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El «thin slicing» y los fenómenos emergentes

¿Javier Milei viene a cortar el nudo gordiano peronista atado en 1946?

¿Qué tiene que ver el “thin slicing” con el triunfo de Javier Milei? Mucho, poco y nada. Nada si seguimos el mainstream mediático/panelista que lo interpreta en términos de un Trump o Bolsonaro criollo; como una invención inflada por el kirchnerismo para terminar con Juntos x el Cambio, o como una teratología política destinada a desaparecer tan rápido como apareció.

Poco, si lo vemos apenas como un integrante mas de la casta a la que denuncia, como un delirante que confunde cuadrúpedos con amores, o que ve en su recorte ministerial a un atentado contra la inteligencia progresista.

 Mucho, si vemos en Milei algo distinto, inesperado, disruptivo, virulento y sorprendente. No para halagarlo u operarlo sino como advertencia de que a lo mejor (o a lo peor) un nuevo orden político (que ya aterrizó en muchos otros lugares del mundo) viene a reemplazar al pensamiento único peronista, que durante casi ocho décadas mandó en la Argentina.

¿Cisne negro o rinoceronte gris?

De pronto un huracán volvió a azotar a la Argentina. Un país que no vive ciclos económicos sino ciclones, que muchas veces tienen su epicentro no tanto en problemáticas económicas sino en condicionantes políticos.

Una larga cháchara que había invadido a los canales de televisión y los diarios durante meses, se reveló una vez mas como lo que era, puro bla bla bla. Lo mismo pasó con las encuestas y los deseos de seguir polarizando y de atarse a un futuro inevitablemente rifado al peronismo y su hermano gemelo invertido: el macrismo.

Doblegados por el numeracy, ciertos datos muestran la increíble perdida de tiempo que sumaron esas interminables entrevistas, comentarios y profecías, dado el inesperado (aunque que no para todos) resultado de la elección del pasado domingo, chacabanamente tildado de cisne negro, cuando en realidad se parece mucho mas a un rinoceronte gris.

Unión por la Patria, que era el Frente de Todos, en el 2019 sacó 12 millones de votos. El domingo logró quedarse con 6.5 millones de votos. Juntos por el Cambio sacó en el 2019 8 millones de votos. El domingo logró quedarse con 6.7 millones de votos. 20 millones de votos que sacaban el kirchnerismo y JxC, pasaron a 13 millones de votos. Perdieron, entre el 2019 y el domingo, 7 millones de votos. El domingo, de 35 millones de personas que estaban habilitadas para votar, 11 millones no fueron a votar. Es un altísimo nivel de abstención. Pero, además, de los que fueron a votar, 7 millones votaron por un candidato que se paseaba por caravanas diciendo “que se vayan todos”, homenajeando a aquella crisis de representación del año 2001. Ese es Javier Milei, la estrella de la hora (Carlos Pagni El desafío de volver a llenar el circo).

Preferible dar un salto al vacío que seguir viviendo así

Ernesto Tenembaum analizó el triunfo de Javier Milei considerando que una parte de la sociedad “prefiere dar un salto al vacío” antes que seguir viviendo así. Para el periodista de Corea del Centro la gente lo está votando “porque está repudiando la situación en la que la clase política actual la ha hecho vivir”. Mas estructuralmente Milei habría llegado para desarmar lo que hizo Juan Perón, y lo viene a hacer con los votos de quienes antes eran peronistas.

Un análisis parecido hizo anoche Camila Perochena en el programa de Carlos Pagni Odisea Argentina.

Para entender 2023 hay que volver a 2001 y a 1945. En el 2001 el más castigado fue el radicalismo que entre el 1999 y el 2001 perdió el 60% de los votos, mientras que el peronismo perdió solo el 25%. ¿Quién es el más castigado ahora? El peronismo que entre el 2019 y 2023 perdió casi el 50% de los votos. 

El voto bronca en el 2001 se tradujo en un  23% de votos nulos y blancos.  En 2023 hubo un lugar donde canalizar ese voto bronca representado por Javier Milei . 

Eso nos lleva el 45 a otro momento de desconfiguración y reconfiguración política. Porque a partir del 45 el sistema político se ordena en el Polo peronista y antiperonista  ¿Que similitudes hay acá entre lo del domingo y el 45: la cuestión aluvional inesperada.  Como Perón vio que había un vacío en la representación, una demanda de la sociedad que podía ser representada, eso es lo que está representando Milei.

Pero lo que representa Milei es muchísimo más volátil que lo que representaba Perón en el 45. Porque una cosa es representar a trabajadores y  a una estructura social que ya estaba recontraarmada desde hacía más de una década, y otra cosa es representar algo tan nuevo como el voto bronca de una sociedad fragmentada y astillada -para la cual la sociología existente resulta totalmente abrasiva (Cuesta, 2023).

Ambas lecturas entre los pocos ejemplos (tanto en el mainstream broadcast como en el multicast de las redes) de lectura Wired de un fenómeno/personaje que aparece como lo único disruptivo que Ia política argentina ha generado en las últimas décadas.

Nada casualmente los dos fundan su análisis, siguiendo a Tulio Halperin Donghi en La larga agonía de la Argentina peronista (1998), – en una inversión, o reversión, de los hechos acontecidos en 1946, que durante casi 80 años hicieron girar a la vida argentina alredor del peronismo.

Mientras -como mostró Julito Alonso ayer en la presentación del Pulso del Mundo para las Elecciones Paso 2023 en #EcologíaDisruptivaMisiones -análisis refinados del fenómeno Milei provenientes del mundo blog, twitter, redes sociales -y no del broadcast- revelan otras aristas del fenómeno Milei como deja a la vista este exquisito tweet de Federico Guzmán Rubio @feguz77  (999 Reposts, 208 citas, 2774 Me Gusta), quien nada casualmente tiene como bajada en su perfil: “Acá en el claroscuro, con los monstruos, en espera de que el viejo mundo acabe de morir y el nuevo mundo acabe de aparecer”.

Hasta hoy hubo pocas caracterizaciones tan fieles de la novedad de quién/qué es Milei, que la hecha por Guzmán Rubio quien puso a la luz: sus afinidades electivas profundas con Bukele, las medida mágicas (impracticables) que propone, su odio al estado, su antiderechismo, la estética juvenil y disruptiva que exhibe, una mezcla en partes de iguales de racionalidad y lunaticismo, su voluntad de polarizador extremo (los K se quedan chiquitos a su lado) y la derechización de la política que supone como atractor (su hilo esta tachonado de maravillosas fotos que refuerzan el diagnóstico).

Auscultar lo limimal en el pulso del mundo.

En análisis como estos (ejemplos exitosos de thin slicing) se trata de auscultar lo limimal en el pulso del mundo. La liminalidad significa no estar en un sitio ni en otro. Es estar en un umbral, entre una cosa que se ha ido y otra que está por llegar. La enfermedad, la adolescencia, el duermevela o la locura transitoria son estados liminales, como también lo son los viajes, sobretodo los que emprenden las sociedades cuando quieren conquistar la luna o cambiar en serio el derrotero político de sus habitantes en virajes que solo ocurren una o dos veces por siglo.

Justo en el momento en que se emitían los votos en la Argentina el sagaz historiador norteamericano Nicolas Shumway, autor del imprescindible La invención de la Argentina. Historia de una Idea (Emece, 1993) insistía en que a la Argentina no le iba tan mal en su planeo democrático. Eso si recalcando que “Hay muchos debates en la Argentina que parecen reciclados del pasado”.

Shumway llegó a la Argentina por primera vez en 1975 con una beca de la OEA para entrevistar a Borges, pero terminó entrevistando a nuestro país, al que sigue mirando con admiración y perplejidad.

Para Shumway la historia argentina estuvo siempre atravesada por dos ficciones orientadoras, la de Sarmiento para quien la Argentina debía ser una nación básicamente europea, con valores europeos, y la más inclusiva, más “nacional” de Alberdi, que cuando dice nacional, está diciéndole a la gente que el nacionalismo es básicamente la idea de toda la nación, con indígenas, con mulatos, con todo lo que había adentro, con provincianos, con porteños.

¿Que nos está faltando en esta tensión entre estas dos ficciones? Probablemente gobernar ¿Y gobernar qué es? Garantizar la educación de los chicos, garantizar la seguridad, sostener una moneda previsible y estable, recoger la basura. ¿Alguno de los tres aspirantes presidenciales está en condiciones de hacerlo? ¿Y sobre todo el ganador de las PASO, el león Javier Milei con todas sus provocaciones y amenazas?

Analizar el estado de la sociedad en su modo más puro.

No tenemos porque elegir entre periodismo broadcast o periodismo en redes para penetrar mas profundamente en lo que representa y hacia donde apunta Milei -aunque los ejemplos que penetran esta molesta irrupción sean escasos. Quien lo ha hecho estupendamente bien -en las escasas 24 horas que mediaron entre triunfo y relectura- es un viejo lobo de mar de los análisis políticos José Nathanson quien sin tapujos sostiene que «más que pensar en grandes cambios ideológicos del electorado (“giro conservador”, “derechización”), hay que analizar el estado de la sociedad en su modo más puro, ir a ver lo más abajo posible. Y no hace falta un doctorado en sociología para notar que la sociedad argentina está astillada, partida en 1.000 pedazos luego de una década de estancamiento, de una economía que no funciona, ni resuelve, ni muestra una salida, de una configuración política polarizada que ya no le sirve a nadie, de años de pandemia e inflación«.

Como bien apunta Nathanson si nuestro país no estalló (con 120% de inflación anual, ya viejo dato y 42% de pobres) fue porque las políticas asistenciales cumplieron un rol de contención eficaz, porque los movimientos sociales canalizaron el descontento y porque la democracia sigue funcionando (como comentaba el domingo Shumway, ver mas arriba)

-Los resultados de la elección son un misterio El misterio por Pablo Siciliano @pablinscc

Lo colectivo se deshizo, la exacerbación de lo individual bajo las formas de la economía gig, pero también de los especuladores en criptomonedas o los influencers que facturan vía YouTube y referentes del trap y del hip hop que ya no apuestan al trabajo común sino al talento individual, son la norma. La “sociedad del riesgo” de Ulrich Beck está internalizada en clave positiva. Frente a esta nueva realidad social, tanto el peronismo como esa sensibilidad difusa que se autopercibe como “progresismo” tienen poco que decir, y entonces fracasan (en los conceptos y en la realidad) sigue Nathanson.

Es tiempo de sociólogos (o de antropólogos)… pero no como los que supimos conocer

Lo importante (y con esto volvemos a la lectura Wired de Julito Alonso de ayer) es que ha llegado tiempo de los sociólogos (o de los antropólogos y los comunicólogos, pero otros no los mismos de ayer) más que de los politólogos. Dejemos de hacer reduccionismo barato. Para Nathanson no es sólo el rechazo sordo lo que explica el crecimiento de Milei. Si el macrismo fue en esencia una coalición antiperonista, Milei es eso, pero es más que eso. Tal vez el suyo no sea un voto de esperanza pero si de expectativa. El ascenso de Milei expresa una voluntad de impugnación fuerte del sistema y de rechazo al gradualismo, pero también el deseo de un reseteo profundo, de un shock. (Ay Susana Gimenez).

Nathanson reivindica los 5 pasos políticas (no mágicos) que hizo Milei para ganarse el podio que la mayoría de los analistas y panelistas le negaron en los últimos meses, después del fracaso de sus candidatos provinciales. El último es el mas interesante (porque le da mucho margen para crecer) al tratarse de la desdiabolización de su figura que la hace tolerable (como hizo en el programa de Fantino ayer), o al menos audible, para amplios sectores sociales.

Entre las perlas de su análisis Nathanson termina sosteniendo que si Milei es Bolsonaro, Bullrich quiere ser Trump. El cuadro termina de componerse con la derrota del peronismo, la peor de su historia. Como el electorado quedó dividido en tercios (o cuartos, si consideramos el voto en blanco y la abstención), cualquier cosa puede pasar.

Combinar lecturas broadcast con lecturas multicast

Leer el Pulso del mundo es combinar lecturas broadcast con lecturas multicast, el olfato fino que no se indigna y ve mas allá de su propia ideología o voluntad, con la emergencia de nuevas configuraciones políticas que alteran la parsimonia y la tranquilidad del ayer nomás, en busca del sentido no de su domesticación. 7 millones de votos merecen mejores análisis y no meras diatribas.

Por ejemplo, derribar los 3 mitos del votante de Milei, por Antonio Milanese y Juani Belbis:

  • Mito 1: El votante de Milei es cheto.
  • Mito 2: El votante de Milei es joven.
  • Mito 3: El votante de Milei antes era de Juntos por el Cambio

Trátese de Guzmán Rubio o de José Nathanson, a diferencia luz etaria y mediática, lo único que importa es defender la irreductibilidad de lo emergente, dejarnos sorprender frente a la aparición de lo nuevo, y gestar nuevas herramientas cognitivas y práxicas para ayudar a parir el nuevo orden frente al agotamiento del anterior.

He aquí lo que nos obsesiona, trastorna, irrita y nos obliga a seguir produciendo lecturas terceristas (y probablemente políticas terceristas también). Una vez mas la moneda está en el aire. ¿And now what? Como bien dice Andrés Malamud: «Las PASO no son una elección de gobernantes sino una selección de candidatos. El partido sigue en juego y el resultado está abierto«, y los pronósticos de ingobernabilidad en el que caso de que gane Milei el país, el perronismo la provincia de Buenos Aires y el macrismo la Capital Federal ¿nos espera el autoritarismo o a él un eventual juicio político a lo Collor de Melo)?

NB Muchísimas gracias a Julito Alonso quien como siempre en tiempo récord logró refinar nuestro análisis trilemático (Tired/Expired/Wired) llevándolo a las lecturas mileísticas, una exégesis que amerita muchos mas ejercicios como el que aquí proponemos.

Referencias

Alonso, Julito Elecciones Paso 2023 

Cuesta, Micaela Lo que cruje es la democracia. Anfibia  

Gladwell, Malcolm Blink: Inteligencia intuitiva: ¿Por qué sabemos la verdad en dos segundos? [2004] De Bolsillo, 2019.

Guzmán Rubio, Federico  (@feguz77) Con el triunfo de Javier Milei en las elecciones primarias de Argentina, se confirma una nueva tendencia de la política latinoamericana

Halperin Donghi, Tulio La larga agonía de la Argentina peronista. Ariel, 1994.

Malamud, Andrés El rugido inesperado del interior sublevado. La Nación, 16/8/2023.

Nathanson, José El puñal: Javier Milei, primero en las PASO. 14/8/2023.

Milanese, Antonio & Belbis, Juani Los mitos del votante de Milei. Medium. 

Pagni, Carlos El desafío de volver a llenar el circo. La Nación, 14/3/2023.

Perochena, Camila El fenómeno Milei y sus rasgos aluvionales.

Shumway, Nicolas La invención de la Argentina. Historia de una Idea. Emece, 1993.

Tenembaum, Ernesto Una parte de la sociedad “prefiere dar un salto al vacío”  La Nacion, 16/8/2023.

 

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