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Día: 29 diciembre, 2012

Las “Digital Humanities” y como pensamos en la era de la análitica cultural. 2da Parte

distantreading

Tecnogénesis y coevolución

La propuesta de Katherine Hayles no se agota con la presunción de que pensamos distinto porque los medios con los que interactuamos son muy diferentes de los que predominaron durante los 500 años de hegemonía de la imprenta. Mas alla de este semitruismo mcluhaniamente plantea que estas diferencias son atribuibles a una tecnogénesis, dado que los humanos y la técnica hemos coevolucionado desde el fondo de la historia tal como se comprueba con la emergencia del bipedalismo junto con a manufactura de herramientas y al transporte en una causalidad recíproca continua.

A ello debemos sumarle el efecto Baldwin según el cual cada vez que ocurre una mutación genética su dispersión a través de la población se acelera cuando la especie reingenieriza su entorno de modo tal que la mutación sea mas adaptativa. Los cambios epigenéticos iniciados y trasmitidos a través del entorno en vez de a través del código genético tienen una fuerza notable y a su vez pueden ser acelerados por cambios en el entorno que los hacen mas adaptativos, lo que lleva recursivamente a producir mas cambios epigenéticos que al producirse en forma mucho mas acelerada que los biológicos, amplifican a su vez los procesos de transformación en curso.

Entre esos cambios epigenéticos uno que sobresale en términos de tecnologías cognitivas son las mutaciones en la capacidad de lectura (algo que que como bien explícitó Antonio Dehanae en Reading in the brain) al no tener inscripción genética permite cambios significativos mas alla de cualquier mutación), que después de haber estado centradas durante centenares de años (y muy particularmente a nivel crecientemente masivo desde el advenimiento de la imprenta) en la lectura exegética, interpretativa y/o hermeneútica, comenzó en las últimas décadas (otros dirán que el fenómeno viene desde mas atrás a partir del advenimiento de la cultura de masas de los años 1920 en adelante) a convertirse en nuevas modalidades y formatos y muy particularmente en algo que desde los años 1990 (con el advenimiento de la web) denominamos hiperlectura.