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Categoría: Vivencias

Las golosinas (visuales) como el hecho perverso de la cultura burguesa. El retorno de lo reprimido. Pesima actuacion en el primer Ignite porteño

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Basta de leer

Hace años que vengo insistiendo en que no hay peor conferencista, orador o presentador que aquel que lee. Entre mis némesis tengo a algunos académicos que cometen la osadía, o tienen el tupé, de leer lo que ellos llaman cuartillas, durante un tiempo interminable que en algunos casos supera la hora.

Aunque cada vez es menos frecuente, o yo frecuento mucho menos los ámbitos o cenáculos en donde suceden tamaños atentados en contra de la comunicación cara a cara u ojo a ojo, cada tanto me ocurre.

Paso así cuando estuve con los psicoanalistas a mediados del año pasado, donde no había cañón y donde mi presentación improvisada se hizo usando un ppt solo para mis ojos (como le gustaba decir a James Bond en una de sus graciosas películas).

Ocurrió hace unos días en Cartagena, donde uno de los presentadores en la sesión inagural leyó 4 o 6 carillas, y desde el podio hacíamos lo imposible por adivinar si se trataba de la ultima página. Porque aunque ponía énfasis y su voz sonaba estentórea y cristalina, la verdad es que escuchar a alguien leer en público es un bajón, que no le recomiendo a nadie.

Nuevo encuentro con Derrick de Kerckhove en la embajada de Canadá

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Derrick está mas que contento con su copia de Nativos Digitales.

No sé cuantas embajadas en Buenos Aires tienen residencias en las afuyeras, pero la de Canadá si la tiene. La conocí en febrero de 2004, recién vuelto de la excursión que hicimos con Laura Serra y el entonces ministro Daniel Filmus a Canadá, buscando el Santo Grial de la tecnología educativa. En ese verano se le hizo un homenaje a becarios y a profesionales que trabajan con distintos programas del gobierno canadiense, y como integrantes de esa misión nos correspondía también a nosotros participar de la jarana.

Anoche, como si nunca hubiese estado allí, me costó un montón encontrar el lugar. Y eso que Alejandro Prince me había comentado, que un taxista le había comentado que había que doblar en Libertador al 14.500. Lo cierto es que después de barrer la avenida un par de veces llegué finalmente a la linda ma nsión. Con un guardia a mi vera tocamos varias veces el timbre y después de un larguísimo rato finalmente aparecieron Prince & una de las anfitrionas.

A los pocos minutos estábamos libando con un pequeño grupo de una decena de personas entre las que se encontraban, ademas de Derrick, el embajador, Prince, Susana Finquelievich, Fernanda Rotondaro, Carmen Grillo, Gustavo Lopez y varios conocidos mas.

El padrino que nunca duerme. Rumbo a quien sabe donde

Bueyes que no dejan de darse cornadas entre sí

Hace un tiempo, que para la Argentina es inmemorial, Eduardo Duhalde dijo sentirse un extraterrestre por haber abierto un registro de los políticos retirados, siendo que el único que se había inscripto en él (dando vuelta la sentencia de Groucho Marx) había sido él mismo.

En una entrevista sin desperdicios (que lástima que se la perdió el entrevistador profundo que es Jorge Fontevecchia), Duhalde resucitó de entre los muertos (igual que Domingo Cavallo entrevistado por Mariano Grondona anoche), y aprovechó la tribuna que le regaló -nada inocentemente- La Nación del día de ayer, para hablar pestes de su ungido de entonces, se atribuyó la victoria de de Narváez, a quien bendijo como próximo gobernador -justo en el momento en que Scioli paga su error histórico de haberse lanzado al abismo testimonial con Mr.K, y decidió replegarse al bastión bonaerense), y abrió la boca para escupir todo tipo de maldiciones y pestes sobre el universo K.

A la sombra de El Plan Ceibal que también es la Isla de Lost

La subjetividad se resiste a pasar al arcón de los conceptos

Como comenté hace ya mas de un año atrás, últimamente no me entrevero demasiado con los custodios del alma (llamada subjetividad en el pasado siglo). Y cuando lo hago, sin querer o queriéndole los encuentros sacan chispas como pasó el año pasado en una actividad en la cual conocí -sin conocerla- a Alicia Gonzáles de AUPVC (Asociación Uruguaya de Psicoanálisis de las configuraciones Vinculares).

Digo conocerla sin conocerla, porque ella estaba entre el público y nunca se presentó, me capturó en su imaginario, y con el tesón de hormiguita trabajadora que la caracteriza, desde hace muchos meses se puso a tejer un nuevo evento relacionado con la mezcla explosiva que es poner cerca a una subjetividad amenzada con nuevas tecnologías del conocimiento y la sensibilidad que se creen prometeicas.

Lo cierto que principalmente a través de Facebook -convertido en una lingua franca de la comunicación intergeneracional- Alicia se animó a hacer lo difícil cual fue juntar un sábado de una helada mañana de sábado a unas 80 personas en una bella casona de un barrio de Pocitos junto a seis expositores en dos mesas redondas.

Amandla! Awethu! Genio y figura de Nelson Mandela

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El factor humano y los cuentos de hadas

1. John Carlin El factor humano. Nelson Mandela y el partido que salvó a una nación. Buenos Aires, Seix Barral, 2009.

Entiendo vuestra ira, pero si estáis construyendo una nueva Sudáfrica, debéis estar preparados para trabajar con gente que no os gusta (Nelson Mandela)

En 1985, cuando Nelson Mandela llevaba veintitrés años en prisión, se propuso conquistar a sus enemigos, los más fervientes defensores del apartheid. Así obtuvo su libertad y consiguió convertirse en presidente. Pero la inestabilidad de un país dividido por cincuenta años de odio racial cristalizó en la amenaza de una guerra civil. Mandela comprendió que tenía que conseguir la unión de blancos y negros de forma espontánea y emocional, y vio con claridad que el deporte era una estrategia extraordinaria para lograrlo.

John Carlin ha descubierto el factor humano que hizo posible un milagro: la capacidad innata de Mandela para seducir al oponente y su tenaz deliberación de utilizar el mundial de rugby de 1995 para sellar la paz y cambiar el curso de la Historia. La final de aquel mundial culminó con la victoria sudafricana en el último minuto, y fundió en un abrazo a negros y blancos en el ejemplo más inspirador que ha visto la humanidad.

No casualmente Carlin al principio del libro insiste en que este relato (¿inventado a partir de su propuesta, o planificado al dedillo por Mandela antes de que nadie lo inventariara?) teniía los dos condimentos propios de un cuento de hadas: era una gran historia y contenía una verdad eterna.

Madrid estival. Un sueño hecho realidad

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Haciendo turismo en España, mucho mas de lo que se ve al ojo desnudo

Ya hemos estado tantas veces en Madrid, que pasar por la capital española parecería no tener nada nuevo para decirnos, hacer o festejar. Además no hay quien visite Italia, Francia, Inglaterra y hasta Alemania y no sienta que España es el patito feo del turismo europeo. Pero para la mano tallador, porque Madrid (o España) no llegaron a ser lo que son hoy por arte de magia, sino como proyecto político muy poco conocido. Y aún asi lo que hoy disfrutamos no puede ser empañado por ese hosco (e ignorado) camino.

Como España se convirtió en una potencia turística mundial es precisamente el tema de un reciente libro La invasión pacifica. Los turistas y la España de Franco del historiador Sasha D. Pack, que empezamos a hojear un par de días atrás en la Casa del Libro en La Gran Vía, y que como tanta obra publicada por las poderosas editoriales españolas, siempre revela alguna nueva perla con la que no podemos dejar de encantarnos.

Arquitecturas de participación pedagógica en los últimos días de empatía con el sur de España

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Hay que circular

Cuando la transhumancia es una forma de vivir, cuando respiramos todos los días a través de lo que hacemos y pensamos, un clima fraterno de entendimiento y liviandad (no exenta de compromiso ni de «agarrar al toro por las astas» cuando cuadra), cuando nos da lo mismo estar en un continente que en otro, en un país o en el de mas allá, porque todos nos ofrecen mucho, y porque la gente, mas allá de su idioma o de sus costumbres es una fuente de alegrías inmensas, es cada día mas difícil distinguir al ocio del negocio, al trabajo de la diversión, al momento de la reflexión del momento de la intervención.

Así las cosas los últimos días en el Sur de España han sido una combinación magnífica de encuentros y paseos, de regreso a lugares conocidos y de descubrimiento de nuevos, de charlas con conocidos y de profuso encuentro de nuevos amigos, con los que emprender tareas comunes y profundizar sin parar nuestro evangelismo en pro de una cultura de una complejidad y un diseño efectivo de pedagogías de la participación.

Rosario fue una fiesta. Un no-curso de navegación libre

Rosario como fiesta para los sentidos

A lo mejor es el lugar. A lo mejor son los amigos. A lo mejor es la época del año. A lo mejor es lo que es. Pero lo cierto es que ya habíamos sentido la energía creativa y las ganas en Rosario, cuando dictamos en Mayo del 2008 nuestro curso anual Prince/Fundacion Libertad Rosario también sirve para pensar.

Pero nunca es suficiente. Nunca alcanza. Nunca nos damos por contentos en demasía. Lo que el año pasado pudo parecer un techo, hoy se ha convertido en un piso. Lo que antes era excepcional (al menos en nuestro país) como contar en una clase con cañón, laptop y buena conectividad, se ha convertido ahora en un punto de partida con todo por hacer.

Nuestro último año estuvo permeado de búsquedas en el área post-educativa. Ya sea porque la experiencia de educ.ar llegó a un techo, ya sea porque la experiencia de décadas en la universidad llegó al nivel de saturación, ya sea porque las tecnologías empezaron a volverse omnipresentes en los ambientes educativos cuestionándolos en su forma de ser y hacer, ya sea porque en tiempos de crisis la innovación y la creatividad crecen a pasos agigantados, algo se estaba incubando y por fin eclosionó.

Innovaciones disruptivas en educación Primera Parte

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Si algo no anda, no es por casualidad

Estamos hartos de las fórmulas mágicas. De los profetas y los gurúes que dicen venir con la solución a males ancestrales con solo escucharlos y poner en marcha sus maquinaciones y promesas. Porque cada día queda mas claro que los problemas que tenemos -en todas las áreas del conocimiento y la acción- los hemos inventado nosotros. Que si las cosas no funcionan no solo es por negligencia y malicia, sino porque hay intereses -explícitos e implícitos- que a eso llevan. (Interesante aporte aquí de Paul Ormerod, Why things always fail), aunque insuficientemente desarrollada la analogía biología/economía como sistemas vivientes).

Debemos renunciar al diagnóstico llorón y al reduccionismo explicativo, que supone que la política, la economía, la ecología, el trabajo, la salud, la educación funcionan a medias, si es que funcionan del todo, debido a malas decisiones administrativas, por miopía en la gestión, por desconocimiento de la complejidad, y por incapacidad de pensar en el largo plazo.

La felicidad de no saber lo que queremos enseñar. Facebook como caso práctico de pasaje de las pedagogías de la retención a las pedagogías de la participación. Primera Parte

Momento de bifurcación, hay que cambiar la isla de Lost de lugar

Ha llegado el momento. Durante décadas lo hemos estado entreviendo, primero como hipótesis de trabajo, después como saturación ante el estado decepcionante de la cosas educativa, finalmente como punto de bifurcación. En América Latina tenemos muchos y mejores antecedentes que en el Norte, porque las condiciones siempre fueron mas difíciles, el modelo de conciliación -entre conocimiento para la contemplación y conocimiento para la acción- de allá arriba nunca fructificó colectivamente (salvo en pocos instantes históricos convertidos ahora en añoranza y epopeya), desde la Pedagogìa del Oprimido de Paulo Freire a la Pedagogía del aburrido de Ignacio Lewcowickz) y ahora la crisis suena a terminal o casi.

Nos referimos a la inviabilidad de los sistemas de transmisión actuales como forma de preservar (vivo) el pasado, de entender el presente y de diseñar el futuro, especialmente tal como existen hoy y son defendidos a rajatabla por sus cultores de los formatos mas convencionales de la educación formal.

Nos referimos asimismo a los indicios, llamados de atención y a veces fuegos de artificio, que insisten en atraer la atención de los jóvenes, que se autopresentan o insinúan ser congruentes con sus intereses y dietas cognitivas, y que amenazan con una fuerza jamás vista previamente, a la escuela en sus funciones mas inveteradas y que le dan identidad.