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La valía de la reputación en una era donde no importa casi nada

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¿Que nos depara el futuro? ¿Como será el mundo de aquí a 20 o 30 años? No tanto en términos de gadgets o aparatos, de tecnología y de economía, de productos y de servicios, sino mas bien en términos de gobernabilidad, política, democracia, acceso y sobretodo equidad?

Oscilamos permanentemente entre imaginar un futuro que será mas benigno y otro que será definitiva una neo-edad media. Y aunque no se puede hacer una caracterización generalizada, queda claro que el siglo XXI empezó con la pata muy torcida y parece que tiende a resquebrajarse cada vez mas.


La principal razón parecería estar en el terrorismo milenarista internacional. pero eso es solo parte de una ecuación infinitamente mas compleja. Quizás el fulcrum no este tanto allí sino en una trampa mortal inherente a la democracia que Nicholas Shumway denomina las ficciones orientadoras

Siguiendo la pista que le brindo hace muchos años Benedict Anderson Imagined Communities: Reflections on the Origin and Spread of Nationalism
(1983) definiendo a las comunidades imaginadas, Shumway supo explotar muy bien la importancia que los memes, las imágenes fundacionales, para la creación de identidades nacionales.

Se trata de suspender la incredulidad acerca de la naturaleza ficcional del lazo (mitico-utopico) que nos une en nuestro caso a los argentinos alrededor de una idea Algo semejante lo que hacemos con la ficción en el cine y la literatura. Si compulsivamente ante cada frase o fotograma nos preguntáramos ¿es realidad o es ficción? el efecto narrativo se diluiría y la fusión sujeto/objeto necesaria para la inmersión desaparecería acorde.

Pero no hablaremos aquí ni de Anderson, ni de Shumway, ni de la articulación ficción/realidad, ni menos aun de los modos en que la traducción de géneros (como lo hace maravillosamente bien Sergio Wolf en Cine/Literatura) opera para exportar la credulidad de un espacio narrativo al otro.

Lo único que queríamos hacer en esta introducción era poner el peso en un concepto, noción que tendera a ser cada vez mas central cuando la deslocalizacion va desmigajando a las instituciones y cuando la identidad social y grupal se etiqueta sobre los yoes a través de modalidades inalámbricas y a distancia.

Nos referimos a la reputación, a lo que nos hace creíbles a nosotros y creíbles a los otros, a lo que hace que apostemos por una organización o valoremos un producto o un servicio. Y estamos hablando de la reputación en el sentido mas noble de la palabra. No de la fabrica de ilusiones, ni del marketing político, ni de la comunicación tramposo, etc. etc..

Si la reputación nos interesa no es porque nos preocupe la calumnia o la difamación, o porque acostumbrados a la deconstruccion de los políticos finmilenarios nos asuste el vale todo y nos incomode este tole tole interminable en donde Discépolo ya se queda corto y su frase premonitoria es lo mismo un burro que un gran profesor ha teñido no solo todas las profesiones sino también las relaciones mas cercanas y las amistades que se creian mas intocables.

En la era de las multitudes inteligentes la reputación tiene muchisimo que ver con la reputación en linea. Que nuestros nicks arrastren a nuestras personas, que nuestras operaciones de circulación de información y de transacciones en red puedan ser validadas y certificadas, incluso que nuestra múltiples personalidades, humores y variedades puedan estrecharse sin contradecirse.

La reputación no es otra cosa sino el punto de convergencia entre tecnología y cooperación. Hacer lo mismo mas rápidamente es gattopardismo bendecido digitalmente. Si el futuro de la red (en especial en sus modalidades inalámbricas y distribuidas) se nos antoja tan venturoso (mientras que al contrario al magma social lo vemos cada vez mas enrarecido) es porque el efecto potencialmente transformador de conectar las proclividades sociales humanas a la eficiencia de las tecnologías de la información permite la cooperación en escalas impensadas hasta ahora.

Las limitaciones al crecimiento siempre se han superado gracias a nuevas forma de cooperación. Todas las grandes innovaciones desde la agricultura, el alfabeto, la ciencia, el estado-nacion, el telégrafo no solo han acelerado…. el ritmo de las actividades humanas sino que basicamente han generado un aumento exponencial de la población humana y consiguientemente (en el mejor estilo de Ashby) un aumento de la variedad al incrementar tanto los nodos como las relaciones que los engloban.

Por supuesto que no todas son rosas y la difusión acelerada de dispositivos móviles (hace pocos meses 56 millones de portátiles en Italia sobrepasaron a la cantidad total de la población) permite avizorar formatos de control y de totalitarismos inimaginables.

Sin embargo tenemos ya una cantidad importante -en estado embrionario eso si- de gestión de la reputación o de filtrado colaborativo que muestran hacia donde va y cual es el poder de una cooperación masiva y multifocal que deja chiquititas a todas las que conocimos hasta ahora.

Quizás nada hizo mas por el negocio bancario y financiero (claro mucha veces en contra de los intereses de los mismos clientes) que las mainframe de los años 50, al permitir sobrevivir al sistema de clearing interbancario, y las ATM en los 70 que cambiaron para siempre la relación entre plástico, consumo y movilidad facilitando la autentificacion diaria de millones de transacciones financieras mundialmente

Lo mismo cabe de decir de eBay ese gigante que usa un sistema de reputación para facilitar los 8.000 millones de dólares en transacciones anuales sobre la base del intercambio de millones de productos que no están en ningún negocio sino en las casas y los terminales de millones de personas.

epinions hace lo mismo generando comentarios críticos recomendaciones de libros, películas, electrodomésticos, restaurantes y miles de ítems mas. El sistema de reputación de Epinions permite que la gente evalúe a los evaluadores y que estos lo hagan entre si a través de redes de confianza.

Quizás el ejemplo mas emblematico -aunque solo conocido en los ámbitos técnicos- sea el de Slashdot y de otros forum on line auto-organizados que permiten que los participantes evalúen los comentarios de los otros logrando que la escritura mas valiosa y productiva se destaque y hundiendo en el olvido todo lo demás.

Y lo mismo cabe decir del sistema de recomendaciones de Amazon.com que nos dice -con una eficacia insólita- los gustos compartidos de quienes han comprado lo mismo que nosotros recomendando espontáneamente material muy suculento y valioso.

Incluso la propia nave insignia de los buscadores como es Google destaca a cada sitio no por su valía intrínseca sino por la red de referencias que lo involucran. Cuantos mas links tiene su sitio -es decir cuando mas visitado es- mejor rankeado aparece en el buscador. No es casual que Slahsdot.org apenas 1 entre mas de 3 millones de weblogs sea el mas visitado del mundo. Hay por lo menos 12.000 sitios que linkean a el.

Obvio esto no empezó del día a la mañana y la presencia de una mujer inteligente y bellisima como es Pattie Maes -junto a Uoendra Shhardanand– tiene mucho que ver con este baile. Es un paper que ambas presentaron en la ACM CHI95 introdujeron a Ringo, un sistema de filtrado social de la información que recomendaba música a partir de comentarios boca a boca.

Mientras nosotros inventábamos el BBS Interlink en USA la comunidad virtual construía alrededor de Ringo cerca de 0 a 2.000 personas en apenas 3 meses.

Aprovechando la volada Pati y otros colegas crearían una empresa comercial llamada Firefly para comercializarlo y en 1998 se lo vendieron a Microsoft que lo convertiría en la base de su tecnología Digital Passport que es tan llamativa (como tan peligrosa) al mismo tiempo.

Pero hay mucho mas que hacer que recomendar libros y películas. En realidad en cualquiera era del conocimiento hay expertos y el sueño de todo cliente o consumidor, de todo buscador de información o de alguien necesitado de resolver problemas es conseguir la respuesta exacta en el tiempo justo y al costo mínimo -sino gratis.

Esas comunidades de expertos -que han sido complementadas hoy con software bayesianos supersofisticados como Autonomy o con miríadas de otras herramientas de gestión del conocimiento cada día mas high-tech -aunque no necesariamente mas creativos- tiene su antecedente en la mítica Well de los años 80 (mutaron después desde sistemas como Ask Jeeves a las versiones locales de pregunte o peguele) al experto como durante un tiempo Raul , Gabo y otros sostuvieron en el fenecido datosenlaweb (Continuará…)

Publicado enMemetica

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