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96 Horas de Talentya a todo ritmo, sabor y color

Que maravillosas esas 96 horas en Palma

Talentya es un formato de encuentro movedizo que buscó que entre una decena y treintena de personas, en ciclos rotativos (porque tuve la enorme suerte de ser parte de su segunda edición), a partir de disparadores temáticos, lográramos sentirnos a gusto, aprovecháramos un entorno mágico como es el que provee Palma de Mallorca y nos (pocos tuvimos el privilegio de vivirla en su totalidad de 96hs) lanzáramos a la pileta a repensar y rediseñar nuestro entorno de aprendizaje.

En este segundo encuentro sobre el trasfondo de una problemática general que fue la crisis de las economías (con una España al borde del default y una descomposición institucional mayúscula: en el transcurso del evento el diario El País pidió la dimisión del presidente de gobierno Jose Luis Zapatero y Frances Camps el Presidente de la Comunidad de Valencia, tuvo que renunciar por acusación (mas que fundada) de corrupción), con 4.900.000 desocupados, nos reunimos en una casa restaurada del siglo XIII para escuchar y hablar, para intercambiar y provocar, para analizar y criticar pero sobretodo para proponer inventar.

La frase generativa que disparó el encuentro fueron los Contenidos Digitales Hipermedia, pero como no se trató ni de un evento académico ni de un encuentro científico, ni de un mero intercambio de novedades tecnológicas, ni mucho menos de un encuentro de ventas, sino de una búsqueda bautismal de nuevas lecturas y recomendaciones, la revisión de los contenidos fue propuesta a la luz de una demanda urgente cual era detectar las oportunidades en ámbitos estratégicos.

Los no modelos de negocios

Probablemente la explícita renuncia a incluir en el titulo de la convocatoria el remanido sanbenito de nuevos modelos de negocios se apoyó wn varios motivos y obedeció a una feliz consigna.

Mas específicamente dichos ámbitos estratégicos fueron los social media (en la ponencia a cargo de Jose de la Peña Aznar), los dispositivos (Agustín Cárdenas), la educación y el aprendizaje hipermedia (a mi cargo) y el Turismo y el entretenimiento (a cargo de Miguel Payeras en una interesante charla que terminanó al mediodía y cerró el encuentro).

Sobre lo que ocurrió esos días ya hay una cantidad sorprendente de testimonios, y en las referencias de mas abajo ya hemos incluido los resúmenes de las primeras dos jornadas.

Sin embargo sería ingenuo y muy pacato buscar resumir lo sucedido a partir de síntesis conceptuales, mapas o relevamientos de discusiones, e incluso de los propios y detallados apuntes que muchos de los asistentes (en especial Alejandro de la Sota y del propio Juanjo Freile han venido haciendo).

Porque las jornadas tuvieron dos momentos bien diferenciados y que solo parcialmente ocurrieron en el campo de la discusión y los encuentros mas formales aunque distendidos. Porque también hubo un segundo espacio fue el ciclo de eventos que organizó el Grupo Fraile & Blanco, desde la cena de apertura compartida con el cocinero Jesús Sanchez y la enóloga Barbara Mesquita, la increíble cena y visita guiada privada al Es Baluard Museu d’Art Modern i contemporani de Palma, la cena-debate en los jardines del rectorado de la Universitat de Les Illes Balears, y que culminará con la cena de clausura esta noche en Can Martin Feliu.

Nuevos formatos de producción de ideas y distensión a raudales

En ambos entornos harto distintos, con un número variables de asistentes que nunca bajó de las 40/50 personas, los mismos que a la mañana debatíamos y discutíamos cambiábamos de modo, entrábamos en un estilo mas relajado, fuimos forjando nuevas amistades y contactos, reforzamos viejos vínculos y comprobamos que el «mood» que Juanjo & Belén Freile quisieron darle al evento se cumplió plenamente.

Porque aquí de lo que se trató no fue de mecánicamente recorrer caminos grillados, vendernos a nosotros mismos nuestra poción de aceite curalotodo, o de autocomplacientemente sugerir que con solo darle on al botón de la revelación digital el mundo se reencausara y todo sera mejor como antaño.

Sin escaparle a las incertidumbres, buscando enfatizar tanto concordancias como discrepancias, oscilando entre planteos integrados y apocalípticos, remarcando en ocasiones las continuidades y en otras las rupturas, todos los asistentes al encuentro fuimos domesticando nuestros propios actingouts, tratamos de escuchar y de escucharnos mejor, y en vez de abrir nuevos rumbos y ramificar indefinidamente la ilusión, en algunos momentos pudimos telescopar y simultáneamente ver el árbol y el bosque.

Y lo que entrevimos no siempre fue calmante, no siempre fue «pum para arriba» y no nos asegura a ninguno que por haber estado acá habremos sido bendecidos por algún entendimiento superior para pensar y obrar mejor.

Los beneficios del riesgo de impensar y descajanegrizar

Eppur… si no hubiésemos venido nos hubiésemos perdido tantos estímulos, caricias, (especialmente del paisaje así como los muchos que nos brindó la organización con una logística ejemplar y con un cuidado de los otros rara vez tan bien logrado), y sobretodo a partir de las provocaciones que nos arrancaron de nuestra cotidianidad, nos enfrentaron a problemas y a desafíos que rara vez vivimos con tanta intensidad en nuestros entornos, y nos forzaron a pensar cada vez mas en términos de diseño, de intervenciones, de diferenciaciones, y sobretodo de puesta en resonancia con la complejidad, la paradojal, lo contradictorio y lo confuso que es la estopa de la que están hechas las interacciones todos los días.

Empecé mi charla que se tituló originalmente «Es la cultura estúpido. Miopía corporativa y diseño de la experiencia«, para migrar inconsultamente a «Es la cultura estúpido. Remix, deutoroapredizaje y singlecasting» con una cita (remixada) que Grant McCracken hizo de uno de los padres fundadores de la ciencia econonomica que reza asi

«Para entender esta cosa llamada mercado, necesitamos dos actores, motivados por el interés, en un acto de intercambio.. eso es todo. Podemos dejar de lado al contexto social y/o cultural (Adam Smith: La riqueza de las naciones

Porque despes de las dos jornadas anteriores me parecia que estábamos viviendo en las reuniones un enfrentamiento cada vez mas fuerte entre dos culturas (pero no las usuales: la cientifica vs la humanista al mejor estilo de C.P.Snow); la corporativa vs la del procomun. Y después de lo que vivimos ayer sigo creyendo que esta contraposición (releída y facetada de diversos modos) es uno de los mas grandes riesgos que estamos viviendo en nuestro tiempo.

Porque del mismo modo que Samuel Huntington se equivocó muy mal cuando postuló hace casi 20 años que el futuro de la humanidad era el futuro del choque de las civilizaciones (la occidental vs la fundamenlista islámica) nosotros estamos volviendo a equivocarnos si creemos que la religion digital terminara salvando a la cultura corporativa y sometiendo a la del procomun, o viceversa.

Para entender la complejidad que estamos viviendo debemos como el Baron de Munchausen tirar de nuestros propios pelos y salirnos del barro en el que nos sometió el error de Adam Smith.

El error de Adam Smith y el Damasio que hemos perdido en el camino

En el caso de la neurología tal reconversión de la mirada viene siendo hecha por Antonio Damasio desde hace varios años buscando enmendar el error de Descartes que consistió en separar el cuerpo del alma, y que luego nunca nadie pudo volver a unir. De resultas venimos embretándonos desde hace 4 siglos divididos en los bandos del materialismo (y todas sus variantes) por un lado y del idealismo(idem) por el otro (con saludables excepciones como la que encarnó Spinoza, no por nada convertido por Damasio en su ángel de la fusión entre ideologías disjuntas).

Si queremos aprovechar las oportunidades que nos brindan (y que les haremos brindar) a los contenidos digitales hipermedia en ámbitos estratégicos tenemos que evitar (lo que fue una peligrosa tentación en las dos primeras jornadas de Talentya) simétricamente el error de Adam Smith que consistió en separar a la economia de la sociedad, a las transacciones de su contexto, al valor de cambio del valor de uso, y sobretodo que dividio a los actores económicos en dos bandos irreconciliables: los productores y los consumidores.

Solo cuando contemos con lecturas tecno-antropológicas del consumo (como las que inició en el nivel macro hace casi dos decenios el antropólogo argentinomexicano Nestor Gracia Canclini, insistiendo en que el consumo es bueno para pensar, y que han sido llevados a niveles de sutileza , metodologias y posibilidad de implementación para el rediseño de las practicas simbólicas por Grant MacCracken, con su nocion de Chief Culture Officer, podremos decir que estamos comenznado a superar el error de Adam Smith, y que estamos convirtiendo a la revolución digital en una revulsivo para hacer de las tecnologías lenguajes que mejoren finalmente el bienestar humano.

Mientras gozamos sin fin de este encuentro, desarrollamos nuevas amistades y encuentros y reconocemos que cuando se cambio el formato (el cepo que esteriliza a la mayoría de los congresos y reuniones) y se revienta el destino, los resultados son asombrosamente halagüeños como en este caos.

Gracias @sandopen, gracias @fraileyblado.

Resumen de la I Jornada de Talentya Verano 2011

Resumen de la II Jornada de Talentya Verano 2011

Publicado enDiseñoIrreduccionismoReveladoresVida CotidianaVivencias

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