La Cátedra de Procesamiento de Datos trabaja y avanza

Hemos recorrido un largo camino

La vida es siempre convulsión, pero este cuatrimestre lo fue mas que de costumbre. Al menos desde que hace ya casi dos años iniciamos estos proyectos que están cambiando la historia de la cátedra y nos han dado un empuje revitalizador. Pero una cátedra como colectivo va mucho mas alla de su presente y es impensable sin una recuperación permanente del pasado y una proyección imaginativa sobre el futuro.

En varias oportunidades recapitulé los 4 o 5 grandes tramos de nuestro devenir desde que iniciamos nuestra vida a principios de 1996. Ya no queda ninguno de los ayudantes iniciales, y ha habido una rotación notable de profesionales debido a múltiples motivos: necesidad de recibirse, elección de otros horizontes, precariedad de la relación institucional, y la lista sigue y sigue. Pero en momentos de intensidad y de alegría como los que estamos viviendo hoy, no conviene olvidarse de la trayectoria y contribución de quienes ya no están con nosotros, y mucho menos aún de quienes vienen trabajando hace una década o mas en consolidar lo que tenemos hoy.

Pueden haber cambiado el estilo o las tendencias, puede haber girado la preeminencia de ciertas modalidades de trabajo, pero en este momento de euforia es apropiado parar un poco la pelota y rendir justo tributo a quienes han hecho posible esta cátedra tal como esta configurada hoy.

Por ello ademas de los pioneros (como Bettina Levy, Gustavo Navarro, Marina Quiñones, María Ortiz y Laura Losada) que ya no están, y muy especialmente de nuestra añorada Jefe de Trabajos Prácticos Julia Buta fallecida en 2006, quiero darle mi mas entusiastas gracias a los líderes de proyecto que hace mucho tiempo que nos acompañan en estos devaneos académico/proselitistas como es el caso de Gaby, Estela, y Mario quienes ya formados se sumaron a la cátedra hace mucho tiempo y forman el reservorio teórico y conceptual de muchas de nuestras propuestas.

Lo mismo vale para Roberto mas novEL en su colaboración y muy especialmente para Nacho, Ivan y Carolina que forman parte de la primera generación de ex-alumnos, y que le han dado un impulso a la materia, especialmente en los últimos tiempos, potente y desentumecedor.

Luego va mi agradecimiento para los coayudantes, (como Guadalupe y Clara) varios de los cuales están por recibirse, así como para los coayudantes que ya han cumplido varios cuatrimestres con nosotros, especialmente Inés Binder.

Por ultimo las gracias van hacia los coayudantes mas noveles gestados a partir de los Proyectos Facebook y Rediseñar2010 que entienden de buen grado la necesidad de renovación y cambio, que han hecho malabarismos teórico/prácticos inusitados coronado con el éxito de las dos cursadas, con el libro de El Proyecto Facebook, las jornadas edupunk intercátedras y por fin el monumental Paréntesis de Gutenberg que acaba de finalizar.

Articulando individualidades y perspectivas de grupo

Los éxitos, igual que los fracasos, son patrimonio de todos. La fiesta que fue El Seminario El Paréntesis de Gutenberg #pgutenberg no podría haber tenido lugar si los enanos no descansáramos sobre los hombros de los gigantes. Por eso cada día estoy mas convencido de que la inteligencia colectiva existe y de que el conjunto de muchos es mucho mas inteligente que el de un cerebro esclarecido.

Pero también cada día estoy mas convencido de que necesitamos expertos bien entrenados. De que Malcolm Gladwell dio en el clavo cuando imaginó que para dominar un metier, área de conocimiento o campo de acción hay que entrenarse 10.000 horas. Y que también tiene razón Jane MacGonigal que olfateó que ese mismo tiempo es el que utilizan los chicos para dominar el mundo de la simulación virtual, lo que los vuelve expertos en ese campo. Pero una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa como decía el inoxidable filosofo Panigassi. En un mundo hipercomplejo e hiperincierto como el nuestro necesitamos ambos tipos de expertise: la individual y la colectiva. Necesitamos inventar y renovar constantemente, pero sobre la base de mucho trabajo y estudio previo que opera como sedimento.

Las cosas no salen bien (o mal) por generación espontánea, o negando a las generaciones precedentes, pero tampoco atribuyéndoles un saber insuperable y definitivo. Cada clase que se da en un práctico, cada link que circula en la lista, cada comentario que brota en alguna conversación, cada contacto que se activa a demanda (como la charla que hizo la comisión de Mario la semana pasada con David de Ugarte a través de Elluminate), cada traducción que se circula con esfuerzo, cada nuevo autor o conocido que se acerca al redil, suma a esa construcción interminable e imparable que es la Cátedra de Datos.

Sin el enorme esfuerzo desplegado por Luz Pearson a lo largo de estos dos años, seriamos aun unos bebñes de pecho en e-learning, y de pronto gracias a su dedicación y de un grupo de coayudantes que trabajaron como facilitadores, tenemos un equipo de tutoría virtual de una calidad excepcional.

Sin el trabajo de hormiga de Mario, Estela, Roberto y Gaby que vienen obrando hace muchísimos años en su propia formación (dos de ellos están cursando sus respectivos doctorados), hoy no tendríamos el nivel de excelencia en el tratamiento de muchos temas, en la formación de ayudantes y en la detección de nuevos valores.

Pero también sin el coraje y las propuestas disruptivas de Ivan y Carolina y varios mas, nunca habríamos llegado tan lejos en nuestra reinvenciòn de los docentes troyanos convirtiéndonos en lìderes mundiales en materia edupunk. Sin hablar de la contención y el entramado fino que ha venido tejiendo durante estos 4 años Heloisa, o los aportes valiosos de outsiders/insiders como son Mara Balestrini y Anaclara DallaValle.

Que la euforia no nos haga descarrilar

Por eso en momentos de euforia y «high spirits» como los que estamos viviendo ahora, conviene darle al César lo que es del César y al Ser Digital lo que es del Ser Digital. Si somos valiosos es como colectivo. Si somos potente es como grupo heterogéneo con un empuje feroz.

Actualmente somos cerca de 40 personas cada una con una habilidad, un poder de concentraciòn y una capacidad de dedicacion singulares y sumamente valiosas. Somos muchos y a veces es difícil saber exactamente que parte de cada uno encarnó en el triunfo colectivo. Aunque todo sume siempre.

De lo que no hay dudas es de que esta cátedra es el triunfo de la imaginación y la voluntad por encima de cualquier protagonismo o individualidad. A veces firmamos algunos, otras otros. A veces aparecemos en letras de molde mas grande éste o aquel. Son circunstancias como tales debemos tratarlas. Trascender las limitaciones de los grupos convencionales supone no recaer en viejas formas de autodestrucción yoica.

Apostamos permanentemente por el egocidio y el diseño de nuevas subjetividades, en una construcción colectiva abonada en la diversidad, la defensa de los puntos de vista, la promoción de habilidades distintas, y sobretodo en un permanente cuestionamiento de lo que hacemos, aunque como fue el caso de #pgutenberg haya salido casi todo tan bien.