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Todos somos el hombre (y la mujer) del año

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La persona del año y los Grandes Hombres

Hace décadas -un poco mas de ocho coincidiendo con su propia historia- que la revista Time certifica la importancia de un personaje tildándolo como la persona del año. En general se trató de un hombre, con pocas mujeres en el listado. A veces de un grupo. Casi siempre de líderes políticos, pero también de protagonistas del mundanal ruido. En los últimos 5 años el trofeo le tocó a la Fundación Bill y Melinda Gates y a Bono, al presidente Bush saludando su reelección, al soldado norteamericano que regala su vida entre ingenua y psicoticamente en Afganistán e Irak, al alcalde Giuliani, buscando equiparar logros, expectativas, carismas, candilejas y respondiendo a quien sabe que polinomio que regula la votación de redactores e influyentes.

Los editores de Time siempre le prestaron exagerada atención al filósofo escocés Thomas Carlyle (forjador del concepto de la historia de los Grande Hombres) para quien son los pocos, los poderosos y los famosos los que facetan nuestro destino colectivo como una especie.


Y como los ejemplos de tapa saludando al personaje del año lo habían dejado mas que asentado, los editores casi siempre se habían inclinado por esa lectura a la Carlyle.

De la máquina del añoa los usuarios del año

Por eso extrañó que alguna vez la revista hubiera saludado-latourianamente- como personaje del año a una no persona. Y sin embargo lo hizo en una mas que comentada nota que pude leer en el momento de su aparición, y que me marco muy mucho. Se trataba del articulo escrito por Otto Friedrich What a personal computer can do que saludo el ingreso de las computadoras personales como pobladores de la vida cotidiana.

Cada tanto la revista fue sensible a la conformación del universo digital y así dejó una huella señera nada menos que a fines del segundo milenio cuando en 1999 le dedicó la tapa anual, nada mas y nada menos que a Jeffrey Preston Bezos, saludando a Amazon.com como a uno de los inventos mas importantes en el diseño de consumidores jamas imaginado.

Esta semana volvió a golpearnos con su olfato al calificar como Persona del Año nada mas y nada menos que a los usuarios (mayoritariamente de las aplicaciones web 2.0) insistiendo -un poco retóricamente como es su impronta- en que los usuarios dieron forma en el curso de este ultimo año a una nueva democracia digital.

El punto de partida de la nota es una paneo muy certero sobre los videos de YouTube, la enciclopedia Wikipedia, los blogs y la creación de comunidades virtuales y en definitiva de todos los prosumidores de Internet. A diferencia de todas las tapas anteriores por primera vez la pantalla no es el personaje (o los personajes) sino el reflejo de lo que los usuarios hacemos en el mundo real «You» (usted) «Sí, usted. Usted controla la era de la información. Bienvenido a su mundo«.

Para la revista los usuarios de Internet, de forma colectiva, somos la Personalidad del Año por «tomar las riendas de los medios globales, por crear y dar forma a la nueva democracia digital, por trabajar a cambio de nada y derrotar a los profesionales en su propio juego«.

Youtube es la diferencia que hace todas las diferencias

En una nueva tendencia que creció desde fenómenos aislados a un hecho establecido de la vida en apenas meses, los usuarios de YouTube han enviado innumerables videoclips de todo lo imaginable, desde aquellos de fabricación casera hasta grabaciones amateurs de noticias y eventos.

El ejemplo más reciente de su poder quedó demostrado un par de semanas atrás, cuando Nintendo retiró las correas de los controles remotos de su consola de juegos Wii. Cuando el juego llevaba en el mercado apenas una semana, los usuarios de YouTube ya habían colgado decenas de videos de personas que al utilizar la consola con fuerza rompían las correas de seguridad, por lo que el mando salía despedido y en algunos casos rompía ventanas o golpeaba a personas cercanas.

Ante tanta «publicidad gratuita», Nintendo se ofreció rápidamente para cambiar las correas baratas por otras más resistentes. «Es una historia de comunidad y colaboración a una escala antes nunca vista” insistieron los de Time.

La web post-Tim Berners-Lee

Las herramientas que han hecho posible que el entronizado como persona del año, no fuera una sino millones, no ha sido la web creada por Tim Berners-Lee 15 años atrás, ni siquiera tampoco el mundo explosivo (y explotado) de la burbuja.com -a pesar de la sanción de Bezos en 1999 como el hombre del año- sino la revolución de la web 2.0 cuyo verdadero poder se ve no en su uso por parte de los adoptantes tempranos, los fanáticos de lo nuevo, la clase media alta con dinero y que lo usa entusiastamente en estos experimentos cognitivos y sociales, especialmente.

Nada de eso. Si la web 2.0 está finalmente arrancando y si ha llegado al podio que le ha brindado Time este fin del 2006, ello se ha debido a la proliferación de contenido generado por los usuarios que vuelven insufrible e insoportable la programación en el horario (flotante y fluctuante como hemos visto en la guerra de los canales de TV abierta de la Capital argentina este año) que las emisoras quieren y pretenden. Cuando a esta altura nosotros, los destinatarios queremos ver lo que queremos ver cuando lo queremos ver evitando en lo posible a todos los intermediarios (gran limitación de la TV tradicional).

Por eso nos sorprende cada vez menos encontrarnos con perlas increíbles subidas a Youtube y Google Video como me ha pasado esta semana desde El dedo de Lagos hasta los videos de Juba, el francotirador de Bagdad, material inhallable en la TV tradicional y que son apenas un par de ejemplos de un tipo de contenidos que figura por millones en la red.

Solo que la web 2.0 no es solo mirar Youtube o en Google Videos, sino también Current TV lugares como Break.com, Rewer, BlipTV o iFilm. pero además y sobretodo es producir producir y producir. Y la mayoría de las veces fuera del circuito de la economía formal. Como quienes por millones se autodiseñan perfiles en Facebook o se crean avatares en Second Life o hacen comentarios de libros en Amazon.com o como Willy Raffo arman podcasts profesionales en sus weblogs.

De la creatividad individual a la colectiva

De pronto el conocimiento en solitario, patentado e individualista empieza a teñirse de colores colectivos. Cada vez es menos el tiempo de Leonardos y Rafaeles, de Newtons y de Velazquez, de Einsteins, Edisons, y Steve Jobses-con todo lo que les debemos-, y el nombre del juego deviene mas y mas plural.

Las automotrices abren concursos de diseños para todos (es el increíble ejemplo de General Motors), en Reuters conviven los periodistas profesionales con los bloggers amateurs, Microsoft está desesperada por combatir a Linux, al precio de convertirse en un desarrollador Linux. Es la era de las muchedumbres inteligentes, de la sabiduría de las multitudes, de las wikipedias y los wikiprofesores y esta impronta al menos nos dispara una sonrisa y nos da alguna esperanza en un mundo que casi las había prohibido todas.

¿De donde viene la energía, o la pasión que puede generar maravillas sin fin como Google Maps o Youtube donde conviven con una alegría desenfrenada con la Biblia y el Calefon, lo sublime con lo apócrifo y lo verdaderamente descollante con lo atrozmente banal?

La respuesta esta en la elección de los editores de Time. Somos nosotros, los nativos y los inmigrantes digitales. Los parias y los consagrados. Los astutos y los bien intencionados. Los que hace rato que sabemos que el trabajo vocacional vale mas de una fiesta, y que molidos o aburridos, desganados pero energizados gastamos horas y horas de nuestro tiempo en llenar estos discos duros de sudor y fatiga, ocasionales visiones trasnochadas que cada tanto nos sorprenden y fascinan

Parole, parole, parole como decia Mina

Un poco exageradamente (o al menos reflejando las realidades del Norte que son bastante distintas de las del Sur, donde la opresión del átomo no ha sido diluida por la liberación de los bits con tanta facilidad o credulidad) pero con no menos convicción, podemos afirmar que la Web 2.0 –que ya nos aburre con su autobombo y que nos induce a preguntarnos en que puede consistir la versión 3.0- es un experimento social masivo y que como tal, seguramente antes que después terminará implosionando.

Ojo no nos tomemos demasiado en serio la promesa de Time de que estas democracias de las multitudes vía las tecnologías de la información reemplazarán, o serán mas exitosas que los impotentes discursos y propuestas de las Naciones Unidades y de otras agencias internacionales que nos prometieron la paz eterna y que no llegaron demasido lejos antes de convertise en burocracias fascinadas con su propia autoperpetuación.

También podemos suponer que las burbujas internetianas –a diferencia de los ciclos de la economía real- en vez de explotar cada 10 años o 20, lo hacen cada cuatro, con lo que estaríamos otra vez a la vuelta de la esquina del ya conocido automatismo, expansión/contracción. Y si la medida son los restaurantes de Silicon Valley, las cotizaciones en bolsa y el espíritu de los tiempos, parecería que estamos por caer nuevamente en un juego de corsi e ricorsi al major estilo de Gianbattista Vico uno de nuestro númenes intelectuales. Decir que si es no entender nada. Pero decir que no es no entender nada tampoco. Por eso los analistas mas lucidos insisten en un no… pero con matices. Un no, pero.

Porque la web 2.0 no es una burbuja 2.0

Esta vez el juego no involucra a las masas. La burbuja 1.0 fue una locura colectiva y pública financiada por Wall Street, que terminó creando unos poco millonarios y desplumando a mucha gente como uno. Esta vez la plata en juego es la de los capitalistas de riesgo y los valoresen danza son una bicoca comparados con los de la década pasada. Por eso no vemos IPOs como los de antaño. La plata se pone en cambio para engordar a compañías promisorias que siempre son compradas por Google, Microsoft, Yahoo! o AOL, los ricachones de la Web 2.0.

Otra diferencia notoria entre los 90 y hoy es que las compañías de hoy quieren y deben generar ganancias pronto o al menos tener una base de clientes.. enorme.. porque sino ninguno de los padres ricos las comprarían y abortarían en la sala de diseño

También a diferencia de lo que ocurría en los 90 el padrino no es esta vez Bill Gates sino Google, al punto de que algunos mal hablados insisten en que la misma invención de la web 2.0 está siendo empollada por el músculo de Google que decidió tercerizar preventivamente la innovación. El gran Dave Winer -quien en los 80 creo el maravilloso More -que yo aun uso ocasionalmente a pesar de sus 20 años de vida-, y después fue el gran evangelista del blogging, podcasting y RSS-, insiste en que la mayoría de las empresas 2.0 no son otra cosa que protomercados cautivos de Google – revendedores de avisos de Google avant la lettre.

Otra medida no intrusiva de los tiempos que han cambiado entre los 90 y los 2000 son los almuerzos gratis. Que ocurrían todos los día en la era de la primera burbuja y que hoy son bastante escasos. Además las empresas son frugales como nunca, pocos empleados, a veces ni quiera oficinas y un trabajo a destajo que nadie envidiaría. El darwinismo enseña. Lo que no te mata te fortalece. Las especies que sobrevivieron a la implosión cámbrica evoluionan cansinamente

Además el indicador avanzado ya está en su lugar y la cuenta regresiva tiene adonde mirar. El dia que el valor de la acciones de Google se desplome sabremos que es el principio del fin. Y que la revolución de la web 2.,0, como toda revoluciòn tiene por destino el de ser una revolución traicionada. Pero mientras ¿quién nos quita lo bailado?

Publicado enMemetica

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