La contrarrevolucion tambien se come a sus padres

La editorial Blumbergmania. Del éxtasis al ocaso del éxtasis al ocaso del ILHN 3405 de hace casi un año lo anticipaba. Mas alla de las 150.000 personas que Blumberg había metido en la plaza su estrella se despeñaría inequívoca e irreversiblemente.

Hace apenas unas cuantas horas intento su ultima marcha y esta se desbarranco con menos de 6.500 asistentes. Blumberg por una vez cerro la boca y ahora esta pensando, y aunque en publico insistió en que el no es operado por nadie, mas alla de su pena y angustia, queda claro que quien fuera hace un año amenaza al gobierno, tentación para la derecha y vengador de la patria esta entrando en un cono de sombra donde deberá sumar a su dolor eterno también el fracaso de una antipolitica que una vez mas nos dejo de a pie.

Como bien sostiene Franco Castiglioni en Pagina/12, Blumberg decía que no tenia nada que perder porque había perdido a su hijo, pero en realidad perdió a casi todos sus seguidores. Y la razón aunque variopinta tiene entre otros disparadores un motivo de fuste, la derecha por fin tiene ahora a quien votar, especialmente a ese tandem tan taimado y de frágil convivencia cual es el acople entre López Murphy y Macri. ¿Con esos halcones al asecho quien necesita de un Blumberg que a su lado es una paloma sin paz?

Pero tampoco tenemos mucho de que alegrarnos por ese súbito eclipse mediatico de Blumberg, porque los medios tampoco lo necesitan ya mas a Blumberg. Habiendo trocado en muchos casos favores por la prolongación por decreto de habilitaciones en canales y radios, Blumberg es a esta altura mas un lastre que un aliado. Nuevamente la politización involuntaria pero irreversible a los que la psicotica realidad argentina nos remite convirtió a Blumberg de santo en execrado, de mártir en entenado, de aliado útil en obstáculo innecesario.

Mas alla de impresiones o deseos lo cierto es que Blumberg entro en un cono de sombra. Sus marchas colectivas bajaron de un máximo de 150.000 personas en abril del 2004 a 80.000 en la segunda, a 70.000 en la tercera y ahora inesperadamente a 6.500. Las razones de peso serian, un cambio en la sensación térmica de la inseguridad (y también en la valoración medible de su importancia como marcador de agenda al haber pasado del 18 al 7 por ciento del 2004 al 2005 como motivo de preocupación) aunque en realidad los robos bajaron un 11% del 2003 al 2004 , los homicidios un 21% (y comparativamente Argentina con sus 6 homicidios cada 100.000 habitantes esta muy por debajo de los 23 x 100 mil en Brasil y de los 65 x 100 mil en Colombia, con 4 x 1.000 en la ciudad de Buenos Aires contra 40 x 100 mil en San Pablo).

Las tragedias en Argentina se tapan unas a las otras. Hoy la tragedia de Axel es un poroto al lado de la de Cromañon, en el interin Blumberg se equivoco repetidamente tratando de reforzar a los palazos las leyes y mezclando la Biblia con el calefon al imaginar que cuestionando el garantismo mejoraría la seguridad. Con la pena que nos da su dolor al menos nos alegra que su cruzada autoimpuesta haya llegado a su fin.

Porque en Capital Federal el garantismo incluye a un 70% de los votantes. Aquí la mano dura y las doctrinas de Rucucu y su ideólogo Casanovas (con el cual Blumberg coqueteo al principio) no tienen mayor cabida. Ademas Kirchner astutamente le arrebato una a una las banderas a Blumberg y le pincho el protagonismo político con una mezcla de habilidad propia e ingenuidad de parte de Blumberg y sus amigos.

Blumberg sirvió como catalizador y como mensajero pero la excelente actuación de Arlasnian en la provincia de Buenos Aires y del gobierno nacional que puso en caja a la Policía Federal hizo mucho para bajar el nivel de inseguridad, y sobretodo para aclarar o impedir los secuestros, y al mismo tiempo esmerilo la presencia de Blumberg y sobretodo la necesidad de seguir escuchándolo para cambiar la realidad. Al contrario el gobierno lo escucho tan bien que su presencia ahora es tanto innecesaria como prescindible.

Como corresponde a sus lecturas siempre vidriosas Rosendo Fraga es uno de los pocos consultores que se apenan de la trayectoria de Blumberg y la adjudica al vedettismo y veleidad de la sociedad argentina..

Mas interesante es la relectura de Zuleta Puceiro que lo ve a Blumberg como carcomido por los tecnocratas, asimilado por el gobierno y sobretodo cómplice de lo que pasa. Siniestro y pervertido destino de quien quería ser un arreglador de entuertos y termina siendo considerado como parte de los que no ayudan a evitar que lo que le paso a el no le pudiera pasar a los demás.

Caníbal y carnívora es esta sociedad argentina que se come a los denunciadores y que execra y que convierte en victimarios a las víctimas. Todo ayuda a no entender nada. El papel veleta de los medios, la astucia corporativa del gobierno, la insensibilidad y las volteretas de la opinión publica, el inasible aspecto del carisma y el liderazgo que se desfleca inevitablemente y que difícilmente se convierta en atractor político y mucho menos en alternativa eficaz para refundar la república.