Anda el sistema, aunque no sabemos interpretarlo
Lo sabemos desde hace tanto que ya nos aburre repetirlo. Eso de los no-lugares de Marc Auge, eso de que los aeropuertos del mundo son todos iguales. Eso de que Aeropuertos 2000 esta trabajando para nosotros y que ni Aeroparque ni el renovado Ezeiza tienen nada que envidiarle a este ajetreado aeropuerto de Miami donde estamos por enésima vez esperando nuestra conexión a México.
También sabemos que las velocidades se superponen, que no hay demasiada diferencia entre lo que tardamos en llegar del Centro de Buenos Aires a Ezeiza o del Miami International Airport al Art Deco District en Miami Beach.
No es una constatacion menos trivial que los asientos de los Boeing 777 tienen cada uno una pantalla de cristal liquido, y que hay cierta variedad en la elección de películas que se pueden ver (aunque nunca como las mas de dos docenas que hay en Business otro mundo).
También todos sabemos cuan ridículos son los acoples de los sistemas personas-maquinas. Como conocen nuestros lectores mi fobia por los espacio cerrados incluye especialmente los viajes en avión al punto de que prefiero no viajar antes de quedar bloqueado en medio de una linea de 5 asientos con un par de ursos a cada lado. Sabiendo esta trampa de los asientos bloqueadores hacia varios días que estaba peleando un pasillo aunque fuera en el rincón mas oscuro del avión.
La respuesta del sistema de reservas era inequívoca. Según «el sistema» no había un solo lugar en todo el avión. Salvo en esa fila del medio (después resulto que al menos las ultimas 7 u 8 son de 4 asientos y no de 5). Esta lleno hasta la coronilla decía el sistema persona + computadora. No alcanzo un certificado medico, un viaje a la central de reservas, los oficios de ceremonial del Ministerio o de Presidencia. Había que estar 3 horas antes o mas y encomendarse a algún dios de los chis si un bendito pasillo.
Por supuesto que los humanos somos siempre mas astutos que las maquinas, así que la opinologa (con ese don de rastreadora que tiene y de nunca darse por vencida) llamo a servicios especiales y me consiguió un asiento 40G -pasillo de una fila de cinco- camino al aeropuerto.
Cuando llegue al counter me lo cambiaron por uno de 2 y cuando finalmente entre al avión no les digo que había espacio para tirar para arriba pero había unos cuantos agujeritos. Así que sistemas informaticos acoplados a gente zapallito váyanse a cagar (aunque las maquinas solo sueñan con ovejas eléctricas y la espinaca es mala para la IA como nos mostró Spielberg en la película ídem)
Cambiando de canal
El vuelo fue apacible, la comida trivial, el servicio atento pero el verdadero cambio de canal se da una vez aterrizados aquí y apenas darnos una cortisima vuelta por los quioscos de revistas y algunos libros flotando en los anaqueles buscando lectores de viajes.
La maquinaria cultural -especialmente en USA- no para nunca. Hay siempre por lo menos 5 o 10 revistas que nos arrancan literalmente la cabeza (en mi caso compro habitualmente Wired, Newsweek, Fortune, Business, 2.0, Scientific American). La variedad no descansa y la oferta sabe hacia donde apuntar.
También el grado de homogeneidad y de lavado de los cerebros locales se mantiene incólume como en las mejores épocas bushisticas que seguimos viviendo. El control aduanero es gentil pero inflexible. La fotito con la webcam sin anteojos, los dos deditos pulgares: mano derecha e izquierda que mejoran el reconocimiento de los personajes buscados, ademas de mostrar 20 veces la visa y la recontravisa y después… aguantar a CNN.
Nos habíamos olvidado de CNN, ya no la miramos mas después de sus mentiras consecuentes a partir del 11 M. Ese día CNN perdió toda credibilidad fuera de USA y convertida en la maquinaria de propaganda del Pentágono devino en comunicador oficial de las políticas de Bush y sus amigos.
Desde hace una hora que monitores de CNN me siguen por todo este aeropuerto y miren que es inmenso. No hay sala de espera en donde no repiqueteen sus partes de guerra y sus alabanzas al gobierno de Bush, bajo una patina de supuesta cobertura objetiva.
De vuelta la mía es una observación trivial que reitera lo conocido, visto y oído. Lo que es menos obvio es que este es el formato multimedial, multicolorido y al final realmente sofisticado adoptado por el Big Brother para domesticar a los yanquis y dormirlos suavemente con su canción.
Condoleeza Rice haciendo chistes en cámara y con una soltura que no le conocíamos cuando era la dama de hierro en las sombras también nos vigila. Un enésimo helicóptero derribado en la frontera afgana-paquistani y los comentaristas haciendo las fintas que les conocemos. Que no se sabe aun si hay víctimas, que a lo mejor (peor) las hay pero que apenas cayo el helicóptero lo rodearon al mejor estilo Mogadiscio. Que parece que había fuerzas especiales. Que el pentágono avisara a los familiares de las víctimas, etc. etc..
Mientras Bush anuncio que USA no se retirara de Iraq cueste las víctimas que cueste y los entrevistados iraquíes no parecen estar muy contentos con la noticia.
En el viaje de ida me trague medio libro «Buscada. Lili Massaferro: de los dorados años cincuenta a la militancia montonera» de Laura Giussani (la hija de Julia Constela y Pablo Giussani) dedicado a hacer la biografía de Lili Massaferro. La verdad es que me resonaron tantas cosas que no se por donde empezar, Ademas debo apurarme porque le dejare el libro a Nora que conoció de primera mano a muchos de los protagonistas.
Lineas de bifuracion
Ven ahí esta la bendita/maldita diferencia. Todo lo que escucho y veo aquí aparece en una linea de bifurcación clarisima respecto de lo que se cuenta de la historia argentina (como ejemplo de la latinoamericana).
En los anaqueles vemos libros que hablan de la revolución en la gestión y en el diseño de negocios en China (con Levono como mejor ejemplo), también la política post-pentagono, algún manual de como hacer bien los negocios, y ese mezcla de auto ayuda y de sentido común que tan bien triunfa aquí y que da envidia alla.
Habra no-lugares pero tambien hay si lugares. Lo global no elimina lo local. Lo propio no siempre es resistencia, ni mucho menos lpo ajeno liberación. Las hibridaciones son algo mas que la tapa de un libro de Garcia Canclini
Me gusta este espalcio, opero me guatartia implicar la territorialidad y la des territorialidad en la construcción de las idenltidades locales
me parese muy tribial la critica, devido a que la teoria de la que se desprende es contingente, depende de las formas de uso y no unicamente del diseño de los espacios. finalmente la manera en la que se conciguo el boleto también fue por medio de una red, y la experiencia personal puede dar espacio a la historia de un no-lugar generarlos asi como lugares, pero parten del individuo y su ego, los cuales ya son por si mismos elementos acelerados que produsen la sobremodernidad.