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72 horas con las neuronas y el cuerpo a tope

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Alfons Cornella aterriza en Buenos Aires

Después de meses de preparación, y de ultimar los aprestos eran las 21.30 en punto del sábado 7 de Mayo a la noche cuando nos topamos con Alfons Cornella buscando La Cayetana un hotel boutique en la calle México al 1300 que como corresponde ni siquiera figura en guía.

Después de un interminable viaje de 20 horas Alfons ponía por fin sus pies en Buenos Aires (solo había estado una vez en 1999 en Córdoba durante una semana), y ni bien se registró en el insólito remanso, lo arrancamos para el primero de múltiples scrums que se sucederían a lo largo de estos 3 intensos días para chocar cabezas y entablar conversaciones en múltiples registros, que culminaron apenas hace unas horas y que seguramente cambiarán muy mucho nuestra capacidad de observadores y de decisores en los tiempos por venir.


El primer encuentro tuvo lugar en Prosciutto, una simpática Trattoria del barrio de Monserrat, donde acompañados de un rico Syrah y de unas pastas muy sabrosas, y a pesar del embotamiento del viaje, Alfons nos brindó al trío de hombres solos que lo agasajamos en un sábado de noche escapados de distintas obligaciones, un primer panorama de lo que serían sus charlas y conversaciones en nuestros lares.

El estilo Cornella

Los temas cornelleanos se vienen escanciando desde hace mas de una década y seria una ridiculez condensarlo en estas notas al voleo. Pero quizás mucho mas para mis interlocutores -que para mi que lo vengo frecuentando en tenidas sociales desde hace casi una década-, lo que interesaba era la mirada cándida, la combinación de un buen conversador que sabe escuchar y que es un cool hunter memetico de los mejores en un entorno distendido y social, con gente desconocida.

Porque lo que Cornella hace es trabajar mucho y destilar mejor. Alfons lee una decena de fabulosas revistas (Fast Company, Wired, The Economist, Technology Review, Business Week etc etc) y se agencia -y lee- de un centenar de libros al año. Pero si bien ve lo mismo que nosotros -igual que como Galileo hizo con Aristóteles- lo hace con ojos muy distintos y por eso lo que hace y cuenta es tan diferente de lo del montón

Alfons viaja lo menos posible pero cuando lo hace siempre da en el clavo como en su reciente excursión a Dinamarca adonde visito a un gemelo danés de Infonomia cual es The Innovation Lab, que este año presentará cuatro eventos maravillosos como la reunión sobre GeoWare y tecnologías geocontextuales, o la «Knock Knock» atenta al hecho de que en los últimos 7 años la venta de CD baja irreversiblemente, mientras que ya en el 2005 Sony ganó mas dinero con la venta de ringtones que la de CDs. O la conferencia Mundos Virtuales 2007 o el próximo Nordic Exceptional Trendshop (NEXT 2007) http://www.innovationlab.net/sw17802.asp

Laboratorios de innovación en cascada

Utilizando la noción de Agentes de laboratorio que traducen los últimos desarrollos en experiencias a la mano, el Laboratorio de Innovación hace una arqueología del presente, provee un conglomerado de antenas de detección de tendencias. Localizado en Århus tiene oficinas en Copenhagen y San Francisco. No tiene un solo teléfono o computadora fija y su sucursal de Copenhague puede ser desmontada (y remontada en cualquier otro lugar) en solo 2 horas. Entre sus empleados hay un cura irlandés católico, un astrónomo, un director de orquesta y un psicólogo (en un pie de igualdad en extravagancia y extrañeza con los anteriores aunque aquí serían un commodity). Y los fundadores Preben Mejer y Mads Thimmer, tienen como profesiones bautismales la de haber sido libreros e historiadores de la literatura. ¡Que curiosa paradoja que los artífices de uno de los centros mas innovadores del mundo en materia digital y de tendencias del futuro sean hijos dilectos de Gutenberg!

No fue nada casual que Alfons hiciera sus primeros comentarios remitiendo a esa experiencia para él sensacional. Porque así como nosotros tenemos como modelo a Infonomia, el tiene como modelo al Instituto Danés, en un círculo de excelencia sin fin.

Ya sea en esa cena inaugural, o en un almuerzo en el que con un grupo de mas íntimos aun compartimos un clásico asado criollo regado esta vez por unos tintos mas aromáticos y complementado con dos feroces partidas de scrabble que Alfons (¿deliberadamente?) perdió, lo que predominó fue la bonhomía, la flexibilidad, el buen humor, la humildad y sobretodo una capacidad de hacerse amigos y de pasarla bien con el otro, mas allá de signos distintivos, pergaminos y sobretodo desplegando una capacidad analítica sin par que puede ser caracterizada de mil modos, pero que tiene quizás en la hibridación y en la bisociación «poner en resonancia series paralelas incontaminadas, detectar la pauta que conecta»
-como decía Arthur Koestler en su maravilloso The Act of Creation– sus rasgos mas acerados y provocativos.

Pero claro el Cornella de los botines de punta aparecería con una fuerza desconocida para sus interlocutores privados recién en las charlas que daría primero en educ.ar y después en la Fundación Telefónica, hasta finalizar -antes de viajar a Chile- en el Instituto Nacional de Formación Docente.

Y para quienes tuvimos el privilegio de asistir a todas sus presentaciones, lo notable era como los contenidos entraban en ebullición con públicos distintos y con resistencias de menor a mayor hasta generar una verdadera combustión cuando sus propuestas e insinuaciones chocaron con la inflexibilidad, las estrategias meritocráticas y el pensamiento jerárquico de los profesionales curriculares.

La genialidad de pensar contra uno mismo

Si algo singulariza a Cornella es la capacidad para pensar contra si mismo en forma permanente y agravada. Detesta los power points pero no hesita en usarlos de forma novedosa. Es meticuloso en sus presentaciones y tiene atada hasta la ultima idea, pero improvisa constantemente.

Su método expositivo se basa en una abducción a la Peirce rara vez vista en muchos otros autores, y sin embargo su casuística no es nunca meramente enumerativa, la facilidad con que es capaz de pasar de la fórmula al caso es notoria, su inventario de ejemplos desconocidos, llamativos y refulgentes es interminable, pero al mismo tiempo responden a una lógica minuciosa y bien articulada.

Mientras que otros usan las páginas web para rellenar su falta de argumentación pocos (un caso excepcional fue Evan Schwartz en sus dos obras canónicas, pero ya obsoletas Webonomics : Nine Essential Principles for Growing Your Business on the World Wide Web y Digital Darwinism 7 Breakthrough Strategies for Surviving in the Cutthroat Web Economy -aunque afortunadamente actualizadas en Juice: The Creative Fuel That Drives World-Class Inventors-), Cornella genera a partir del ejemplo una tesis y al mismo tiempo inventa tesis para acomodar los ejemplos en un vaivén epistemológico singular y llamativo.

Hipnotizar audiencias, un arte nada menor en la era de la proliferación de las imágenes bobas

Donde Alfons descolla es en la capacidad de hipnotizar audiencias, inventándolas. Siendo él el primero en admitir que hemos vivido equivocados en la transmisión de las ideas mas centrales de la ciencia (ilustrando su aserto con el concepto de derivada), y sin tener ningún empacho en aceptar la vergüenza de tener que reinventar los conceptos cuando recién estamos pisando los 50 o en mi caso los hemos pasado ya hace un buen trecho, es capaz de tragarse de un bocado en un viaje intercontinental The Language of Mathematics: Making the Invisible Visible de Keith Devlin– una especie de Carl Sagan de las matemáticas.

Devlin insiste en esa obra y en otras anteriores y posteriores (yo disfrute muchisimo en su momento de The Math Gene: How Mathematical Thinking Evolved & Why Numbers Are Like Gossip y de Infosense: Turning Information Into Knowledge y me encantaria leer Goodbye, Descartes: The End of Logic and the Search for a New Cosmology of the Mind) que aunque las estructuras y los patrones de las matemáticas reflejan la estructura y resuenan en la mente humana del mismo modo que lo hacen las estructuras y patrones de la música, los humanos no hemos desarrollado (aun) el equivalente matemático de los oídos. Por lo que las matemáticas solo pueden verse con los ojos de la mente

Y así como Devlin ha dedicado casi una decena de obras a revelar estos patrones, Cornella está haciendo lo mismo con uno de los conceptos mas peliagudos (y estratégicamente claves de esta ultramodernidad) cual es la noción de innovación.

Sagan + Burke de la innovación

Cornella es sin duda el Sagan y el James Burke (autor del celebérrimo Relaciones -Connections) de la innovación. A través de una tematización no jerárquica y aparentemente solo enumerativa, Cornella ha armado uan red de conceptos de un poder convocante y generativo sin igual.

Cecilia Sagol y Veronica Castro en su nota institucional en educ.ar los resumieron como «Futuro presente», Ver/mirar vs. hacer, Internet como un recuso educativo múltiple, Todos con su web. Webs de escuelas, webs de profesores, webs de alumnos, Agua vs. fuego, Educar para la realidad, Play Station, Infoxicación y rol docente, Formatos.

Si retomamos los índices de sus libros mas recientes como Futuro/Presente y La Alquimia de la Innovación, nos encontraremos a su vez con 100 ideas o 10 conceptos que pueden funcionar como vasos comunicantes o como hilos superconductores, cuya mayor obsesión es huir despavoridos de las metáforas de transmisión, enancando en las de transacción y de rechazar para siempre la omnipresente tendencia a imaginar a los alumnos, los consumidores y/o los ciudadanos como botellas a rellenar en vez de fuego a prender.

La famosa y hoy raída endecha con que siempre se saludó (muchas veces para exorcisarlo) al fuego de un Mariano Moreno diciendo que todo un Océano no lograría apagar, vale una y mil veces para los dichos, hechos, encantamientos y conjuros del Alfons «Embrujo» Cornella -un hombre de un perfil tan bajo y de una modestia tan exagerada que nos hacen volver rojos de vergüenza.

Lo que se viene/Lo que no hay dejar de conocer-hacer

Renacer 07 People connected to the next 5 y 6 de Julio en el Hotel Hesperia en Barcelona

El Instituto Alexandra

The Innovation Lab

Alfons Cornella, o cómo mirar el mundo (para volverlo infinito)

La ecología innovadora de Alfons Cornella

Publicado enReveladores

3 comentarios

  1. Hace tiempo que sigo los escritos de Cornella en Infonomia, y son como soplos de aire fresco, vitalidad y lucidez. Tiene una manera tan sencilla de explicar lo complicado que es realmente increíble.
    Saludos.

  2. Anónimo Anónimo

    Cornella és dedica a repetir i plagiar -malament- el que treu d’altres llocs; alguns, per cert, de qualitat molt baixa. Normalment diu trivialitats ornamentades amb paraules en anglès (que, per cert, tenen traduccions fàcils) per disfressar-les de gran idees. Mai ha escrit res original.

  3. arthur arthur

    Cornella, no deja de ser un narcisista con menos escrupulos que el común de los mortales y con una ambición desmedida que sólo vive para estar en el pedestal.

    Con los años ha ido perfeccionando sutiles –y no tan sutiles técnicas — para vampirizar a todo su entorno de socios, colaboradores o becarios dada su nula capacidad para generar ideas propias.

    Cuando estos le descubren el juego–al cabo de 1 año aprox–,vuelve a empezar en un nuevo escenario con un nuevo discurso –siempre recurrente –aunque lo disfrace de misión a lo Viktor Frankl.

    Aviso: cada septiembre cambia de becarios, con sueldos basura, …Habría que fundar una asociación de damnificados por Cornella. El rey está desnudo desde hace mucho tiempo aunque por BBAA soplen todavía vientos de bonhomía e impostura.

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