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Los AIBO. Robots que aprenden a hablar y de porque eso nos conmueve tanto. Parte I

1. El misterio del aprendizaje y la necesidad de abordarlo a como sea

Que hay gente que aprende y lo hace mas que bien es algo que se demuestra a diario. Empezando por los bebes que con casi nada heredado, y casi todo por aprender, pasan de comunicarse no-verbalmente a dominar el maravilloso sistema de construcción de mundos que es el lenguaje humano.

Ser inteligente, ser humano, entender, anclarnos en el mundo, discriminar, tomar decisiones éticas, intervenir en el colectivo y formar comunidades, es algo que casi todos hacemos, y en casi todas estas tareas, el lenguaje juega un lugar clave. Pero es muy poco lo que sabemos al respecto y hace tiempo que aunque la lingüistica, la semiótica y las ciencias cognitivas están explorando, o se han convertido en autenticas usinas del saber, no es demasiado lo que hemos avanzado en desentrañar como se gesta el lenguaje.

Gran parte del trabajo que estamos haciendo en la primera esta unidad de la Materia de Procesamiento de Datos este cuatrimestre, es sacar a luz cuanto hay de nuevo en lo nuevo, desmontar las falacias que el uso de un nuevo fútil o cosmético escamotea sobre los problemas que realmente nos importan, y echar luz sobre las conversaciones que realmente nos interesan acerca de la construcción social de la tecnología.

Siendo que en muchas ocasiones las estrategias de aproximación frontales o convencionales fallan para entender desde lo politico a lo social, desde lo tecnológico hasta lo económico, hemos decidido revisar visiones y lecturas convencionales y avanzar por bordes menos conocidos, mas tangenciales y difícilmente recorridos en los ámbitos universitarios.
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De este modo estamos atravesando la dialéctica nuevo/viejo no solo desde la teoría o la tecnología, sino básicamente desde el arte y las formas de concebir la economía en relación a la cultura. También estamos superponiendo al eje nuevo/viejo (generalmente descriptivo o valorativo tan solo en terminos teleológicos), otro eje ortogonal atravesado por las valoraciones de la buena y la mala convivencia, lo político colectivo integrativo o lo político segregacionista excluyente.

Por estos motivos en ;a clase número tres acontecida hace algunos días, quizimos avanzar en algunas dimensiones del uso de la tecnología como revelador, pero también de la tecnología como heurística (vía la simulación, la manipulación, la encarnación), de algunas habilidades humanas imposible de comprender en términos tradicionales.

Asi revisamos brevemente algunas dimensiones de la robótica, partiendo de la fantasía (¿eventual mito o preocupación válida y alcanzable?) del diseño de propiedades emergentes en autómatas artificiales, hasta el uso de robots no conscientes, mucho mas pedestres y simples, pero muy poderosos desde el punto de vista de la conceptualización, para el aprendizaje de las matemáticas, las ciencias y otras formas de conocimientos abstractos.

2. Tratando de averiguar como aprenden los humanos creando robots que los emulen

Enseñar a un perro-robot a pronunciar sus primeras palabras no es muy distinto de enseñarle a un bebe a hablar. Es lo descubrieron durante los últimos 10 años los ingenieros de Sony y en particular dos de sus mas afamados investigadores como son Luc Steelsy Frederick Kaplan del Sony Computer Science Laboratory de Paris.

Tanto Steels como Kaplan vienen trabajando en forma entusiasta con los modelos mas poderosos y sofisticados de los Aibos tratando de averiguar como es que robots de este tipo pueden aprender un lenguaje.

Una conclusión previsible, pero no por ello menos interesante, es que para que emerja el lenguaje hace falta una enorme cantidad de interacción social. No se puede mostrar un objeto y decir simplemente pelota programándolo en la máquina, sino que hay que diseñar un entramado de situaciones donde un objeto cambiante, visto desde distintas perspectivas, y dando lugar a una variedad muy ricas de interacciones; se convierte en pelota, para que efectivamente podamos hablar de aprendizaje robótico.

La elección de los AIBO para esta tareas no ha sido casual ya que la modelizacion del aprendizaje del lenguaje necesita de agentes autónomos adaptativos (AAA). Un agente esta situado en un entorno, sus objetivos pueden adoptar muchas formas. Un agente es autónomo cuando puede decidir por si mismo. Un agente es adaptativo si puede mejorar su situación a lo largo del tiempo.

Así las cosas y para llegar a un buen fin los sistemas de los AAA deben estar integrados, un AAA tiene que estar situado en el mundo, un AAA se tiene que desarrollar, los AAA tienen que ser agentes sociales.

Gracias a todas estas condiciones de diseño puede aparecer en los AAA una de las propiedades estrella de la orientación arraigada, como es la emergencia de las conductas, con su coeficiente de originalidad, adaptabilidad, evolución y mejoramiento.

3. El AIBO como un AAA

El grupo de Steels tuvo en cuenta todas estas consideraciones al momento de diseñar los sistemas funcionales del AIBO. Pero Steels fue mucho mas alla. A él no le alcanzaba con que los AAA tuvieran conductas interesantes y supervivencia autónoma en entornos cerrados. Se trataba de robots divertidos pero a enorme distancia de lo que generalmente consideramos inteligencia.

Recién en el verano de 1995 en una estancia en Tokio, Steels entrevió la pata faltante, la posibilidad de «sembrar» el lenguaje como para que un sistema cognitivo se volviera realmente autónomo en su interacción con el entorno, con la ayuda de sus congéneres. Diseñar inteligencia implicaba diseñar lenguaje pero para ello había que aclarar que teoria del lenguaje debería encarnar en un AIBO para que fuera filo-humamente inteligente.

Steels tardó años en despegarse de una versión ingenua (representacionalista) del lenguaje y de una visión ingenua (comunicacional lineal) de la comunicación. Contrariando muchas décadas de investigación en la tradición cognitivista en IA -tema tratando en extenso en los primrros 4 o 5 años de nuestra cátedra- de nada servia seguir intentando codificarreglas, buscando injertar en los robots un diccionario de referencias directas entre términos y estados del mundo.

Justamente la visión ingenua del lenguaje y de la comunicación jamás podría explicar al comportamiento de los AIBO. Tampoco la extraña situación que comprobó Vilarroya en su visita al Laboratorio de Sony en Paris, donde los AIBOS animadamente conversaban entre si, y Luc Steels su padre y programador miraba consternado -desesperado-, como un sistema de comunicación había emergido a partir de una programación, y quienes lo habían hecho posible no podían sino imaginar el carácter autónomo de su creación.

Referencias

Robot dog learns its first words

Palabra de robot. Inteligencia artificial y comunicaciónLibro completo de Vilarroya en la web.

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