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El Modelo Sarmiento 1a1 en status nascendi. Tercera Parte de Varias

En las elaboraciones precedentes avanzamos en cierto detalle en el punto primero 1) Diseño de clase del modelo 1a1Sarmiento al 100% que fue puesto en práctica al 100% en la escuela Sarmiento durante este año 2011. A continuación avanzaremos en la definición de un segundo elemento central cual es 2) El juego completo. En otras entregas exploraremos los puntos pendientes: 3) El contrato tecnológico, 4) Diciéndole no a la coartada del modelo pedagógico, 5) Aprender para emprender, 6) Variantes fractales.

2 . El juego completo Una saga perkinsiniana

No tanto para que sirven las TICs a la educación sino para que le sirve la educación a las TICs

Lo interesante que plantea el actual escenario interneteano a la educación no es, como se sostiene a diario, o es recapturado por las políticas siempre morigeradoras de los Ministerios de educación que terminan encallando en el lijamiento de la nuevas propuestas a manos de la policía del curriculum, como usar las TIC´s para enseñar como siempre, sino de como convertir a la demanda (mas que a la oferta) de educación en un acicate para reinventar a las TIC. O lo que es lo mismo cómo lograr que los usuarios las reinventen a espaldas de programas, plataformas o exigencias propias de fabricantes y de expertos, de editoriales y diseñadores curriculares, de psicopedagogos y pasteurizadores varios. Con el fin de aprender mas, mejor, a medida, en entornos personalizados, canalizando deseos.

Y por ello acudimos a David Perkins quien encara su propuesta de un aprendizaje pleno insistiendo en un giro de perspectiva (a whole new ball game) y que en su enfoque mencionará (y usará) innumerables veces la noción de juego. Pero no en un sentido despectivo (ese que adoptan muchos docentes de la escuela tradicional cuando nuestros alumnos 1@1 del Sarmiento dicen a menudo que solo juegan), sino en un sentido constructivo, y que revela con enorme potencia en que consiste conversar con la complejidad.

Porque aun si fuera cierto que los chicos solo juegan (supongo que los docentes se refieren a sus incursiones en Facebook, a su devoción por el Counterstrike, el PES, el Zuma o el GTA Vici City, el FIFA, o a Plants vs. Zombies), aprender a jugar algo es muy complejo y no se parece nada al aprendizaje «automático» como es orientarnos en un nuevo paisaje urbano., y mucho menos al aprebndizaje memorístico que reina omnímodo en la escuela secundaria.

Cuando se trata de la aritmética básica, la lectura, la investigación científica, la comprensión histórica, la gestión, el liderazgo, las buenas relaciones con los otros y la responsabilidad social -todas competencias que estamos favoreciendo en #1a1Sarmiento, queda claro que ninguna de todas estas habilidades (emparentadas con las 8 inteligencias de Howard Gardner, o con las 12 competencias de Henry Jenkins) se aprenderán espontáneamente, menos aun que un videojuego que parecería aprenderse por ensayo y error, aunque tampoco es así. Sino que en ambos casos la heurística siempe -por suerte- mete la cola.

Educar en y para la complejidad

Lo que une a todos estos desafíos del aprendizaje es el entendimiento de la complejidad y lo propio de la educación es precisamente ayudar a aprender aquello que naturalmente no aprendemos en la vida diaria, que son todos esto saberes/prácticas -y muchos mas- que venimos de enumerar. Generalmente cuando se pregona una pedagogía se la resuelve mal y pronto sosteniendo que hay que aprender los elementos primero e integrarlos mas tarde, o que hay que aprender acerca de algo, para comenzar en lugar de aprender a hacerlo.

Afortunadamente Perkins denuncia ambas estrategias mostrando la falta de sentido de los elementos en ausencia del juego completo. La elementaritis -que predomina mayoritariamente en la estructura curricular actual de la mano de textos abarrotados de contenidos y la presión burocrática desesperada que les exige a los docentes cubrir todos los temas en tiempos imposibles- como bien ha criticado Linda Darling-Hammond en The Right to Learn: A Blueprint for Creating Schools That Work (1997).

La influencia de la ley No child left behind (algo asi como todos tienen el derecho a aprender) terminó en USA con un doble movimiento de eliminación de lo supuestamente irrelevante y de fragmentación de lo relevante para que todos pudieran aprenderlo/aprobarlo. En nuestros pagos no hay una ley semejante pero muchos políticos operan como si existiera. Si practicamos la elementaritis supondremos equivocadamente que los conocimientos básicos deberán dominarse hasta que se vuelvan de asimilación automática (hay muchos pedagogos que creen que asi se vuelve uno un mejor…. jugador de tennis), así como diferir la gratificación con lo cual las recompensas por jugar el juego siempre llegan mas adelante (como si en la vida real el premio estuviera en el ascenso a fin del camino).

Falencias estructurales de la trasmisión

David Perkins ilustra acabadamente qué entiende por juego completo en su imperdible obra El aprendizaje pleno. Curiosamente esta obra que nació del riñón pedagógico de la formación docente es sistemáticamente pasada de lado cuando se trata de alfabetización digital, y sobretodo cuando se insiste en que necesitamos mucha mas inteligencia emocional y poder de comunicación de parte de los docentes que cualquier otra cosa, antes y mucho mas que la actualización en competencias o en capacidad evaluativa, en contenidos y en herramientas supuestamente necesarias para mejorar el “dictado” de las clases.

Es tan demoledor el diagnóstico que hace Perkins acerca de las falencias estructurales de la trasmisión, que asombra e irrita que observaciones casi de sentido común sean ignoradas y que la trasmisión (el broadcast) siga figurando como estrategia única cuando se trata de enseñar o hacer como que se enseña en la escuela.

Pero el problema va mucho mas allá de la escuela y engloba a muchas profesiones. No se trata de que la escuela forme mal para la Universidad sino de que la Universidad forma mal para la Sociedad. No se trata de que los docentes no estén actualizados, se trata de que se cree que estar actualizado es usar el manual de moda (renovado anualmente eso si por la presión de las editoriales), o que se pueda hacer una referencia simpática pero casi irrelevante a las noticias de los periódicos (convertidos hace ya mucho en máquinas de desactualización permanentes).

Y mas alla aun. Hay un enorme hipocresía de parte de casi todos. Por cuanto no es cierto que la escuela, la formación o la Universidad no estén aggiornadas, lo están tanto (o mas) que la religión, que cambiando poco y nada sigue cumpliendo su rol relativamente bien.

¿Cuán desajustada está realmente la escuela?

La retórica de la innovación que repiquetea sin parar en la educación empresarial se ha contagiado a la escuela y busca transformarla para el cambio, siendo que en general las instituciones y los espacios en los que los estudiantes trabajarán no difieren mayormente de los preexistentes de décadas atrás (claro en las industrias de punta, flexibles o de altísima demanda de calidad intelectual ello no ocurre, pero hoy por hoy un enorme porcentaje de trabajos desde la construcción hasta el sistema bancario, desde el comerio hasta los deportes, desde los medios hasta el campo siguen siendo repetitivos y malgastadores del surplus cognitivo).

Es mas, cierta denuncia del paradigma de broadcast apunta mas (como bien lo supuso siempre la pedagogía critica de corte marxista) a generar trabajadores flexibles para entornos flexibles, y no tanto a una visión de negocios y de alternativas creativas demandadas con ahínco por la mayoría por empresas, ONG y el propio estado. Como la retórica de la innovaciòn invoca a diario

Así las cosas entendemos un poco mejor porque tanto énfasis en la elementaritis con que se estudia hoy (pero que curiosamente parece que también se estudiara mañana en una era de hiperespecializacion creciente como nos sorprende una reciente nota del HBR) sigue teniendo.

Epa no se trata de blanco y negro, sino de muchos matices de grises y sobretodo de los variados colores del arco iris. Entender lo que hacemos cuando pretendemos socializar un aprendizaje pleno es confuso y contradictorio y merece mas elaboraciones que no se condensan ni en manuales, ni en taoxnomìas domesticadas.

Desmontar/Remontar

La escuela (como un aprendiz de relojero) descompone el saber (desacoplandolo a su vez del poder) y nunca logra rearmar al reloj entero original (cusidalianiano en este caso). La metáfora es pobre porque en realidad lo que disecciona la escuela es el funcionamiento complejo de sociedades cada vez mas hipercomplejas, estratificadas y en permanente interacción entre sus niveles pero sobretodo ignora a los actores que son tanto materiales como inmateriales (al mejor estilo de Lash y de Latour con intereses cada vez mas contradictorios y difuminados.

Por ello persiste en atomizar y separar disciplinas temas y cuestiones. Por eso insiste en generar taxonomías compartimentadas en materias, al mejor estilo cartesiano en vez de solo dualizar divide al saber por diez o por trece (las materias) y nunca logra rearticularlas.

Por eso la estrategia del 1a1Sarmiento inspirada en la idea de juego completo partió de que estudiar algo significa entender el problema al que ese contenido responde, imaginar el proyecto que lo engloba y buscar el diseño de un prototipo para simular una solución hipotética al problema construyendo algún dispositivo. Negamos asi de plano el elementarismo y entroncamos con epistemologias y filosofías holistas y abarcadoras (de múltiples puntos de vista, pero sobretodo empapadas en nociones de conocimiento como acción/producción)

Acerquitis

Hace ya tres lustros, autores como Ellen Langer, especialmente en su obra cumbre The Power Of Mindful Learning de 1998 ponía las cosas en su lugar. Fue Langer la que acuño la noción de aprendizaje significativo abierto a la novedad, enfrascado en la distinción, sensible a la diferencia de contextos, implícito, sintonizado con múltiples perspectivas y orientado al presente destrozando el mito de la elementaritis. Ese es el tipo de aprendizaje que estamos fomentando en el #1a1Sarmiento y algo hemos logrando en esa dirección http://prezi.com/_xtfnqex-typ/proyecto-11-sarmiento-i-septiembre-2011/.

Problemas similares provoca la falaz estrategia de suponer que el aprendizaje “acerca de algo es la precondicion para aprender a hacer. Aunque en la lectura y las matemáticas a veces este reduccionismo teoreticista se evita, ello domina el aprendizaje de la historia y de las ciencias- Se trata de un aprendizaje focalizado en los hechos de otras personas o en las teorías de los otros (que en ciencias sociales y en teoría de la comunicación alcance extremos lamentables al ignorar contextos, localismos, problemáticas inmediatas, etc ).

Aunque a veces memorizar respuestas o aprender como habría que hacer algo sirve un tanto para dominar un microterreno, el problema es quedarse el eterno aprendizaje acerca de algo sin nunca poder mejorar la forma en que se hace ese algo. Perkins denomina acerquitis al eterno aprendizaje acerca de algo que es una marca distintiva de la escuela secundaria argentina.

La acerquitis se vive tanto en la escuela como en la universidad, pero muy especialmente en los institutos de formación docente donde los maestros y profesores asisten a innumerables cursos sobre teorías del aprendizaje y dinámica del aula, y rara vez si es que alguna juegan al juego de la enseñanza y menos a desestructurar el aula y a si mismos.

La versión para principiantes

Si rechazamos el elementarismo y la acerquitis no es por jugar a ser críticos lúcidos y displicentes, sino porque tenemos una opción mucho mas interesante que ofrecer cual es la versión para principiantes.

¿Y si aprender la mayoría de las cosas pudiera ser como aprender a jugar al fútbol o a los videojuegos o realizar otras actividades que en general hacemos en forma completa? Porque todos los juegos se aprenden en sus versiones completas. Y lo mismo sucede con el arte. Desde un comienzo uno pasa gran parte del tiempo haciendo dibujos, pinturas o poemas completos. Y otro tanto sucede con la música donde uno canta canciones enteras y toca piezas completas.

Y así debería ser con todo lo que se enseña en el colegio y por eso apostamos tanto a los proyectos, a lo colaborativo, a lo virtual, a lo multidisciplinario, a aprender como si se estuviera trabajando y a trabajar como se estuviera jugando.

Para Perkins en el espíritu de aprender el juego completo podemos denominar esta visión amplia aprendizaje pleno y dividirla en siete principios que son los que forman el entramado de su libro maravilloso. Para entrar en tema anunciamos los títulos de los 7 capítulos: 1. Juega el juego completo. 2 Haz que valga la pena jugar el juego. 3 Trabaja las partes difíciles. 4 Juega de visitante. 5 Descubre el juego oculto. 6 Aprende del equipo… y de los otros equipos. 7 Aprende el juego del aprendizaje.

Aquí tienen una breve articulación entre esos principios y nuestra implementación en el Sarmiento http://prezi.com/q-suxt6baqi8/proyecto-11-sarmiento-i-agosto-2011/. A continuación cerraremos esta sección con referencias mucho mas detalladas a dos principios básicos del aprendizaje pleno en su implementación sarmientina. A saber de porque hemos puesto en el énfasis en los proyectos en vez de en los contenidos y de porque creemos que nuestros resultados mas interesantes se han generado mayoritariamente en los talleres y no en las materias curriculares, con algunas importantes escepcioens que también remarcaremos.

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3 comentarios

  1. miguel lloret miguel lloret

    Alejandro jugar el juego completo , desestructurar el aula y a la figura del profesor a nivel de Maestría serìa lo mismo que para tus kids de secundaria?Y la brecha digital , cómo la libramos?

  2. Interesantísimo, Alejandro! Con relación al juego, creo que el problema es que rápidamente abandonamos las prácticas que se llevan a cabo en el jardín de infantes, donde desde muy pequeños los niños tienen la posibilidad de compatir, construir, experimentar, colaborar y sobretodo jugar. Y en el marco de un proyecto. Adrián Paenza plantea en un TED por qué si estimulamos a los chicos desde que nacen a hablar a moverse, a caminar y a jugar, a partir de los 6 años, cuando entran a la escuela, queremos que hagan silencio, que se sienten y que no jueguen más!!! qué contradicción la nuestra!! Como docente aliento a mis colegas a volver al jardín de infantes, disponer los bancos como entonces, crear estaciones donde los alumnos puedan desarrollar sus talentos, crear, cooperar y jugar. Porque jugando no sólo se aprende… también se recupera la vocación.
    «No dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar» G.B.Shaw
    Gracias!

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