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Categoría: Comprando libros

Los libros del 2018 que nos sirvieron para pensar/actuar


No siempre pero bastante seguido hacemos el listado de los libros que nos rompieron la cabeza durante el año en curso apenas transcurrido. Es un rito que no le hace mal a nadie, que ordena retrospectivamente nuestro gusto insaciable por los temas mas diversos y que nos lleva a justificar nuestras inversiones cognitiva (aunque cada vez compramos menos comparativamente con décadas pasadas).

Además estos listados son cada vez mas fragmentarios, limitados e inconclusos. Porque como en este caso están limitados a los libros de papel que han pasado por nuestras manos (a nivel de lecturas de solapas han sido muchos centenares), y que por razones de empatía, decoro o mucha ganas, han terminado por engrosar los estantes ya atiborrados de una biblioteca en estado de desquicio total (prometemos que la pondremos a cero en el 2019).

Y por otra parte propuestas como las de de Pierre Bayard en Cómo hablar de los libros que no se han leído, Anagrama 2011 (original 2007) vuelve aun mas inútiles a listados como el nuestro. Aun así nos llevamos (le llevamos) la contra a Bayard y hacemos nuestra síntesis anual con la misma

Porque en Cómo hablar de los libros que no se han leído, Bayard no solo asume con naturalidad nuestra sempiterna condición de no-lectores (por mucho que seamos ávidos devoradores de libros, el número de lecturas pendientes siempre será infinitamente mayor), sino que convierte esa en apariencia vergonzante no-lectura en el núcleo mismo de la lectura

Los libros del 2017 que nos sirvieron para pensar/actuar

Cada fin de año es una una buena oportunidad para diarios y revistas, para portales y sistematizadores de contenidos, para generadores de listados de libros, discos, películas, restaurantes y conciertos y hasta destinos turísticos, mas importantes de cada año. Todas las miradas se posan sobre aquellas especies culturales que merecen nuestra atención y apoyo. Los que se han convertido en referentes ineludibles de nuestras preferencias y atención.

Hay portafolios de una exquisitez sin fin, por la calidad de las recomendaciones, por la forma que permiten navegar la información, por las referencias cruzadas con las que se atreven como hace Best Books of 2017: NPR

Para lectores de papel empedernidos como nosotros son obvias las recomendaciones que pueden hacernos el suplemento Babelia de El Pais o la revista Ñ de la Argentina

Twitter como subtitulado de la realidad

Temario

1. Los tiempos están cambiando
2. La cultura digital se dice de muchos modos
3. Los wicked y thorny problemas del presente
4. Y la educación ¿qué, cómo, dónde?

Los tiempos vienen cambiando desde 1960 o mucho antes. El mundo se divide en dos cerca de 1970. En ese entonces vivíamos 4.000 millones de almas en el planeta, hoy 46 años mas tarde ya orillamos los 7.400. Bob Dylan, con su reciente Premio Nobel, encarna de muchos modos esos vientos de cambio.

La cultura digital acelera el transformismo universal, pero no es el origen ni la causa primera de sus infinitas reverberaciones. Son numerosas las causas concomitantes que rompen cualquier espejismo de linealidd y nos insta a sumergirnos en el torbellino de una causalidad reciproca enmarañada.

Vivimos atravesados por problemas malditos, espinosos, tramposos, inasibles. Y aun así tenemos que decidir y apostar, cada vez con mayor frecuencia, cada vez con menos seguridad de acertar.

Mientras la educación forma parte de estos entramados y transfondos infernales. Las subjetividades mutan, la falta de sincronía entre adultos y jóvenes se amplifica. Pregonamos la diversidad, pero no sabemos como gestionarla, nos maravilla la complejidad pero también nos asusta y nos cohibe. Bienvenidos al mundo de la duda sintomática, los saberes difuminados, y la reinvención de las instituciones de aprendizaje.

1. Los tiempos están cambiando

Bob Dylan The Times They Are A Changin’ 1964

Fugaz recorrida por algunos memes españoles, versión verano de 2015

La conferencia performativa como una forma crítica.. Manuel Olveira. Parte VIII, VIII Curso de introducción al arte.. from musacmuseo on Vimeo.

Fue una semana vertiginosa, de ir y venir sin parar, de viajes, cenas, reuniones, encuentros, visitas, libros y mas libros. De museos y charlas, de discusiones y lecturas, de poca Internet pero sobretodo de inmersión permanente en proyectos, en discusiones, en perspectivas a futuro, y fue también tiempo de hacer balances, de revisar lo hecho en estos últimos meses, de sopesar los proyectos en carpeta, de alegrarnos por algunos logros y de sospechar de las dificultades por avanzar en otros (aquí nuestras primeras impresiones del 10mo TVMorfosis).

El contraste entre Europa y América crece irremediablemente, A pesar de la crisis ya crónica, a pesar de las quejas de los europeos porque sus países y su continente ya no son lo que supieron ser, a pesar de la incertidumbre (no tanto acerca de lo que harán sino de lo que no harán) que generan las figuras de Manuela Carmela y de Ada Colau como futuras alcaldesas de Madrid y Barcelona, mas allá de las decepciones de ofertas de calidad pedagógica y de investigación muy alta que naufragan ante la falta de apoyo y de audiencias, lo que tienen, lo que han logrado, lo que conservan y lo que vemos en cada viaje apabulla,

Pisando las calles de Tunez nuevamente, o casi Segunda Parte

1 Filiu grande

Point of no return

Cada tanto una palabra o concepto aprendido literalmente hace decenios se agolpa en el frente de la memoria e insiste en sacarle ventaja a los miles o millones de otrose que pululan en la ecologia neuronal. Esta vez se trata de la expresión «point of no return» que me dejó su imprint a los 16 o 17 años cuando lei No Highway una novela de Nevil Shute.

La novela era bastante pedorra pero el concepto me sigue acompañando casi medio siglo mas tarde, buen testimonio de que lo que queda no lo hace tanto por profundidad o relevancia, sino por algún misterioso acople entre emisión y recepción, que tendrá su lógica (contextual en cada caso) aunque la aristotélica o cartesiana no la comprenda.

En esa obra sumergida en el túnel del tiempo la expresión remitía al momento en que un avión había pasado la mitad del recorrido que lo separa del destino final, por lo que en caso de avería, error o fatiga del metal (esa era la clave en esta novela) quedaba mas cerca del destino que del origen, así que al agua pato.

En los congresos pasa lo mismo, hay un período de acumulación (un poco mas largo como en este caso de la reunión de UNRSCO sobre libertad de prensa, cuando literalmente no conocía a ninguno de los asistentes), y después de mediodía o de uno pasamos el punto de no retorno, nos hacemos amigos de circunstancia o conocidos mas o menos afectuosos, y de un mar de átomos nos convertimos en algunos subgrupos que comparten anécdotas, descubren amigos en común, retozamos acerca de temas y experiencias mas o menos compartidas, y de un santiamén ya somos un grupo y no ya un conjunto de entidades disjuntas.

Como era de esperar esto ocurrió en Túnez en esta Conferencia, y como comentaron todos los participantes esto es lo que queda como residuo cognitivo y afectivo en estos eventos, mas alla de las maratónicas sesiones, de los discursos efectistas, y de las proclamas y de las ganas mas o menos cumplidas de los convocantes y de los organizadores devenidos activistas de sus causas.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Tercera Parte

Dos sistemas, un pais. El año 2047 está mucho mas cerca de lo que creemos

1. De China a Hong Kong

Lo dijimos hace 10 días y lo ratificamos hoy, cuando en la madrugada de Honk Kong vemos por última vez las calles mojadas, la estación de buses en Kowloon arrancando su diario trajín, oteando de refilón el Harbour Plaza Metropolis, shopping mall del hotel en el que estamos alojados, y habiendo vivido intensamente durante 2 días la vida en esta ciudad a la que anhelábamos conocer desde al menos 1986 (cuando estuvimos en Singapur, Penang y Bangkok) y a la que tardamos tanto en llegar.

A diferencia de lo que nos pasó con Pekín, donde nuestras expectativas eran bajísimas y fueron mas que colmadas, e incluso con Shanghai, donde esperábamos bastante pero recibimos mucho mas, a Hong Kong entramos con el pie torcido. Veníamos en un Ferry desde el puerto de Shenan en las afueras de Guangzhou, muy alejado del centro. El barco, aunque ocupado a medias, parecía un Seacat de los que van a Colonia, el día estaba nublado y contrariamente a lo que nos habían prometido no vimos nada del célebre skyline.

Llegamos en un santiamén a nuestro alojamiento en Kowloon la zona de los 40 hoteles, pero no estábamos frente a la bahía sino en una subida para la cual había que tomar un shuttle que en 8 minutos nos dejaba en Nathan Road, la joya de la corona de la ex-colonia británica. Dar unos pasos fue encontrarnos con la quintaesencia del consumismo y el capitalismo al palo. El show en la promenade de las estrellas nos mostró un bello fondo de edificios en la vera isla de Hong Kong, empañado por las nubes y un pésimo sonido. Por fin fuimos a comer a una rica cantina italiana Fat Angelo, pero nada nos sorprendía demasiado. Y peor aun nos fue con la excursión a Peak Victoria tapado de nubes, seguido de una visita a una pequeña playa abusivamente comparada con la bahía de Guanabara, terminando en una forzada excursión en Sampán que no parecía ir a ningún lado.

Una tarde en el MALBA. Diálogo vibrante entre Jacobo Siruela y Rafael Cippolini

(Casi) nunca ir a charlas públicas

Desde que me vine a vivir a Tigre, pero probablemente desde mucho antes, casi nunca voy a reuniones y encuentros, no asisto a presentaciones de libros, no veo películas u obras de teatro (salvo ocasionalmente en Nordelta) y es mas que raro que me desplace, especialmente al centro para un encuentro cultural.

Pero cuando el domingo vi un aviso en la contratapa de la Revista Ñ comentando que al lunes siguiente en el MALBA Rafael Cippolini iba a dialogar con el mitico fundador de la editorial Siruela, Jacobo, me pareció que el evento y la convocatoria mas que lo ameritaban, y que valía la pena romper con tendencia sy asistir al evento

La charla fue corta, duro justo una hora, sirvió como telonera para la pelea de fondo que veria a Ophran Panuk en el mismo podio, y a través de las buenas disgresiones de Rafael me enteré de muchas intimidades, gustos, delectaciones y pasiones, que después complementaria con referencias tanto de la Wikipedia como a una excelente entrevista El lujo de trabajar y vivir libre que le hizo el diario El Pais hace ya 6 años atrás a Jacobo Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, conde de Siruela e hijo de la Duquesa de Alba, porque de el se trataba y el balance fue mas que positivo cuando en general no es así.

Ferias del libro eran las de antes (ni tanto ni tan poco)

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Conociendo a la FIL en su 25to aniversario

Había oído hablar de la Feria de Guadalajara múltiples veces. A diferencia de la nuestra que ya cumplió sus rubicundos 37 años, y ocurre en nuestro otoño, ésta tiene lugar la última semana de noviembre y a nosotros se nos antoja con sabor a primavera y promesas de verano a vuelta de página.

Sabía de muchas actividades que tenían lugar en su seno y de su carácter híbrido ya que hace las veces de Feria del Libro para la multitudes como la nuestra, que ya llega a las 1.100.000 personas, aquí no pasa de las 600.000, pero en un período de tiempo mucho menor apenas 9 días, y me pareció que había mas actividades -también me equivoqué se trata de unas 500 contra las 1.000 nuestras, otra vez empaquetadas en menor tiempo-, pero también hace de fiesta de los editores (hay cerca de 18.000 aquí contra un puñado en la nuestra).

Los grandes números dicen poco y nada de lo que es estar en un inmenso Hotel (hay varios mas alrededor) a metros nomás de la gigantesca construcción -igual con lo inmensa que es no tan grande como el complejo de la Rural) donde están pasando todas estas cosas.

Este año la Feria celebra su 25ma quinta edición y la fecha es mas que buena para tirar la casa por la ventana y celebrar no la muerte por inanición del libro, sino al contrario su rubicunda existencia y la promesa de muchas Ferias mas (o al menos así quieren creer sus organizadores).

La sociedad inteligente será hija de la política no de la tecnología

La política y la tecnología. Dos velocidades que no se mezclan ni de casualidad

El problema con la tecnología es que va demasiado rápido. No sabemos muy bien para qué sirven tantos gadgets, aparatitos, dispositivos, y antes de que hayamos aprendido a usar el 10% de sus disponibilidades (affordances), se vuelven obsoletos, algunos gurúes se esmeran por sustituirlos por versiones mas aggiornadas y supuestamente mas potentes y útiles, y asi se nos va acumulando chatarra tecnológica sin parar, y quedamos tan descontentos o «en pelotas» como antes, y los estantes y placares albergarán tantos juguetes que nos deslumbraron el dia de su bautismo y que ahora han devenido inútiles por motivos de los mas variados.

El problema con la política es que va demasiado lenta. Sus promesas no se cumplen, sus vaticinios rara vez encarnan en bienestar colectivo, su comprensión de la dinámica ecológica, tecnológica, económica y hasta convivencial es harto precaria y con algunas excepciones, en general, quienes ganan una elección pierden la siguiente, y a quienes toman las medidas mas antipáticas no les va ni mejor ni peor que a las que toman las simpáticas.

Hay excepciones y momentos históricos particulares, pero cada día queda mas claro que los votantes se encuentran tan sorprendidos e insatisfechos con sus gobernantes, como los mismos políticos que hacen malabarismos para husmear el aire del tiempo y ver de qué lado ponerse para no ser arrasados por los vientos de la historia, cada día mas casquivanos e impredecibles.

Para colmo quienes saben (o creen saber) algo de política desconocen por entero a la tecnología, a la ciencia, a las humanidades, a los discursos de la complejidad. Y viceversa quienes conocen (o creen conocer) de algunos de estas temas, o practicas no se imaginan, no les interesa, no pretenden ni se ocupan de bajar a la tierra de la confusión, las demandas contradictorias y la barbarie cotidiana, esos secretos arrancados a la naturaleza o a la historia, en prístinos laboratorios, o en silenciosas cavernas de la meditación pero que rara vez subsisten en el barro de la vida cotidiana, es decir de lapolítica.

Una decada inolvidable. Diario de viaje

Otra conferencia sobre redes sociales… y van

Lo dijimos tantas veces que ya aburre. Pero si bien cada viaje lo refrenda el ultimo lo confirmó hasta niveles impensados. Viajar a Europa es una fiesta, pero en el último año, ya sea por la frecuencia acelerada (ya hay previstos 6 viajes a España para este año), ya sea por la calidad, cada viaje explora nuevas fronteras, permite nuevos acercamientos y consiguientemente genera nuevas posibilidades, pero sobretodo por el efecto de red.

Ya sea porque invariablemente paso por las mismas ciudades como son Madrid o Barcelona, ya sea porque cada viaje suma una nueva o poco frecuentada, lo cierto es que los small worlds, los lazos débiles y demás poderes de las redes ejercitan sus efectos envolventes, y nos atrapan con sus poderes de conjunción y multiplicación.

En este caso han sido 10 días de una intensidad poco común. Algo que siempre repito, pero que en este caso es mas que literal. Me resulta casi imposible recordar el día a día de esta década (nombre que le daba el calendario republicano a los tres tercios en los que dividió cada mes). Me parece tan lejano ese primer pincho que comí en la estación América esperando al bus a Burgos, como si se tratara de otro viaje, de otro año, en un pasado paradójicamente muy presente pero muy lejano.

Después todo fue aceleración y mutación. A los pocos minutos de haberme alojado en el Hotel Velada Burgos en el casco histórico ya estábamos cenando con un grupo muy animado de comensales teniendo a mi vera a Pablo Mancini, enfrente a Jose Luis Orihuela, muy cerca a Pepe Cervera y en una mesa gigantesca a una treintena de comensales que conformarían el corazón el congreso de Redes en Burgos.