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Categoría: Viajes

Un enésimo viaje a Colombia. ANTV, Universidad del Tolima y mucho mas

Cuando a fines de enero dejamos de publicar el Interlink Headline News después de llamativas dos décadas de vida y ni un dia de menos ni de mas, un atractor importante para nuestras ruminaciones cotidianas se esfumó. Nos quedamos sin pilas o energía y, aunque ocasionalmente, escribimos notas o comentarios, que aparecieron publicados aquí o en la página de la cátedra, el estímulo cotidiano que era escribir editoriales pasó a retiro.

Mas allá de que nuestro intento de reinventar el news bajo el formato “long form” no ha prosperado (ojalá lo haga de la mano de los párvulos como Valentin y Giancarlo, demasiado ocupados con avanzar en su carrera o en terminarla), lo cierto es que la realidad continuó a velocidad inusitada.

Cada día o semana tenemos en México múltiples encuentros y reuniones, proyectos, presentaciones. Semana a semana se abren nuevos canales de comunicación y de trabajo, y se consolidan la experiencia del Maguen David y el Diplomado en el ILCE.

Mientras, los viajes no paran y al menos quincenalmente hacemos uno a otro país o ciudades cercanas, y en el calendario se agolpan una media docena para el próximo mes y medio.

Arrimándonos muy de refilón a la magia de Marruecos

Imagen 3

No fue mi primera vez en Africa. Ya había pasado un tiempo en Dakar, otro tanto en Túnez en un par de visitas recientes, y lo mismo sucedió con Dubai y Riyahd. En todos esos lugares estuve mas o menos cerca del desierto, subí a algún camello, comí toneladas de appetizers locales, ví mujeres con más o menos velos, visité mezquitas, llegué a charlar con árabes vestidos en distinguidas túnicas blancas, y pude apreciar la belleza de sus construcciones (hermoso pueblo blanco Sidi Boud Said que visitamos con Alejandro Prince y Patricia Bertolotti), lo pretencioso de sus apuestas arquitectónicas (como la Kingdom Tower en Riyahd), y sobretodo la voluntad de hacerle pito catalán al desierto, a la pobreza y a la tradición e inventarse una Las Vegas de carne y hueso como es el caso de Dubai y sus mil y una fantasías hechas realidad empezando con el hotel vela Burj Al Arab y el edificio mal alto del mundo el Burj Kalifha.

Pero sin quitarle mérito a ninguna de estas sensaciones, faltó mucho en esas visitas anteriores para captar y apreciar algo mas profundo y mas auténtico de la Africa sentida. No se trataba de fechas ni de cargos, ni de lecciones de historia a la page, ni de guías mas o menos versátiles y poliglotas, capaces de transmitir en mayor detalle y con capacidad de traducción cultural algunos de los secretos imperecederos de la cultura árabe.

Mas allá de estarnos completamente vedada su lengua, la posibilidad de sumirnos en sus valores y deseos, en sus tradiciones y en sus acervos, en su sensibilidad y en su forma de vernos, condenada desde siempre al fracaso y al silencio, distanciados como estamos por de la comunicación directa, franca y transparente con ellos era una deuda que había que pagar.

Por eso una breve excursión a Marruecos (frustrada en Julio de 2009 por la enfermedad de Francis Pissani que me llevó a suplantarlo en Málaga -impidiéndonos llegar a Tánger y Fez- en la clase inaugural de los cursos de la UNIA) pudo llegar a ser el fiel que inclinara la balanza y decidiera de qué lado del mostrador estamos cuando queremos determinar cual es el nivel de «arabeidad» que tenemos en el cuerpo y en la mente.

Pisando las calles de Tunez nuevamente, o casi Segunda Parte

1 Filiu grande

Point of no return

Cada tanto una palabra o concepto aprendido literalmente hace decenios se agolpa en el frente de la memoria e insiste en sacarle ventaja a los miles o millones de otrose que pululan en la ecologia neuronal. Esta vez se trata de la expresión «point of no return» que me dejó su imprint a los 16 o 17 años cuando lei No Highway una novela de Nevil Shute.

La novela era bastante pedorra pero el concepto me sigue acompañando casi medio siglo mas tarde, buen testimonio de que lo que queda no lo hace tanto por profundidad o relevancia, sino por algún misterioso acople entre emisión y recepción, que tendrá su lógica (contextual en cada caso) aunque la aristotélica o cartesiana no la comprenda.

En esa obra sumergida en el túnel del tiempo la expresión remitía al momento en que un avión había pasado la mitad del recorrido que lo separa del destino final, por lo que en caso de avería, error o fatiga del metal (esa era la clave en esta novela) quedaba mas cerca del destino que del origen, así que al agua pato.

En los congresos pasa lo mismo, hay un período de acumulación (un poco mas largo como en este caso de la reunión de UNRSCO sobre libertad de prensa, cuando literalmente no conocía a ninguno de los asistentes), y después de mediodía o de uno pasamos el punto de no retorno, nos hacemos amigos de circunstancia o conocidos mas o menos afectuosos, y de un mar de átomos nos convertimos en algunos subgrupos que comparten anécdotas, descubren amigos en común, retozamos acerca de temas y experiencias mas o menos compartidas, y de un santiamén ya somos un grupo y no ya un conjunto de entidades disjuntas.

Como era de esperar esto ocurrió en Túnez en esta Conferencia, y como comentaron todos los participantes esto es lo que queda como residuo cognitivo y afectivo en estos eventos, mas alla de las maratónicas sesiones, de los discursos efectistas, y de las proclamas y de las ganas mas o menos cumplidas de los convocantes y de los organizadores devenidos activistas de sus causas.

Pisando las calles de Túnez nuevamente. O casi

Sorpresas te da la UNESCO

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En Noviembre de 2005 se celebró en Túnez la segunda cumbre de la Sociedad de la Información Transformando los sistemas sociales en desarrollo. La primera tuvo lugar en Ginebra dos años antes y a todos nos sorprendió que se hiciera aquí dado el caracter represivo y autoritario del entonces presidente Ben Ali. Por una invitación del gobierno canadiense tuve la suerte de alojarme con su delegación en Gammarth. 7 años después esta vez por gentileza de la UNESCO vuelvo a estar en Gammarth en el Hotel Mouraidi a unos 3km de la sede de deliberaciones del evento New Voices. Media Freedom Helping to Transform Societies en The Palace Khartago (¿Habra sido alli donde me alojé otrora?, je revisando notas veo que no, habia estado en el Corinthia Khamsa).

Tantas cosas han ocurrido en la sociedad de la información (o de la desinformación) desde entonces, que no habría estado de mas hacer un repaso de aciertos y fracasos y tangencialmente estamos aquí para hacer algo parecido. Pero el objetivo es mucho mas enfocado y la problemática mucho mas especifica (aunque en la cancha se ven los pingos y por muchos motivos los paneles son kilométricos, las discusiones son vagas y muchos objetivos previstos por los organziadores son incumplibles).

Cada año desde 1993 se celebra mundialmente el Dia de la libertad de Prensa. Su principal misión es informar a las ciudadanos de las violaciones a la libertad de expresión, un recordatorio de que en docenas de países en el mundo se siguen censurando, multando, suspendiendo y cerrando publicaciones, mientras que los periodistas, los editores y los defensores del derecho a la libre expresion son atacados, detenidos y nada ocasionalmente asesinados.

Puede que a nosotros todo esto nos suene lejano o conocido, después de todo intermitentemente en nuestro país vivimos esos años de plomo en donde nos confiscaban clásicos en la aduana, en donde todo lo que olía a izquierda o a anti-occidental merecía la hoguera (en ese sentido la dictadura de 1976/83 llegó al paroxismo con la prohibición de las matemática de conjuntos), y donde la desaparición de una generación entera de jóvenes (10.000 casos comprobados), atestigua qué operaciones de exterminio son posibles, cuando no hay ninguna voz que los defienda o haga de escudo frente a la prepotencia genocida de poderes que se creen eternos y refundacionales (se vez que estoy afectado por la lectura de los diálogos entre Videla y Reato, aqui la critica de Blaustein).

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Haciendo escala en Dubai Cuarta Parte

Burj-Al-Arab-Dubai1

1. El Burj al Arab allá lejos y hace tiempo

Sería 2007 o 2008. Haciendo zapping caímos en NatGeo presentando una serie llamada Megaestructuras destinada a inventariar algunas de las construcciones mas llamativas de las últimas décadas. En capítulos anteriores y posteriores (113 hasta la fecha) mostrarían como había sido posible la construcción de edificios únicos, barcos de tamaño colosal, represas descomunales, siempre en el registro del gigantismo y de los desafíos ingenieriles mas descabellados.

Pero lo que vimos ese día nos hizo empalidecer de envidia y nos mostró la potencia del ingenio humano, la voluntad de desafío de un colectivo con la pata del diseño afincada en Londres, y con la voluntad de llevar adelante un proyecto imposible, cual sería construir el primer hotel 7 estrellas del mundo, dar a un hotel de lujo inusitado la forma de una vela, depositarlo en medio del mar y convertirlo en uno de los iconos arquitectónicos del siglo XXI.

Se trataba obviamente del Burj el Arab, un enorme volumen flotante en la costa de Dubai, que fue uno de los primeros lugares que quisimos visitar ni bien aterrizamos en la capital turística de los Emiratos Arabes (EU), donde recalamos afortunadamente durante 3 días y 2 noches camino de vuelta a la patria lejana.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Tercera Parte

Dos sistemas, un pais. El año 2047 está mucho mas cerca de lo que creemos

1. De China a Hong Kong

Lo dijimos hace 10 días y lo ratificamos hoy, cuando en la madrugada de Honk Kong vemos por última vez las calles mojadas, la estación de buses en Kowloon arrancando su diario trajín, oteando de refilón el Harbour Plaza Metropolis, shopping mall del hotel en el que estamos alojados, y habiendo vivido intensamente durante 2 días la vida en esta ciudad a la que anhelábamos conocer desde al menos 1986 (cuando estuvimos en Singapur, Penang y Bangkok) y a la que tardamos tanto en llegar.

A diferencia de lo que nos pasó con Pekín, donde nuestras expectativas eran bajísimas y fueron mas que colmadas, e incluso con Shanghai, donde esperábamos bastante pero recibimos mucho mas, a Hong Kong entramos con el pie torcido. Veníamos en un Ferry desde el puerto de Shenan en las afueras de Guangzhou, muy alejado del centro. El barco, aunque ocupado a medias, parecía un Seacat de los que van a Colonia, el día estaba nublado y contrariamente a lo que nos habían prometido no vimos nada del célebre skyline.

Llegamos en un santiamén a nuestro alojamiento en Kowloon la zona de los 40 hoteles, pero no estábamos frente a la bahía sino en una subida para la cual había que tomar un shuttle que en 8 minutos nos dejaba en Nathan Road, la joya de la corona de la ex-colonia británica. Dar unos pasos fue encontrarnos con la quintaesencia del consumismo y el capitalismo al palo. El show en la promenade de las estrellas nos mostró un bello fondo de edificios en la vera isla de Hong Kong, empañado por las nubes y un pésimo sonido. Por fin fuimos a comer a una rica cantina italiana Fat Angelo, pero nada nos sorprendía demasiado. Y peor aun nos fue con la excursión a Peak Victoria tapado de nubes, seguido de una visita a una pequeña playa abusivamente comparada con la bahía de Guanabara, terminando en una forzada excursión en Sampán que no parecía ir a ningún lado.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Segundaa Parte

Yéndonos de Pekin a marcha forzada

Nos quedaron muchas cosas que contar de nuestra visita a Pekin, desde la visita al Templo del Cielo que incluye al Salón de Oración por la Buena Cosecha; el Altar Circular y la Bóveda Imperial del Cielo en el parque Tiantan Gongyuan, al sur de de Pekín, asi como las impresiones que nos causaron las visitas a los talleres de Cloisenne y a una fábrica de seda, para no hablar de la ceremonia del té y especialmente del shock que nos dio cuando aterrizamos (siempre raudamente nunca mas de una hora o dos) en Sanlitun y nos dimos una vuelta por el Apple Store (curiosamente cuando Tim Cook estuvo la semana pasada en Beijin no visitó a ése sino al de Joy City).

Pero como la agenda no se detenía y nuestro viaje era lo mas parecido al hop on hop off que hacemos cada vez que tomamos uno de esos colectivos turísticos que recorren las ciudades en un par de horas, y permiten bajarse y subir ininterrumpidamente, apenas estábamos degustando impresiones (siempre acompañadas de un Starbucks cercano y de toneladas de fotos que no podíamos subir a Facebook porque está censurado aquí en China), ya estábamos tomando el vuelo a Xian en un atiborrado Airbus 330 repleto de jovencitos canadienses que estaban haciendo viajes de intercambio con sus homólogos chinos.

Para nuestra sorpresa, despachar las valijas, pasar por el control migratorio, escanear el equipaje de mano, esperar en los gates no tiene nada del caos e improvisación como pudo haber sido hace 10 o 20 años atrás. Pero hoy con uno de los aeropuertos con mas tráfico del mundo, cuando 78 millones de pasajeros pasan anualmente por Pekin (es el segundo aeropuerto mas visitado del mundo, aunque Atlanta le gana por mas de 10 millones pero báiscamente de pasajeros dom®esticos) todo eso es historia vieja. Lo cierto es que con una hora de retraso (muy común en los aeropuertos enormes) y después de un viaje sin novedades llegamos a Xi’an una de las 10 zonas urbanas mas grandes China (8 millones de habitantes) donde Cristina, una guía solicita nos deposito en Titan Times un hotel de lujo a pocas cuadras de la gran muralla.

Visitando China por primera (pero seguro que no por última) vez en la vida. Primera Parte

1, Allá lejos y hace muchísimo tiempo en 1977

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Eran años oscuros en la Argentina, y si bien el dólar era tan barato o mas que en estos días, por alguna recóndita razón nos parecía que viajar, respirar otros aires, explorar nuevas latitudes no estaban al alcance no tanto del bolsillo cuanto del deseo. Lo cierto es que una oportuna conversación con una terapeuta de aquel entonces nos abrió una excelente ventana de oportunidad.

Porque sin saber qué o porqué, proveniente de absurdas (aunque no ilógicas) resistencias internas algo nos impedía viajar a USA y asistir a un congreso internacional que tendría lugar en la Universidad de Binghantom, Estado de Nueva York en Agosto de 1977 sobre sistemas complejos. Y finalmente logramos despedarnos de nuestra molicie, y probablemente ese viaje haya sido una presión selectiva clave en todo lo que ocurriría, pensaríamos y haríamos después.

Porque si bien habíamos vivido en Paris en 1969, y habíamos estado en media Europa y habíamos pasado dos meses bautismales en Brooklyn en el año 1975, alguna inercia nos corroía aún, y no nos dejaba levantar vuelo conviertiendo a loss desplazamientos en oxígeno que enriquece, en vez de amenaza que inmoviliza.

Pero bastó que llegáramos al desolado Binghantom en pleno verano sin estudiantes ni docentes, alcanzó con conocer a Francisco Varela y entablar una amistad profunda y eterna con él hasta su muerte en 2001, para que de allí en mas el bichito de los viajes nos inoculara para siempre.

Por eso volvimos al año siguiente y asistimos a una conferencia en Washington sobre prospectiva, y repetimos al año subsiguiente y nos quedamos en USA en 1980/1 haciendo un Master en Sistemas en la Universidad de Louisville, y empezamos a hacer escalas permanentes en México y Brasil hasta llegar a la apoteosis de los años 2010 y 2011 cuando viajamos 7 veces a Europa y 5 a USA cada año.

Ferias del libro eran las de antes (ni tanto ni tan poco)

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Conociendo a la FIL en su 25to aniversario

Había oído hablar de la Feria de Guadalajara múltiples veces. A diferencia de la nuestra que ya cumplió sus rubicundos 37 años, y ocurre en nuestro otoño, ésta tiene lugar la última semana de noviembre y a nosotros se nos antoja con sabor a primavera y promesas de verano a vuelta de página.

Sabía de muchas actividades que tenían lugar en su seno y de su carácter híbrido ya que hace las veces de Feria del Libro para la multitudes como la nuestra, que ya llega a las 1.100.000 personas, aquí no pasa de las 600.000, pero en un período de tiempo mucho menor apenas 9 días, y me pareció que había mas actividades -también me equivoqué se trata de unas 500 contra las 1.000 nuestras, otra vez empaquetadas en menor tiempo-, pero también hace de fiesta de los editores (hay cerca de 18.000 aquí contra un puñado en la nuestra).

Los grandes números dicen poco y nada de lo que es estar en un inmenso Hotel (hay varios mas alrededor) a metros nomás de la gigantesca construcción -igual con lo inmensa que es no tan grande como el complejo de la Rural) donde están pasando todas estas cosas.

Este año la Feria celebra su 25ma quinta edición y la fecha es mas que buena para tirar la casa por la ventana y celebrar no la muerte por inanición del libro, sino al contrario su rubicunda existencia y la promesa de muchas Ferias mas (o al menos así quieren creer sus organizadores).