Saltar al contenido

Día: 10 agosto, 2009

El padrino que nunca duerme. Rumbo a quien sabe donde

Bueyes que no dejan de darse cornadas entre sí

Hace un tiempo, que para la Argentina es inmemorial, Eduardo Duhalde dijo sentirse un extraterrestre por haber abierto un registro de los políticos retirados, siendo que el único que se había inscripto en él (dando vuelta la sentencia de Groucho Marx) había sido él mismo.

En una entrevista sin desperdicios (que lástima que se la perdió el entrevistador profundo que es Jorge Fontevecchia), Duhalde resucitó de entre los muertos (igual que Domingo Cavallo entrevistado por Mariano Grondona anoche), y aprovechó la tribuna que le regaló -nada inocentemente- La Nación del día de ayer, para hablar pestes de su ungido de entonces, se atribuyó la victoria de de Narváez, a quien bendijo como próximo gobernador -justo en el momento en que Scioli paga su error histórico de haberse lanzado al abismo testimonial con Mr.K, y decidió replegarse al bastión bonaerense), y abrió la boca para escupir todo tipo de maldiciones y pestes sobre el universo K.