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¿Las tecnología disruptivas incluyen soluciones para la pobreza y el hambre? (Pares inusuales 4)

Las bibliotecas y sus categorizaciones impiden los saltos cognitivos, ayudan a la profundización y la redundancia pero no facilitan los viajes antidisciplinarios. Esta colección de parees inusuales recomienda cada semana una yuxtaposición de enfoques y propuestas distantes y hasta inverosímiles. ¿Qué tiene que ver el smartphone con la pobreza estructural? ¿Podrán las promesas del blockchain mejorar los planes sociales o dinamizar la demanda agregada? Oscar Wilde insistía en que “Las preguntas no son indiscretas, mas a veces sí lo son las respuestas.” Pares inusuales busca tanto generar preguntas indiscretas como incentivar respuestas indiscretas. Ambas que solo pueden darse en la conjunción entre enfoques que “no tienen nada que ver” y lecturas transversales indispensables para suturar mundos tan fragmentados e inaccesibles como aquellos en los que nos toca vivir.

Adam Greenfield Radical Technologies: The Design of Everyday Life. Verso, 2017.

TESIS Las tecnologías disruptivas colonizaron el imaginario y abrieron paso a un capitalismo de plataformas inevitable e irreversible.

A donde quiera que vayamos, un nuevo y sorprendente dispositivo promete transfigurar nuestras vidas (con el smartphone a la cabeza). ¿Pero a qué precio? En esta excursión reveladora Adam Greenfield nos obliga a reconsiderar nuestra relación con los objetos, servicios y espacios en red que nos definen. Es hora de reevaluar el consenso que hace de Silicon Valley el futurable por antonomasia.

Se insiste en que las innovaciones, desde las interfaces de realidad aumentada y los asistentes virtuales, hasta los drones de entrega y los automóviles autónomos, harán la vida más fácil, más conveniente y más productiva. La impresión 3D promete un control sin precedentes sobre la forma y distribución de la materia, mientras que el blockchain revolucionará todo, desde la grabación y el intercambio de valor hasta la forma en que organizamos las realidades cotidianas del día a día.

Habiendo colonizado con éxito la vida cotidiana, sabemos: ¿cómo trabajan estos disruptores? ¿Qué desafíos nos presentan, como individuos y sociedades? ¿Quién se beneficia de su adopción? ¿Este hype permanente no forma parte de la venta de humo (snake-oil) consubstancial a Silicon Valley? Que además dualiza, expolia a la clase media, derrite la cohesión social y la argamase democrática.

¿Podemos seguir endiosando tanta disrupción sin tener en cuenta que en estas pampas la realidad socioeconómica es terriblemente distinta e irreducible a las políticas tecnofílicas ingenuas?

ANTITESIS Los problemas de países como los nuestros son estructurales y básicos y difícilmente encarables bajo el espejismo de un déficit de innovación o de una virtuaIización como panacea.

Sebastián Lipina Pobre cerebro Los efectos de la pobreza sobre el desarrollo cognitivo y emocional y lo que la neurociencia puede hacer para prevenirlos Buenos Aires, Siglo XXI, 2016.

Son nuestros genes los que dictan que tengamos cierto color de pelo, condiciones para la música o el básquet, predisposición a enfermarnos de algunas cosas. Pero no sólo de genes se hace el hombre (ni la mujer), y el que logremos ser personas autónomas, capaces de concebir y construir proyectos de vida, depende de mucho más.

El afecto, el pan, el estímulo intelectual y hasta las vacaciones (o sea, el ambiente en que nos criamos) son desde muy temprano fundamentales para el crecimiento de ese sistema nervioso que nos hará ser quienes somos. Pobre del cerebro cuando faltan, aunque hoy sabemos que hay mucho que puede hacerse.

Este libro describe las bases neurobiológicas del desarrollo humano y cómo las condiciones ambientales inciden en el crecimiento y las oportunidades en cada momento del ciclo vital, incluso antes del nacimiento.

Al conocer los destructivos mecanismos de la privación en la infancia podemos contener y contrarrestar sus efectos. La ciencia no puede eludir esa tarea. Con las herramientas de la neurociencia, de la sociología y de la ética, el autor nos abre los ojos a las facetas menos conocidas de la desigualdad, y propone una suerte de “agenda neurocientífica de la pobreza” que nos permita actuar para mejorar la vida de las personas y, sobre todo, para que vivamos en un mundo más justo.

Los datos mas recientes del INDEC revelan datos aterradores muchos peores que los contemporáneos a la redacción del libro de Lipina. En Argentina, el 52,6% de los menores de 15 años son pobres o indigentes. ¿Qué tecnología radical remediará esta catástrofe?

SINTESIS ¿Cuál es el futuro de un país que no invierte en sus generaciones más jóvenes? ¿Porqué seguimos ingenuamente creyendo que la tecnología resolverá problemas socioeconómico y politicos ancestrales? ¿Qué tool cognitivo debemos desarrollar para diseñar soluciones estructurales a problemas endémicas?

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