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Libertad de expresion en la sociedad de la informacion (I)

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El Simposio Parisino

Y lleguéa París. Yal día siguiente estaba en el subsuelo del edificio principal de la Unesco en el 7 de la Place Fontenay, a pasos de -porque como despistado que soy y por no leer las instrucciones primero me di una vuelta por la Rue Miollis adonde estuve en anteriores reuniones-, a pasos de la Torre Eiffel. Estaba por empezar la reunión. Los capitostes ya estaban instalados, pero el capo máximo de la Unesco, el japonés Koichiro Mitsura -sucesor de Francisco Mayor Zaragoza, que la semana pasada fue elegido Académico en Medicina en Madrid- no estaría. Muchas promesas. Pero….


Se tratbaa de una sala bastante grande para albergar unas 300 personas pero todavía no llegábamos a las cincuenta. ¿Estos chicos sabrían algo de prensa? Era temprano y estaba fresco en París así que a lo mejor la manada vendría mas tarde.

Algunos desconocidos me sonreían. No había nadie conocido y solo alguna amazona en las lejanías. La edad de los asistentes era bastante provecta -para que yo pareciera joven. Nos acababan de dar la síntesis de las discusiones hechas en los dos meses previos en donde hubo 40 participantes y unos 140 posts, la verdad que era aburridisima. Mucho lenguaje leguleyo, mucho tema de regulaciones y de políticas que habría que adoptar, pero que por algún motivo (bien concreto y seguramente difícil de levantar) nadie logra implementar o poner en la agenda de los hechos realizables -o a realizar.

Por ser el primer mundo apenas llevábamos 10 minutos de atraso. Por supuesto que no había terminado de escribir mi paper y apenas pude mandar el Power Point que está en la web y que en realidad toca temas que no eran exactamente los de la agenda -o al menos así creia en ese momento (todos los papers están disponibles en el respectivo sitio de la Unesco)

Y siendo las 9.40 se desparramaban mas excusas. Tampoco estaría en el podio el Ministro Francés de Cultura y Comunicación. Jean-Jacques Aillagon – debido a la discusión del presupuesto en el Parlamento, etc.

Y entonces le tocó hacer su aparición a un tal Mario Barbosa que es el delegado del capo Director General de la Unesco. Parece un brasileño y habló en inglés pidiendo acceso igualitario a la información, promoción de la diversidad lingáística, pero sobretodo ir a fondo en la cuestión de la libertad de expresión con lo mucho que la misma está ligada (o podría estarlo) al desarrollo de Internet.

Como se discutió en el foro on line de la Unesco para esta conferencia, Barbosa supuso que la existencia misma de Internet permite un espectacular desarrollo de la democracia (algo que está desarrollado en forma exagerada e hiperoptimista en el ultimo libro de Pierre Levy Cyberdemocratie. Essai de Philosophie Politique, Fayard, 2002 que comentaremos pronto).

Pero los funcionarios-burócratas no son ingenuos, y saben que el desarrollo de las nuevas tecnologías puede incrementar la marginación y la brecha digital (tal como ha sido demostrado en detalle en la obra de Fernando Ballestero La Brecha Digital. El riesgo de exclusión en la Sociedad de la Información (Fundación Retevision auna, 2002).

Como madre de un conjunto de mas de 180 países la Unesco tiene que dar cuenta del hecho de que algunos gobiernos del mundo están restringiendo la libertad de expresión, forzando a muchos proveedores a usar filtros para controlar el flujo de datos al mismo tiempo que constriñen la libertad de expresión (es el tema de un libro que nos regalaron en la conferencia -preparado por la Electronic Privacy Information Center Filters and Freedom. Free Speech Perspectives on Internet Content Controls 2.0.

Los temas del discurso de bienvenida fueron los mismos de siempre. Que no hay que condenar a la herramienta sino al criminal, que los peligros el terrorismo internacional no deben llevar a limitar los usos de Internet, etc etc. Para proteger a los indefensos se levanta la cuestión de la regulación que de ningún modo debe afectar el acceso a las herramientas.

La pregunta que se hizo Barbosa -que es la posición oficial de Unesco- es ¿porque debería haber mecanismos de monitoreo?, ¿quien le pondrá el monitor al monitoreador?, etc. etc.. En seguida le tocó el momento a las propuestas siempre alegres y entusiastas de la Unesco acerca de que todo saldrá bien.

Fue cuando llegó el turno de Jean Favier, un viejito simpático que parecía un Kissinger de los 70 -y que también presidiría el cierre de las jornadas. El hombre agradeció los aportes anteriores y volvió sobre lo mismo. Que es la libertad de expresión y como la misma se vive en sociedades en donde se tiene acceso a grandes cantidades de información y después pasó revista a todos los lugares comunes que se pueden imaginar sobre el tema.

Tiene razón Carlos Scolari cuando insiste que tenemos que cambiar el lenguaje si queremos decir o pensar algo nuevo sobre cualquier cosa. Estos amables burócratas del internacionalismo, hace décadas que se creen lo que dicen, que viven encapsulados en tribus de iguales y que se arroban en un lenguaje permeado de juridicismo y de lugares comunes. Es difícil seguir sus discursos por mas cortos que sean -nunca lo bastante-, dado que las referencias, las citas, los comentarios son eternamente los mismos.

Y las letanías sobrevolaron que es lo que deberíamos dar por descontado porque esta consagrado en los derechos constitucionales, lo que deberíamos poder hacer porque esta garantizado por las libertades civiles, los derechos a la privacidad, la intimidad, etc. en relación a los intentos de los Gobiernos (antidemocráticos) del mundo que violan esas regulaciones y no creen en la palabra (Occidental) -como escuchécomentarios en la televisión francesa acerca de los resultados del XVII Congreso General del Partido Comunista China, que ha permitido ingresar como miembros, a los empresarios. Para beneplácito de presentadores y comentaristas que parecen mas bien empleados de los canales privados que periodistas independientes y analistas con algo de cabeza

Ja mucha libertad de expresión, pero estaba mirando las cabinas de los traductores. Están numeradas, 1 Inglés, 2 Español, 3 Francés, 4 Ruso, 5 Arabe, 6 Chino. Como había unos tipitos en las cabinas 2 y 4 supuse que estarían traduciendo en esos idiomas. Para nada. Se colaron los traductores franceses e ingleses en las cabinas que no correspondían y entonces las charlas y conferencias si no sabemos ingles o francés, serná chino, ruso o árabe básico, para el resto. Internacionalismo si, pero no exageremos. Inglés porque sigue siendo el lenguaje koiné (comín) y francés por haberlo sido antes y porque es la sede de la Unesco.

Enseguida Jean Favier decide que es el turno de hablar del ciberespacio que se habría convertido en un espacio convivial para la diversidad cultural y lingáística. Se preservaría así el pluralismo y se ayudaría a la confirmación y la profundización de los derechos fundamentales de los hombres. Y claro la expresión que todavía faltaba mencionar hace su inevitable entrada en escena, se trata de la cultura de la paz (esto es lo mas parecido posible -por continuidad y previsibilidad- a ver La Cantante Calva de Eugene Ionesco en el Teatro de la Huchette en el Barrio Latino, ayer pasépor la puerta y me encontrécon que la están dando por 46ta temporada consecutiva, cuando vine por primera vez a París en 1969 ya iban por la undécima y me parecía una locura, ¿y ahora que?).

Ahora… somos como 90 asistentes, no esta mal. Y la palabra mas invocada es Internet con todo lo que prometería y las dificultades que estos hombres del libro ven a su alrededor -ya sea por su ausencia, ya sea por los excesos que haría posible.

¿Retorno de lo reprimido, u otra vez -como diría Mafalda- sopa?

¿Quécurioso no? Cuando vine a hacer un curso de educación a distancia en el Instituto Internacional para el Planeamiento Educativo, a pocas cuadras de aquí en 1996 (ahora tiene un sosías en Buenos Aires comandado por el excelente Juan Carlos Tedesco) los profesores, todos capos de la Open University de Londres y de Amsterdan ni siquiera hablaban de Internet. (En vez ahora hasta tenemos Guias Unesco de la Capacitacion a Distancia para la Formacion Docente. Has recorrido un largo camino, muchacha!

Ahora apenas 6 años mas tarde me encontréen una reunión pletórica de referencias al ciberterrorismo, la cibercriminalidad, la ciberregulacion y (ojalá!) la ciberlibertad.

Favier dijo algo llamativo rematando su exposición, porque de pronto todos aplaudieron y después le tocó el turno a Roger Debaybe que como corresponde en este universo de gente tan sensata y cortés lo primero que dijo es que no se animaba a decir nada mas, porque Favier, aunque solo estaba abriendo el coloquio, en realidad ya había llegado -con sus espectaculares desarrollos- a sus conclusiones. Que rápido que pasa todo cuando recién estamos en la sesión inaugural, la adulación (supuesta, porque aquí mucho es maneras cortesanas) termina concluyendo el congreso antes de iniciarlo al mejor estilo de Stanislav Lem. El hombre sesea y como los anteriores lee, y lee y lee.

Pero hizo sus deberes y ahora esa sazonando su discurso con datos acerca de la Brecha Digital, insistiendo en que no puede haber libertad de expresión en Africa donde existen países como Nigeria donde hay una sola persona conectada cada 25.000 habitantes, mientras que en USA y Europa la relación es 1 de cada 3 personas y sostuvo que en el mundo era de 1 a 30, aunque en realidad es de 1 a 12. Y bueno las cifras siempre son resbaladizas y quien las pisa mal se cae fácilmente.

Por lo menos el hombre aceptó que Internet es tecnologicamente -pero sobretodo conceptualmente- compleja. Porque Internet es sobretodo conversaciones, y los yanquis mas que ningún otro están obsesionados con intervenir en estas conversaciones, con filtrarlas, controlarlas.

Y ahora le toca darle palos al sistema de organización de los medios de comunicación, de los conglomerados multimedia, que tienen satélites con lineas ociosas por millares sobrevolando al continente africano, pero que no están interesados en lo mas mínimo, en que sean usados para bajar los precios (como pasó hace unas décadas con las hambrunas etíopes mientras que en Europa se quemaban toneladas de manteca para que los precios no bajaran).

Obviamente Internet es un bien y servicio cultural y como tal debe ser tratado en el contexto de las problemáticas culturales de las que algunos gobiernos del mundo están insistiendo en hacerse cargo.

El tipo tiene garbo. Acaba de contar una linda anécdota acerca de la preocupación manifestada por la ex-presidente de Finlandi,a quien en esta misma sala hace un tiempo en ocasión de una conferencia sobre Nuevas Tecnologías y Lenguajes protestaba porque su idioma, que solo es hablado por 230.000 personas quería tener mucho que decir en este mundo de la tecnología. Y Dehaybe le respondía -con la cortesía seseante que lo caracteriza- que hay 40.000.000 de swahilis, que a pesar de ser tantos tienen mucho menor acceso que los finlandeses a la tecnología.

Llegó el turno final en esta sesión inaugural para Isabelle Falque-Pierrotin, que tiene un look lánguido -como si se tratara de Catherine Deneuve pasada a través de un photoshop atristonante- que resumió el documento del que les habléal principio compuesto por algunos participante y muchos ausentes a través de un foro electrónico.

Siguieron las redundancias y las repeticiones. De todos modos quedó en claro que la barrera mas dura sigue siendo la lengua, donde el inglés con un supuesto 52% de internautas (pero con muchisima masproporción como contenido) tiene la hegemonía al controlar su circulación -en la sesión de la tarde se retomó la cuestión con mucho detalle, generándose un buen debate sobre el tema).

Por supuesto que también están los problemas de la discriminación sexual (especialmente proveniente de Africa), la formación de los usuarios y el nivel del equipamiento que muestran una vez mas que Africa es el mas olvidado en todos estos procesos. Como la señora es extremadamente correcta saltó fácilmente de la falta y del ninguneo a las amenazas negativas que plantearían el exceso y la criminalizacion del medio.

Según Falque-Pierrotin el control debería pasar por la auto-censura y la auto-regulacion, a través del debate y las lineas editoriales. Porque para los franceses y los europeos (y sus zonas de influencia cultural, étnica o lingáística) la ausencia de regulaciones vuelve peligroso el carácter absoluto de la libertad de expresión.

En el foro de discusión electrónica, la mayoría de los participantes insistió en que hay que tratar de generar una tercera posición (en realidad es la segunda matizada) -aunque ello se debe a que quienes intervinieron fueron básicamente africanos y europeos- que hay que tener en cuenta las consecuencias del 11-S y la promulgación de legislación restrictiva sobre la libertad de prensa en aras de la razón de estado.

Y Falque-Pierrotin se despachó a continuación con una normativa acerca de la elaboración de nuevas reglas de usos que tendría que tener un gran peso acerca de como aprovechamos la red, buscando aliarnos con una gran cantidad de agentes y actores de la sociedad de la información.

Y entonces se descubrió (bah descubrí yo que ando un poco miope epistemológicamente) quéandaba detrás de toda esta movida. Se trata inequivocamente de una fuerte colusión de intereses acerca de la libertad de expresión entre los yanquis, que por un lado promueven el debate abierto, pero al mismo tiempo imponen restricciones gubernamentales en favor del combate al ciber-terrorismo (en un depsliegue de cinismoi e hipocresía increíble), y de los europeos que andan atrás de algo muy distinto que es la defensa del espacio cultural europeo, etc. etc..

Y terminó la sesión de apertura y hay 10 minutos de espacio para que empiece la primera mesa redonda -y aprovechamos el entremés para comer ricas croissantes y otras patisseries locales-.

Y se largó la primer mesa redonda del coloquio

Gran decepción gran. No fue de la partida Lawrence Lessig. Y aunque no le consegui su primer libro a Gaby, igual la tristeza de no verlo fue grande. Igual hubo una buena compensación. Al día siguiente cerraría el coloquio Philipe Queau que -además de autor del excelente Lo Virtual. Virtudes y Vertigos– es el director de la División de Ciencias de la Información de la Unesco. Lo que demuestra que a veces gente capaz llega a lugares importantes, je.

De pronto me asaltó una nueva duda. ¿Y si el CD que había grabado en Barcelona con la presentación -que mucho no tenía supuetsamente que ver con lo que estaban hablando en la ruenion- no funcionaba, porquehabía sido grabado en una iBook -con un programa bastante primitivo que no me hacía suponer que le hubiese dado el formato ISO-9600, compatible con las PC?

Je como los argentinos somos muy improvisadores, y a tenor de lo que había hablado con Flavia Ricci en el hermoso Restaurante Salambo en el Barrio de Gracia en Barcelona, hay que innovar e innovar.

Como la tecnología siempre falla, no pude conectar mi Palm a la computadora, ademas no me pude conectar a Internet desde el hotel porque el numero de AOL Francia queesta publivado en la web no funciona (estaba decididamente mal como me confirmo el servicio local parisino)- entonces lo único que pude hacer fue troncar la versión web de la presentación en tres (porque los archivos no pueden contener mas de 2000 caracteres) y meterlos en el iPod.

Pero ademas inventéuna presentación en papel en un rato. Pero en ese momento una de las hermosas organizadoras (se trataba de Catherine Souyri con la que tendría un agradable almuerzo el segundo día del congreso) me confirmó que contrariamente a mi intuición catatrofista había llegado mi presentación desde Barcelona, y que ya estaba cargada en la PC que estaba en la mesa controlando a uno de los cañones mas grandes que he visto en mi vida.

A esa altura tenía entonces la versión en papel, la versión en el iPod y la versión en la PC y las tres a veces concordaban y a veces no y solo tendría -como el resto de los participantes- 20 minutos para hablar. Que intríngulis.

Y se largó la primera mesa de la mañana (son tres en total, con una sesión de cierre) con las presentaciones de Burton Caine , profesor de derecho en la Temple University de Filadelfia (que reemplazó a Lessig sin saberlo) y de Owais Aslam Ali de Pakistán (con quien cenaría al día siguiente), que es el secretario de la fundación de prensa pakistaní.

Sorpresa…tenia que estar en la mesa toda la mañana y no había subido y cuando lo hice corriendo proque vi mi nombr een el estrado, confundí -con esa anti-diplomacia que me caracteriza- a Baptiste con Caine. Y al lado estaba la Toshiba, con la presentación cargada.

El enjuto de Caine estaba a mi izquierda, con barbita y cara de malo (al final resulto mas bueno que Lassie, ay los prejuicios que nos arrancan la vida) y leyó concienzudamente lo que trajo con el. En la sala había una 60/70 personas y el show continuaba.

Eric Baptiste al iniciar el panel se hizo las preguntas básicas de la mesa, acerca de la emancipación o de la represión que conlleva Internet, leyó unas notas escritas a mano en un cuaderno amarillo, había 100 personas y se me aceró Gustavo Arambarri consejero de la Embajada Argentina en la Unesco (así como apareció y se quedo para mi charla desapareció y no se le vio mas el pelo, esos si que son aparecedores errabundos).

En la primera fila permanecieron dos de los pescados gordos de la presentación original y largó Caine. El hombrecito estaba muy enojado con los franceses e insistió permanente -como libertario absoluto que resultó ser- en que la libertad de expresión en Internet debe ser absoluta y sin excepciones.

Si no se puede lograr en forma absoluta y determinada entonces convendría aplicarla al menos en cuestiones publicas (public issues)

También insistió en que se debía poder decir cualquier cosa en la red, mas alla de cuan ofensivas, viles o molestas estas pudieran ser.

El tercer principio que postuló, insistióe en que no se puede tratar de hacer un balance entre lo bueno que pueda ser lo que se dice contra lo malo que puede provocar.

El cuarto y ultimo principio insistió en lo mismo y en lo mismo. En que hay que proteger bajo todo concepto a la libertad de expresión. Al día siguiente Bruce aterrizaría con los botines de punta en contra de los abogados franceses que plantearon regulación, autorregulación, censura o control a destajo.

Y después habló Owis Aslam quien empezó agradeciendo a la Unesco, como se debe hablando de la oportunidad del evento. En ese momentoa hubo todo un lío con las computadoras y perdimos el hilo. Pero el discurso de fondo fue siempre el mismo, lo que promete Internet, su penetración en las áreas rurales, el rol de organizaciones no gubernamentales en su promoción, etc.

El hombre le echó mucho la culpa a la política internacional, especialmente al atentado a las torres como responsable del intento de imposición de control y de censura a la red.

Siguió el caos con la computadora con la que no se puede conectar el hombre de los Emiratos Arabes Unidos (que terminaría siendo mi mejor amigo del congreso) y ahora le pasan la palabra al próximo expositor que es un fanático de la nueva ciudadanía

Nueva ciudadanía tentativa y el poder de los medios electrónicos

Se trataba de Andre Santini una especie de Kruschev en su plenitud. Destilaba humor y se tombaa el pelo a si mismo como teleevangelista. Las tecnologías de la información hacen posible según Santini un nuevo tipo de ciudadano. Gracias a Internet los ciudadanos podrán mejorar su conocimiento de la política, de los desafíos, de la renovación de las democracias.

Se trataría la revolución mas importante sobre la opinión publica desde la invención de la imprenta (epa me estbaa dando un pie este hombre). Dio ejemplos de como ciudadanos comunes empezaron a controlar a los elegidos. También insistió en como nos intenta domesticar la tecnocracia y cuan molesta es la jerarquía de los jefes (aunque estamos rodeados de esos especímenes en la Unesco). Por fin alguien bajó a tierra y habló de cosas concretas.

La política debe hacerse en linea, la tecnologías incrusta en la vida cotidiana, pero al mismo tiempo hay una incomprensión y un desinterés mutuo entre política y tecnología, siguió Santini. Internet cuestiona la legitimidad tradicional, la que se desplaza hacia la comunidad. Contó una anécdota simpática del fundador de Satchi y Saatch que ante cualquier consulta se detenía, sacaba un cartónde su bolsillo y conciliaba cualquier discusión o cuestionamiento leyendo en ese secreto cartón el mensaje -que nadie salvo el conocía- «y si el otro tiene razón».

De pronto Santini hizo una buena referencia a Regis Debray y a su visión de que el poder siempre ha sido poder del Estado gracias a su monopolio de la comunicación.

Pero comunicamos no son solo con los medios y a través de las rutas de transporte. Desde la canalización del Nilo, pasando por las autopistas romanas, hasta llegar a Luis XI y el correo real compartido, lo que ha habido por parte de la gente es una apropiación creciente -y cada vez mas democrática- de los medios de comunicación.

Internet no es una tela (concepción peyorativa de la red) que trataría de recubrir el mundo, sino nuevas posibilidades de comunicación y de democratización potencial y realmente fascinantes.

El pelado fue una máquina de hablar bien y de dar ejemplos. Aunque mi francés es muy bueno me costaba seguirlo, cambiaba permanentemente de registro, enfatizaba como se debe, era un actor de los míos y al final se enloquecio con la cuestión del voto electrónico, dando ejemplos de que en muchos lugares el voto electrónico funciona -y sino que lo diga Lula- mientras que en Francia, cartesianamente se sigue desconfiando de todo lo que no huele a tinta y papel.

Conto ejemplos de votos cibereuropeos y el coordinador se puso nervioso con la cuestión del tiempo y hasta entonces no habiamos tenido mas que expresiones verbales, leídas, improvisadas, sintetizadas, je ahora que se venía el show multimedia, ¿lograríamos movilizar un poco a estos europeos y a algún extranjero?

Cerrando la exposición Santini habló de los alcaldes latinoamericanos y de lo innovadora que ha sido las gestión de presupuesto participativo como en el caso de Porto Alegre. Y sigue el baile.

Y bueno yalo hice -mi presentación ya fue. Duró 20 minutos clavados, y hasta hice algunos chistes y protestéporque el castellano no era un lenguaje oficial del congreso. Pero parece que el efecto logrado fue positivo.

Otra vez el íltimo expositor seguía peleando con la máquina,ven los peligros de ser el ultimo. Tenía un diskette y un CD y salió corriendo de su maquina y se vino a la que tenia yo. Ya habíamos perdido como 10 minutos y no había pasado nada.

Finalmente fue muy buena la» intervención de Basyouni (un nombre japones) Ibrahim Hamada que está entera en el sitio web, porque me di vuelta para leerla en el Power Point finalmente proyectado, y no pude escribir nada. je Y después nos fuimos a comer.

No había acabado de bajar del estrado cuando se me acercaron varios personajes, que muy amablemente me extendieron sus tarjetas y me dijeron que les había encantado la presentación.

De pronto me encontrécon Christine Maxwell, arquitecta de la información, hija del fundador de la revista de Arte y Tecnología Leonardo que tenia en sus manos el ultimo ejemplar de la revista dedicado a Nueva York (lastima que no me regalo uno), y también me encontrécon Said Essoumali, que trabaja para el Centro para la libertad de Expresión en el Oriente Medio y …frica del Norte, y con Peter Noorlander que hablaría a la tarde que se quedó mas que enganchado con los weblogs, y también conocí a Jeanne Girardot vicepresidente de Internews Europa que lee castellano y dijo estar también muy interesada en nuestros weblogs.

Jeanne me confeso al día siguiente que mientras yo hablaba el alemán que la acompañaba le decía que mi presentación era caótica a lo que la gentil señora le respondió que así operan los genios (o los que nos disfrazamos de tales). Ojo que está fuera de target y exageró pero capto bien el mensaje y el estilo.

Y seguían cayendo tarjetas. Después fue el turno de Basouni Ibrahim Hamada que es del Cairo pero trabaja en los Emiratos …rabes Unidos y que hizo una excelente presentación y del cual ahora se bastante porque despues compartimos el almuerzo.

También me dejo su tarjeta Eric Baptiste quien me dijo que Philipe Queau estaba por allí cerca, aunque lamentablemente no lo vi en el almuerzo y tuve una buena sorpresa cuando me toco almorzar teniendo del otro lado a Burton Caine, el primero en hablar en la mesa de esta mañana que demostró ser un anti-Bush enconado y un tipo muy sensible y entretenido, aunque estaba muy preocupado por el menú -no quería comer carne parece.

Ah si claro comimos en el restaurante del 7mo piso de la Unesco que tiene una vista impresionante sobre la Torre Eifel y la Escuela Militar.

Los caballitos bailaban mientras nosotros comíamos como locos. Y en ese mismo séptimo piso encontréunos regalos de Bali que pase a comprar rápidamente gracias a los pocos euros que me dio la Unesco -que nos trato con suma eficiencia y gentileza pero que no organizo ningún evento social, que no hubiese estado nada mal.

Y ya habían pasado varios minutos y a la gente le costaba volver porque todos habíamos comido y tomados como locos.

Claro, pasépor la librería de la Unesco que conserva algunas cosas buenas pero todo aquí tiene un aire a tan apolillado y viejo. Nada que ver con esas escenificaciones que vi en varios libros acerca de los espacios extraordinarios. No hay vuelta, el hecho de que los edificios no puedan autorecrearse solos, conspira contra su credibilidad. Se trata del terrible destino que le toca a todo lo construido que se va destartalando acorde con la la fecla del tiempo (entropia). La cantidad de plata que hay que poner para renovarlos nos hacen añorar edificios que fueran como mariposas, una evolución permanente creativa de los espacios, en vez de estos gigantescos y toscos anfiteatros donde hay mas expositores que publico, y donde mas alla de las buenas intenciones, la Unesco gasta decenas de miles de dólares para que los supuestos expertos -que somos nosotros- apenas podamos hablar 20 minutos, no haya ronda de preguntas o respuestas, por falta de tiempo y todos los contactos haya que hacerlos en forma extraoficial.

Ademas la tecnología se retobaba permanente y a excepción de la increíble suerte que tuve de que todo lo mío anduviera de primera, el resto ha sido lamentos y confusiones. (Continúa en uan segunda y última entrega).

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