El azar y la necesidad se dan la mano cuando de aterrizar en distintos escenarios se trata. No me refiero a los habituales (un curso bianual como el que damos en UDESA;o la formación mensual antidisciplinaria de Misiones), sino a acontecimientos esporádicos. Repetibles o no, a los que llegamos a través de las sugerencias, las recomendaciones, la invitación o el boca a boca de colegas, alumnos o futuros amigos, porque nunca se sabe.
Lamentablemente (o no) no tengo registro de los lugares adonde hablamos, escuchamos, participamos, miramos, observamos, aprendemos, asi que a medida que pasa el tiempo no sabemos si estuvimo en 10, 100 o 1000 eventos. Es cierto que las presentaciones se acumulan (antes en Prezi, ahora en Canva) y eso sirve para ubicarnos o poder hacer recuentos, pero muchas las damos varias veces en formatos levemente distintos; otras se funden o recambian añadiéndolos muchos slides que creemos mas apropiados, así que tampoco por ahí va la cosa.