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¿Nucleo tan perverso el del cristianismo? Uhmm

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¿Provocación o reflexión? ¿O las dos? ¿O ninguna?

Quien se anime a poner como titulo (El títere y el enano) o como subtítulo (es este el caso aquí El núcleo perverso del cristianismo) de un libro tiene que tener agallas, y ademas debe ser capaz de sostener un discurso y una practica teórica que va a encontrar inmediatamente detractores y antagonistas, interlocutores ofendidos y adlateres a los que no les temblara el pulso para devolver el mandoble con renovada fuerza.

Y dado el empequeñecimiento de figuras culturales que estén en su plenitud (es decir entre los 35 y los 65 años) como para poder seguir pensando contra y sobretodo para, atendiendo simultáneamente al valor inescindible de lo mediatico, no desconocer el poder de los argumentos verbales, son seguramente muy pocos los candidatos que pueden integrar este tinglado memetico.


No hay que hacer demasiado esfuerzo para imaginar quienes pueden ser los portadores de un estandarte tan poco filosóficamente correcto. Si no es Peter Sloterdijk seguramente será Slavoj Zizek, sino es Alain Badiou seguramente será Jacques Ranciere y no creo que haya muchos mas nombres para contar.

Pues se trata precisamente del Slavoj argentinizado que ahora vive 6 meses por estos lares casado como esta con Analia Houdie su supuesta compiladora de Violencia en acto. Conferencias en Buenos Aires.

Como el hombre no escatima presencia ni le huye a las aglomeraciones y parece encantado con las travesuras intelectuales que provoca -al mejor estilo Alan Sokal– se ha lanzado en esta nueva obra -publicada originalmente en alemán en el 2003 y que será presentada en la Feria del Libro en Buenos Aires el Martes 3 de mayo a las 19- a remover el avispero.

Venerando a Lacan

Ni bien uno se asoma a esta nuevo pergeño de Zizek surgen algunos temas recurrentes como la veneración hacia Lacan a quien Zizek ya cita en la introducción remitiendo a su definición del Espíritu Santo -en el seminario Libro 4 La relación de objeto- como a la entrada del significado en el mundo, es decir la pulsion de muerte.

Pero la llamativa novedad proviene de algunas aristas inesperadas de la reflexión. La primera es que tenga al cristianismo y a sus mediamorfosis como horizonte de reflexión de todo el libro y en particular a la figura de Pablo (escatimando deliberadamente el San) como indiferente hacia la figura humana de Jesús.

La segunda sorpresa proviene de los autores y de los recovecos usados por Zizek para repensar al cristianismo, al que rechaza como a la peste, ya sea imaginando/invirtiendo como es propio de la metodología de Zizek todos los pasos convencionales y dando vuelta a las preguntas, ya sea enriqueciendo su recorrido con un pasticho de citas muy bien elegidas.

Empezando con un autor poco reconocido por estas pampas como es F.W.J.Schelling En las edades del mundo (Akal, 2003) quien sostiene que no fue tanto que Dios se hizo hombre como acto de gracia sino al revés porque solo encarnándose pudo Dios alcanzar la plena realidad y liberarse de las sofocantes limitaciones de la eternidad.

Para explorar esta pregunta Zizek salta de G.K.Chesterton, a Judas como amigo o traidor de Jesús, pasa por el inevitable Temor y Temblor de Soren Kierkegaard, visita a Buda y al Tibet virtual y termina con el zen en la guerra, con Caetano Veloso, con el Bhagavad Ghita. Impresionante salto memetico sin paracaídas ¿no les parece?

Con una habilidad que nunca termina de maravillarnos una vez dada vuelta la pregunta Zizek encuentra siempre un autor o provocador que la vio en forma prístina pero que seguramente fue ignorado por la tradición o directamente ninguneado como mero advenedizo.

¿Bajar hacia los hombres o subir hacia Dios?

En este caso se trata de G.K Chesterton que en su poca conocida obra Ortodoxia (FCE, 1997) descubrió astutamente que si en la forma corriente del ateísmo, Dios muere para los hombres que dejan de creer en el, en el cristianismo Dios muere para si mismo. Al preguntare Dios por que lo abandono en la cruz esta cometiendo la herejía mas poderosos que pueda sufrir un cristiano, renegar de su fe.

He aquí el núcleo perverso del cristianismo desentrañado por Chesterton y santificado por Zizek. ¿La caída de Adan y Eva fue mera tentación o no fue mas bien una astuta trampa que les puso Jesús para poder salvarlos después de la caída?

Lo mismo se aplica a Judas. Puesto que su traición era necesaria para que se cumpliera la misión de Cristo ¿no necesitaba Cristo de esa traición? ¿En vez de traicionarlo arteramente -como nos ha vendido sacrosantamente la tradición- no habrá cumplido Judas la orden secreta que Jesús le dio para traicionarlo?

De esto -que no es moco de pavo- trata esta obra tan singular que se me antoja mucho mas rica e interesante que varios de los libros anteriores de Zizek, dedicados en demasía a la lacanizar la cultura popular.

El aporte llamativo de Chesterton es precisamente vincular este núcleo oscuro del cristianismo con la oposición de lo interior (la inmersión en la verdad interior) y lo exterior (el encuentro traumático con la Verdad).

El budista mira particularmente absorto hacia adentro. El cristiano observa frenéticamente absorto hacia afuera.

El nudo ético de este asunto no esta en Judas, sino en Cristo mismo, ¿para poder cumplir su misión estaba obligado a recurrir a semejante oscura y archiestalinista manipulación? ¿O se puede interpretar la relación entre Judas y Cristo en una perspectiva diferente fuera de la economía libidinal perversa?

El éxtasis (no la pastillita) tampoco es lo que era

En esos saltos tan arrojados a los que nos acostumbra Zizek (el rey del bungee jumping memetico), y en esta obra mucho mas feliz que las anteriores inmediatamente le pasa la palabra al escritor C.S.Lewis autor de Cautivado por la alegría que hace una imborrable descripción del éxtasis no en los términos usuales del extrañamiento, la penetración multiorgasmica de ángeles o de Dios sino, que la describe como experiencia comunes y corrientes.’

Siguiendo el testimonio de C.S.Lewis la decisión es puramente formal. La decisión de decidirse sin tener clara conciencia de sobre que esta decidiendo el sujeto es incalculable y no resulta de una argumentación estratégica, es una acto libre aunque uno no podría hacerlo de otro modo, solo después se lo subjetiva y encima resulta desagradable.

Zizek golpea una y otra vez sobre el mismo tema, cada aspecto de la tradición en cuestión (el cristianismo, el misticismo, el zen) que conduce a una deformación monstruosa son exactamente los mismos que ponen el énfasis en la compasión apasionada y en la paz interior.

Por eso Zizek insiste en que la oposición debe establecerse entre la Compasión universalmente abarcadora budista y el amor violento e intolerante cristiano. La posición budista es finalmente la de la Indiferencia, la de sofocar todas las pasiones que pugnan por establecer diferencias, mientras que el amor cristiano es una pasión violenta por introducir una Diferencia, una brecha en el orden del ser, por privilegiar algún objeto a expensas de los otros.

Hasta ahora nos hemos engolosinado bastante con Zizek. Pero ya que el mismo nos insta a hablar de títeres será quizás momento de empezar a desconfiar de sus habilidades como titiritero.

Zizek es bien enrevesado, y esta lleno de hallazgos y trampas simpáticas. pero en el fondo lo que hace es bastante previsible y una vez que uno le toma la mano, hasta aburrido. Se trata siempre de dejar pagando a las interpretaciones naturales y habituales y darlas vuelta como un guante, marxo-lacanizandolas.

Marxo-lacanizando las interpretaciones naturales

Después de todo la perversión del cristianismo denunciada por Zizek no tiene nada que ver con la rebelión sadeana, unida a la alianza inconsutil que vincula la voluntad de dominación contrariando el supuesta cuestionamiento de la autoridad prohibida que supuestamente quiere desafiar.

Para Zizek la transgresión cristiana opera siempre y cuando el sujeto perverso crea en la existencia de un Gran otro sociosimbolico. Zizek, repitiendo a Lacan (otro que se creia una langa epistemico total) invierten el dictum de Dostoievsky.

En alguna clase de filosofía mal habida seguramente alguien nos dijo alguna que vez que si Dios no existía todo estaba permitido. Lacan jugando a los calambours y a las inversiones dio vuelta la formula e insistió que Si Dios esta muerto entonces nada esta permitido.

En esta peculiar lectura – que hasta cierto punto es interesante pero que al invertir a la otra termina desfondándose- el perverso necesita a Dios como gran otro prohibidor para poder sostener y mantener su especial economía libidinal

Por eso dice Zizek que la perversión esta ligada finalmente a construir y mantener a ese gran otro haciendo lo imposible para evitar la confrontacion con su no-existencia

Para Zizek la Cristiandad solo puede convertirse plenamente en si misma, autodestruyendose, descartando sus vestimentas teológicas y afirmando su confrontación atea con la ausencia de todo gran Otro mas alla de la comunidad de sus seguidores

A través de una variada gama de fuegos de artificio Zizek vuelve allí de donde partió a imaginar que el Cristianismo es la religión del ateísmo. Pero claro esta es la visión y la lectura recomendada de Zizek, bastante preocupado por el olvido creciente del lacanismo y del materialismo histórico en Occidente (a excepción tal vez de París y Buenos Aires y en círculos cada vez mas esotéricos y auto-marginados).

¿Logorrea zizekiana?

Puede ser que Zizek nos divierta o no. Que no espolee y provoque mas o menos. Puede ser que encontremos en sus simbiosis de lo teórico con lo popular un atajo para entender mejor, o simplemente un mecanismo para cuadricular insiste y machaconamente los vaivenes de lo real, de lo que no queda duda es de que su propuesta es bastante incomprensible-.

¿Que conseguiria el Cristianismo (claro este no es el proyecto del Papa pasado, y seguramente no lo será del que viene) autocancelándose? ¿Qué brotaría de las cenizas de una implosión generada desde dentro del propio cristianismo? ¿Que ganaría el cristianismo al abrazar un ateísmo que seria la culminación de la teología monoteísta? A lo mejor Zizek se digne esclarecernos sobre estos puntos en el futuro próximo, pero en lo que va de esta larga y difícil obra la respuesta dista se ser convincente o atrapante -y eso que nosotros somos bastante poco creyentes al mejor estilo de Fernando Savater

Por de pronto en muchos pasajes de esta obra provocativa pero al mismo tiempo profundamente reactiva lo que vemos es a un adalid del lacano-marxismo cada vez mas preocupado y confundido por el fortalecimiento insidioso del cristianismo y por la reaparición (¿inesperada? de lo ontoteologico que creiamos muerto y sepultado, a manos de una neomaterialismo consumista e hipocritico.

Hacen falta mucho mas que bellas fórmulas, astutas maquinaciones, laicas indicaciones y una facilidad enorme para dar vuelta las posiciones ortodoxas, si se quiere desarrollar alguna heterodoxia que realmente valga la pena. Por de pronto lo que vemos en cierta logorrea de Zizek es un enorme ruido pero bastantes pocas nueces.

Una lectura totalmente opuesta de Zizek con innumerables links a su obra y biografía

Pagina oficial de Zizek


Publicado enIconoclasia

5 comentarios

  1. Christian Schwarz Christian Schwarz

    No he leido el libro de Zizek, aunque por lo que contás no aparece nada revelador ni original. La dualidad de Cristo hombre/Dios está más que explorada y repreguntada en siglos y siglos de teología, filosofía, literatura, pintura y demás. Es difícil encontrar hoy en día una visión original a más no sr desempolvar algo del siglo XIV ya olvidado o hacer algún enfoque «nuevo», sin saber que ya se lo hizo hace siglos. Hya ciertos pesnadores o intelectuales que creen aportar algo nuevo cuando ya se ha planteado desde hce años desde dentrod e la Iglesia o dentro del cristianismo hece cientos años.

    Lo más interesante y asombroso que leí últimamente es el de u sacerdote que propuso recosntruir la Iglesia en Perú en el siglo XVI. Lima sería la nuevca cudad sagrada ya que Roma estaba acosada por el avance de los turcos (als ciudades santas precedentes fueron Jerusalén y Costantinopla). Más, se consideraba a los pueblos andinos (incas, nazcas, chimúes, etc.) como la tribu perdida de Israel, en parte cosiderado esto pr las «similitudes» de la religión incaica con el monoteismo judeocristiano y por su actitud redentora frente a los otros pueblos aborígenes. Muy interesante.

    En cuanto a lo de Judas, es interesante el cuento de Borges en el cual plantea que el verdadero Cristo es en realidad Judas, ya que fue el que realmente se entregó y ofreció su vida a cambio de quedar estigmatizado eternamente. Truquitos lógico-matemáticos de JLB siempre interesantes y brillantemente planteados.

  2. Costábile, Eduardo Costábile, Eduardo

    He leído «El títere y el enano» de ZiZek, es el segundo que leo de él, el primero fue «El sublime objeto de la ideología». Creo que lo más importante de la literatura de Zizek es su intención, creo que lograda, de abrir lo textual como si fuera una fruta, en busca de un carozo…que sabe que no va a encontrar, porque la dureza la dan sus capas de cebolla (Barthes dixit). Y al darlas vuelta nos pasa lo que señalaba Stendhal…al levantar la piel de un rostro, en qué se transforma una sonrisa?. Y desde luego nos provoca a acompañarlo. Imposible hablando de Zizek que no nos aparezca la idea lacaniana de la roca dura de la castración simbólica…¿es algo más que un obstáculo que se expresa por su efectos?. ¿Busca Zizek LA palabra plena?…no creo que con esperanzas, aunque tal vez no pueda evitarlo; juega y nos hace jugar con el lenguaje y la imaginación, pero como decía Borges, con la seriedad con que juegan los niños. He cerrado muchas veces el libro durante su lectura y me he desviado a otras especulaciones. Leer a Zizek es permitirse dudar de ciertas certezas y reformular viejas preguntas cuyas respuestas, como no puede ser de otro modo, finalmente deberemos arriesgar nosotros.

  3. Hélène Fluxor Hélène Fluxor

    Una simple mención que incide sobre las múltiples voces en una voz: la cita acerca de recuperar «la seriedad que tienen los niños al jugar» que menciona Eduardo es del aforismo «La madurez del hombre adulto» de Nietzsche. Entonces, habría que decir: como decía Borges que decía Nietzsche. Salvo que queramos jugar a cambiar los nombres, cosa a la que no me opongo, porque como decía Nietzsche: «Ciego a las culpas, el destino puede ser despiadado con las mínimas distracciones». O como decía Marx: «sólo sé que no sé nada». Ironía a la carta, nada más. Saludos.

  4. alex alex

    por favor si alguien tiene el libro de ortodoxia (gilbert klein chesterton) les pido de favor que me lo pasen.. este es mi email… slb_judas@hotmail.com

    estos tipos de temas siempre me an interesado…

    !q sabios!

  5. graciela graciela

    interesada en el tema encuentro con sorpresa la aceveracion que si Dios no existe todo esta permitido…o su antítesis todo esta prohibido.A mis 17 años en una clase de teología con el padre Basso-dominico-planteada esta situación mi respuesta fue «tendríamos una inmensa responsabilidad».¡Pasaron tantos años de aquello! y sigo pensando igual;solo que ahora se que la gran mayoría lleva otro registro.
    Ese registro parese superyoico ,una idea de un dios que normativisa…si ese dios muere no hay ley y lo permitido o no permitido queda sin regidor.Mi idea era un dios que cuidaba la vida.

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