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Las peores entrevistas de la historia… Se repiten cada dia. Cuando la excepcion no es la regla

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Otra ves sopa… sebreliana

En su fantasiosa edición semanal dedicada a buscar adonde se esconde Ener(gumeno) el supuesto matador de Luis Mitre, la revista Noticias ademas de sermonear, como es su inveterada costumbre, de todo y sobre todo, dedica su introducción a uno de los hombres mas íntegros, probos, críticos y brillantes de la intelectualidad nacional.

Después de tanto preámbulo, muchos tratarán de adivinar de quien se trata para imaginadamente sumergirse en un cruce de sables bien blandidos entre un periodista de fuste y un respondedor de carácter y agallas, que por fin nos dirán porque no vemos que no vemos y nos ayudaran a despertar de nuestro sueño dogmático.

Tanto preámbulo como el que estamos haciendo nosotros aquí fue el que desplegó la revista Noticias esta semana, para después cloroformarnos con una de las mas anodinas, insípidas y aburridas entrevistas (aunque abundan es cierto) que hemos leído últimamente.


El destinatario de tanto introito no es otro que nuestro conocido Juan José Sebreli , que alla por los años 60 publico una entretenida crónica de las cuitas de la clase media camino de lo que creia seria su paraíso y que terminó siendo el infierno, atado alrededor de un par de pioneros best-sellers nacionales: Buenos Aires Vida cotidiana y alienación y Mar del Plata el ocio represivo.

Después Sebreli aportó a distintos géneros y festines, tratando de convertirse en un ideólogo de nuestra argentinidad , publicando profusamente y machacando con algunos títulos como «Los deseos imaginarios del peronismo», «El asedio a la modernidad» y «Crítica de las ideas políticas argentinas», entre otros para terminar enchastrado junto al bulldog López Murphy -jactándose en el interin de haberle conseguido cataratas de votos- y ventilando sus secretos e iniciación sexual a manos de primos tanto o mas lúbricos que el en El tiempo de una vida (cuando Passolini había hecho lo mismo y mejor 30 años atrás), que después de todo es una crónica mas o menos lograda como hay tantas otras de la vida en gran parte del siglo XX.

Entrevistas y entrevistas.. con sustancia

Insistimos esta entrevista es pura sopa y seguramente no ingresara nunca en alguna versión actualizada de la impresionante antología que compilaron Sylvia Saitta y Luis Alberto Romero Grandes Entrevista de la Historia Argentina (1879-1988), Punto de Lectura, Buenos Aires, 2002. Tampoco en la aun mas ambiciosa Las grandes entrevistas de la historia (1859-1992) editada por Christopher Silvestre, Santillana 1997.

Porque hacer entrevistas valiosas y conseguir del entrevistado que este mismo descubra lo que nunca supo ni siquiera el mismo es un arte que muy pocos pueden presumir dominar. A menos que uno se llame María Cristina Forero, o como es mejor conocida María Moreno apellido expropiado a un antiguo y primer marido, una musa del bar La Paz de un par de generaciones (la primera lde Miguel Briante, la segudna de Conrado Feilgin), hoy devenida una señora aposentada de una sagacidad histórica y de una mirada tan filosa como reveladora, tal como demostró en su compilación de mas de 30 años de entrevistas titulada Vida de vivos. Conversaciones Incidentales (Sudamericana, 2005)

Esta fantástica compilación se distancia tanto del reportaje escrache como del diálogo beige donde periodista y entrevistado repiten con aire de novedad lo que todo el mundo sabe -que es lo pasa eternamente en las entrevistas de Noticias farandulescas y pasteurizadas como las que mas. Es, en cambio, un relato polifónico de varias décadas de sociedad argentina en el que se rozan sin prejuicios Martín Karadagian con Eva Giberti y Silvina Ocampo con Jorge Porcel.

La selección, probablemente no imaginada por nadie, va por buen rumbo, porque a diferencia de tratados y manuales, no esta animada ni por recorridos por la alta cultura ni por los márgenes de la excentricidad y la heterodoxia.

Nada de eso, lo que hay aquí es un recorrido transversal e inesperado que incluye personaje de los mas diversos y que encastran unos con otros casi como en la hipermencionada enciclopedia china tal cual la refloto Foucault en Las Palabras y las Cosas.

Miles de enclcopedias chinas

Porque ¿que tienen en común y que nos pueden decir de maravilloso sujetos como Alejandro Kuropatwa, Blanca Cotta, Arturo J. Álvarez, Eva Giberti, José Bianco, Martín Karadagian, Liliana Felipe, Maitena, M. E. Walsh, Miguel Briante, Silvina Bullrich, Silvina Ocampo, Tomás Abraham?

Aunque puede haber alguna excepción la mayoría de estos personajes fue gastado por ríos de tinta, fue analizado y psicoanalizado por miríadas de cronistas y periodistas, opinaron de mas y de menos y en la mayoría de los casos terminando aburriéndonos y aburriéndose. Sin embargo forma parte del talento de esta cronista del presente empujarnos a partir de una provocación milimetrica, una pregunta totalmente fuera de lugar y algún acicateo minúsculo y evitar toda esa monserga.

Se trata es verdad de una galería variopinta que Moreno describe como nadie, con una mirada aparentemente distraída y preguntas aparentemente inocentes o desinteresadas. A través de comentarios circunstanciales y preguntas azarosas, la autora da a los entrevistados carta blanca para decir lo que nunca hubieran imaginado, con absoluta naturalidad.

Como bien ha dicho Liliana Viola entre la realidad y la ficción o usando la ficción como la única manera de narrar la realidad es que María Moreno transita a lo largo de las 26 entrevistas que componen la recopilación, un tratado sobre el género; y también una presentación del personaje de la entrevistadora que, aun cobrando relevancia propia, nunca deja de estar en el margen.

Cuando la ficción y la realidad están tan intercambiados las preguntas que el nene le hizo a mi novia de entonces en Maymara mientras lo docentes jujeños eran apaleados por los policíaslocales, de si se trataba de una película o de la realidad, es cada vez menos decidible. Por lo que uno podría muy bien dudar de que estas entrevistas hayan e tenido lugar alguna vez. O de que los entrevistados sean tan geniales como lucen aunquealgunos Porcel o Blanca Cotta se llamen (que en su juventud supo ser inesperadamente Licenciada en Letras, como tantos taxista o actores). O de que la entrevistadora se anime con preguntas que osan entre lo payasescos y lo siniestro como preguntarle a la nadadora María Inés Mato sin una pierna..por la marca de su prótesis

Ontologías híbridas

Pero tanto entrevistadores y entrevistados existen. María Moreno que enamoro a unos cuantos, en 1983 fundó la revista Alfonsina, escribió muchos trabajos sobre feminismo, varias novelas como El Affair Skeffington (1992), una investigación sobre el Petiso Orejudo (1994), las aguafuertes de A tontas y a locas (2001) y de El fin del sexo y otras mentiras (2002), ganó la beca Guggenheim, es colaboradora del suplemento las/12 de Pagina y también de Radar, coordinadora del área de comunicación del Rojas.

El prólogo que precede al libro es impagable y nos da una lección acerca de lo que es entrevistar, a años luz de los textos pomposos o académicos de una Leonor Arfuch como El espacio biográfico Dilemas de la subjetividad contemporánea, y nos permite compartir escenas de su infancia como quien despliega muy seguro su currículum sabiendo que no cumple con ninguno de los requisitos.

Para llegar a los capítulos que seguiran, primero debió ser una chirusita de conventillo de la calle San Luis que observaba a sus vecinos sin atreverse a preguntarles nada: la puta que enseñaba catecismo, el niño que dormía en un cajón, la enana que llevaba una canasta sobre la cabeza, la judía del número mortal tatuado en el brazo. Y con estos antecedentes, suma otro tormento a aquello que nos desvela y que tanto nos rasga las vestiduras: qué es la verdad y qué no.

Hay mucha gente (¿y leyendo al entrevista a Sebreli en Noticias como no reafirmarlo?) que insiste en que el reportaje es un género de periodistas que no saben escribir para lectores que no tienen ganas de leer. Claro bastaría con asomarse a la s maravillosas entrevista que aparecen cada domingo en El país Semanal para rebatir esta desgracias.

O meterse de lleno en el trabajo de María Moreno que está hecho para quienes gozan escuchando conversaciones ajenas y para los que pretenden hacer reportajes con la sospecha de que es más complejo de lo que parece.

Inventándo(se) personajes, descubriendo sensibilidades

MM es mediamorfica y metamórfica, cambia con cada entrevistado. A cada uno le ofrece una mejilla distinta. Como bien anoto Liliana Viola es prejuiciosa y tendenciosa con Karadagian, Alicia en el País de las Maravillas tomando el té con Mecha Ortiz, admiradora a muerte con Landrú, distante con Poldy Bird, desganada con María Elena Walsh, enamorada con Silvina Ocampo. Muchas veces, entre líneas, mordaz. Y sigue el caleidoscopio, que no para nunca al ser reflejado/inevntado ante la lengua levemente viperina y la mirada adormecidamente sagaz de Maria

El conjunto constituye un muestrario heterogéneo de la cultura argentina en su sentido más abarcador. En un extremo podría ubicarse a Jorge Porcel y su fobia por los «seudointelectuales»; en el otro, a Eva Giberti, preocupada por un gorrión borderline y el significado de la palabra ilustre.

Sin embargo, se trataría de una actitud simplista: los reportajes demuestran la imposibilidad de trazar una división entre personalidades sencillas y otras complejas, porque en cada una fluctúan elementos dispares. Landrú, cuyo genio humorístico clasificó de pobre a Amalia Fortabat un año «en el que sólo pudo viajar a Nueva York quince veces», cuenta sus anécdotas con políticos y militares. Blanca Cotta, profesora de letras convertida en cocinera televisiva, desarrolla sus guiones como si fueran planes de clase y cuando va a un restaurante siempre termina pidiendo una milanesa.

El libro prueba que MM es una experta en el arte de enunciar «la pregunta adecuada hecha en el momento adecuado». Gracias a esa virtud obtiene un flujo continuo de frases mediáticamente célebres como las de Poldy Bird («Mi peor defecto es que soy demasiado modesta«), Marta Minujin («Mis happenings siempre terminan trágicamente«), Silvina Bullrich («Que ninguno de mis libros tenga premios es algo absurdo«) o Tom Lupo («La pareja está hecha al revés del deseo, se junta cuando ya no hay más«) como bien sintetiza Felipe Fernández

Si bien había leído algunas entrevistas en el ultimo viaje a México lo que me llevo a desempolvarlo y a tragármelo findesemanistamente fue haber notado que una de las entrevistas semblanteaba muy a fondo a Arturo Jacinto Alvarez que una vez semana atrás había merecido una elogiosa endecha de Hugo Beccaccece en La Nación

Hay que darle las gracias a MM por mucho de lo que nos regala y faena en esta obra pero sobretodo porque en sus casi treinta retratos inventa y aísla una Argentina que es difícil de atisbar en otras antologías y apoplejías, y que aquí brilla con todas sus miserias y grandezas, pero muy especialmente en su inefable contradictoriedad.

La entrevista completa a Silvina Ocampo

Publicado enIconoclasia

3 comentarios

  1. alejandro alejandro

    Yo Alejandro A Vico.Manifiesto.
    Sangre heterodoxa fluye por mis rios
    de venas..
    Y el Opus Sumum se realizo al fin.
    La apocatastasis o restauracion de
    la divina creacion poetica arrastrome a divagar por e caos cosmico de la existencia.Buscando el
    extasis sagrado me perdi en lagos de vino y musica de arpas angelicales.

  2. luix luix

    jaja el comentario de arriba es malisimo, se quiso hacer el filosofo-poeta, y termino confundiendo y olvidando que el verdadero escritor traspasa a los contenidos, no a las palabras. anda al bar de la esquina, alejandro, y no molestes mas

  3. Marcelo Donato Marcelo Donato

    EStoy tratando de conseguir el libro SVEN de Arturo Jacinto Alvarez para un trabajo que estoy haciendo. Alguna pista para encontrarlo?
    Muchisimas gracias
    Marcelo Donato

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