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Entretejiendo memes. O leyendo muchos articulos minuciosamente en el aire

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Leer una revista en tierra o en el aire, o por mar o tren debe ser seguramente una experiencia muy distinta. Leer una revista en un consultorio u hociqueando el desayuno, o de reojo en el subte o colectivo seguramente es una experiencia muy distinta a leer una revista (o varias revistas) en un interminable viaje de 12 horas o casi a traves del Océano Atlántico.

Porque lo que es circunstancial o meramente anecdótico, apenas un acompañamiento banal, o un entretenimiento fugaz en tierra, en un avión se convierte en una delicada operación de análisis y revisión permanentes, de lectura de pe a pa y de combinación de notas que aunque entre si no tienen nada que ver, a través de la maravillosa maquina de conectar pautas que es el cerebro quisquilloso y omnívoro se convierte en mucho mas que un pasatiempo.


En este caso el cuerpo del delito fue la edición de la semana de la revista Noticias Habla María Julia que con su factura calcada a lo largo de los años presuponía -como en parte sucedió- una lectura sin fiorituras ni sorpresas, en un tono edulcorado y de supuesta indignación o tono critico y pasando por una serie de personajes casi todos neutros o grises.

No hay numero de Noticias que no pase por el autobombo y el antikirchnerismo. Según los fontevechistas tienen los mejores periodistas del planeta y entre ellos descolla el señor Dario Gallo quien de acuerdo a la revista hizo una meteórica carrera que lo esta llevando a su penacho. El mérito del aludido es haber escrito 100 tapas de la revista Noticias. Si esto no es una tautología no se que los es. Pero claro en la prosopopeya de la editorial tal hazaña se compara a las que hacen sus émulos en el New York Times.

Por ser la única revista antikirchnerista que se precia de tal Noticias no tiene empacho en recurrir a la codiciada pluma de James Neilson (esta vez bajo el titulo Subibaja sudamericano) que numero tras numero dice siempre exactamente lo mismo, adocenándolo aquí y alla con algún ejemplo menos trillado, o con una patina de color que le permite su ascendencia inglesa.

La tesis única de Nielson es que este gobierno es un desastre porque en vez de considerar que el default y los otros males que nos asuelan permanentemente se debe exclusivamente a la tara congénita de la clase política argentina y que encima tiene la descarriada osadía de endilgarle al Fondo Monetario Internacional toda la culpa, solo testimonia la sempiterna incapacidad de estos políticos de pacotilla en cuanto a entender al mundo.

La excepcionalidad argentina es considerada por Neilson una artilugio retórico que encima esta gastando las ultimas sobras de pólvora detrás de una quimera.

La nota de Neilson hace perfecto eco con una entrevista que ni Caras se podría haber animado a hacerle mejor a Bruno Quintana, el presidente del Jockey Club un troglodita taimado que insiste en que el club no discrimina (cuando ninguna mujer puede ser socia plena) y que sus 7.000 socios son una muestra equilibrada y bien representativa de la distribución socioeconómica argentina, porque algunos de ellos (en la mala) no pueden pagar la cuota.

Nota tras nota la revista insiste en ser original y astuta y lo único que hace es producir un clon que cruza Gente con Mercado o Apertura logrando la peor combinación posible de ambas, sumando las piernas de una modelo top, la cara linda de una emprendedora y como siempre alguna perla inesperada.

Que en este caso es la entrevista a mi querido amigo Alejandro Jodorowsky que hizo su aparición en la 31a Feria del Libro con motivo de la aparición de La vía del Tarot su ultimo texto en coautoria con Marianne Costa su mujer 37 años menor).

Si lo de Jodorowsky desentona es porque la entrevista es jugosa, Liliana Morreli la entrevistadora respeta a este impar singular, y porque las 4 hojas que le dedican no desprecian la inteligencia del lector, ni la sugerencia acerca de un individuo que tiene peso propio para lograr superar la molicie indolente de una revista que nació con vocación de ser la Time o Newsweek argentina y al final no es nada mas que una mezcla irrelevante de lugares comunes y de furcios conocidos.

Así la nota que hacen sobre los bestsellers después de aprovecharse de una buena cita de Alberto Manguel chapotea entre lo ya sabido. Lo mismo pasa con sus comentarios acerca del marketing del vacío.

Es sabido que Noticias hace el propio marketing de sus lecturas favoritas y cada tanto resume las paginas mas interesantes de algún libro. No hace mucho le dedico un interminable espacio al neonato libro del ya mentado Dario Gallo, su biografía no oficial del Coti Nosiglia. De solo leer esa paginas la pregunta que surge no es tanto ¿porque Nosiglia (el otro yo del señor Manzano) tiene tanto poder?, algo que todos sabemos, sino ¿porque alguien querría escribir la biografía de ese personaje a años luz de la chifladura de un Galimberti y sin ningún interés desmistificador o buscando apelar a alguna sorpresa?

Curiosamente esta vez la revista ha dedicado su sección libros a un interesante ensayo del periodista económico de Clarín Sebastián Campanario. Se trata de la Economía de lo insólito. Los descubrimientos que hoy revolucionan el mundo de los negocios y las políticas de los gobiernos (Planeta, 2005)

Campanario que hace tiempo investiga junto a leedores interesantes como Andrés Thompson la economía de la vida cotidiana ha hecho en esta obra una reconciliación fantástica de fenómenos muy pocas veces tamizados por la mirada económica.

Quede pues de testimonio que en una veintena de notas solo dos notas atravesadas por la mirada lucida de Jodorowsky o por la voluntad de descubrimiento de Campanario buscan -impotentemente- nivelar una balanza que muestra tanto como el periodismo se ha ido descosiendo y las lecturas banales han enquistado en todos los medios.

También revela como una corporación que se autoendioso en los años 90 y que supuestamente garantizaba credibilidad entre los lectores, ha terminado destruida por su incapacidad de leer una realidad cambiante e hipercompleja, atrapada por ideologías maniqueas, o simplemente por la falta de entrenamiento y formación de los llamados periodistas en lecturas sutiles, en relaciones mas fecundas, en asociaciones mas libres y sobretodo por la falta de conocimiento de las bases científicas de las relaciones entre conocimiento, mundo y voluntad tristemente ausentes en estos ejercicios de escritura prácticamente vacua.

Je estuve hace poco días en la FNAC de Paris y me encontré algo que ayudara a pensar este tema, se trata de la obra de Francoise Hatchuel Savoir, apprendre, transmettre. Una approche psychanalytique du rapport au savoir, La Decouverte, 2005). Y sobre el tema también ayuda la discusión disparada por Carlos Parra y Eva Tabakian en Ese yerno de Lacan. Historia de un insulto (Biblos, 2005) y retomada por Mariana Canavese en el Suplemento Ñ de hoy

Publicado enCrónicas

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