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Cada idioma ocupa un lugar diferente en el cerebro

dislexicos.jpg La idea es simpática, no se si será acertada o defendible cientificamente, aunque tampoco pongo las manos en el fuego por la ciencia tout court. La formuló el profesor en Neurolingüística Josef Grodzinsky alojado indistintamente en la McGill University y también en la Universidad Autónoma de Barcelona. Según él cada idioma ocupa un lugar diferente en el cerebro, y también las preguntas y las respuestas se crean en áreas distintas.


No menos llamativo es saber que hay personas que pueden decir «María toca a Pepe» pero son incapaces dedecir: «María es tocada por Pepe» y esto una vez mas porque la voz activa y la pasiva son gestionadas por diferentes sectores del área cerebral de Broca, donde se localiza el lenguaje.

Si detectar estas extravagancias es ya de por si algo entretenido y original mas serio es que el objetivo de Josef Grodzinsky es hacer ingeniería inversa con esos afásicos, del mismo modo que los ingenieros que, a partir de una sola pieza estropeada, deducen cómo funciona un motor. O todavía mas fantasticamente (¿o fantasiosamente?) partiendo de la resonancia magnética funcional (fMRI), que permite obtener imágenes del cerebro en actividad, mientras piensa, mira, hacer neurología inversa, es decir que podamos predecir el comportamiento viendo esas imágenes del cerebro en actuación.

El hombre es ambicioso por demás. Sus objetivos centrales son demostrar que los neurólogos y los lingüistas tienen que trabajar juntos si quieren entender cómo piensa y habla un ser humano y su segundo objetivo no menos ambicioso es trazar el mapa de la sintaxis en el cerebro ubicando dónde están el verbo, el sujeto, el predicado.

A mi lo que hace el hombre me llama la atención y atrae. Sin embargo por mucho que se ha investigado tratando de comprender la relación pensamiento—lengua que según él es la próxima gran frontera de la ciencia, en este campo como en tantos otros estamos tan en veremos como cuando Saussurre por un lado y Ramon y Cajal por el otro empezaban a acercar respuestas hace un siglo atrás. Muchas veces no sabemos de que tenemos que maravillarnos mas. Si de los descubrimientos como los que hace Josef Grodzinsky o de que las preguntas centrales como las que reseñaban hace 25 años atrás Ronald Duncan & Miranda W. Smith en su Encyclopedia of Ignorance, siempre están a años luz de poder ser contestadas.

Publicado enLenguaraces

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