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Internet + el altruismo intelectual unidos jamás serán vencidos.

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Inteligencia, plata y algo mas

Bill Gates es un individuo inteligente, quizás uno de los individuos mas inteligentes del planeta. Al menos si una de las medidas de la inteligencia es la capacidad de hacer plata y -en su caso- de donarla a manos llenas (aunque esto pueda despertar previsibles suspicacias ver «La maravillosa coartada de la filantropia africana. El charitainment o caritatretenimiento» ) como lo está haciendo como ningún millonario imaginó, quiso o supo hacer antes que el.

Bill Gates fundó una corporación que es un Imperio Romano o Iglesia Católica Apostólica Romana del software modelo Tercer Milenio. Con mas de 60.000 empleados directos, y otros tantos indirectos (y una tasa de recambio anual del 9% ), con oficinas en chiquicientos países, con una cifra monstruosa de inversión en R&D anual del orden de los 7 mil millones de dólares, su compañía se ha convertido en una de las mas innovadoras del planta. Sin olvidar que facturó $39.8 mil millones en el 2004 y su ganancia neta fue de $12.300 millones en el mismo período


A diferencia de IBM que se especializa en comprar patentes para anular su potencial beneficio al consumidor archivándolas para siempre, Bill Gates ha armado una red de centros de investigación en el mundo -con 3 laboratorios en USA, y uno cada uno en China, India y Japón, con mas de 700 investigadores de primer orden- que generan decenas de innovaciones anuales, y que gracias al poder de su músculo marketinero, y sobretodo al lock-in que ha impuesto sobre alternativas al sistema operativo y a las herramientas de oficina respectivamente, que hoy comandan mas del 90% de todas las máquinas del mundo, puede asegurarse de que una inmensa mayoría del planeta usará a la corta o a la larga sus productos.

Bill Gates y Microsoft no viven en un páramo. Su caldo de cultivo está en los países pobres en la falta (nada lacaniana por supuesto). y en los desarrollados en lo que le falta a las segundos y terceras empresas para ser las primeras, es decir en la falta (otra vez nada lacaniana).

La plata se hace porque la información siempre está en pocas manos

En un mundo ideal, perfecto, supereficiente, sintonizado al máximo con prácticas excelentes y ahorrativas, los productos de Bill Gates no tendrían sentido porque no cerrarían brechas ni achicarían faltas. En el mundo desparejo e hipercompetitivo de hoy -y que ha llevado al extremo la máxima capitalista de generar ganacias a partir de un acceso asimétrico a la informacion– sus innovaciones abrazadas por las pasiones (¿acaso no reza su lema «Your potential.. our passion«?) serian casi teológicamente el mantra que ayudaría a mejorar el mundo. Al menos eso dicen sus evangelistas que son mucho mas billgatesistas que el propio demiurgo.

Porque estoy seguro de que si Bill Gates se plantase frente a las reuniones como esa a la que acabo de ir organizada por su gente en McLean, Virginia, para vender su marca, y aunque el mismo cada vez que aparece en ellas lo hace con un desgano evidente, seguramente lo que diría no es muy distinto de lo que yo saqué como moraleja de esta excursión.

A saber que así como en lo individual de donde nunca se vuelve es del ridículo, otro tanto ocurre en lo organizacional, porque alli de donde nunca se vuelve es de la autocomplacencia. Y lo que he visto en estos días en el Forum Leaders de las Americas version numero 9, es precisamente un baño de autocomplacencia, quizás incluso superior al que comprobé el año pasado.

La autocomplacencia se dice de muchos modos, puede consistir en oradores elegidos por no se que sabe que compromisos, pero que al momento de hablar dan vergüenza ajena. Puede tratarse de oradores propios que confunden la paja con el trigo y la viga en el ojo propio con la paja en el ojo ajeno, y pintan mundos rosados que si a lo mejor son tales para su cargo, división o región, desde una mirada un poco mas amplia hacen agua por todos lados.

La autocomplacencia se dice también de quienes tienen a cargo exposiciones magistrales y las arruinan con powerpoints pobrísimos, con un diseño propio del jardín de infantes pero sobretodo con conceptos raídos, ajados, dormidos.. autocomplacientes.

¿Y qué decir cuando los invitados son los organismos internacionales, los prestamistas de la región, los dueños de la deuda mundial y sigue la cuenta? Estos señores se conocen todos entre si, se ven siempre en estas reuniones de club y su grado de simulación y de caradepiedrismo sobrepasa todo entendimiento.

Combatiendo la autocomplacencia puede ser un buen salvoconducto para los negocios

Pues bien, aunque el periodismo también es autocomplaciente como el que mas, y aunque vive muy mucho de la grandilocuencia y del autobombo, a veces por rara coincidencia el llamado de atención de un sector sirve para licuar la autocomplacencia del otro.

Porque justamente mientras tenía lugar la reunión en Washington un número especial de la revista Time dedicado al futuro y muy especialmente la introducción del editorialista Lev Grossmanal al mismo sirvieron para poner en cuestión gran parte de lo dicho y hecho en la conferencia de Microsoft.

Porque entre las preguntas trilladas que se escucharon en estos días figuraron en lugar destacado las buenas prácticas, la sustentabilidad de los cambios, pero sobretodo la naturaleza de la innovación y muy particularmente la posibilidad (casi siempre descartada) de que el sector público pueda (dada su innata naturaleza burocrática) formatearla en vez de impedirla.

Porque justamente lo que sobresalió en las intervenciones en McLean fue la idea de que la innovación, la investigación y el desarrollo, la creatividad y la posibilidad de generar cambios disruptivos está siempre (debe estar) en pocas manos. En la de los científicos y los ingenieros con 23 PhD a cuestas. En las organizaciones como Microsoft que la tendrían mas que clara. En los laboratorios y en los Consejos de investigación nacionales e internacionales.

De un modelo cerrado a un modelo abierto de innovación

Según lo que dicen los manuales de Investigación & Desarrollo, ésta estaría generada exclusivamente por la Gente que Tuvo la Suerte de estar en el Lugar Justo en el Momento Justo (ja flor de Epifanía la que provocaría el mítico eureka arquimediano). Cerca de 1 millón de personas en USA, apenas unos cuantos miles en la Argentina. Pero esta visión que todavía impera en los lugares en los que se hace política científica y que es el maná y mantra de las corporaciones «innovadoras» (habiendo tenido como epítome lo que Robert Buderi llamo «ganar el futuro» en Engines of tomorrow : How The World´s Best Companies Are Using Their Research Labs To Win The Future encarnado a fines de los años 1990 en IBM, Siemens, NEC, Lucent Technologies, General Electric, Hewlett-Packard, Xerox, Intel, and Microsoft ) está en pleno retroceso, aunque nadie lo haya mencionado en la conferencia…

Porque en esa obra ejemplar -aludiendo a un mundo que ya no volverá- Buderi mostraba como en USA había hace un lustro cerca de 13.000 laboratorios corporativos, que empleaban a mas de 700.000 científicos e ingenieros y que gastaban anualmente mas de US$ 150.000 millones de dólares.

Nadie duda de que inventores e innovadores, personajes como Tim Berners-Lee; Francis Crick & James Watson; Albert Einstein; Philo Farnsworth; Kurt Gödel; John Maynard Keynes; Louis, Mary & Richard Leakey; Jean Piaget; William Shockley; Alan Turing; Ludwig Wittgenstein; Wilbur & Orville Wright, del del listado de 20 superhombres con los que la revista Time saludó a fines de 1999 a las 100 personas mas influyentes del siglo (divididas en las categorías líderes, artistas, constructores, héroes y científicos) merecen nuestro respeto y mucho mas aun.

Pero esta visión de los grandes hombres ya no tiene sentido, ni refleja donde se hace la innovación actualmente. Porque aunque en cada país haya un grupo numeroso formado por estos señores de la verdad y la creación de mundos nuevos, lo cierto es que cada vez mas la innovación está en el otro extremo, ya que la genera, la difunde, la socializa y la aprovecha «Toda la gente que no esta en este cuarto» (de la innovación programada y planificada).

Si en la reunión de Microsoft no se habló del tema, es porque la visión de una corporación de ese peso y tamaño es absolutamente productocéntrica, y no usuariocéntrica -y porque los partners masivamente presentes allí, comulgan con ella. En esta lectura los que mandan creen que saben lo que tienen que inventar y siguen imaginando a sus usuarios como meros adoptantes, mas bien tardíos que tempranos, y están totalmente alejados de la visión usuariocentrica que personajes como John Seely Brown, Donald Norman, Henry Petrosvksy, Edwar Tenner, Jakob Nielsen y tantos otros antigurues vienen proclamando desde mediados de los años 90.

La sabiduría de las multitudes inteligentes

Como lo vemos cada vez mas y mejor, la autoría de la innovación ha pasado de los pocos a los muchos, de la sabiduría de los genios a la sabiduría de las multitudes. El mejor ejemplo es Internet y el movimiento de software abierto tal como lo identificó mas que bien, -aunque los ecos de estos estudios aun no hayan llegado a Redmond- el genial Ilkka Tuomi en Networks of Innovation. Change and Meaning in the Age of the Internet.

Mientras Microsoft cree que su modelo de negocios es eterno -como los laureles- lo que esta pasando por alto es que si bien es cierto que la facilidad de uso (es decir la dificultad de uso) es el talón de Aquiles del sofware libre, la noción misma de proyecto colaborativo, espontáneo y auto-organizado tiene un potencial de innovación y de generación de nuevos productos indetenible.

No casualmente Firefox ya ha sido bajado por 150 millones de personas y nada modestamente SourceForge.net que coordina los trabajos en software abierto mas importantes ya está siguiendo mas de 15.000 de estos. Hasta la alicaída AOL, que sigue teniendo mas de 30 millones de usuarios hace unas semanas abrió el código de su mensajero instantáneo AIM.

El poder de innovación del colectivo no conoce restricciones y amenaza modificar para siempre el ciclo de innovacion-producto. Como anteriormente sucedía con los innovadores aislados que inventaban algo y su innovación terminaba siendo cualquier cosa menos lo que ellos imaginaron, lo mismo esta ocurriendo con las empresas en el ultimo lustro.

Apple empezó jugando con iPod e iTunes y ya vendió mas de 1.000 millones de canciones y mas de 42 millones de aparatos (y en el 2006 facturará mas por la venta de reproductores que por la de computadoras) cambiando para siempre el universo de los reproductores musicales y probablemente pronto -a pesar de la enorme resistencia de la industria- el mismo modelo de negocios que la arropo durante mas de un siglo.

En McLean la palabra prohibida fue… Web 2.0

Pero la innovación no solo existe a nivel de servicios y productos y tampoco se restringe al área tecnológica. Es cierto que sitios fabulosos como YouTube o Google Video están cambiando también en forma no menos irreversible el circuito de difusión del video e inventando de un día para otro a miles de Spielbergs, Lucases y Coppolas (ver como ilustración mas que pertinente el trabajo Don Miranda sin restricciones de los adolescentes Andrés San Martín, Bernardo Beltrán y Matías Jeréz Leavy ).

Pero no lo es menos que empresas de carne y hueso como Lego, IKEA y BMW están probando la misma medicina y descubriendo para su sorpresa que esta cura al enfermo.

También cabe decir que en este reino de la proliferación creativa abunda la basura, el amateurismo, la ingenuidad, la soberbia y… la autocomplacencia. Pero no lo es menos que una cantidad impresionante de productos que jamás hubiesen salido del rincón de la esquina empiezan a tener distribución mundial y están tomando por sorpresa a todos y a todas gracias a Intener y el altruismo colaborativo.

Curiosamente nada se dijo de la Web 2.0 en McLean. Nadie menciono ni por un instante a los agregadores de RSS. Y el video mas cercano que se pudo ver -aparte de un lastimoso autobombo de la Universidad de Para, un equivalente brasileño de la UAI- estaba a unos km en algún mall.

La excusa de que esta no era una reunión de tecnología sino de servicios y de articulación entre la cultura, la educación, la política y el gobierno no resiste ningún análisis. Ignorar las herramientas de segunda y tercera generación de escritura multimedial en línea esperando que los políticos, los administradores, los decididores y los teóricos de cada área (pedagogos, académicos, sociólogos, comunicólogos, cientistas políticos) den la bendición a las innovaciones, es poner el carro delante del caballo.

Si nadie toco estos temas la razón es mas que evidente. Ninguno de los «suits» que pulularon en McLean acepta con todas sus consecuencias (muchas veces moralmente insoportables y generacionalmente divisivas) que Internet es diferente y mucho mas destructivamente creativa que cualquiera herramienta anterior. Pero peor aun, no solo es destructiva de sus modelos de negocios sino también que pone en cuestión sus modelos mentales… ya que los concurrentes no entienden, no aceptan y no pueden pensar ese fenómeno masivo de altruismo intelectual que este nuevo lenguaje y plataforma ha disparado.

El activismo, el trabajo comunitario, la participación para los otros convertidos en proyectos y en servicios, han encontrado en Internet una vehículo de transmisión, pero sobretodo una levadura masiva y contundente que hace posible lo impensable y vuelve necesario lo accidental.

Groupware y locura creativa

El caso de la Wikipedia con su millón de artículos no es nada mas que el preludio a infinitas enciclopedias temáticas, a infinitos intercambios de recursos intelectuales, a infinitos reservorios y depósitos para el intercambio de ideas que volverán enanos todos los procesos restringidos anteriores de descubrimiento e invención .

Pero por si todo lo anterior no fuera lo suficientemente llamativo y peligroso (para la sabiduría convencional y para los corazones pocos afectos a las emociones violentas) la misma idea de laboratorio de R&D corporativo empalidece y se devalúa. si imaginamos que lo que tenemos frente a nosotros son nuevas formas de innovación que cuentan en su filas no ya con miles o decenas de miles de investigadores, sino a poblaciones del orden de los centenares de millones de personas e innovadores silvestres, que no necesitando de los canales institucionales precintados de antaño ponen en circulación gracias a la Red no solo sus ideas sino también sus aplicaciones.

Todo lo que pensábamos y creíamos acerca de propiedad intelectual, de los derechos de autor, de posesión de la verdad, de dominio sobre el conocimiento ha estallado en pedazos ante la idea inesperada pero contundente de que la noción perimida de que mayor era el valor cuanto menos gente tenia acceso a la cosa, se ha invertido y determina que una cosa es valiosa cuando mas gente la comparte.

Retomando ideas que habían sido esbozadas por Pierre Levy en la inteligencia colectiva y en sus arboles del conocimiento y que están muy alineadas con las propuestas de Yochai Benkler, de Lawrence Lessig, de James Boyle pero también de David Bollier, de Marilyn Strathern y decenas mas (Ver Rishab Aiyer Ghosh (ed) Code, Collaborative Ownership and the digital economy, MIT 2005) es muy probable que en el futuro las corporaciones dependan crecientemente de los clientes .. para innovar. Y que las preguntas mas importantes solo pueden ser resueltas por la inteligencia colectiva con los que su propia existencia puede estar en cuestión.

Así como Kevin Kelly habló hace 10 años de plantar políticas lo que estamos viendo en los trabajos de Surowiecki, de Barabasi y de Buchanan es la posibilidad de plantar innovaciones por parte de las multitudes inteligentes y que después las empresas -si es que siguen existiendo- o distintos colectivos las cosechen.

Je ahora se dan cuenta de porque no se hablo de nada de esto en McLean. Que pena porque seguro que a Bill Gates le hubiese gustado escuchar mucho al respecto. Después de todo el salvó a La Compañía de la desaparición en 1995 abrazando los preceptos de Internet cuando casi el mismo la había previamente enterrado con el proyecto fallido de la Microsoft Net -apoteosis de la idea propietaria en la construcción de una red.

Cuando se barre bajo la alfombra….

Curiosamente 10 años mas tarde los problemas vuelven a plantearse y los callejones sin salida están tan a la vista como hace 10 años. Pero seguro que Bill Gates tiene respuestas mas que interesantes para el problema que las que dan los billgatesistas. Mejor le preguntamos.

Mientras, los chinos acaban de sacar una máquina de desktop con poder de procesamiento equivalente a una Pentium III también en este caso por 100 euros -además de estar en busca de su propio sistema operativo «Yangfan 1.0»

Además la consultora Gartner acaba de publicar un informe que demuestra que en el año 2010 el 20% total del mercado mundial de software el código abierto morderá U$S 100.000 millones de dólares quitándole pingues ganancias a Redmond.

También em el reciente reclutamiento anual del Massachusetts Institute of Technology’s Science & Engineering Business Club de graduados brillantes mientras las filas de Google y de Yahoo rebosaban, las de Microsoft lucían raídas. Sin contar la perdida de programadores estrellas y de ingenieros brillantes como Kai-Fu Lee, quien en 1998 dejo Silicon Graphics para irse a Microsoft, pero que ya volo a Google, que consideran que quedarse en Microsoft solo sirve para mantener a Windows eternamente igual a si mismo. Mientras ellos quieren tomar la Bastilla, la gerencia solo esta interesada en vivir en Versalles como acidamente comento Business Week.

Demasiadas malas noticias como para no perder la paciencia. Como nadie es profeta en su tierra, en vez de aventurarse en esas avenidas de las ideas Bill Gates no tuvo mejor idea -en el cierre de la conferencia en McLean- que despreciar en su mejor tono soberbio y potencialmente autodestructivo al proyecto de Negroponte de la OLPC catalogandolo de juguete indecente.

Cuando se festeje el próximo año la 10ma reunión de Líderes Gubernamentales veremos quien estaba mejor encaminado en sus apreciaciones. Aunque seguramente se tratará de un final con bandera verde.

Para una elaboración sobre lo no visto en la reunión.

Publicado enInfo-Tecnologías

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