Quizás Beatriz Sarlo no sea una intelectual o teórica en el sentido mas canónico de la palabra. Claro que si nos ponemos tan estrictos en un largo listado iniciado anoche apenas encontraremos solo dos o tres nombres de mujeres en los últimos tiempos, y ninguna local es claro. Así metimos en ese saco sagrado a Hannah Arendt y a Agnes Heller y a Simon de Beauvoir, y rozo el firmamento Julia Kristeva. Y eso que son como medio siglo los que tomamos como horizonte de la clasificación.
Pero aunque ese listado sea mas que controvertible, y sin negar que hay una distancia enorme (pero no por ello menos transitable) entre teórico e intelectual, y mas alla de que Tomas Abraham (quien no muy justificadamente hizo hoy un curioso y rocambolesco panegírico de de la Rua) la haya querido defenestrar en una lamentable nota que le hicieron a Tomas en Noticias hace poco), no queda duda. Beatriz ha alumbrado el firmamento local con su prosa y su enjundia, con su espíritu critico y su erudición mas que mucha gente y probablemente a la altura de Victoria Ocampo u otras musas -muy distantes de ella ideológica y emocionalmente.
Justamente en estos días se están cumpliendo los primeros 25 años de la aparición de Punto de Vista su emblematica revista que acaba llegar a los 77 números y cuyos 25 primeros están gratis en la red, mientras que el resto es accesible a través de un CD-Rom (conteniendo del primero al 75) al módico precio de $15 .
En una reciente nota aparecida en Radar el consejo de redacción en pleno fue entrevistado y de sus muchos dichos y diretes queremos rescatar algunos ejes de como pensaron la revista en su momento de aparición, cuando la represión militar era fuertisima, y de como se imaginan hoy de cara al futuro en un horizonte de discusión intelectual yermo y donde el pensamiento y la critica valen cada día menos.
Pasado el primer momento defensivo entre 1978-80, el elemento de resistencia, cedió un poco y se impuso lo que sería la revisión del propio pasado político de los miembros fundadores (todos venían del marxismo revolucionario) y de su propia formación.
Después los hacedores se encontraron con la sorpresa de que la dictadura que se imaginaban mucho mas larga se autofagocito con el absurdo de Malvinas y los fundadores llegaron a imaginarse que no tenia sentido una revista así en democracia
Porque los fundadores no querían vivir de la dádiva universitaria y se planteaban en una situación de autofinanciamiento sin acondicionamientos
Por eso mismo mantener la idea de que la revista tiene un sentido hoy es más complicado porque en el campo en el que trabajan por un lado, los medios han tenido una enorme transformación, y son esos mismos medios quienes interpelan de manera muy activa a los intelectuales y por otro lado donde la Universidad se ha convertido en una plataforma donde también se desarrollan desde los intelectuales más viejos a los más jóvenes.
Sarlo desde su inmensa lucidez -mas alla o mas acá de si es una teórica, intelectual o militante de la cultura -o todo eso junto y mas aun- insiste en que desde la incorporación de Adrián Gorelik unos 10 años atrás, la revista ha sido muy fuerte en lo que tiene que ver con la reflexión sobre la cultura urbana, por ejemplo.
En los últimos 5, 6 años, rodeando la revista convocados por Rafael Filippelli, hay gente muchísimo más joven que los fundadores (o no tanto), que está desarrollando una forma de pensar el cine que les parece que no se confunde ni con la crítica académica de cine ni con la reduplicación que hace la crítica de los medios .
Pero si hay algo que caracteriza a esta revista mejor que a ninguna otra (y son solo un puñado las independientes como ellas aun vivas en la Argentina como El escarabajo de oro que aparece intermitentemente o El Ojo Mocho) es una relación con la política que tampoco parte de una definición global o de una posición programática.
La cosa es compleja ya que cuando en Punto de Vista se habla de cultura, se refieren a la cultura intelectual, a la cultura del mundo intelectual, del mundo de los intelectuales. Quiere decir que hay una cosa que está excluida de manera sistemática, la cultura de masas no entra ni como objeto de segregación siquiera. Ese es un rasgo que caracteriza a Punto de Vista desde su nacimiento hasta la actualidad.
Curiosamente ellos mismos (en especial Hilda Sabato) rescatan la hiperconfianza que le dan a las representaciones de los intelectuales, cuando más bien habría que desconfiar por principio de las representaciones de los intelectuales. La cultura urbana de hoy parece ser otra cosa que las representaciones de los intelectuales…
Matizando, otra vez da Sarlo en la tecla cuando insiste en que especializarse en representaciones intelectuales, desde la perspectiva que de alguna manera se hace en Punto de Vista, lo que marca es la desconfianza frente a esas representaciones, la idea de que deben ser sometidas a crítica, a análisis. Seguramente esto sí uno tenga que reconocerlo como un rasgo de la revista: la revista renuncia a la etnografía cultural.
Pero si sus hacedores se sientan con soltura frente a cualquier tema e interrogante, hay uno que los incomoda y molesta. Es cuando se les pregunta cómo sobrellevan la posibilidad de que se los tilde de ìconservadoresî por sostener ese Punto de Vista. Frente a lo cual Beatriz se ataja insistiendo que para nada es así, aunque aceptaría perfectamente que fuera calificada como una revista elitista.
Frente a lo cual tienen una posición, sino cómoda, en todo caso resignada . Aunque no todos porque llegados a este punto y como Beatriz Sarlo insiste en que la de Punto de Vista sea una posición extremadamente minoritaria, pero no es una posición melancólica.
No hay nada en el pasado hacia lo cual volver, ella no quiere volver al pop art ni al expresionismo abstracto de los años ë60. La revista tiene que salir afuera y salir a una batalla. Porque del mismo modo podría decirse que ìen la Argentina habría que construir una elite políticaî. No le aterrorizaría decir esa frase. La Argentina tendría que construir una elite política. Democrática, progresista, con todas sus fracciones, etcétera.
Leer Punto de Vista hace 25 años o hacerlo hoy no es tarea fácil. Sus artículos sin ser papers académicos son ensayos superrigurosos, hiperdocumentados, utilizando la ultima bibliografía mundial y cortejando un terreno que no resulta fácil de recorrer y mucho menos desdeñar o contornear.
Apenas podamos nos agenciaremos del CD-Rom y con el podremos hacer en detalle y con justicia una recorrida por lo mejor de lo pensado en estas costas en los ultimas décadas.
Si alguno de los centenares de los colaboradores de Punto de Vista es un intelectual o teórico, de medida nacional o mundial se verá. Pero de lo que no cabe duda es de que esta revista muestra mejor que casi ninguna otra experiencia intelectual, la capacidad de resistencia, de metamorfosis, de reinvencion y de generación de anticuerpos a la locura, la muerte y al desesperación -gracias a la escritura- que caracteriza gran parte de este ultimas 3 décadas. Menos mal.
Dónde salió la nota en la cual Tomás Abraham defendió a De la Rúa? Igual, esto no es nuevo. Abraham criticó muy duramente la caída del gobierno farsesco de De la Rúa, al ver un peligro de ruptura institucional que sienta precedente para que una eventual metodología de la patota conurbana reemplace los mecanismos constitucionales de cambio de gobierno. Obviamente, que la caída fue un desastre. Ahora, la cuestión es si De la Rúa no gestionó él mismo su propia caída al abandonar todos los principios que sustentaron su elección y convertirse en la continuidad de aquello que se pretendía desplazar. Quién fue el responsable del ascenso dl nazismo en Alemania? El propio Hitler o los partidos moderados que admitieron gabinetes irrepresentativos como los de Schleicher y Papen que vaciaron el sistema?
Lo de Punto de vista, fuera de toda discusión.