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De Manuel Castells, pasando por Michel Serres hasta llegar a Alessandro Baricco

Volvimos a encontrarnos con Mariana Maggio en la primera sesión del seminario Filosofía de la innovación en la UNTREF. Esta vez coincidimos en nuestra reverencia por textos seminales ligados a la cultura digital (Castells, 2001; Serres, 2013; Baricco, 2019), y sobretodo en que estamos asistiendo a una nueva fase de la transición del mundo letrado de Gutenberg, con sus verdades monológicas, la detección de inconsistencias, la secuencialidad y la linealidad, a otro muy distinto y ortogonal con el anterior.



Si bien partimos de extremos muy distintos -dado que mi prólogo empezó con una frase canónica de Fall de Neil Stephenson ironizando acerca de los escasos 3 siglos que duró el iluminismo -y previamente Mariana me había consultado acerca de mi recepción de The Game, el último libro de Baricco, a lo que le respondí que muchas de las cosas que comentaba las sabíamos hace mucho.

En realidad ni era tan así, ni la era Cronkite fue una fantástica muralla de verdades omnímodas e interpretaciones domesticadas que nos inmunizaban frente a las fake news y a las realidades alternativas de hoy. Y al revés esa era estaba acompañada de sacerdotes (entre ellos el propio Cronkite y las tres cadenas canónicas de TV norteamericanas), de elites que tomaban decisiones por nosotros y de un horror como fue el siglo XX con sus fronteras, vallas, asesinatos masivos e intolerancia mortal de unos contra otros.

Mariana -como de costumbre- abordó una serie de temas y de problemas con consideraciones sumamente ricas, acotadas, insistiendo siempre en la veta pedagógica y muy alineada -a su vez- también con las propuestas que hizo Carlos Mundt en el mismo panel.

A medida que Mariana avanzaba, retomando los ejemplos provistos por Carlos, quedaba claro que mi falta de sensibilidad frente a la lectura de Baricco nos estaba haciendo perder una propuesta mucho más profunda e interesante que la que había hecho el mismo autor, hace un lustro atrás cuando cuando bautizó a los millenials (y centennialas) como Los Bárbaros.

Por eso en vez de profundizar y de polemizar acerca de los alcances de las distintas plataformas y modelos de innovación -a los que aludimos mencionando textos como The myths of innovation de Scott Berkum, The little Blackbook of Innovation de Scott Anthony y Mapping Innovation de Greg Satell, se nos ocurrió que podíamos insistir mejor con algunos conceptos del Baricco mas reciente.

Con el objeto -como sobrevoló en algunas preguntas- de tratar de entender ¿porqué la imaginación instituyente es tan fácilmente socavada por la imaginación instituida? ¿Porqué difícilmente podemos aprovechar los ejemplos exitosos de innovación educativa boutique y llevarlos al campo de la innovación masiva? Y finalmente ya que se trata de toolkits, ¿porqué no revertirlos sobre nuestros propios planteos, y subirnos de una buena vez al toolkit Baricco? (lo que no impide -como nos enseñó el primer Wittgestein-,  que una vez que hayamos usado esa escalera, nos desprendamos de ella. Pero no tan rápidamente como habíamos hecho nosotros su momento.

Baricco director de la Universidad de la Escritura

El filosofo de 61 años (que creó y regentea la academia de escritura creativa Holden en Turin -devenida en 2019 universidad), estudió filosofía con Gianni Vattimo, es un excelente pianista, comenzó a escribir novelas en 1991 (entre ellas la afamada Seda), ha participado de espectáculos multimedia y hasta ha dirigido una película Lezione 21 acerca de la recepcion critica de la Novena Sinfonia de Beethoven.

Para Baricco The Game era necesaria porque había escrito Los bárbaros antes de la llegada del iPhone. Esta singular obra que combina historiografía del ultramundo digital, acentuados comentarios personales, reiteraciones irritantes, pero sobretodo un desparpajo refrescante, es mas que nada una cartografía.

Un mapa para entender el nuevo mundo digital y moverse en un mundo que tanta neofobia y misoneísmo [aversión a las novedades] produce. Se trata de
un vademécum, una obra de referencia con los conceptos fundamentales y a la vez un intento de explicar los orígenes de la nueva civilización digital, su desarrollo y el encaje de los seres humanos en ella.

Analizando el mundo de los ordenadores personales, la PlayStation, los smartphones, Skype, Google, Amazon, WhatsApp, Twitter o Instagram, y también Airbnb, Uber, TripAdvisor, Pinterest o YouPorn, Baricco señala que todas esas nuevas herramientas que han ido viniendo —detalla sus orígenes— han cambiado nuestra relación con la realidad y nuestra propia concepción de ella.

Los mapas que tapizan The Game muestran adónde vamos, de dónde venimos. Qué hicimos en los últimos 40 años y por qué lo hicimos. Es el mapa para saber el viaje que hemos hecho hasta llegar aquí y nos enseña quiénes somos hoy.

Seres humanos de una civilización nueva

Su diagnóstico es contundente, somos seres humanos de una civilización nueva. Se está cerrando el arco de una civilización iniciada con Descartes en el XVII y que acabó con el nacimiento de la Mac de Apple en 1983 y la caída del Muro en 1989. Somos los primeros de una nueva historia, que durará 200 años al menos.

Después de todo el racionalismo, el cientificismo y el iluminismo solo ocuparon 3 o 4 siglos de la aventura humana. Y aunque para nosotros sean un default y una caja negra y nos cueste ponerlos en tela de juicio o imaginar su fin, estas impotencias y falta de habilidades están llegando a su fin porque una revolución mental que comenzó en California a mediados del siglo XX -las ha puesto patas para arriba.

Los héroes de esta revolución mental tienen nombre y apellido, son tanto procesos como productos, la genealogía de la rebelión puede cronometrarse y ha sido contada mil veces, pero raramente del modo en que Baricco la presenta.

La revolución mental queda -después y antes de Braicco- mas que bien balizada  al menos por los siguientes rasgos:

– desmaterialización de la experiencia
– creción de un ultramundo
– acceso a una humanidad aumentada
– sistema de realidad de doble fuerza motriz
– la postura Hombre/Teclado/Pantalla

para próximas incursiones y recuperaciones

Play, Maps, Level-up

Apretamos el botón de play con los Spaceinvaders en 1978, y de allí en mas todo ha sido aceleración, novedad, convulsión, sorpresa, lamento, rebobinar y dar de nuevo. Las fases se han desplegado sin pausa y con prisa. La época clásica fue la que mas duró (1981-1988) y nos llevó de la Commodore 64 a Google. Después vino la fascinante era de la colonización (1999-2007) que nos llevó de Napster al iPhone. Y la fase mas reciente, cerrada/abierta hace muy poco (2008-29016) va de las Apps a AlphaGo.

The Game no es un ensayo, sino un thriller arqueológico. Baricco es alguien que excava en las ruinas de una civilización para intentar comprender quiénes eran, que querían, de qué huían, aquellos pioneros de Silcon Valley que han diseñado el gran juego.«No es lo mismo ser profundo que haberse venido abajo» (María Elena Walsh)

En este nuevo ultramundo la esencia de las cosas y el sentido de la experiencia ya no se ocultan en las profundidades como antaño. Ya no hace falta años de estudio ni expertos ni gurús para descifrar el misterio, porque ahora brilla en la superficie táctil de la pantalla. Hasta un niño puede encontrarlo sin instrucciones, pulsando un ícono. Todo es extremadamente simple, veloz y divertido, como un videojuego.

De allí el titulo del libro, la metáfora que lo encarna y el esfuerzo de Baricco por tender un puente entre el viejo mundo y el nuevo. The Game es un nombre que ha acuñado para la civilización en la que estamos, que también nace gracias a un contacto con las máquinas que descubrimos al inventar el videojuego. Este se convirtió en un esquema formal que aplicamos a muchas creaciones. Hemos abierto todos los archivos. Todo está disponible.  Esta nueva civilización pixelada y vicaria -porque bombea realidad desde dos corazones simultáneos, uno material y otro de bits de información- abre una infinidad de posibilidades, preguntas y propuestas.

Pero aunque Baricco escribe sencillo y lo suena mas aun, con sus planteos ocurre lo mismo que con el smartphone, que oculta toneladas de complejidad tecnológica, cada una de sus frases es la punta de iceberg de una descomunal reflexión proveniente de uno de los intelectuales más solventes del actual panorama italiano.

La revolución digital es la consecuencia de ese cambio mental

La cuestión no es cómo estos dispositivos cambian nuestra cabeza, sino en qué momento y porqué cambiamos nuestra manera de pensar y de estar en el mundo, al punto que tuvimos que inventarnos nuevas herramientas. La revolución digital es la consecuencia de ese cambio mental. He aquí una de las tesis centrales de la obra: las revoluciones mentales anteceden a las tecnológicas y no al revés como todos creemos. Esta inversión de la causalidad da para mucho, y Baricco apenas entrevé algunas de sus consecuencias.

La otra tesis central suya es que el siglo XX ha sido el mas nefasto de la historia humana. Un siglo en el que 50 millones de personas perecieron en la segunda guerra mundial con el solo objetivo de matar por sus ideales. Un siglo donde un puñado de sabelotodos irresponsables decidieron masacrar a cientos de miles de personas acudiendo a la energía nuclear, donde otro puñado aniquiló a 6 millones de personas por pura voluntad de dominio. Un mundo dividido por la cortina de hierro y por infinidad de prejuicios, racismos, especismos y otras grietas.

El espíritu libertario de la California hippy que irradió el DNA del juego, permitía en contraste, ponerlo todo en circulación: noticias, recuerdos, ideas, personas, dinero, como ariete para derribar las fronteras. Y de paso, destronar a «las élites», a «la casta de sacerdotes» y a los expertos que nos habían conducido al desastre.

Filosofar a golpes de martillo

Baricco filosofa a golpe de martillo y por ello insiste en que lo que llevamos en el bolsillo no es un teléfono, sino un videojuego. Y si entre los riesgos del juego despuntan la manipulación de masas, las fake news, la pesadilla orwelliana del control social o la tóxica adicción a las pantallas, no se trata de nada nuevo bajo el sol. Y ello tampoco un motivo de peso para tirar la revolución digital por la borda, y refugiarnos una vez mas en las certezas analógicas.

Además, ser los primeros provoca estas reacciones de incertidumbre, aprehensión y miedo. The Game ha desarrollado un número de posibilidades enormes, y eso nos supera. Hay mucha gente asustada. Las convicciones morales son más lentas de cambiar. Ese es un cambio casi de escala geológica.

Tanto a nivel industrial, como en la ciencia-ficción nuestra obsesión con lo mas que humano se deleita con innumerables posibilidades (y a veces realidades). Para darle contexto a ese mundo ¿qué mejor que ver esas mutaciones en los propios humanos? es lo que hace de manera magistral Alessandro Baricco en The Game.

Se consigue en todas las librerías locales.

Para una reseña negativisima

Para una reseña excepcionalmente receptiva que hilvana muchos de sus conceptos con la ecología de los medios ver Baricco strikes back por Carlos Scolari

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