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Ultimo día de 2016.

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Fue un último día del año, como los otros 67 que hemos pasado en distintas latitudes del mundo, generalmente en Argentina, aún cuando estuviéramos viviendo en otros países con solo dos excepciones recentísimas. Diciembre de 2014 y Diciembre de 2015. El primero por un motivo evidente. Recién habíamos llegado a México, después de una experiencia no demasiado feliz en Bogotá de un año, y habíamos descubierto una bellísima, amplia y acogedora casa en Paseo de la Reforma casi en su cruce con Constituyentes, en los Bosques de Chapultepec.

Después de casi tres meses de vivir provisoriamente en la colonia Hipódromo, con un jardín despampanante, dentro de una casa no demasiado funcional, nos mudábamos a una zona privilegiada, mucho mas cerca de la escuela Maguen David, a pocos minutos de Santa Fé, combinando piscina, follaje, pastoreo para Wiki y muchas expectativas de reinvención personales y profesionales.

Ese diciembre de 2014 (igual que el posterior y sin alojamiento propio entonces), solo estuvimos una semana en Buenos Aires, estancia que se fue como el viento, y pasamos el año nuevo, la primera vez en pleno Paseo de la Reforma junto a la plebe en el centro, y la segunda en un bizarro festejo casi casero en el centro de Cuernavaca.

El diciembre de 2015 cuando nos despertamos al día siguiente para festejar el cumple que inaugura el año de Toddy, estábamos solos, lejos de la familia y de los amigos, pero con planes y ganas de hacer muchas cosas, de cumplir con algunos proyectos, de demostrarnos que era posible vivir bien y haciendo cosas interesantes lejos de la patria tóxica.

Fueron años de relatos y contrarrelatos, de grietas y desavenencias, de conjuros y de añoranzas. También de cierres y aperturas. Haciéndonos eco del carácter intermitente y esperpéntico de la Argentina, habíamos pasado de un proyecto maravilloso y llamativo como Conectar Lab a su desguace y deshilachamiento, que mezclaba proclamas grandilocuentes con una pobreza sin fin de realizaciones.

México nos ayudó a pararnos de nuevo. A trenzar afectos y propuestas. A diseñar uno de los colegios mas innovadores de América Latina, a escalar la filosofía maker y postularla como nuevo DNA de UNO internacional, a crear nuevos formatos pedagógicos, entrelazando TV, Internet y entrevistas ejemplares en el ILCE.

Fueron años de empaparnos de la teoría y práctica de Minerva Schools, y de trabajar codo a codo con la Fundación Telefónica de México en proyectos de socialización disruptiva. Fueron años de bajar un par de días a la semana al ILCE de Xochimilco para alternar temporalidades con una institución desvencijada, pero llena de amigos y complicidades.

El 2015 fue el introito. El 2016 fue la culminación. Atravesado por viajes y encuentros, por visitas y miniexcursiones, por reiterados viajes a Guadalajara y Monterrey, algunas propuestas se frustraron, otras no estuvieron suficientemente maduras a tiempo, pero también aparecieron actores inesperados y desafíos llamativos.

Fue una gran suerte conocer a Kerstin Scheuch y a su equipo (Gabriela, Karla, Ivan, Giancarlo, Ana Paola, Ana Lucia, Diana, Daniela, Daniel) de Centro Diseño. Después de una fallida experiencia pedagógica en la Maestría en Estudios de Diseño, nos concentramos en el evento del año, la tercera convocatoria de VOR dedicada a las superinteligencias. Nunca le dedicamos tanto tiempo a una temática, nunca nos adentramos tanto en una problemática, que cada día fue creciendo en importancia y en logros.

Gracias a la cobertura institucional de Centro logramos invitar ya a una decena de notables y disruptores (encabezados por Lev Manovich, Blaise Agueras, Mark Riedl, Fox Harrell; Chris Chaffe, Gary Marcus etc….) como jamás hubiésemos podido hacerlo por nuestra cuenta. La curadoría del evento pasó por numerosas fases. Los equipos que están ayudando a darle forma, pujanza y estética incluyen a miembros de organizaciones hermanas como Endeavor y México en Movimiento, afinando la puntería y mejorando las posibilidades de éxito.

Paralelamente trabajamos intensamente en el diseño de un nuevo ciclo de formación y producción tentativamente llamado “7mo Piso” centrado en el pensamiento procedural y las representaciones 3D y virtuales, así como en la creación de una nueva área en Centro dedicada a las Trayectorias Pedagógicas con la compañera de aventuras Lila Pinto, pilar del proyecto Maguen, a bordo.

No menos inesperado y reconfortante fue trabajar codo a codo con José Carlos, David, Karime, Ernesto y Rodrigo en el relanzamiento de UNOinternacional, con especial énfasis en mi caso en la cultura maker.

Lo del Maguen siguió el sendero abierto hace ya dos años y medio con interacción profunda y constante con las directoras, con Juan, Jacquie, Erika, Benito, Emelyn y un numeroso equipo.

Las jornadas en México especialmente en 2016 fueron intensas y caóticas. Había días donde pasábamos sin pausa entre 3 y 4 trabajos. Se sucedían los encuentros, México es una ciudad infinitamente mas cosmopolita y atravesada de visitas internacionales que Buenos Aires.

Centro llegó a hacer 4 o 5 mensuales de alcance internacional coronadas con el discurso de cierre del ciclo escolar 2013/2016 a cargo del apabullante y creativo Stefan Sagmeister actualmente de sabático con parte de su equipo en CDMX, a quien conocimos en un almuerzo en honor del Marshmallow Laser Feast.

Mientras tejimos lazos y amistades profundas con mexicanos y latinoamericanos como Gabriela Warkentin y Eddy Warman, Gabriel Torres en Guadalajara mientras íbamos desfilando por distintas ediciones de TVMorfosis, con temas cada vez mas actuales y vivos y con interlocutores de la industria y de la academia del mejor nivel. Seguimos intensificando nuestra relación con el TEC y en particular con su cuerpo directivo máximo con José Escamilla, Ines Saenz, Salvador Alba, David Noel.

Estuvimos en eventos de fin de año de Space, El Pais, Merca2.0, recibimos la visita de Marcelo de la Torre, Marcos García, George Yudice, Juan Freire, Florencia Morado, solo en diciembre. Empezamos el año 2016 en Oaxaca y San Miguel Allende y lo terminamos en Guanajuato y Guadalajara, hasta finalmente llegar a Buenos Aires.

Estuvimos el 2016 en Miami varias veces, también en Nueva York, en Madrid y en Paris, en Valencia y en Barcelona, en Puerto Vallarta y Cancún. Siempre fueorn viajes intensos llenos de encuentros y de renovadas dietas cognitivas y emocionales, siempre con ganas de quedarnos mas tiempo en cada lugar, de ver a mas gente, de visitar mas espacios, de enfrascarnos en mas museos, librerías, bibliotecas, y espacios de divertimentos, de renovar votos de amistad con los colegas, los desconocidos, los espacios, los tiempos, ajenos.

Ahora después de dos semanas de regreso en Tigre, de donde nos fuimos hace mas de 3 años, reconocemos el verde, allegándonos muy poco a la canícula porteña, retomando contacto con los grandes amigos de los últimos años como Roberto, Edmundo, Pablo, Daniel, Valentin, nos sentimos como sapos de otro pozo.

Porque 42 meses no son tanto pero no son tan poco. Porque el día a día que tejimos en Mexico, si bien se mantendrá a través de viajes periódicos y de agenciamientos en permanente mutación, ya no será el mismo, porque ahora volvemos por varios meses mas, pero ya nada será parecido a lo de antes, ni a lo de ahora.

Ya retomamos el pulso de la cátedra y con nuestro programa “Algorithmic accountability. Etica, Política y decision-making en la era del Big Data” queremos rendirle un homenaje mutuo a todo lo hecho en este trienio allá y acá. Ya auscultamos posibles puntos de colaboración con el sector privado y el público, y si bien nada está definido se abren vetas y se tejen filamentos. Hay mucho que hacer en México y en Latinoamérica aun. Nos quedan pendientes asignaturas en USA y en Europa, especialmente en España.

Discutimos todos los día si el mundo está mejor o peor y si por fin entraremos para bien (o para mal) en ciclo del Antropoceno, la inteligencia colectiva, los nativos sociales, como creen desde Steven Pinker (Now for the good news: things really are getting better ) a Michel Serres, de Johan Norberg hasta Kiko Llaneras, para ser duramente cuestionado por el agudo John Gray Steven Pinker is wrong about violence and war, acompañado de John Arquilla (The Big Kill Sorry, Steven Pinker, the world isn’t getting less violent. ) o el propio Nassim Nicholas Taleb cuandodice dice que The “Long Peace” is a Statistical Illusion

Mientras la guerra por apropiarse de los algoritmos, de las bases de datos agregadas y condimentadas, y del aprendizaje de las máquinas, se convierte en el botín mas preciado del año 2017 (Luke Dormehl Algorithms: AI’s creepy control must be open to inspection) y nosotros participaremos desde distintos ángulos, desde México y desde Buenos Aires en este tiroteo sin fin.

Nuestro regalo mas hermoso del 2016 fue acoger a Roger en la familia, gentileza de Wiki y de Toddy.

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Mientras en Argentina se hacían experimentos sociales que si bien no son del todo satisfactorios han dividido nuestro años tóxicos en un antes y un después, nosotros nos ensimismamos en muchas cuestiones, hemos aprendido a vivir a la distancia y con otros muy distintos a nosotros, sabemos que nuestros cuerpos y almas siempre estarán divididos entre coordenadas geoespaciales inconciliables.

Gracias México, ahora se vienen nuevos despertares y decursos, es hora de preparar nuestro regreso, de agradecerte a vos y a nuestros amigos todo lo que nos han dado y nos siguen ofreciendo, seguir apostando a la ciudadania global para brotar en lo local.

“C´est ne qu´un debut, continunos le combat”, como nos enseñó el Mayo francés hace ya casi 50 años, con una recomendación que está tan vigente hoy como entonces,

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