El problema con los popes y con las estrellas es encontrarlos en el momento justo. Encontrarlos es mas bien del orden de la fantasía, porque a menos que se sea una groupie o un plomo, que se tenga un pariente en el gobierno, o en la productora de espectáculos correspondiente, es difícil que el contacto que tengamos con el ídolo/a sobrepase nuestro rol de espectadores o de cholulos. Lamentablemente los popes o los gurúes intelectuales (cada vez mas cerca de la farándula) no suelen venir por estas pampas salvo en su etapas de ostracismo o decadencia. Además con el peso shockeado por su desvalorización, ya no habrá Rolling Stones ni Mc Cartney´s por aquí. Ni tampoco Red Hot Chili Peppers o U2. También probablemente desaparezcan los famosos de todo pelo y calaña (ya se cancelaron un montón de exposiciones y musicales).
Tomándonos en solfa a la filosofía y en serio a todo lo demás