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La cultura escrita ¿es un instrumento de opresion?

«La cultura escrita per se no produce cambios cognitivos» (Scribner & Cole)

La función primaria de la comunicación escrita es la de facilitar la esclavitud

En un muchas veces citado capítulo de Tristes Trópicos titulado La lección de escritura Claude Levi-Strauss patea el tablero mal, al sostener que la escritura «parece favorecer la explotación de los hombres antes que su iluminación» o, más taxativamente si cabe, que «la función primaria de la comunicación escrita es la de facilitar la esclavitud«.

Obviamente Levi-Strauss no fue el primero en sostener un vínculo tan explícito entre la aparición de lo escrito y la dominación de los súbditos de civilizaciones de gran complejidad organizativa. Algo que por otra parte han desarrollado in extenso autores claves sobre estos temas como son Giorgio Raimondo Cardona en su Antropologia de la Escritura y Louis-Jean Calvet en Historia de la escritur. De Mesopotamia hasta nuestros días (algo que nos recuerda Joaquin Rodriguez en su obituario sobre Levi-Strauss).

La tesis radical de Levi-Strauss llevada hasta el paroxismo por Jacques Derrida en su Gramatologia tambièn aparece aqui y alla en virulentos panfletos o diatribas. Asi por ejemplo en la ya citada compilacion de David R. Olson & Nancy Torrance Cultura escrita y oralidad D.P Pattanayak fundador del Central Institute of Indian Languages, y un ardiente defensor de los lenguajes nativos y orales, pateaba a su vez el tablero hace un cuarto de siglo y directamente sostenia que la cultura escrita es un instrumento de opresion enmendándole asi la plana al propio David Olson compilador del encuentro.

Cuando saber escribir es resultado de una estrategia de reproducción social

Para Pattanayak la cultura escrita es una estrategia por excelencia. Ser iletrado no es equivalente a no ser humano ni civilizado. Recurriendo a la tradición védica en India, a los historiadores orales de Africa, a los intérpretes orales de relatos épicos de Europa y Asia que conservaron la tradición oral, Pattanayak insiste en que atribuir a las cartas, o a los autores (en la compilación destaca el erudito articulo de Barry Sanders sobre Geoffrey Chaucer (1340-1400) como el primer autor moderno) las consecuencias de la modernidad constituye un acto de opresión.

Pattanayak no está defendiendo neciamente un exorcismo de la escritura y su imposible abandono a favor de la tradiciòn oral, sino que está mas bien poniéndole límites a su imperialismo anti-oralidad. Por eso eso insiste en recordar la tradición hindú de fijar los textos oralmente y en el apoyo mutuo entre lo escrito y lo oral allí encerrado.

En la tradición hindú, como en el budismo tibetano, la palabra de boca del guru era el medio supremo de transmitir conocimientos. La analogía con nuestra modernidad es el discurso del docente que suplementa al libro (algo desarrollado in extenso en esta misma compilación en el articulo de R.Narasimhan La cultura escrita: caracterización e implicaciones).

La cultura escrita lega

Para estos autores hindúes la oralidad es un sistema distintivo y no meros símbolos articulados y escritos. Siguiendo a Illich en el Cap.2 de la obra de Olson & Torrance, Pattanayak sostiene que lo que necesitamos es «un alegato en favor de la investigación de la cultura escrita lega«. Porue queda cada vez mas claro que diferenciar entre la mente oral y la escrita no equivale al salto del desorden al orden, de lo concreto a lo abstracto, de lo presuntivo a lo verificable sino procesos mucho mas complejos.

Por una parte porque antes del aprendizaje de la escritura hay mucho dado en la capacidad de representar. Y sobretodo porque la enseñanza (de la escritura) no consiste meramente en introducir proposiciones y reglas en la mente del niño. Algo refrendado contrafactualmente por el fracaso del programa CYC de Douglas Lenat que intentó ensamblar una ontología comprensiva y una Base de datos de conocimiento general con el fin de permitir a las aplicaciones de inteligencia artificial realizar razonamientos del tipo humano.

Como vemos la tensión oralidad/escritura tiene mil matices. Y aunque no podamos soñar con agotarlos, cada día queda mas claro que aprehenderlos en su complejidad es una exigencia básica si queremos seguir hablando de polialfabetismos.

Autopoiesis y escritura

Existen notables procesos internos que dan lugar a reorganizacionesendògenas -sin necesidad de inyecciones externas salvo como disparadores (triggers)- como bien lo ha demostrado la autopoiesis, aunque hasta ahora a nadie se le haya ocurrido desarrollar en detalle una ontogeénesis de la escritura a a partir de sus supuestos.

Claro que las afirmaciones de Pattanayak suenan a primera lectura entre utópicas y decididamente reaccionarias. Porque si el objeto básico de la enseñanza de la escritura es el disciplinamiento para quitarle potestad y autonomía al educando, algo que podría evitarse enseñándole a escribir cuando es adulto y ya tiene valores formados y concepciones acerca de muchas cosas aprendidas por vías menos repetitivas y esquemáticas (inteligencia práctica + oralidad), no lo es menos que imaginar que en un mundo donde hay un 85/90% de letrados y los que no lo son son analfabetos no por elecciones cognitivas sino por carencias económicas, mucho de los que venimos diciendo puede ser -aparte de ingenuo- mas que cuestionable.

¿No suena muy extravagante sugerir que la enseñanza de la escritura no tiene otro fin que manipular a los analfabetos para satisfacer los intereses de los letrados? ¿No estaríamos condenando de este modo a los pobres y destituidos a no salir jamás de su condición de abyectos? ¿Podemos aceptar -invocando como solitario contraejemplo a la escritura silábica cri, un sistema de escritura con cultura escrita textual solo limitada a la enseñanza de la Biblia- que el sistema racionalista de instrucción con adultos da buen resultado cuando se hace en forma pausada?

En todo caso si hoy revisamos estas tesis nada causalmente provenientes de la India que esta perdiendo a manos del inglés aceleradamente sus lenguas locales, no es tanto porque queramos justificar una regresión pedagógico/lingüística hacia formas orales en detrimento de la escritura, sino porque queremos realzar las formas de saber que perdimos ya sea en Grecia entre los siglos VII a IV (reino de investigación de Eric Havelock) o en Inglaterra entre 1066 y 1307 (reino de investigación de M.T.Clanchy) cuando se abrió el paréntesis de Gutenberg y quedamos para siempre separados del mundo previo regido por la musa oral.

¿La lecto/escritura habilidad camino de la obsolescencia?

En 1993 Seymour Papert escribió una nota en el segundo número bautismal de la revista Wired financiado por Nicholas Negroponte titulada Obsolete Skill Set: The 3 Rs. Allí en forma brutal el malogrado Papert insistía en que circunscribir el aprendizaje escolar al aprendizaje de la lectura, la escritura y la aritmética era la mejor forma de bloquear el aprendizaje futuro de los chicos.

Después de todo él mismo contraargumentaba hace ya casi 2 décadas atrás, ¿quién podría ser tan necio de sostener que se podría aprender geografía, historia o ciencia si no se sabía leer?

Curiosamente aquí emerge la pertinencia de este casamiento entre las tesis de Pattanayak, Narashiman y las de Papert. Porque a renglón seguido el guru del MIT se preguntaba: ¿qué sucedería, si como parece que está ocurriendo, aparecieran dispositivos que permitiesen acceder al conocimiento, pero sobretodo generarlo y manipularlo (remixarlo a voluntad y en «n» capas= layers) sin necesidad de saber leer y escribir?

Entornos personalizados de aprendizaje y post-alfabetismos

Por de pronto veríamos un cambio clave desde el punto pedagógico. Si hasta fines del siglo XX la educación reducía las potencialiaddes de la mente a los medios (de transmisión) previamente existente (fundamentalmente el texto), de ahora en mas podríamos imaginarnos una ecología pedagógica basada en una variedad enorme de competencias distribuidas en forma diferencial entre la población de niños y adultos.

Remitiendo a su polémico libro The Children’s Machine: Rethinking School in the age of the computer y acudiendo a anécdotas y evidencias personales, Papert imaginaba la existencia de una Máquina del conocimiento, que permitiría que una nena de 4 años pudiese averiguar como duermen las jirafas, en un pie de igualdad a las capacidades de investigación de un adulto hecho y derecho, como él mismo, aun sin saber leer.

La conclusión de Papert -supongo que en la misma dirección van las musitaciones de Pattanayak o Narashiman- no es tanto que en un futuro, mas o menos cercano o lejano, la gente no necesitará leer, sino que la lectura no será la única via de acceso privilegiada al conocimiento y al aprendizaje, y consiguientemente que tampoco tendrán el lugar hegemónico que durante siglos o milenios han ocupado/usurpado.

Mucha mas que dispositivos: una ecologìa del saber/poder

Obviamente entre los dispositivos, programas y entornos que tenemos hoy (desde Alice for the Ipad o ToyStory for the iPad o las ontologías semánticas, desde los Open Environments Resources (OER) hasta la máquinas del conocimiento), la distancia es tan enorme que podriamos pecar de utópicos o de ilusionistas decretándolas un commodity educativo.

Sin embargo recordando las observaciones inciales de Levi-Strauss, la dinámica topológica de las lenguas (Ley de Pareto de la supervivencia linguistica: Los idiomas que el 97% de la población utiliza sólo representan el 4% de las lenguas), y el modo como el globish sucumbe frente al english cada dia (El inglés selló el fin de Babel), las relaciones entre alfabeto, poder y capacidad de aprendizaje deben desensamblarse de los truismos que hemos sabido conseguir.

Y al revés deben ser problematizada en direcciones como las que Emilia Ferreiro, e Ivan Illich, Barry Sanders y Pierre Bourdieu o Ferrucio Rossi-Landi(provenientes de las escuelas mas diversas) iniciaron décadas atrás, y que solo la explosión de los nuevos soportes y formas de producir conocimiento en forma colectiva (crowdsourcing, inteligencia en red, wikipedias, mesh computing) ha logrado reencender polémica y creativamente.

Como siempre se avanza retroprogresivamente. Como siempre es imposible entender estas complejidades tecno-cognitivas sin yuxtaponer enfoques antropológicos, linguísticos, históricos, epistemológicos, tecnológicos, sociològicos y la lista sigue y sigue.

Esperamos ver aflorar en el Seminario El paréntesis de Gutenberg muchas de estas interacciones, bricolages, quilts memeticos en un loop enriqueceder y sorprendente.

Referencias para profundizar

Calvet, Louis-Jean Historia de la escritura. De Mesopotamia hasta nuestros días. Barcelona, Paidós, 2001.
Cardona, Giorgio Raimondo Antropologia de la Escritura. Barcelona, Gedisa, 1999.
Clanchy, M.T. From memory to written record. England 1066-1307. Oxford, Blackwell, 1993.
Havelock, Eric A. La musa aprende a escribir. Reflexiones sobre oralidad y escritura desde la Antigüedad hasta el presente. Barcelona, Paidós, 1996.
Levi-Strauss, Claude «La lección de escritura» Cap XXIX de Tristes Trópicos. Buenos Aires, Eudeba, 1962.
Narashiman, R «La cultura escrita: caracterizaciòn e implicaciones. En Olson, David R & Torrance, Nancy, 1999.
Olson, David R & Torrance, Nancy (eds) Cultura escrita y oralidad. Barcelona, Gedisa, 1999.
Papert, Seymour Obsolete Skill Set: The 3 Rs By. Wired, 1: 02, Marzo 1993.
Papert, Seymour The Children’s Machine: Rethinking School in the age of the computer. New York, Basic Books, 1993.
Pattanayak, D.P «La cultura escrita: un instrumento de opresiòn» En Olson, David R & Torrance, Nancy, 1999.

Publicado enDiseñoEventosInteligencia ColectivaIrreduccionismoPolialfabetismos

5 comentarios

  1. […] maestro Piscitelli regresa sobre estos temas en sus dos últimas entradas: “La cultura escrita, ¿es un instrumento de opresión?” y “De la literatura como ocasión para el sentimiento a la literatura como ocasión […]

  2. […] La cultura escrita ¿es un instrumento de opresion? – En un muchas veces citado capítulo de Tristes Trópicos titulado La lección de escritura Claude Levi-Strauss patea el tablero mal, al sostener que la escritura “parece favorecer la explotación de los hombres antes que su iluminación” o, más taxativamente si cabe, que “la función primaria de la comunicación escrita es la de facilitar la esclavitud“. […]

  3. […] a dos notas en cuestión. Por otro lado del blog de filosofía Filosofitis un post referido a la cultura escrita y la función social de la misma como ¿un instrumento de opresión?. En: libros, mini blog, […]

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