarnos, podría tener alcances interesantes como estamos comprobando ahora.

Registros entremezclados y generativos

La primera era la internetización y digitalización de la sociedad. Es decir la penetración cada vez mas porosa, intensa y bienvenida de dispositivos de todo tipo para procesar en tiempo real la información y generar prácticas mas satisfactorias de consumo, producción y distribución de conocimiento entre la población en general.

La segunda era nuestro diagnóstico, convencido, reforzado y confirmado con cada cursada sucesiva, de que los alumnos de 20 años ya no sintonizan mas con un modo de enseñanza basado en el texto, la repetición de autores y la transmisión acartonada y monocorde de ídeas ajenas, aunque a veces se lo disfrace de saber valioso, al ser enunciado como pensamiento critico.

Y si bien la primera no era natural o vegetativa y tenía responsables ciertos y precisos (mas del lado del mercado que del estado), por muchos motivos se trataba de un proceso de larga duración, irreversible y pregnante que seguramente no tendría marcha atrás. Porque si en 1996 cuando empezamos a hablar y a mostrar cosas de la web a los estudiantes de sociales podíamos ser fácilmente desestimados, o en el 2002 nos ridiculizaban, regalándonos el epíteto de «los locos de los weblogs«, como siempre ocurre con los early adopters.

Elogio del cambio de actitud por encima del cambio de aptitud

Pero la segunda era mucho mas interesante porque declaraba que no podría haber nunca una revisión incremental o evolutiva de las prácticas educativas. Que lo que estaba emergiendo en parte en sintonía con el devenir tecnológico de la sociedad, pero también por parte de muchos otros factores coadyuvantes, era un nuevo tipo de cerebro, no ya el canonizado reading brain o cerebro lector, sino el cerebro multi-tasking, audiovisual, hiperlector, pero sobretodo hiperconectado.

Para nosotros se trataba de dos series paralelas que en algún lugar debían encontrarse, y de nosotros dependía que esa intersección se produjera mas antes que después. Y para que ello ocurriera había que definir que el cambio docente tenía que ser mas que nada de actitud antes que de aptitud, de rediseño de la ontología docente, antes que de asimilación de la ontología estudiantil a las viejas prácticas y formatos.

Asi operamos estos dos años con los muchos y buenos resultados que hemos tenido hasta ahora, pero recibiendo intermitentemente criticas y recomendaciones, insistiendo mucho mas en nuestras limitaciones que en los logros y sobretodo aislando la experiencia so pretexto de que su escalabilidad no es posible por razones económicas y metodologicas, y de que su alcance no puede sobrepasar las materias humanistas, y que si algún rasgo saliente tiene es que viene cocida en el espíritu critico de los estudiantes de la UBA.

Por una potenciación híbrida de papeles y pantallas

Así las cosas no sería de extrañar que la experiencia del pasado viernes haya sido valorada y sentida de forma muy distinta tanto por docentes como por alumnos. De los últimos tenemos testimonios y experiencias directas y son mas que satisfactorios. Les gustó lo que les mostramos, les gustó como se lo mostramos, compartimos un registro comunicativo, no hubo de parte ninguna de la dos partes en contacto aprovechamiento o ventajita.

Seguramente jugó a favor nuestra el factor sorpresa. Probablemente ninguno de los 300 alumnos que estuvieron mas de una hora sentados acompañando nuestras propuestas, jamás imaginó previamente que quienes veníamos a conversar con ellos, lo haríamos respetando sus códigos, valorando sus prácticas, y sobretodo con capacidad de improvisación y reinvención de lo que se espera que los adultos digan, mesuren, promocionen o valoren en circunstancias formales.

En comentarios aislados, en aplausos, en griteríos de aprobación y puesta en común lo que vivimos, sorprendidos y agradecidos al mismo tiempo, fue un auténtico banquete comunicativo de muchos-a-muchos, algo que no ocurre casi nunca en el ámbito educativo, aunque es el default en un concierto o en un espacio público, en una fiesta o en un encuentro entre pares de adolescentes.

No tenemos aún el feedback docente pero por lo vivido en otras experiencias podemos imaginarlo. Seguramente insistirán en que en vez de tomar distancia crítica respecto de gustos y valoraciones terminábamos sucumbiendo al ruido y la profanación. Que en vez de insistir en la carga docente del contenido nos hemos quedado en el mero envoltorio brillante y vacuo. Que somos víctimas ambos, alumnos y nosotros, de la sociedad del espectáculo con nuestras prestidigitaciones y trampitas. ¿Qué es eso de convertir a Lady Gaga en una profesora de historia de la revolución francesa?, ¿No nos apoltronamos asi en la comodidad del amiguísmo en vez de resaltar las virtudes del distanciamiento y la dificultad que cualquier enseñanza seria merece y exige?

Ojala nos equivoquemos en nuestra prognosis pero como ya hemos recibido ese tipo de críticas en la UBA y en otros latitudes confrontémoslas de una.

Es el prosumidor estúpido

Estamos hartos de la crítica llorona y melancólica de/contra la sociedad del espectáculo. Porque una cosa era leer a Guy Debord a principios de los años 1960, que hace casi 50 años la anticipaba y deploraba, y otra muy diferente es rever esas letanías repetidas hasta el hartazgo y totalmente pasteurizadas por profesionales que viven de reiterarlas, pero que poco o nada entienden que está ocurriendo hoy en la sociedad de Google y Facebook. Salvo escandalizarse porque la privacidad, la honestidad y la reputación no son los que supieron ser

Porque una cosa es tratar de reconstruir el clima de época en el que Max Horkheimer y Theodor Adorno sentaron para siempre la teoría crítica de la sociedad, y otra muy distinta es releer hoy a Herbert Marcuse pero sobretodo a Walter Benjamin, que tuvieron una visión muy diferente de lo que es la dialéctica negativa (repasar necesariamente la obra clave de Susan Buck-Morss Orígenes de la Dialéctica Negativa), y de ninguna manera se dejaron encapsular en la versión mas nihilista de esa misma dialéctica negativa impulsada por sus colegas.

Sostener hoy que dar clases pidiéndoles a los alumnos que hagan mashups y remixes es ser un integrado (según la divisoria de Umberto Eco integrados vs apocalípticos), ignora todo acerca de las condiciones de la produccion digital en la era de la internet masiva. Porque nosotros no mostramos vídeos para que los alumnos nos aplaudan, nosotros mostramos videos muchas veces hechos por otros alumnos, para que unos se contagien de la capacidad productiva de los otros. Porque explícitamente oponemos una propuesta productivista de las imágenes, a una propuesta reproductivista de los textos.

Estrategias híbridas analógico/digitales, papel/pantalla

Siendo propietarios de una profusa biblioteca de mas de 10.000 volúmenes, cada uno de los cuales ha sido cuidadosamente elegido a partir de una oferta varias veces millonaria (según Google se han escrito a lo largo de toda la historia 130 millones de libros todavía accesibles hoy, y Amazon, pone a nuestra disposición cerca de 4 millones para comprarlo en lo que tardamos en hacer un click), somos los primeros en cuidarnos de profetizar el fin del libro. Ya sea en una forma mas light como soporte papel, ya sea en su forma mas densa como práctica de construcción de la subjetividad (Algo bien aclarado por Bill Moggridge en su compilación Designing Media especialmente en las entrevistas que les hace en la Parte 1 Here to stay a Paul Saffo, James Turman. Chris Anderson, Neil Stevenson & DJ Spooky)

Eso lo repetimos varias veces el viernes pasado -y tambien volvimos a hacerlo esre martes frente a una audiencia cercana de 500 colimenses-, y quedo asentado con la proyección de un hermoso documental acerca de las mejores bibliotecas del mundo, que reiteramos en ambas oportunidades

Sin embargo nuestra propuesta no busca simplistamente elegir a un formato o soporte en detrimento del otro. Como bien lo dice Saffo en su entrevista en el libro de Moggridge, estamos pasando de una era de medios masivos a un era de medios personalizados. ¿Porque la educación -acuñada en la misma matriz industrial- no habría de mediamorfizarse acorde?

En la era de los medios (leamos educación) masiva, mirábamos (escuchábamos) pero en la era de los medios (la educación) masiva participamos. Los medios masivos irrumpían en la sala de estar (el aula), pero llevamos a los medios personales con nosotros y aprendemos en todos lados. Los medios masivos eran el mundo de los pocos y los grandes (la escuela es un monopolio ideológico y no quiere compartir con nadie la socialización infanto/juvenil). Pero los medios personalizados están dominados por la multitud y el chiquitaje. Y así esta empezando a ser con al formación, atomizada, ubicua, fragmentaria, a medida.

Si bien no todos somos creativos (ese es el privilegio de una elite) todos podemos ser creadores y nuestras presentaciones van en ese sentido, de mostrar y dejar en claro que lo que decimos solo es posible porque estamos subidos como enanos a hombros de gigantes (la tradición, la tecnología disruptiva), y que si le perdemos el miedo a las jerarquías, las taxonomías, la curricula cerrada y las órdenes prepotentes, la educación puede ser infinitamente mas rica e interesante y hasta podemos aprender mas y mejor.

Mañana probaremos nuevamente estos supuestos y esperamos que nos vaya tan bien sino mejor que el viernes pasado.

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5 comentarios

  1. Respetado señor Piscitelli. Le escribo a nombre de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia) porque estamos interesados en contactarle e invitarle a participar en un certamen académico que realizaremos durante el mes de septiembre del próximo año. Nos sentiríamos muy agradecidos si usted responde este mensaje y nos envía su correo electrónico para hacerle llegar la información pertinente.

    Saludos cordiales,

    Lina

  2. Me encantarìa poder observar alguna clase en el colegio Sarmiento.
    Me atrae el trabajo que estàn realizando y los felicito.
    Sigo leyendo el blog y aprendiendo, gracias por compartir las experiencias.

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