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Categoría: Polialfabetismos

La cultura de los poslectores

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Con motivo de una nueva feria del Libro, editoriales, diarios, consiglieri, defensores del sacrosanto orden del papel, etc etc hacen lo imposible para: 1) mostrar su irreductibilidad a las modas tecnológicas, 2) hacer mínimas concesiones al universo digital que sin prisa, pero sin pausa tampoco, está poniendo patas para arriba un orden establecido hace 500 años y que por algun extraño motivo los primeros consideran eterno.

La revista Ñ (que junto a ADN de La Nación y Radar de Página/12 son núcleos privilegiados de esa resistencia) entre desganada y preocupadamente armó un informe titulado El libro y el pensamiento en la era digital coordinado por Alejandra Rodriguez Ballester & Jorgelina Nuñez. Pero por el resultado el tiro puede haberles salido por la culata porque por primera vez el balance es bastante mas duro para los libros que para las pantallas.

Abre este informe mi nota (inédita) “La cultura de los post-lectores “que dialoga con “Los libros y el pensamiento” de Gloria Pampillo. El dossier incluye además una entrevista a Robert Baensch, una pésima experiencia de lectura de e-books de Eduardo Belgrano Rawson (Francis Pisani leyó una novela entera de 600 páginas en el Kindle 2, y la gozó de lo lindo), “La condiciones de la época” sobre la poesía en Internet analizado en profundidad por Santiago Llach; “Mi blog, bitácora de escritura” de Daniel Link; “Google la nueva divinidad” por Jorge Carrión, y el que mas me gustó “La escuela me hizo odiar la lectura” de Francisco Tonucci. Como corresponde Clarín pijotea el material y no lo puso en línea. Por eso aquí subo el mío.

El bautismo de presentación de Nativos Digitales en San Miguel de Tucumán

Tejiendo futuros digitales

Un libro es una cápsula de ideas, pero sin sostén material apenas sería su visión incomunicable. Esos lenguajes privados de los que tanto hablaba Ludwig Wittgenstein. Para que el libro circule y se convierta en meme necesita de soportes materiales, necesita de impulsores y contradictores, necesita básicamente de una materialización (aunque sea en el ciberespacio).

El libro (al menos el aún físico de papel) no es tal sin el editor y el imprentero, sin el director de colección y el marketinero, sin el superlector editorial que lo evalúa y, sobretodo, si no tiene padrinos, gente que apueste a él, que estén tanto en el mercado como en la familia, que sean coautores que asisten a charlas, clases y semianrios, que son también auitores de otros libros con (o contra) los cuales el autor dialoga.

Taxonomías de los medios, ¿Un medio un fin? ¿Para qué?, ¿Para quién?

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¿Clasificar para mejor vivir?

No hay duda de que la proliferación de posibilidades, oportunidades variedad y cantidad de opciones es una característica mas que visible de esta postmodernidad tardía, que algún autor lúcido como José Luis Marina a mas que bien caracterizado como ultramodernidad.

Y que la variedad excesiva (como su recíproca su casi ausencia) son tan valoradas como temidas. Barry Schwartz ha denominado a este estado existencial como la Paradoja de la elección, mostrando con muchos ejemplos de caso, que en presencia de opciones sucesivas de oportunidades de elección, abiertas en forma arborescente y en expansión indefinida, el consumidor o cliente o usuario tiende a inhibirse, paralizarse y finalmente a no-elegir aunque, batesonianamente, esa es otra forma de la elección.

Pero hoy no estamos hablando de consumir bienes en un supermercado cada vez mejor surtido, y por ello mismo crecientemente inhibidor, sino de hacerlo con conceptos y distinciones, con definiciones y clasificaciones, básicamente con taxonomías.

La reinvención de la Academia Internacional de Tecnología y Conocimiento(AiTyC)

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Los primeros pasos

Hace un largo tiempo atras, en las cercanías del periférico del DF mexicano, se creó AiTyC, una institución sui generis, al estilo de los mejores think tanks internacionales, dedicada a reflexionar, operar, diseñar, analizar y proponer ideas y procedimientos para mejorar la articulación entre tecnología y conocimiento.

Como toda nueva entidad que se precie, AiTyC empezó en grande, con reuniones en un hotel importante, con la consabida mesa rectangular que permitió que este conjunto de personas provenientes de muchos países latinoamericanos, pudiéramos juntar esfuerzos y ganas, para generar un nuevo emprendimiento iberoamericano.

Los cofundadores oscilábamos entonces entre ser gestores en actividad en el sector público y empresarios, líderes universitarios y ex-ministros, sobretodo de educación, ciencia y tecnología, gente con mucha experiencia en liderar equipos de trabajo, habiéndose/nos desempeñado en instituciones entre medianas y grandes, y con antecedentes interesantes como para poder poner en marcha trabajos colaborativos que algún impacto podrían llegar a tener en la región.

El Flashback de los arrepentidos. Lost y el pensamiento con imágenes

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1. Ver Televisión como se nos canta a nosotros y no como quieren los canales

Que bueno que en la era del rip, mix & burn haya tantas maneras distintas de ver Televisiòn. Que suerte que las majors, tratando de escaparle a la huelga de ojos caídos de los espectadores tradicionales, publiquen las series completas apenas terminada la última temporada, permitiendo de este modo la glotonería de ver 24 capítulos (una temporada completa) en 2 o 3 días. Cuando la limosna es tan grande, a veces da para aprovechar.

Mi enamoramiento de las series de la segunda e´pioca dorada de la TV es bien tardío. Descubrí 24 haciendo zapping recién en la cuarta temporada. Ví Los Sopranos a los saltos y entrecortadamente a voluntad del programador, y asi me pasó con la mayoria de las series, hasta que decidí que la mejor forma de verlas era programándolas yo mismo, y ahí me tragué varias temporadas seguidas de 24, para descubrir (¿cuando no?) que las primeras siempre eran mejores que las últimas (la séptima realmente es mala mala).

El Hilo de Alejandro Prólogo del libro Nativos Digitales Por Francis Pisani


Ya no podemos oponer el mundo real al virtual como lo hacíamos antaño. Lo virtual es parte de nuestra vida real. Emociones y acciones reales afectan nuestro quehacer virtual. Pasamos tanto tiempo en uno como en otro y resulta cada vez más difícil separarlos.

No son mundos opuestos. Son capas más bien de una misma realidad -la nuestra- vivida en múltiples niveles tanto simultánea como alternativamente.

Es más, lo que realmente cuenta en nuestras vidas se hace online o pasa por momentos, datos, conexiones que se establecen electrónicamente. Lo determinante y lo estratégico se trasladan poco a poco a la capa virtual y conectada.

La (In)Conclusión de Nativos Digitales

El lunes 2 de marzo entra a la imprenta Nativos Digitales. Dieta cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de la participación. Si todo libro es un parto, este lo fue de quintillizos. Iniciado tres veces, postergado por innumerables razones, abarcando mucho y apretando lo que se pudo, en un mes y medio estará en las librerías. Aquí la primera parte de las cuatro páginas de cierre/reapertura.

Los libros, como la vida, como la sociedad, nunca terminan, siempre continúan. Cuando estamos dando los toques finales a uno, otros brotan como simientes y esperan que se los abone adecuadamente. Es probable que los libros futuros sean, como esas ideas que se le ocurrían a Woody Allen por centenas y que recién fructificarían, debidamente seleccionadas en sus películas diez o más años después (Lax, 2008). Que el hombrecito tiene una veta fabulosa se testimonia en sus 38 películas hasta ahora, dudo mucho de que yo llegue a la veintena de libros, aunque ya orillo la decena.

Metáforas para pensar la identidad en Facebook. ¿De allí a la utopía digital solo hay un paso?

Arquitecturas de la participación y del control

Cuando una nueva fuente de sentido eclosiona, como es el caso de Facebook, hoy, no alcanzan las palabras, los análisis, las experiencias, los comentarios, los indignados desprecios o los acalorados elogios, para tratar al mismo tiempo de entender qué estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, porqué lo estamos haciendo, hacia dónde vamos, cuál es el futuro de este nuevo espacio, quiénes lo aprovecharán mas y mejor, quiénes se quedan de uno u otro lado, a qué intereses sirve, de qué antecedentes se nutre, a qué propuestas ayuda o suma (y resta).

En el caso de Facebook, como cualquier otro ente viviente que se precie, las opiniones ya están profundamente divididas. En general los diarios (amarillistas cada vez mas) aprovechan sus usos mas truculentos o desencajados (que debido a una política de control interno muy alta de por si dejan pocos huecos para la chifladura) para asustar y vender.

Los Bárbaros de Facebook hacen de las suyas (y de las nuestras). Pagándole a Facebook en su misma moneda.


Sacrificando aplicaciones en nombre de la pureza… empresarial

En sus siempre interesantes columnas Inti Acevedo cuenta que Facebook acaba de sacrificar la aplicación “Whopper Sacrifice”. La noticia aparecida hace un par de dias atrás fue que la cínica y bien hdp aplicación “Whopper Sacrifice” de la gente de Burger King en Facebook fue retirada de la red social, por determinación de la policía del pensamiento made chez Zuckerberg. La cosa era que si a 10 de tus amigos/contactos en Facebook los sacrificabas (eliminabas), te regalaban un Whopper.

Interesante este caso, porque mas alla de que las empresas cometen todos los dias errores garrafales basados en el desconocimiento de las necesidades del cliente o consumidor, y aunque irónicamente el articulista al final sostenía que sus macanas las pagamos todos, como sucede con la crisis financiera -la cosa es infinitamente mas compleja que esta previsible invocación bolivariana al estado como garante en ultima instancia-, lo que aquí están en juego son, también, los intereses de una empresa (llamada Burger King) contra otra (llamada Facebook). O mas bien la astucia de una empresa por aprovecharse de otra instalándole un caballo de Troya, a través de una aplicacion de terceros.

Gloria y loor al Gran Negroponte

Nadie es profeta en todas sus tierras

Fernando Flores nos enseñó muchas cosas. Especialmente un truismo que casi todos ignoramos, y que las representaciones sociales alentadas por los medios, no hacen sino profundizar para mal.

La expertise y la competencia de alto nivel se ejerce en muy pocos dominios. Podemos ser grandes profesores, pero al mismo tiempo pésimos padres (o hijos). Podemos jactarnos de destilar gustos refinados, pero gritamos como descosidos desde el tablón. Podemos dárnoslas de cultos y leídos, y somos incapaces de detectar nuevas tendencias, y de ver en el autor novel de hoy, el estilo del consagrado de mañana. Y la lista sigue y sigue.