Saltar al contenido

El desafío de reinventarse(nos) docentes. Segunda y última Parte

Ideas vs emociones, un falso dilema

Resulta simplificador al máximo insistir en que la generación de los jóvenes en vez de manejarse por las ideas se maneja por las emociones, mientras que los adultos (que alguna vez fuimos jóvenes) lo haríamos solo por las ideas. Como la neurobiología (la obra de Antonio Damasio debería ser estudiada con no menor ahínco que la de Humberto Maturana) lo ha demostrado hace mucho, nadie se mueve por las ideas. A lo sumo algunas personas se mueven gracias a su pasión por algunas ideas.

Todos nos movemos por las emociones, algunas mas primarias, otras mas elaboradas, algunas en estado primigenio y violento, otras tamizadas por la intervención de la corteza cerebral.

Si la publicidad entiende al receptor mucho mejor que la educación es porque entiende mucho mejor al mundo emocional en el que el receptor vive como pez en el agua. Aunque escribió sobre el tema hace 4 décadas, y cuando lo hizo fue para criticar de un modo demoledor al sistema de producción de mercancías, Baudrillard entendió bastante bien al sistema de los objetos.

¿Génesis ideológica de las necesidades y nada mas?

Baudrillard fue uno de los pioneros en hacernos entender como funciona el mundo de consumo de las mercancías. Poniendo de relieve que la producción de bienes materiales y de servicios no cumple su función social si no va acompañada por la producción de deseo. ¿Para qué producir si no hay quien quiera comprar? La industria convencional necesita el apoyo de una industria del deseo. A este proceso el pensador francés lo denominó (bastante reduccionistamente) génesis ideológica de las necesidades).

Pero el deseo no goza de buena salud en todas las civilizaciones. Al revés tanto la ética griega como la era cristiana hicieron lo imposible (pero nunca lo suficiente) para contener, bloquear, disipar y finalmente diluir los deseos. Pocos filósofos contemporáneos, a excepción de Michel Onfray (retomando intuiciones y desarrollos fantásticos hechos por Gilles Deleuze hace cuatro décadas) han entendido adecuadamente el valor educativo de las sociedades hedonistas (ver en especial La contrahistoria de la filosofía)

Sociedades como máquinas de generación de deseos

Sea como fuere la sociedad postindustrial se ha convertido (buscando potenciar el hiperconsumo) en una máquina de generación de deseos que deja chiquititos los análisis de David Riesman y de Vance Packard de los años 50 y 60, convirtiéndolos en manifiestos ingenuos y en advertencias tibias e ineficientes.

La cultura del espectáculo es también una cultura del deseo, pero el cumplimiento del deseo a diferencia de lo que creen Lipovetzky y Baudrillard, no necesariamente es alienante. Ferres de pronto da otra vez en el clavo. La eficacia publicitaria se evidencia en lo imprescindible que son para los consumidores una panoplia de objetos y servicios generalmente irrelevantes o superfluos.

Lamentablemente a los educadores nos pasa exactamente al revés. Decimos poseer productos encantados (valores, conocimientos, procedimientos, pauta de comportamiento) indispensables para el desarrollo de personalidad y sus presuntos destinatarios (la Generación Einstein de Boschma).

Con una claridad y una contundencia pocas veces vista en el ámbito educativo, Ferres detecta los fenomenales déficits que hay en el ámbito educativo y cultural para crear deseo. No se sabe como cumplir esta función, hay (a veces) productos de calidad, pero no se sabe como venderlos. Se ignora la dimensión pulsional, se pasa por alto el deseo y sobretodo se hace caso omiso de la neurobiología que nos permite entender con mucho mas detalles que antaño de que estamos hablando.

El área de «seeking»

Porque fue Jan Panksepp quien descubrió en los seres humanos un área denominada «seeking» situada en el cerebro emocional responsable de provocar inquietud y excitación. Mark Solms, otro neurobiólogo esclarecido, descubrió que este área es la misma que se activa durante el sueño onírico, coincidiendo con la libido freudiana. Panksepp descubrió como neurobiólogo lo que Freud había descubierto psicológicamente.

El cerebro emocional es el responsable de todas las actividades creativas, de motivar la acción, de impulsarla y de movilizarnos. El cerebro emocional es la central energética del cerebro, generadora de las apetencia, impulsos, emociones y estados de animo que dirigen nuestra conducta.

La mercadotecnia está obsesionada por evaluar el conocimiento que tienen los consumidores de las marcas, así como el afecto que le profesan tanto en el caso de los niños como en el de los adultos. En la ausencia de alguna de las dos dimensiones es imposible actuar (vender) eficazmente.

En el caso de la educación jamás se mide el afecto o interés que despiertan determinadas contenidos curriculares. preocupa exclusivamente la dimensión cognitiva y nada la emocional. Explicar contenidos es solo una de las reglas del juego educativo

La educación debe convertirse en industria del deseo si quiere ser industria del conocimiento.

La mayoría de los docentes se consideran responsables de la explicación de los contenidos, no de la implicación de los alumnos y alumnas. Creen simplistamente que a los profesores les corresponde explicar bien y al alumno esforzarse por aprender bien y eso es todo. Pasan por alto que ser docente es tener capacidad de implicar al alumno y suscitar su capacidad de esfuerzo.

De nada sirve enseñar a leer sino se enseña (si no se les transmite) el placer de leer. Parafraseando a Kant podríamos decir que la habilidad sin el deseo es vacía, y que el deseo sin la habilidad es ciego.

El yamike (¿y a mi qué me importa lo que estás diciendo?) es el enemigo número uno de cualquier actividad de transmisión que quiere convertirse en transacción. La clave del éxito en la lucha contra el yamike obliga a que nos convirtamos en maestros de la comunicación persuasiva.

El error de muchos profesionales de la enseñanza es dar por supuesta la demanda y limitarse a facilitar el producto, a transmitirlo. La falta de motivación de una buena parte del alumnado obliga al profesional de la enseñanza a ser, ante todo, publicitario, a crear demanda. Comunicar mejor para que se venda mas. Vender a los demás las ganas de comprar.

¿Cómo juega todo esto en una cultura digital caracterizada por la hiperaceleración, la interactividad, el aprendizaje horizontal y la lectura en mosaico?

Diseñando (sin saber como) al receptor

Las tecnologías vienen vapuleadas estos días. Desde Ministros que piden autorización social para poder experimentar con ellas, hasta Presidentes de asociaciones de TIC’s, que execran los chantajes que el mercado hace sobre las operaciones de aprendizaje, y en ambos casos con meditada razón.

Una buena forma de ver el entrecruzamiento de las tecnologías con la educación es en términos de síntoma social, es decir -como bien apunta Ferrés- como causa y reflejo de los cambios sociales y personales que experimentamos a diario.

Y si bien no hay recetas mágicas cada vez que queremos pensar/reinventar la intersección tecnología/educación, no hay tampoco experto o lego que no insista en que hay que convertir al receptor en eje de la dinámica comunicativa. Pero nadie sabe como hacer esta reconversion, porque no sabemos casi nada (aparte de las proyecciones distorsionadas que hacemos sobre ellos) de la manera de ser, hacer, pensar y expresarse de los Bárbaros, Generación Einstein o nativos digitales.

Por suerte las tecnologías son reveladoras de los cambios experimentados por las jóvenes generaciones. Son un síntoma porque funcionan como medios y operan como mediaciones. Las tecnologías son mucho mas que cacharros o artefactos. Son conversaciones, pero son también el entorno en el que han nacido las nuevas generaciones.

Reinvención social de las tecnologías

Como Ilka Tuomi y Bruno Latour, como Wiebe E. Bijker y Harry Collins, como Lisa Gitman y Henry Jenkins y muchos otros desde matices levamente diferentes nos lo vienen demostrando, las TIC son invenciones técnicas condicionadas y condicionantes, en función de su especificidad tecnológica y expresiva

Hay que hacer mucha mas etnografía de la que tenemos hasta hoy (y en ese sentido revistas canónicas como First Monday aportan mucho en esta dirección), para saber en qué medida y dirección las TIC’s están cambiando (o no) nuestros hábitos perceptivos, cognitivos y socializantes.

Sin embargo así como los educadores se quejan del determinismo tecnológico, tenemos derecho a tener reservas respecto del determinismo pedagógico. Las tecnologías tienen valor como símbolo, independientemente de su uso educativo, desde su especificidad y desde los usos sociales generalizados que se hacen de ellas fuera del ámbito escolar, en situaciones de aprendizaje multideterminadas que aumentan cada día.

Cinco factores contextuales. Empeznando por sensorialidad y dinamismo

Segun Ferrés los síntomas pueden agruparse en cinco categorías empezando por la intensificación de la sensorialidad y la concreción. Mientras la imprenta privilegió la abstracción y la conceptualización, las TIC’s han ido configurando la identidad expresiva de los nativos digitales y sus usos sociales de una forma muy distinta a las pautas impresas. Como bien nos recuerda Jeroen Boschma los Nativos Digitales son mas listos, mas rapidos y mas sociales.

La fotografía y el cine y la TV fueron iconizando el universo abstracto de la imprenta. Internet empezó siendo textual por default, pero con la aceleración de los procesadores y de la transmisión, la invención del color y el aprovechamiento pleno del multimedia, Internet también ha seguido el mismo camino que otros medios iconizantes previos.

La imprenta -como bien lo recordaba Bruno Latour en un artículo maravilloso- se encargó de movilizar trazas inmóviles. Difunde pero estáticamente, traslada pero en forma incambiada, multiplica pero no pretende alterar el contenido. Las TIC’s van en la dirección exactamente contraria.

Dinamizacion sin fin

La Web tambien ha potenciado y creado un medio dinámico. Pero lo que mas ha demostrado el aumento de iconocidad, concrecion, sensorialidad y dinamismo han sido los videojuegos, tal como lo comprobamos estudiando a Geek, a Jenkins y sobretodo a Frasca y a los ludólogos.

La hiperestimulación sensorial, el dinamismo vertiginoso y la relación entre lo visual, lo sonoro y lo motriz forman parte de la definicion del nuevo medio.

Los videojuegos mejoran la coordinación motriz, la integración de estímulos visuales y auditivos. La coordinación perceptiva y neuromuscular, la rapidez de respuestas y los reflejos, con una intensidad y una omniabarcatividad nunca vista con las tecnologías de la información previas.

Estas habilidades –si bien no contradicen las textuales– tienen poco y nada que ver con ellas como bien nos lo recordaba Baricco en su ensayo canónico sobre Los Barbaros. Articularlas es, empero, uno de los desafíos mas estimulantes, pero también mas frustrantes, que vivimos a diario en el aula y fuera de ella.

Emociones Primarias, procesamiento intuitivo y fomento de la interactividad

Para Ferres la tecnología como síntoma se comprueba asimismo en el reforzamiento de las emociones primarias, la difusión de un procesamiento intuitivo de la información y el fomento de la interactividad propia de los nuevos modos de comunicar y de sentir.

Porque con una llaneza y al mismo tiempo una provocación que rara vez vemos/escuchamos en estos temas, Ferres ha cernido al toro por las astas. Los cambios de los que las tecnologías son síntoma, causa y efecto (en un proceso de circularidad causal sin fin) están vinculados a la solicitación preferente del cerebro emocional sobre el racional y mas concretamente con la activación de las emociones primarias.

Por su mayor proximidad con el intelecto, el texto escrito tiende a privilegiar respuestas de carácter reflexivo («Estar de acuerdo o no«), mientras que la imagen, por su mayor proximidad a las emociones, privilegia las respuestas del tipo emocional («Me gusta o no«).

Para emocionarse a partir de un texto escrito hay que realizar complejas operaciones mentales que llevan a «descifrar» el significado. Las emociones son detectadas «empáticamente» pudiendo evadir un procesamiento lógico de la información

Tratando la información en modo flash

Todos los procesos anteriores convergen en formas muy diferenciadas de tratar la información. Mientras que la descripción de un entorno puede necesitar de una página de texto, una imagen se nos devela en su totalidad en instantes. La actitud de concentración exigida por el texto es sustituida por una de asimilación y apertura en el caso de la imagen.

Conocemos estos procesos semióticos desde hace décadas y han corrido ríos de tinta tratando de mostrar la predominancia de uno sobre el otro, pero no hemos tomado debida noticia de las consecuencias y de la socialización de estas prácticas en la conformación de nuevos patrones perceptivos y valorativos.

Cuando Sony convirtió sus series de los años 70 y 80 en Minisodios (reduciendo de 44 o 22 minutos a entre 3 y medio y 5 minutos los capítulos enteros ) y ademas decidió no solo pasarlos en su propio canal en Myspace sino regalarlo por la red, percibió astutamente esta aceleración de la descodificación cognitiva.

El espectador contemporáneo se ha acostumbrado a encadenar, relacionar, asociar, comparar y contrastar. Todo va cada vez mas rápido. Pero tambien todo es mas sutil. Convenciones que tardábamos minutos en decodificar hace un siglo (el pasaje de la noche al dia en una pelicula por ejemplo) hoy se entienden en segundos. Publicidades que llevaban minutos en el aire, ahora se ven encapsuladas en 20 segundos y sobran para darnos cuenta de que se trata.

Internet se ha convertido en una cultura mosaico, caracterizada por la dispersión y el caos aleatorio. La cultura en la era tecnológica no es el resultado del esfuerzo por lograr conocimientos articulados, sino de una propuesta incesante del exterior con sus reglas y guiños que se nos imponen, nos iluminan, nos irritan pero fundamentalmente nos sacan de nuestros sueño dogmático. Estamos en las antipodas de la linealidad del libro. Y frente a esta constatación podemos llorar de pena o alegrarnos por la invitacion a la reinvencion del sentido.

Prosumidores e interactividad

De todo lo que estamos viendo la obliteración del poder omnipotente del autor y su sustitución a manos de la sabiduría de las multitudes, con sus riesgos y exageraciones, es una de las mas fascinantes y de mayores alcances que podamos experimentar hoy. Se trata de la interactividad que cuestiona cualquier orden fijo, que hace posible menues cognitivos a la carta.

Este panorama no hace feliz ni a los docentes ni a los padres, Ni a los Ministros ni a los forjadores de políticas. Todos se resisten a estas configuraciones y las imaginan (a veces bien intencionadamente pero muchas otras permeados de resistencia y agresividad) como meras estrategias de mercadeo o como chatura o pereza intelectual forrada en tecnoreduccionismo.

Pero poco importa esta visión de los educadores frente a una realidad que no está interesada en conciliar con ellos o buscar términos intermedios que no son ni chiche ni limonada.

Pero no estamos aquí para quejarnos impotentemente, ni para hacer leña de los arboles caídos o por caer. Partimos, siguiendo a Ferres de una situación de incomprensión mutua y de conflicto de las generaciones. Este breve itinerario recorrido juntos ha permitido identificar cuáles son las raíces del conflicto, cuáles son las causas de la discordia, y cuáles son algunos de los elementos concretos entre los cuales hay que mediar. Ya hicimos un buen recorrido del problema, ahora se trata de empezar a proponer formatos, iniciativas y propuestas para ingresar decidicamente en el tercer Milenio Educativo.

Publicado enConvergencia CulturalDiseñoInteligencia ColectivaInvolucramientosIrreduccionismoLenguajesMemeticaPolialfabetismos

6 comentarios

  1. El inconveniente es que hay una franja media, nacida en los 80, que tiene una actitud desencantada frente a la tecnologia: crecio con el VHS y hoy baja DVD por el Ares. Necesitamos etnografías de esas franjas que se apropian de las nuevas tecnologías de formas que aun no he leído.

  2. Educ. ar perdió un gerente pero la blogsfera ganó un buen posteador.

  3. Martín de la Ravanal Martín de la Ravanal

    buen artículo…en chile que nos quejamos de éstas cosas rara vez se discuten en los colegios…quien estudie el sistema educativo sabrá de inmediato que lo que nos caga (perdon la expresión pero es adecuada) es mas bien el estado de animo. sobre eso queria preguintarte: ¿Por qué no una vuelta al cuerpo tan olvidado por nuestra civilización?. para muchas culturas el centro no esta en la cabeza sino en el cuerpo, sin embargo, por lo menos en Chile hemos sido muy eficientes para olvidarnos del cuerpo, no sólo de la educación física, sino de la alimentación, la sexualidad, la expresión corporal, la agudización de las respuestas, y la educación concreta de los sentidos…

  4. Alejandro, ante todo gracias por tu enorme y fructifero esfuerzo de dilucidar conceptos y pensamientos que hace posible digerir. Gracias en otro post de e-competencias de nombrarme y de «criticar» lo que hice en las transparencias, pero no busco el lado pesimista del fracaso sino el análisis de la complejidad en el terreno de las e-competencias y de las e-skills plantaeado por gobiernos en programas como un elemento estadístico y a veces simple para generar habilidaddes. Y esto enlaza con la capacidad de generar deseo en los programas educativos, algo que no se tiene en cuenta y lo reflejas de manera clara. Gracias por está exposición y tu magnífico blog, y como dijo Tíscar en un comentario, también te busco en algún encuentro que coincidamos para alargar los lazos virtuales.
    A este post añadiría este libro recién salido que tengo entre mis manos:
    Ferrés i Prats, J. (2008). La educación como industria del deseo: un nuevo estilo comunicativo. Barcelona: Gedisa.

  5. Exelente articulo que pondrè a consideracion de los docentes de la insitucion del cual soy Rector, para ver como se ve a los muchachos de una manera diferente en este era de la virtualidad, quizas estamos despertando o empezando a conocer esta era de los Barbaros.

  6. May López Mera May López Mera

    Un exelente, analisis y reflexión de como ahora la docencia se enfrenta al reto de las tecnologias, entre competencias, tecnologías, y nuevas vías de comunicación, para la formación personal en el alumno…woow! un tema tambien de discución en la maestria que actualmente estudio, con las afirmaciones de Ferrés i Prats, J. (2008). La educación como industria del deseo: un nuevo estilo comunicativo. Barcelona: Gedisa.
    =)) saludos desde Pachuca, Hidalgo, México.
    Seguiere pendiente para nuevos temas!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *