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Mes: septiembre 2011

El Modelo Sarmiento 1a1 en status nascendi. Tercera Parte de Varias

En las elaboraciones precedentes avanzamos en cierto detalle en el punto primero 1) Diseño de clase del modelo 1a1Sarmiento al 100% que fue puesto en práctica al 100% en la escuela Sarmiento durante este año 2011. A continuación avanzaremos en la definición de un segundo elemento central cual es 2) El juego completo. En otras entregas exploraremos los puntos pendientes: 3) El contrato tecnológico, 4) Diciéndole no a la coartada del modelo pedagógico, 5) Aprender para emprender, 6) Variantes fractales.

2 . El juego completo Una saga perkinsiniana

No tanto para que sirven las TICs a la educación sino para que le sirve la educación a las TICs

Lo interesante que plantea el actual escenario interneteano a la educación no es, como se sostiene a diario, o es recapturado por las políticas siempre morigeradoras de los Ministerios de educación que terminan encallando en el lijamiento de la nuevas propuestas a manos de la policía del curriculum, como usar las TIC´s para enseñar como siempre, sino de como convertir a la demanda (mas que a la oferta) de educación en un acicate para reinventar a las TIC. O lo que es lo mismo cómo lograr que los usuarios las reinventen a espaldas de programas, plataformas o exigencias propias de fabricantes y de expertos, de editoriales y diseñadores curriculares, de psicopedagogos y pasteurizadores varios. Con el fin de aprender mas, mejor, a medida, en entornos personalizados, canalizando deseos.

El modelo Sarmiento 1a1 en status nascendi. Segunda Parte

Mas alla/mas aca del discurso elocuente del Gran Profesor

Como lo comentamos innumerables veces el modelo natural de impartir clase es narrar, precisamente porque el aprendizaje se entiende más como absorción de una información específica –suministrada a través de un discurso elocuente por el Gran Profesor– y menos como desarrollo de la comprensión de los discentes. Puesto que para Don Finkel la buena docencia está conectada con el aprendizaje relevante de terceras personas queda claro “que hay más formas de enseñar bien además de las que están incluidas en nuestra imagen cultural del Gran Profesor”.

Cada capítulo de la obra de Finkel apunta a explorar cortocircuitos a ese formato canónico de la enseñanza mal entendida. Para él una alternativa/estrategia es dejar que hablen los libros. Porque la lectura personal de algunos (buenos) libros –La Ilíada de Homero, Edipo Rey de Sófocles, Las guerras del Peloponeso de Tucídides, los diálogos socráticos de Platón, grandes obras de teatro de Shakespeare o Beloved de Toni Morrison- son altamente formativas, puesto que este tipo de obras (nosotros agregamos mucho del buen cine y sobretodo mucha de la buena TV) “pueden proporcionar a los estudiantes una educación sin necesidad de que un profesor les explique cuál es su significado” .

El modelo Sarmiento1a1 en status nascendi. Primera Parte

«Depende», irreduccionismos y cuestionamiento del imperialismo pedagógico

La frase que mas retintineó en las excelentes presentaciones, observaciones, conversaciones y estímulos que Joan Ferres ventiló en su clase sobre competencias cognitivas y emocionales en las pantallas en su clase del seminario UNIA Baeza 2011 sobre Crisis y Reinvención de las Profesiones P fue «depende». El adverbio se hacía presente cada vez que Joan planteaba una pregunta dicotómica y, ante la tendencia natural a optar por uno de los cuernos del dilema, Ferrés mostraba con ejemplos y detalles, con alternativas y visiones contrapuestas la necesidad de realizar lecturas estereoscópicas para apreciar la irreducibilidad de los puntos de vistas contradictorios. Algo que siempre ocurre con cualquier tema o cuestión importante

Si recordamos esta voluntad es que para entender que en lo que venimos haciendo en el 1a1Sarmiento debemos escapar a todos los simplismos que tiñen la actual discusión acerca de la relación entre pedagogía y tecnología, escudados en la falacia mas grande de todas, cual es la de imaginar que la tecnología bajo discusión es meramente un apósito (la versión high-tech de la tiza y el pizarrón), un mero instrumento al servicio de una pedagogía que siempre deber ser la dominante en última instancia.

Para esta visión omnipresente entre pedagogos, teóricos de la enseñanza, dictadores curriculares y defensores a ultranza del Canon Educativo, todas las confusiones e intrigulis que se producen atávicamente en las clases (disparadas por la introducción masiva inconsulta de laptops -y a veces conectividad- en la escuela), es un mero estadio de transición (Paréntesis) que se solucionará cuando el (o los) modelos pedagógicos tradicionales, restauren el orden perdido y se pongan al servicio de la sacrosanta transmisión de los contenidos inmemoriales.