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Categoría: Genealogías

Los viajes como ensoñación memética

Son ya décadas, muchas, que gran parte del tiempo que paso lejos de casa, está dedicado a explorar librerías, a pescar novedades, a sorprenderme por la gran cantidad de esfuerzo, pensamiento y alma, que un puñado de autores pone en la confección de obras mayúsculas, que sirven en tiempos de mucha confusión, ya sea para echar algo de luz en el marasmo, o de abrir nuevos vericuetos para nuestra curiosidad y necesidad de plasmar en sentido nuestro asombro.

De Manuel Castells, pasando por Michel Serres hasta llegar a Alessandro Baricco

Volvimos a encontrarnos con Mariana Maggio en la primera sesión del seminario Filosofía de la innovación en la UNTREF. Esta vez coincidimos en nuestra reverencia por textos seminales ligados a la cultura digital (Castells, 2001; Serres, 2013; Baricco, 2019), y sobretodo en que estamos asistiendo a una nueva fase de la transición del mundo letrado de Gutenberg, con sus verdades monológicas, la detección de inconsistencias, la secuencialidad y la linealidad, a otro muy distinto y ortogonal con el anterior.


Los libros del 2017 que nos sirvieron para pensar/actuar

Cada fin de año es una una buena oportunidad para diarios y revistas, para portales y sistematizadores de contenidos, para generadores de listados de libros, discos, películas, restaurantes y conciertos y hasta destinos turísticos, mas importantes de cada año. Todas las miradas se posan sobre aquellas especies culturales que merecen nuestra atención y apoyo. Los que se han convertido en referentes ineludibles de nuestras preferencias y atención.

Hay portafolios de una exquisitez sin fin, por la calidad de las recomendaciones, por la forma que permiten navegar la información, por las referencias cruzadas con las que se atreven como hace Best Books of 2017: NPR

Para lectores de papel empedernidos como nosotros son obvias las recomendaciones que pueden hacernos el suplemento Babelia de El Pais o la revista Ñ de la Argentina

1. Arquitecturas Cognitivas

Rosan Bosch La madre de todas las innovadoras

Designing for a better world starts at school: Rosan Bosch at TEDxIndianapolis

the colourful and imaginative interior design for the Swedish Vittra schools has become famous around the world. Rosan Bosch is also widely renowned for her playful and unconventional design solutions created for a range of different customers such as LEGO, Copenhagen University, as well as the Danish Government. Currently Rosan Bosch Studio is working on a large school project for the Sheikh Zayed Academy in Abu Dhabi.

Sheik Zayed Academy by Rosan Bosch Studio

Una semana que vale por Diez, Buenos Aires 2016 es una fiesta

Estaba ya en la manga por subir al avión en Buenos Aires rumbo a Lima y Bogotá, cuando Heloísa Primavera mi querida amiga de casi medio siglo (es una figura retórica nos conocimos en 1977), me preguntó por whatsapp si no sentía una suerte de desarraigo light o una petite desesperanza. Ella que también vive a caballo de aviones, que pasa mas de la mitad del año en Suiza, que oscila permanentemente entre sus tres países de origen y residencia, sabe de qué estamos hablando.

Cuando perdemos contacto con el territorio, cuando no vamos a los mismos lugares que frecuentan todos nuestros conocidos y amigos, cuando no reconocemos las esquinas, ni encontramos estacionamiento que solíamos frecuentar, cuando no reconocemos calles ni avenidas, y todo nos parece nuevo y diferente, es porque algo se cortó. El cordón umbilical que nos unía con nuestra historia y nuestras tragedias o comedias ya no existe. Hemos devenido nómades. Ya somos parte de varias historias paralelas y no consecutivas, y nuestra cotidianeidad no es la del resto.

A medida que nos acercamos a los tres años de haber dejado Buenos Aires sin saber que sería por tanto tiempo, cuando cada día hacemos mas cosas por allá o por acá, se suman amigos, se abren puertas, se multiplican los encuentros y los viajes, la sensación de no ser de allí ni de acá aumenta y nos deja perplejos.

Las “Digital Humanities” y como pensamos en la era de la análitica cultural. 2da Parte

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Tecnogénesis y coevolución

La propuesta de Katherine Hayles no se agota con la presunción de que pensamos distinto porque los medios con los que interactuamos son muy diferentes de los que predominaron durante los 500 años de hegemonía de la imprenta. Mas alla de este semitruismo mcluhaniamente plantea que estas diferencias son atribuibles a una tecnogénesis, dado que los humanos y la técnica hemos coevolucionado desde el fondo de la historia tal como se comprueba con la emergencia del bipedalismo junto con a manufactura de herramientas y al transporte en una causalidad recíproca continua.

A ello debemos sumarle el efecto Baldwin según el cual cada vez que ocurre una mutación genética su dispersión a través de la población se acelera cuando la especie reingenieriza su entorno de modo tal que la mutación sea mas adaptativa. Los cambios epigenéticos iniciados y trasmitidos a través del entorno en vez de a través del código genético tienen una fuerza notable y a su vez pueden ser acelerados por cambios en el entorno que los hacen mas adaptativos, lo que lleva recursivamente a producir mas cambios epigenéticos que al producirse en forma mucho mas acelerada que los biológicos, amplifican a su vez los procesos de transformación en curso.

Entre esos cambios epigenéticos uno que sobresale en términos de tecnologías cognitivas son las mutaciones en la capacidad de lectura (algo que que como bien explícitó Antonio Dehanae en Reading in the brain) al no tener inscripción genética permite cambios significativos mas alla de cualquier mutación), que después de haber estado centradas durante centenares de años (y muy particularmente a nivel crecientemente masivo desde el advenimiento de la imprenta) en la lectura exegética, interpretativa y/o hermeneútica, comenzó en las últimas décadas (otros dirán que el fenómeno viene desde mas atrás a partir del advenimiento de la cultura de masas de los años 1920 en adelante) a convertirse en nuevas modalidades y formatos y muy particularmente en algo que desde los años 1990 (con el advenimiento de la web) denominamos hiperlectura.

El curriculum escolar y la nueva ecologia del aprendizaje

Mutando que es una sana forma de crecer

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Cesar Coll es un maestro de maestros. Fue uno de los númenes de la reforma educativa española, que fuera importada con devoción por el equipo de Decibe/Braslavsky/Filmus en los albores de la era menemista, de principios de los años 90. Desde hace mas de una década se ha venido reconvirtiendo progresivamente a las huestes TIC. Lo conocí en Madrid donde fuimos compañeros de la XXII Semana Monográfica Santillana de la Educación. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en la educación: retos y posibilidades (2007), lo frecuenté en varios simposios internacionales cuando la OEI creía en los expertos (y ambos formábamos parte junto a Hugo Martínez, Guillermo Sunkel, Marcia Padilha, Roberto Carneiro y otros amigos de uno de sus grupos , y lo seguí viendo intermitentemente ya sea en España o en América Latina.

Escuché varias de sus charlas, y aunque coincidía erráticamente con algunas de sus perspectivas, lo veía demasiado apegado a las alfabetizaciones tradicionales, muy orientado hacia la defensa del curriculum tradicional, muy escéptico respecto del potencial (y no solo de los usos efectivos de las TIC en las escuelas), y en general como a un tipo lúcido pero demasiado tradicionalista.

Los prejuicios vienen y van, y después de escucharlo atentamente ayer a la mañana en su charla en el auditorio Elis Regina en el Parque Anhembi en el marco de las jornadas 2012 de Interdidactica (pero mejor aun a lo largo de las innumerables charlas que tuvimos entre lunes y martes), debo comerme mucho de lo que pensaba (me voy a atragantar si me sigue pasando esto), y debo reconocer que César ha ido cambiando sutilmente sus posturas, no ha menguado en un ápice su escepticismo (pero cada vez por mejores razones), y sin embargo ha abierto espacio a varias vetas de reflexión y acción mucho mas interesantes aun de lo que ya lo eran una década atrás.

Lecturas de viaje y las convulsiones estremecedoras de la lucha entre la pantalla y el papel

Los interrogantes significativos para germinar necesitan de semillas potentes

Vivir en la Argentina al final dle mundo, obliga a que los viajes hacia el norte lleven de medio día a día entero cuando hay conexiones o destino menos usuales que alcanzar. Esa peculiaridad abre la posibilidad para lecturas muy variadas (combinadas a veces con algo de escritura), y sobretodo en los tiempos de espera y descanso cierta tranquilidad y distancia asociadas a la lejanía que permite sumergirse en autores y temas que rara vez trasegamos en casa.

Las visitas a las librerías muy densamente pobladas como las sucursales de La Casa del Libro, las recomendaciones de amigos y conocidos, los tweets que nos azuzan diariamente, y ahora las recomendaciones algorítmicas de revistas como Zite van alimentando nuestras búsquedas y sobretodo afinan nuestra capacidad de hacernos preguntas que es la debilidad mas palmaria de la educación actual.

Porque la discusión no pasa tanto por si Google nos hace mas o menos estúpidos de lo que ya éramos (leit-motivo de la obra reciente de Nicholas Carr justamente titulada Superficiales), sino mas bien de como orientarnos en la construcción de interrogantes significativos, que por ahora mayoritariamente están atesorados en libros de mediano y largo aliento y sobretodo en revistas (hechas por verdaderos connoisseurs), en polémicas (cada vez menos frecuentes) donde los interlocutores están en cierto plano de igualdad intelectual y moral y que hunden sus raíces en varios siglos de tradición letrada e iluminista.

En un mundo en donde sobran respuestas, lo que necesitamos son algunas preguntas, no cualquier pregunta, preguntas que combinen actualidad científica (que estén basadas en el merodeo experimental), pero que al mismo tiempo rebasen el funcionalismo a través de la creación de contextos ligados a la convivialidad. Y si bien no hay mucha sobras que cumplan con estos requisitos (un excelente contraejemplo es La democracia del conocimiento: Por una sociedad inteligente de Daniel Innerarity. todav’ia mas infrecuente es encontrar estas guías en blogs, Facebook o Twitter.

Una confusión de géneros mayúscula. Tecnofílicas que se vuelven tecnofóbicas. El mundo al vesre y van…

Cada día esperamos mas de la tecnología y menos de las personas

Los árboles tapan cada vez mas al bosque. No me pregunten cómo lo logran, porque me cuesta cada vez entenderlo mas. Pero el fenómeno se ha convertido en un commodity y no hay día que pase, Twit que nos llegue, comentario que aparezca en un diario de divulgación general o en revistas especializadas, ya sea on- u off-line que no se refiera a este incómodo hecho.

Queda claro que por motivos indecibles cada día esperamos mas de la tecnología y menos de la gente -como fabulosamente bien subtituló Sherry Turkle a su último libro Alone Together (que de paso le hace mas que buen eco al famoso Bowling alone. The Collapse and Revival of American Community de Robert Putnam).

No es menos cierto que cada vez -especialmente en el campo escolar- apostamos mucho mas al software y al hardware que a los átomos de carbono que forman esa entidad denominada docente.

Queda claro que a medida que las mediciones muestran resultados cada vez mas endebles y lamentables en el aprendizaje formalizado y repetitivo, a mas de uno se le aparece como inevitable la necesidad de reemplazar a los docentes-dicentes por robots de un tipo que aún no existe. Pero que de hacerlo se parecerían cada vez mas a Sócrates, y cada vez menos a mi profesor de historia del secundario, (mío o vuestro poco importa la diferencia, aunque yo me acuerdo muy bien del mío y no se lo recomiendo a nadie).

Hay aquí tantas cuestiones entreveradas que no sabemos por donde empezar a tirar de la piola, especulando con que en vez de perdernos mas en el laberinto, llegaremos por fin a algún Minotauro, y que encima en vez de matarlo de lo que se trataría es de acariciarlo y domesticarlo.

La Cátedra de Procesamiento de Datos trabaja y avanza

Hemos recorrido un largo camino

La vida es siempre convulsión, pero este cuatrimestre lo fue mas que de costumbre. Al menos desde que hace ya casi dos años iniciamos estos proyectos que están cambiando la historia de la cátedra y nos han dado un empuje revitalizador. Pero una cátedra como colectivo va mucho mas alla de su presente y es impensable sin una recuperación permanente del pasado y una proyección imaginativa sobre el futuro.

En varias oportunidades recapitulé los 4 o 5 grandes tramos de nuestro devenir desde que iniciamos nuestra vida a principios de 1996. Ya no queda ninguno de los ayudantes iniciales, y ha habido una rotación notable de profesionales debido a múltiples motivos: necesidad de recibirse, elección de otros horizontes, precariedad de la relación institucional, y la lista sigue y sigue. Pero en momentos de intensidad y de alegría como los que estamos viviendo hoy, no conviene olvidarse de la trayectoria y contribución de quienes ya no están con nosotros, y mucho menos aún de quienes vienen trabajando hace una década o mas en consolidar lo que tenemos hoy.

Pueden haber cambiado el estilo o las tendencias, puede haber girado la preeminencia de ciertas modalidades de trabajo, pero en este momento de euforia es apropiado parar un poco la pelota y rendir justo tributo a quienes han hecho posible esta cátedra tal como esta configurada hoy.