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El sol y la muerte

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Contra Heidegger

Nuestro primer encontronazo serio y fuerte con Peter Sloterdijk tuvo lugar en la editorial nº 3187 Manifestaciones de la razón cínica. Teoría y aplicaciones. Allí avizorábamos el encontronazo que el filosofo post-nietzcheano había tenido contra la escuela de Frankfurt y en especial con Habermas.

Lo que Sloterdijk decia de intolerable en ese momento era que si el humanismo habia sido rechazado por Heidegger en su carta como respuesta a Sartre, no había sido por un capricho del gran filosofo alemán, sino porque este ya vislumbraba que la educación que estábamos recibiendo y dando los humanos no era buena, en el sentido que dejaba por fuera la verdadera dignidad del hombre, que está en otra parte y que no es la razón occidental, ni son la ciencia y la técnica, sus hijas.


Sloterdijk que no tiene ningún pelo en la lengua y que tampoco le debe pleitesía al establishment académico alemán y europeo, muestra que el parque humano, como lo intuyeron Platón y Nietszche, ya está andando, y que en el proyecto de la razón occidental, donde la educación será un desafío, el más grande: existirán dos esferas sociales que ni siquiera se tocarán. Habrá una aristocracia del gobierno, que será la misma de la ciencia, y una plebe, la gente con cuernos de la que habla Platón en La República en boca de un extranjero; a esta gente se le permitirá habitar el parque humano como un zoológico más sofisticado.

El mundo se ha convertido en un parque de diversiones de los experimentadores científicos y los locos postmilenaristas de los laboratorios: ya no produciendo Frankensteins sino meros gorditos asimilados, algo desempleados, con su ración de McHamburger asegurada.

La seguimos después en la editorial nº 3321/2 Pensando en contra que es la única forma de pensar a favor, revisando en cierto detalle algunas de las conversaciones que el alemán tuvo con Carlos Oliveira el 4 de septiembre de 1994 en Munich cuando pergeñaron juntos Experimentos con uno mismo (Pretextos 2003). Es hora de trabajar estas ideas corrosivas en mucho mas detalle.

La fantasia de criticidad

Todos somos publico, todos somos protagonistas. En cualquier estrato social en el que estemos, en cualquier nivel de educación al que hayamos llegado. Todos somos observadores participantes, todos estamos incluidos en los juego de lenguaje mediaticos que cada vez con mas fuerza actúan como vórtices y nos arrastran a pesar de nuestros intentos de hacer pie, anclarnos en alguna certeza o convicción, y sobretodo considerarnos extraterritoriales debido a nuestro nivel de criticidad.

Si bien nunca he visto construir un indicador tal supongo que cualquier pensador o intelectual, cualquier ensayista o analista, cualquier educador o investigador, preguntado acerca de su grado de capacidad critica, la situaría en un alto grado o nivel, siempre cercana al tope del índice.

Curiosamente tanto en lecturas como en publicaciones, en estudios y en entrevistas, en papers y en ensayos lo que leemos a diario no se condice con esa enorme autoestima critica, y probablemente quienes se crean en las nubes de tan anhelado walhalla difícilmente sobrevuelen el piso o el sótano de tan valorado baremo.

Como siempre aunque nuestro delirio escritural aparezca abstracto esta basado en episodios bien concretos y rumiantes. Ya sea porque acabo de leer un extenso numero de una revista de las ciencias sociales dedicada a la sociedad de la información donde la mayoría de las notas me parecieron pastosas y romas, ya sea porque hace unos días que estoy enzarzado en un difícil dialogo con un difícil dialogo.

El mío con mi cerebro no difiere mucho, como bien dijo Mercedes Moran, del suyo con el suyo al sostener en una entrevista esta semana: siento que soy una persona muy contradictoria, que busco ser clara, pero mi cabeza es un hervidero, una confusión permanente, pero el de referencia es de una complejidad y una sofisticación que realmente nos hacen caer en un maelstrom. Se trata del larguisimo encuentro que tuvo Hans-Jurgen Heinrichs con Peter Sloterdijk en El sol y la muerte (Siruela, 2004) y donde las preguntas ya por si mismas merecerían un libro propio.

Dialogos que son tales

Pero como quitarle méritos a Sloterdijk (seguramente el filosofo mas extraordinario de la actualidad) seria una sandez conviene reflejar los comentarios iniciales siguiendo parte de este dialogo. En particular la repercusión que tuvo El discurso sobre el Parque Humano (en Normas para el Parque Humano, Siruela 2000) que dio lugar a una tremenda sacudida mediatica, a una critica demoledora de Habermas en contra de Sloterdijk, y que marco un hito en la revitalizacion de la discusión filosófica pocas veces advertida.

Alain Robbe-Grillet admiraba enormemente a Roland Barthes y comentando su lección inaugural en el College de France adonde Barthes ingresara en 1977, insistía en que lo que mas admiraba en esa voz de Barthes era que dejaba intacta su libertad, o mejor dicho le infundia en cada giro, nuevas energías.

Aparentemente por la forma en que la obra de Sloterdijk fue recibida parece que el ejercicio de la libertad (de pensamiento y de elección) es tan solo una gran declamación, porque cuando existe (como en este caso) la reacción de colegas y de críticos, de periodistas y de divulgadores, de analistas y reproductores parecería a no ser otra cosa que la puesta en marcha de una maquinaria de la manipulación al servicio de un malestar autoprogramado.

Sloterdijk hablando Alemania esta hablando de Argentina mejor que ningún otro autor vivo. Porque lo que tenemos en común Alemania y Argentina es el Holocausto alla y la guerra sucia (por supuesto que hubo matanzas y locuras étnicas tremendas en Africa y la ex-Yugoeslavia, pero curiosamente en América latina el país que mejor ejerció el genocidio, en el siglo XIX contra los indios y en el XX contra su propia clase media fue Argentina).

Porque Sloterdijk insiste en que la sociedad alemana es incapaz de pensar, procesar y tramitar el holocausto y por ello pone a prueba su condición psicologico-social a través de escandalos constatando de este modo sus niveles de inseguridad interna y de falta de libertad.

Para Sloterdijk Alemania organiza cada tanto rituales de inestabilidad en los que obtiene el sentimiento de identidad colectiva mas poderoso, en forma reactiva, luchando contra lo distinto, anulando la diferencia (¿alguna semejanza con casa?)

En todo lo referido a la escucha de la controversia acerca del Parque Humano paso algo que ilustra opiparamente esta situación. Parecía tratarse de un concurso a ver quien pronunciaba la opinión menos libre terminando por descalificar definitivamente al otro (a Sloterdijk) bajo la etiqueta de nazi (acá seria de facho o zurdo).

Para Habermas el grillete electrónico que se usa para el confinamiento domiciliario vigilado -en USA con cierto éxito y aquí ridiculamente- no es sino la implantación técnica de un fenómeno que en el ámbito mental estaría enraizado en Alemania (ya aquí obviamente) desde hace décadas.

¿O acaso no se decía a mitad el siglo XX que los alemanes una vez liberados de la dictadura, no solo no se habían adentrado en espacios libres, sino que habían preferido llevarse el calabozo consigo

Algo parecido, aunque en menor escala paso en la España post-franquista, dando lugar al pasotismo y a una curiosa decadencia de las ideas fagocitadas pro el consumismo de nuevos ricos que aun azota a los españoles.

Hitler invadió el cerebro alemán

Para Sloterdijk la reacción enloquecida de sus críticos en la discusión acerca del Parque Humana, pero en varias otras también, se debe fundamentalmente a que según él Hitler sigue ocupando zonas todavía importantes del cerebro alemán impidiendo su funcionamiento autónomo.

Al poner en cuarentena a ciertas palabras, en su caso a la tríada educar, domesticar, criar se neutralizan las lecturas y miradas centrales para pensar el presente y el futuro engarzadas en las matemáticas, la teoría de los juegos, la teoría de la decisión, la biología, la metabiologia y hasta la teoría general de los sistemas y la cibernética que se verían igualmente afectadas y condenadas, ya que en ellas la palabra selección siempre ocupa un lugar mas que relevante.

Curiosamente y en contra de la opinión de los expertos, lo que la no-discusion dejo al descubierto fue el rol estratégico que la biología en alianza con la informática tienen en el diseño del mundo contemporáneo, así como en su posibilidad de pensarlo (para una reacción defensiva y fundamentalmente tecnofóbica sobre el tema ver la entrevista a Habermas Destinos de probeta .

En un periodo de tiempo relativamente corto la lingüística le cedió a la antropología el prisma interpretativo del comportamiento humano, y ahora le esta pasando el cetro a su vez a la biología y la informática para sorpresa de unos cuantos y sobre todo desesperación de los humanistas trasnochados

Pero lo mas llamativo de todo el episodio fue el escandalo transitado por varios subeescandalos que los compusieron, y que remite mucho mas a la dimensión mediatica de lo social que a la naturaleza cognitiva de las discusiones.

Si hubo crisis histérica en esta discusión (que seguro la hubo pero que no fue solo eso) ello se debió al encabalgamiento de varios escandalos. El primero (que se aplica pari passu a la Argentina pero mas telescopeado aun) es que se esta produciendo un cambio generacional que pone en tela las autodescripciones que hasta entonces eran validas para la sociedad.

En el caso alemán la nervadura del contrato social de la generación de postguerra necesitaba ser corregida por fundamentos temporales porque el contacto de los jóvenes con el nazismo ya dejo de pasar por los padres o por los abuelos y ahora se sublima simbólicamente.

Lo interesante (y tremebundo) es que estos no están siendo modelados por la política pedagógica sino por la industria del entretenimiento, ayudado por una industria moral. Estamos asistiendo a un tipo de negocios impensables hace una década o dos atrás -sobre los que la teoría de la comunicación dice poco y nada. Se trata de los negocios del pánico, refiriéndonos al modo en que los medios tratan a lo peor.

Industrializando las emociones

El Holocausto, la guerra sucia, episodios cruciales de la historia mundial son demasiado serios para dejar que sean instrumental izados por el ruido mediatico.

Como bien argumento Martín Walser en su momento la memoria de las víctimas pertenece al forum interno de los individuos antes que a las maniobras empresariales de la opinión publica.

El recuerdo es una emoción profunda y debe antes que ninguna otra cosa desconfiar de las celebraciones oficiales y mucho menos dejarse tocar por la varita mercantilista de los medios.

Para neutralizar esta lectura «critica» los medios insisten en que ellos son la autoconciencia realizada de la sociedad ilustrada, porque esta vive, existe y se muestra mas alla de cualquier tabú. Ha de poder hablar de todo y ha de considerar todo como posible objeto de discusión. Curiosamente no es así, y no casualmente la sociedad europea ha debido recurrir al termino melanesio «tabu» para no tener que aplicárselo a si misma.

Uno de los puntos culminantes de esta no-discusión fue una carta que publico Jurgen Habermas, el verdadero cerebro detrás del ataque a Sloterdijk. Y esta carta que pretendió ser un endoso termino siendo un certificado de defunción, De la teoría critica incapaz de pensar el hecho central denunciado por Sloterdijk (para un detallado trasfondo histórico filosófico acerca del intercambio y escamoteo de las cartas entre Sloterdijk y Habermas ver El nuevo zoológico humano).

A saber que la evolución del Homo Sapiens constituye un camino biológico singular que desemboca en un ser vivo cultural en el que también acontecen determinaciones biológicas interrumpidas.

Sloterdijk no solo destroza a Habermas, sino que se anima con un adversario mucho mas solido cual es el propio Heidegger. Y contra lo que este supone, Sloterdijk no acepta suponer que el encuentro en el claro significa literalmente un mero y quieto descubrimiento del mundo como mundo.

Para el -y aquí la sombra de Norbert Elias planea permanentemente- la humanizacion en general y la apertura del claro están muy ligadas a la domesticación. La historia de los hombres es la historia de los mimos y del modo como las criaturas criaturas que somos se convierten en animales domésticos.

Antropotecnicas y antropoliticas

El ser humano (lo decía Arnold Gehlen) es un ser necesitado, y por ello las controversias acerca del bildung, la formación, esta en el corazón de las versiones antinomicas acerca de la formación y de la pedagogía humana.

Para Sloterdijk esta insólita y empobrecida polémica no anula la constatacion de que por fin las antropotecnicas deben convertirse en objeto de las antropoliticas (obviamente en la misma dirección en que lo anticipado hace un cuarto de siglo Michel Foucault).

Como era de esperar el establishment científico se alineo cerca de Sloterdijk pero los borderline del humanismo y los periodistas culturosos se le echaron a la yugular.

Las acusaciones de Habermas y sus acólitos le llovieron por doquier y tal vez el sanbenito que buscó desacreditarlo mas contundentemente fue el de neopaganismo que le arrojara en contra el propio Habermas furibundo porque alguien se hubiese atrevido a poner en tela de juicio el sistema consensual de la desacreditada escuela de Frankfurt.

No casualmente a ese pensamiento parroquial, escolástico y escolar Sloterdijk le contrapone compañeros de ruta del estilo de Bataille, Valery, Canetti, Adorno, Benjamin, Foucault y Deleuze.

Para Sloterdijk la empresa filosófica oficial es un sistema en el que se recompensa la adaptación obsesiva a la autoreproduccion, un profundo estancamiento. Con una ironía transparente insiste Sloterdijk en que el profesor de filosofía se adapta a la Universidad como el pingüino a la Antártida.

La acusación de neopaganismo lleva a no poner en tela de juicio al habermasianismo que no fue otra cosa que el proyecto de una religión civil destinada a la sociedad alemana de la postguerra asentada sobre la bases de un idealismo intersubjetivo.

Habermas le venia bien a la sociedad alemana en los años 60 (porque se necesitaba un paz religiosa en el ámbito de las ciencia sociales) y en los discursos critico ideológicos.

Habermas dulcifico a la teoría critica tradicional apostando a la integración occidental de la razón. Paradojicamente el modelo de Habermas que proclama sin cesar el dialogo tiene un rasgo monologico indisimulable. Mas aun lleva insito un núcleo jacobino manifiesto preparado para ejecutar el consenso por la fuerza en une estilo que remeda (sin pan y sin vino) a la ultima cena,

Rara vez alguien denunció las trampas de Habermas con la fuerza y el desparpajo con que lo hace Sloterdjik insistiendo en que Habermas no cree en sus teorías (salvo cuando le conviene) y que su verdadero numen orientador no es Karl Barth sino Carl Schmitt.

Ser neopagano (la critica que Habermas le endilgo para descalificarlo a Sloterdijk) es ser hijo de Goethe, una figura que para la iglesia encarnaba al mal absoluto por cuanto ensalzaba al arte en detrimento de la moral y quería encontrar lo infinito mas en la naturaleza que en las iglesias. Para Habermas todo esta discepolianamente en la misma bolsa, Goethe y Hitler. Sloterdijk no es sino una neonazista disfrazado.

Escandalos mediaticos

¿Porque se producen estos escandalos mediaticos? Justamente porque el poder real en está en los medios, que ya no son un cuarto poder sino el primero. La Nación no es sino un pleisbicito diario que ellos mismos vehiculizan. O sea los pueblos votan en respuesta a las excitaciones que los medios les (nos) presentan.

Por lo tanto para descubrir el escandalo del escandalo necesitamos un meta-escandalo. Las sociedades modernas se organizan como bolsas temáticas. La opinión publica no es como dice la teoría (critica) un medio de Ilustración sino mas bien un foro organizado para desarrollar negocios temáticos.

Para Sloterdijk el Estado Nacional es un sistema en el que se aplican estrategias monotematicas o monohistericas con el objeto de lograr la integración en la totalidad.

Con una visión inusitada Sloterdijk insiste en que las sociedades modernas ya no pueden ser entendidas bajo el punto de vista de una síntesis conformada mediante información o a la luz de comunidades de valor y estructuras de sentido distribuidas por canales políticos o morales. Según el los cuerpos sociales vertebrados por los grandes medios de masa deben ser vistos como conjuntos dispuestos a autoestresarse.

Aunque la expresión parece criptica se la entiende enseguida mucho mejor por cuanto Sloterdijk (justo al revés que Zizek) insiste en que hay que dar vuelta al psicoanálisis. Sloterdijk busca construir un puente entre la energética y la semántica, analizando como las tendencias impulsivas se encadenan en el significante lingüístico. Pero si bien el valora el proyecto psicoanalítica de acoplar la semántica con la energética lo hace invirtiendo la relación.

Por eso en vez de seguir a Freud cuando este se pregunta que tipo de afectos psicológicos o individuales o familiares pueden activarse sobre escenarios políticos o colectivos, le interesa mucho mas (convergiendo con Foucault) la perspectiva inversa: ¿cuales son las energías dinámicas de masas o grupos que se articulan genuinamente en los colectivos y solo allí?

Biopolitica filosofica

Las preguntas surgen a borbotones y son tan llamativas como irreductibles: ¿Que vías de excitación, que fantasmas, que epidemias temáticas son típicas en los cuerpos sociales a gran escala, y como se extienden, como se comunican, pues los individuos y los grupos? ¿Que tensiones puede uno experimentar en si mismo solo a través de la propagación de la excitación del grupo, y en que medida y en que casos lo que experimentan los individuos no es sino una simple y aparente manifestación individual de flujos de fuerza colectivos y emanaciones sensoriales imitativas? (linea de trabajo muy afin por otra parte a Rene Girard y a la sociología silenciada de Gabriel Tarde que aquel exploto sistemáticamente pero que nunca reconoció intelectualmente).

Los cuerpos virtuales del conjunto social en su totalidad se integran mediante mecanismo miméticos estresantes. En el interior de estos fluyen energías de un tipo particular a los que llama pánicos discretos en relación con la micro o macroepidemias pertinentes, Bajo su efecto las alucinaciones de unidad, afinidad o coherencia son proyectadas en unidades sociales cerradas artificialmente.

Con esa proverbial genealogía descubridora de afinidades que lo caracterzia Sloterdijk afinca estas ideas en la propuestas de Elias Canetti al sostener que la unidad de un pueblo consiste fundamentalmente en que, en determinadas circunstancias, puede actuar como un individuo que padece manía persecutoria,

Sin exagerar pero pudiendo hacerlo queda claro que sin una cierta medida de paranoia las naciones de cuño moderno no son imaginables ni son factibles (miren sino como USA encarna esta paranoia al paroxismo, exportándola al resto del mundo como antes lo hacia con el american way of life devenido ahora en el american way of fearing).

El cemento que hace posible todo estos procesos es el maridaje entre escuela y medios impresos. No hay estado nacional sin telecomunicaciones basada en la persona y la revolución francesa. Por eso para McLuhan la prensa era la arquitecta del nacionalismo. No queda aquí nada de la ingenuidad, el pacifismo y las edulcoradas propuestas de Historia y critica de la opinión publica, el libro señero de Habermas.

La realidad es bastante menos benigna. Porque es solo a través de la interacción entre los medios de masa como puede producirse este estres sincronizado mediante el cual grandes poblaciones en cuestión ahora de horas o minutos son arrobadas por situaciones sincrónicas de alarma estresante o por estímulos militantes que llaman a la excitación. Estas epidemias temáticas se incluyen dentro de los peligrosos potenciales catastróficos de nuestro tiempo.

La globalizacion– y Sloterdijk es uno de los poco en poder ponerlo asi- es la traslación de un sistema sincronizado basado en el estres a una escala universal. Cualquier cosa que no se deja atraer por esa bolsa es anormal. La excitabilidad es el primer deber del ciudadano. Ya no hay mas servicio militar obligatorio pero si hay un sistema de servicio a los temas generales, es decir una disposición individual a desempeñar la función como conductor del estimulo en el marco de las psicosis colectivas pertinentes.

Si Sloterdijk nos pega tan abajo con sus comentarios es porque siempre esta volviendo sobre lo básico, a saber con que herramientas hay que tomar de la caja de la teoría para poder vivir mejor. Al pegarle con un caño a la filosofía, especialmente al destrozar tanto a Heidegger como a Habermas prácticamente invalida ese atajo. ¿Por donde hay que abrevar entonces, por el teatro (pánico como le gusta a Alejandro Jodorowsky), por la novela, por la ficción, por el cine como parece dar a entender Alain Badiou?

¿No esta apareciendo ya un anarquismo revestido de conformismo, una pusilanimidad autoregulada, un conformismo globalizado, una falta atroz de coraje intelectual? que indican cuantos caminos cerrados ya hay

Ilustracion camuflada

Para Sloterdijk la Ilustración mas efectiva se encuentra donde uno menos la espera. La vulgarización del psicoanálisis va en esa dirección. Si la peste freudiana era sacarle todo el jugo posible a esa frase lapidaria Wo es war soll ich werden (que traducida de un modo u otro como «Donde estaba el ello debe advenir el yo» ya de por si la desenergizaba) cuando toda la sociedad ha sido psicopasteurizada ya es un lugar común en conversaciones y discusiones acomodarse a la idea de que ello es lo que piensa cuando el yo piensa, y de que es ello lo que habla cuando el yo habla.

Hay una inmunización creciente al shock de la radicalidad y la diferencia. Es por ello que los ilustrados ni se anotician de que ellos no están actuando con autonomía dentro de los sistemas distribuidores de estres sino que funcionan, antes bien como conductores de estímulos y baterías intermedias.

Frente al delirio de autonomía y novedad queda cada vez mas claro que los individuos son transformadores que están conectados en un circuito compuesto de flujos de energía muy ligados a determinados temas. Sus llamadas opiniones no son sino las formas temáticas y morales de la moda.

Sloterdijk es durisimo con ese diagnostico asimilándolo a la transformación de una endoneurosis en una exoneurosis, es decir de una confusión propiamente dicha a otra por participación.

Herman Broch al acuñar la expresión teoría del delirio de masas remitía exactamente a esta situación en donde los participantes tras el exceso vuelven a enfrascarse en una normalidad reencontrada, como si nunca hubieran tomado parte del delirio (en el caso argentino este diagnostico es precioso y evidente).

La soberanía, la autonomía no es otra cosa que la capacidad de distanciarse de las epidemias de opinión, negarse a participar en el servicio destinado a la excitación. Todos los inputs estresantes nos alcanzan de manera irresistible y mucho mas a quienes vivimos atravesados por las noticias periodisticas, en el papel o en la red, oficiales o heterodoxas, redundantes o supuestamente cortocicuitadoras,

Esta es la función de la filosofía en estos tiempos del cólera, se trata de interrumpir antes que de vehiculizar, de inhibir el paso de la información en vez de ser un mero canal de transmisión que sirve de paso a la epidemias temáticas y a las oleadas de excitación.

Cuando Heidegger insistía en que la inversa de una frase metafísica es una frase metafísica de sentido inverso pegaba en otra cabeza de clavo. Los intelectuales creen que pensar, es decir interrumpir el flujo, es contrapensar, es invertir la tesis del rival o del otro. Con eso no hacen mas que reforzar la carga energética inicial. Por eso frente a cualquier tema (Cromagnon por ejemplo) la primera pregunta adecuada debe ser ¿hago alguna contribución al debate o me dejo llevar por la jauría difamatoria? ¿Es acaso esto lo mismo?

Parece increíble que frente a la alianza cada vez mas desembozada de poder y medios, del uso de los pensadores críticos por parte de los medios y del uso por los medios de los pensadores críticos, no nos demos cuenta de que la idea de criticidad es simplemente una fantasmagórica de la filosofía social moderna y de la sociología filosófica construidas sobre bases dialogicas. Estas ilusiones teóricas insisten en ser capaces de arrojar luz sobre el lugar en que la sociedad se esclarece mejor a si misma.

Como si la sociedad fuera una bella durmiente presta a abrir los ojos porque la filosofía social se lo indica. Por ello son muchos, como decíamos al comienzo en esta cuarta parte, los que imaginan que ese toque de desentumecimiento no hay que buscarlo ya mas en los textos filosóficos, sino por ejemplo en el teatro.

No es casual que el teatro europeo, desde los griegos en delante, haya sido siempre un lugar de intercambio en el que se ponen mas en exposición los aspectos energéticos que los semánticos de la vida.

¿O acaso drama no significa acontecimiento? Para Sloterdijk el teatro es una institución entre paréntesis, un oráculo estético, un espacio transido de riesgo cuyas prestaciones deben pensarse todavía (como hace por ejemplo Peter Brooks en El espacio vacío. Arte y técnica del teatro. Nexos, 1993).

Para Sloterdijk el teatro es una institución milagrosa ya que de vez en cuando la sociedad deja jugar de su inconsciente en determinados escenarios (Copenhagen por ejemplo) de un modo que el texto en papel obtura y anula.

Investiguemos mas estos atajos

Otras refrencias

La inteligencia no vive más que en la apertura a lo que resulta incómodo

Publicado enMemetica

3 comentarios

  1. Anìbal Rossi Anìbal Rossi

    Al leer el articulo me acuerdo de los tipos activo y reactivo de Nietzsche que Deleuze tan claramente expone en su libro «Nietzsche y la filosofìa»… El llamado pensamiento crìtico siempre a precisado de un otro maligno para definirse como bueno, asi como tambìen de la tarìma del rey filòsofo que han (hemos) heredado de Platòn… PENSAR EN CONTRA ES LA ÙNICA FORMA DE PENSAR A FAVOR se titula otro de tus ariculos sobre Sloterdijk… coincido con el tìtulo pero me parece que falta anexarle su inverso para que estè completa: PENSAR A FAVOR ES LA ÙNICA FORMA DE PENSAR EN CONTRA… en contra de uno mismo en tanto nos esforzamos en gambetear nuestros microfacsimos… y a favor en tanto no precisamos de un otro para afirmar nuestro posiciòn… sumado a esto tambièn la constante preguntar ya planteada por Oliveira en Experimentos con uno mismo: Por què decimos algo y no mas bien nada??… ahora que dificil que es hacer todo esto… y confieso que màs de una vez me subi a la tarima… y bue… Saludos!!!!!

  2. LOCOS POR SIEMPRE NO A LOS ASTROLOGOS ESTRAN LOCOS

  3. En relación al Artículo se puede consultar:

    Vásquez Rocca, Adolfo, «Peter Sloterdijk: Normas y Disturbios en el Parque Humano o la crisis del Humanismo como utopía y escuela de domesticación», En NÓMADAS, Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas – Universidad Complutense de Madrid, Nº 19 – 2008 (I), pp. 293-308, http://www.ucm.es/info/nomadas/19/avrocca.pdf

    – Artículo «Sloterdijk ‘Normas para el Parque humano’; De la carta sobre el humanismo a las antropotecnias y el discurso del pos-thumanismo», En
    Revista Observaciones Filosóficas – Nº 5 / 2007 | ISSN 0718-3712
    http://www.observacionesfilosoficas.net/petersloterdijkdelasnormas.html

    y

    VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo

    Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. 221 páginas | I.S.B.N.: 978-84-7822-523-1

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